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Columna Por un Momento
Noviembre 22, 2010

REVOLUCION SIN COMPARACIONES   

  • Debemos de Reconocer: Todo en su Tiempo, Condiciones y Circunstancias
  • Llegamos a Duras Penas a 200 Años de Independencia y 100 de Revolución
  • Pese a Históricas y Constantes Acechanzas a Pueblo, Gobierno y Territorio 
  • Exige el Pueblo Rendirle Cuentas de los Gastos por los Festejos Patrios

 
 Por Alfonso Fernández de Córdova M.

¡México, duramente golpeado, pero Vivo, Valiente, Libre y Alegre!
Hombres y mujeres de verdad, en el sentido amplio de su ser, hicieron la Revolución Mexicana hace cien años. La Revolución no caduca ni expira, tampoco podría repetirse con “gay´s” ni suripantas ni fanáticos futboleros que ahora abundan.
Los héroes y heroínas que nos dieron patria, reformas, libertades individuales y sociales, con su decidida participación en los distintos movimientos transformadores, no tienen comparación. Todo fue en su tiempo, en sus condiciones y circunstancias.
Sí hay mucho que celebrar. Todo es cuestión de enfoques y de recordar nuestra historia, las grandes batallas contra los invasores extranjeros, las luchas internas y todos los movimientos en que ofrendaron sus ideas, sangre, vida, pertenencias y, con ello, forjaron una nación fuerte en principios y unidad ante toda clase de acechanzas. Las armas intangibles que más blandieron en los campos y tribunas fueron: el coraje frente a la injusticia, la ignorancia y el oprobio; el valor frente a enemigos con mayores recursos; la defensa determinante de su tierra, sus raíces y el ferviente apego a la razón, el derecho y la fe en sus afanes. 
En la actualidad no se concibe una nueva revolución armada, como las de hace cien o doscientos años, porque ahora se dispone de otras condiciones y circunstancias ideológicas, sociopolíticas y tecnológicas. Estas últimas no existían una centuria atrás. Ahora son silenciosas y sofisticadas, como la caída del muro de Berlín, el 10 de noviembre de 1989, que transformó el socialismo y a la URSS, en 1991, sin derramamiento de sangre ni tanques de guerra. Fue un cambio drástico al sistema político y económico, sometido el social, con la Perestroika y la Glasnost, o sea, el replanteamiento de socialismo para anular el comunismo y abrirse a la democracia, la economía de mercado y libertad de creencias. Esto repercutió en China, para la gran apertura y adopción de dos sistemas: comunismo y capitalismo vigentes.
Las revoluciones más trascendentes en el mundo fueron: la de Inglaterra, en 1688; la de Estados Unidos, en 1776; la de Francia, en 1789; las de México, en 1810 y 1910, y la de Rusia, en 1917. Cada una con sus propias y peculiares causas, objetivos, desarrollos y resultados, sin comparaciones, si acaso coincidentes en los más antiguos ideales y valores supremos del hombre por su libertad, independencia, igualdad, justicia, soberanía para elegir su destino o forma de gobierno y derechos a una vida mejor en satisfactores elementales y bienestar, como individuos y como naciones.  
A principios del siglo XX, lo más adelantado en comunicaciones a distancia era el telégrafo, fue muy bien aprovechado. El teléfono aún incipiente o limitado. Hoy, la comunicación satelital y electrónica, la telefonía celular con todos sus componentes, las crisis económicas, una población mayoritariamente urbana, acomodaticia y debilitada por carencias, vicios y adiciones, pulverizada, polarizada ideológica y económicamente, preocupada más por tener (no por ser) por anhelos monetarios y tantos métodos de logística, estrategia y capacidades militares impedirían el inicio o avance de un contingente rebelde, subversivo o contrarrevolucionario, independientemente de los pertrechos o armamento de que dispusieran.     
Un ejemplo más claro de lo que significan las condiciones y circunstancias basta señalar que los generales Ignacio Zaragoza y Porfirio Díaz, el 5 de mayo de 1862, en Puebla, vencieron al ejército francés, poderoso y representante del imperio de ese tiempo, lo hicieron con ejércitos formados con gente rural utilizaron en las luchas cuerpo a cuerpo palos, picos y azadones, sus instrumentos de labranza, y así ganaron los mexicanos.
En 1910, los revolucionarios ya contaron con las famosas carabinas 30-30 y municiones traídos de lugares muy distantes; el ferrocarril, medio poderoso en la transportación de combatientes, sus “adelitas”; cientos de armas, caballos, telégrafos e imprentas iban en cada vagón donde se amaba, sufría, combatía, conspiraba y hasta convertían en hospital móvil, correo, despachos provisionales de gobierno, cuarteles, rincones de agobio y descanso. Este medio de comunicación y transporte fue vital y decisivo en la revolución.
Paradójicamente, el Presidente Porfirio Díaz apoyó la creación de los F.F.C.C. En sus 33 años de gobierno incrementó la red ferroviaria en todo el país, de cien a 20 mil kilómetros y con la locomotora o “caballo de acero y vapor” fue aniquilado su ejército.   
Recordar es vivir y al primer Centenario de la Revolución Mexicana reabrimos los libros, releímos a autores nacionales y extranjeros; las hemerotecas particulares y de los periódicos de aquel tiempo, como el Imparcial y otros retomados de los archivos de los decanos del periodismo nacional aún vigentes, Dictamen de Veracruz, El Universal y Excélsior, éstos dos últimos con 93 años cada uno, así como revistas y suplementos culturales nos han entregado páginas dignas de los festejos y de leerse de cabo a rabo y conservarse para retransmitir sus contenidos a las nuevas generaciones, para su conocimiento y comprensión, al igual que lo hicieron con mucho éxito en sus ediciones recientes de septiembre, dedicadas al Bicentenario de la Independencia. 
Radiodifusoras, Televisoras y Cinematografía aportaron producciones especiales de las gestas, vida y costumbres del México Independiente y Revolucionario de principios de los siglos XIX y XX, donde destacaron arte, cultura, actores, actrices y música. Buen trabajo de comunicación masiva en impresos, imágenes y sonidos proyectaron las remembranzas históricas conocidas ahora por las nuevas generaciones de mexicanos y extranjeros. Todo rubricado con la reinauguración del Palacio de las Bellas Artes y el Monumento a la Revolución, restaurados y equipados con modernas tecnologías dignas del simbolismo arquitectónico y nacionalista de México.
Acerca de los tres mil millones de pesos erogados por el Gobierno Federal para los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, ya veremos más adelante como funciona la “transparencia” de la Federación, el IFAI y las 32 entidades del país.
¿Cómo y en qué fueron aplicados los presupuestos para dichos festejos patrios?
Falta conocer lo egresado por cada Estado federativo y el Distrito Federal. Todos tendrán que presentar el desglose de gastos e inversiones en los actos conmemorativos.
El pueblo mexicano pide, grita y exige explicación de lo gastado, porque está en recesión económica, con un altísimo desempleo y agobiado por múltiples errores y abusos gubernamentales, sin excepción de ningún gobierno estatal o el federal. Unos porque sus ingresos disminuyeron, otros por las consecuencias económicas recesivas ocasionadas por el combate al narcotráfico y algunos más, como el de la capital mexicana, que gasta sin control ni medirse y desvía grandes sumas en la campaña preelectoral de su Jefe de Gobierno con miras a la sucesión presidencial del 2012.
En fin, una nueva deuda con el pueblo, la nación entera, tienen los gobernantes en turno y los que están por entregar los mandos institucionales y de las corporaciones de seguridad pública. ¡Demos tiempo perentorio a que rindan cuentas!    

