* ¡Lo Logró!..., Pero, ¿Y,    la indigencia, Cuándo? Por ELVIA ANDRADE BARAJAS Excelente. Un éxito resulto el desalojo de los más de 15 mil  ambulantes en el Centro Histórico, que desde el viernes pasado luce sus comercios establecidos, entre ellos sus hermosas joyerías.  Ya se ve el adoquín, las banquetas, los bellos edificios coloniales y de la época del Virreinato, pero también son más visibles los indigentes, los pobres parias, a quienes nadie advierte, ni siquiera esos granaderos que tenían instrucciones de “cargarse” a todo aquél que afeara las calles del Centro. Ellos sólo son números de estadística que utilizan los poderosos para enriquecerse a costa de su miseria.

 “¡Don, le ayudo!, ¡despierte!, ¡quiere que lo lleve a la sombra!”, preguntaba inútilmente una y otra vez un joven a un anciano alcohólico, que estaba tirado a un costado de Bellas Artes, frente a una larga fila de camiones de la Secretaría de Seguridad Publica, repleta de granaderos.  La mayoría jóvenes con lentes Ray Band originales que sólo les sirven para ver lo que les conviene.  Lo que les ordenan.

Casos como el de este hombre, o el de una María que ignoró el decreto del jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, y siguió vendiendo sus dulces sentada en una banqueta, son cuadros humanos que no fueron considerados en la reestructuración del Centro Histórico, y que con su sola presencia son un testimonio contundente de que falta mucho por hacer en las calles de la capital del pecado, ya que por el momento, MEC sólo atiende intereses de los grandes empresarios, que están listos para “echarle el guante a la cereza del pastel”.

Porque es un hecho.  Esta medida no resuelve el problema del desempleo ni la pobreza.  Los agrava.  El tiempo develará la verdadera razón por la que quitaron a los ambulantes:   El pez grande se come al chico.

Por eso, muchos políticos, incluso del mismo PRD, están escépticos al aparente triunfo del desalojo de los ambulantes, cuyo efecto “cucaracha” inició a unas horas del desalojo y el primer punto donde empezaron a extenderse fue a unos metros de Bellas Artes, pero los van a quitar rápido, porque al mexicano más rico del mundo, dueño de la Casa de los Azulejos, del Isabel Sheraton Centro Histórico, de Telmex, e innumerables propiedades, que deben ser investigadas, para saber si el señor no es prestanombre de algún ex presidente de México.

A ese multimillonio no le gusta que haya cuadros humanos “muy populares” frente a sus negocios, frecuentados por extranjeros, “porque afean el panorama”, aunque si le gusta hablar de ellos cuando va con Bill Clinton, para que lo ayude a ayudar a los pobres mexicanos, por los que recibe millones dólares de la fundación del ex presidente de Estados Unidos, con los que se espera construya casas hogar, dispensarios médicos, comedores y asesorías gratuitas, escuelas de alfabetización y muchas otras instituciones que deben existir en el país que habita el hombre más rico del mundo, donde irónicamente hay 45 millones de pobres, y de ellos más de 1% están en el Distrito Federal.  Son indigentes.

Su amigo, el ex patrón de Marcelo Ebrad,  Andrés Manuel López Obrador, captó muy bien el sentimiento de repudio de Carlos Slim hacia los pobres, hacia los menos favorecidos, o “afortunados” como él, y durante su administración también “limpio” de ambulantes el otrora jardín de “Las Marías” y se paso por el arco triunfo las innumerables manifestaciones de protesta de Los Santa Claus, los renos, Los Reyes Magos, fotógrafos y un número de comerciantes que esperaban con ansia el fin de año, para vender en La Alameda, la tradicional foto con Santa, que se convertía en una romería y una fiesta popular muy bonita.

AMLO fue inflexible con Santa y Los Reyes Magos, quizá por ello, no le cumplieron ni le cumplirán su deseo, ya que los mando al exilio al sufrido Monumento de la Revolución, que al igual que la Avenida de La República,  luce sucio, deplorable, oscuro y recibe todas las manifestaciones con tiendas de campaña, camiones procedentes de todo el país y mucha gente e incluso hace unos meses los maestros disidentes en repudio a las Reformas del ISSSTE construyeron con tabique y cemento una casita, para soportar las inclemencias del tiempo.