alfonso@reportajesmetropolitanos.com.mx
afcperiodista@hotmail.com

Columna Por un Momento
Septiembre 26, 2010

HACIENDA Y CONGRESO NO MADURAN  

  • Insensibilidad Ante la Realidad de la Economía Nacional
  • Criterios Fiscales y “Blindajes Económicos” nos tienen en Crisis
  • Ni Reforma Fiscal Ni Congreso de la Unión Fueron Eficiente

Por Alfonso Fernández de Córdova M. 

Secretarios de Hacienda y Crédito Público van y vienen sin madurar. Lo peor es que se hicieron insensibles a la realidad económica nacional. No escucharon a la gente. No consultan a los contribuyentes, a los empresarios ni a los consumidores, quienes son los que en primera y última instancia conforman el mercado interno.

No perciben las graves consecuencias que vive el país a consecuencia de las pésimas políticas hacendarias y de los ineficientes criterios fiscales aplicados desde tres sexenios atrás. En cambio caen en las trampas y los vaivenes de las economías extranjeras y de la globalidad. Para colmo, los supuestos blindajes anunciados con excesos festivos resultaron frágiles y dejaron sin protección a la economía nacional.

Imponen y continúan los incrementos a los precios de los combustibles que presionan fuertemente todo presupuesto familiar y empresarial, por tanto, son factor inflacionario.  Ningún funcionario de Hacienda se preocupa por avalar sus dichos, no dan crédito a su palabra ni fortalecen la confianza, sencillamente no ofrecen pruebas de los costos y de los subsidios fantasmas en los que tratan de justificar dichos aumentos. La transparencia entre costo y precio real de las gasolinas no aparece por ninguna parte, por tanto no se sabe a ciencia cierta si son ciertos o no son reales tales subsidios.

En México nunca hubo, en ningún sexenio, una baja en el precio de los combustibles cuando bajaban los precios internacionales del petróleo. En Estados Unidos sí funcionan los ajustes, lo veíamos o al menos lo comentan los que viven allá o las agencias informativas internacionales lo consignan cuando suceden. Aquí guardan silencio.

¿Hasta cuándo habrá transparencia en los costos y precios de los combustibles de PEMEX para información de los usuarios? Petróleos Mexicanos siempre se ha deslindado de dar a conocer dichas informaciones, pues los precios los fijaba y daba a conocer exclusivamente la Secretaría de Industria y Comercio, después denominada Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI), pero por un acuerdo presidencial se acabó el control de precios y tarifas y éstas pasaron a ser asunto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

La actual Secretaría de Economía realiza una función restringida e inoperante en muchos aspectos y carece de un plan nacional de impulso, desarrollo y apoyos a la industria, el comercio y toda la gama de actividades productivas que inciden en la economía mexicana. Ahí estaría el verdadero blindaje. Lamentablemente las tiene desprotegidas y muy golpeadas. Todo empezó con la triste entrada del Acuerdo General de Tarifas y Comercio (GATT). El segundo gran golpe y desmantelamiento fue con la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC). Artífice de ambas entregas de la economía mexicana a las fuerzas extranjeras fue Carlos Salinas de Gortari, primero como secretario de Programación y Presupuesto en el régimen de Miguel de la Madrid y luego como Presidente de la República, en el caso del TLC, en enero de 1994.   

Las cifras frías, secas o crudas nos presentan la triste realidad. Desde hace un año la tasa del desempleo ronda en 6.0 por ciento. El secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, dio la cifra alegre de 983 mil 953 empleos creados en cuatro años, ridículo pues en ese lapso deberían de ser cuatro millones, dado que la fuerza de trabajo que se suma cada año es de un millón de ciudadanos demandantes de ocupaciones, y el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero informó -el mismo día 20 de septiembre de corriente- que al cierre del presente año se espera registrar 700 mil nuevos puestos, de enero a diciembre de 2010. Veremos, pues el Presidente Calderón anunció que se habían creado 513 mil 373 empleos en el primer semestre de este año, “como uno de los logros más altos en materia laboral”.

En agosto, el INEGI reveló en el reporte trimestral de abril-junio que existen 12 millones 860 mil mexicanos que laboran en la economía informal y que en los últimos doce meses se incorporaron más de 660 mil personas a la economía subterránea, por lo que representan casi el 29 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) que asciende a 44.65 millones de trabajadores. Si bien la primera cifra indica que dichos laboristas no pagan impuestos y no están bajo “el yugo” de la ley, tampoco tienen acceso a prestaciones, entre ellas, a los servicios de salud y créditos. Otro aspecto es que los 660 mil nuevos informales, consecuencia de la desocupación en las fuentes formales, fue mayor a los 559 mil nuevos empleos dados de alta en los siete primeros meses del año en el IMSS. Sólo 4.2 millones de trabajadores ganan un salario, 55.50 pesos por día.

Otros datos duros son: la inflación oscila en 5.3 por ciento anualizada en los nueve meses del año en curso y el pronóstico de que el Producto Interno Bruto sigue en 4.3 por ciento estimado para todo el 2010, con las reservas del caso. La clase media sigue bajo fuertes presiones económicas y 7.1 millones dejaron de utilizar las tarjetas de crédito, unos porque se las congelaron los bancos mientras pagan la cartera vencida que ascendió a más de 55 mil millones de pesos y ahora se ubica en 13 mil 523 millones de pesos; otros tarjetahabientes optaron por pagar sus saldos rojos y las guardaron en el cajón. El Banco de México informó que de 21.8 millones de tarjetas que había al cierre del primer semestre, en junio, sólo fueron utilizadas 14.7 millones. 7.1 millones siguen vigentes pero no las usan sus tenedores, pues ya aprendieron los dolores de cabeza que causa la cartera vencida de plásticos.  

Está claro que este país existe por el trabajo esforzado, abnegado y sacrificado de sus trabajadores, pues parte de la burocracia de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, así como la que pulula en los partidos políticos, continúa como un lastre en la mente de la población activa, formal e informal.
Por todo ello, el mercado no reacciona y los inversionistas extranjeros se quejan de esta situación, como lo expuso ante el Presidente de

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