Por ELVIA ANDRADE BARAJAS * Es Tiempo Hay un tiempo para nacer, crecer, reproducirse, estudiar, amar, llorar, gozar, sufrir, trabajar, cosechar.  Morir. Hasta para eso hay tiempo. Y, todo cuanto se haga se paga, en este mundo.  Es la ley de la causa y el efecto. Todo lo que sube, baja. No hay nada oculto bajo el sol, mucho menos la corrupción, codicia y voracidad de líderes de naciones repletas de pobres, que abusan de su buena voluntad para dirigir sus destinos. Lo único que buscan es enriquecerse. Amasar fortunas, aunque las paguen con vergüenza, humillación, exilio, cárcel domiciliaria e incluso la horca.

En la historia moderna son muchos los líderes que han defraudado a sus pueblos, se han servido de ellos.  Han vivido como reyes, pero su final ha sido vergonzoso.  Para muestra algunos nombres:

Saddam Hussein, quien de analfabeta salto a cruel dictador, ahorcado el 30 de diciembre de 2006, por crímenes contra la humanidad en Bagdad, su país natal, que a la fecha sigue sumido en la violencia, pobreza y desolación ante la intervención del gobierno de George Bush, el señor Guerra, a quien medio planeta tierra juzga como un líder nefasto, que ha abusado del poder, sin lograr más progreso para Estados Unidos, que en los últimos años ha resentido pérdidas económicas por su política armamentista y crediticia, al grado que el dólar a diario es rebasado por el euro.

A Bush, a quien el ex presidente mexicano Vicente Fox Quesada, califica como el hombre más vanidoso y soberbio sobre la tierra, también se le llegará su tiempo, lo mismo que a “su amigo” el guanajuatense que dice no ser dueño de su rancho y que todo lo que tiene es producto de sus ahorros…¡aja!.

“Los canallas viven mucho, pero algún día se mueren”, dice el poema A LA MUERTE DE UN CANALLA de Mario Benedetti publicado el 10 de diciembre de 2006 tras el fallecimiento del dictador de Chile, el militar Augusto Pinochet, justo el día del cumpleaños 84 de su esposa Lucía Hiriart, en el que el pueblo chileno festejo con un carnaval y mitnes pùblicos el deceso de su opresor, que en 1973 encabezó un golpe de Estado contra Salvador Allende.  Su política económica propició el empobrecimiento de los sectores populares de su país, frente a su enriquecimiento ilícito. Las protestas fueron innumerables.  Los muertos y desaparecidos, también.

Creía que la impunidad sería eterna, pero su tiempo llegó.

Alberto Fujimori, ex presidente de Perú, es el caso más reciente de un mandatario nacional enjuiciado por enriquecimiento ilícito, corrupción y violación a los derechos humanos, extraditado el 20 de septiembre de 2007 de Chile a Perú bajo arresto domiciliario, para enfrentar las acusaciones en su contra.

Hussein, Pinochet, Fujimori son algunos nombres de una interminable lista de líderes que abusaron de sus pueblos. Vivieron tiempos de gloria, pero los pagaron con la horca, la muerte, el exilio, la extradición, el enjuiciamiento.

En México la lista de poderosos nefastos es muy grande e impune.

Sin embargo, el México moderno no ha visto un castigo ejemplar para ninguno de sus ex presidentes.  Lo más que les han hecho es arrestarlos en su domicilio, como a Luis Echeverría Alvarez, por el delito de genocidio por la matanza de Tlatelolco en 1968, para  luego declararlo inocente, so pretexto de que los cargos que se le inculpaban habìan prescrito.

Por eso México se mantiene entre los países más corruptos del mundo, y por eso el izquierdista Andrés Manuel López Obrador ofreció retirarse de la política si es enjuiciado  el ex presidente mexicano Vicente Fox Quesada, recientemente nombrado Copresidente de la Internacional Demócrata de Centro en Roma. 

AMLO Sabe que la comisión legislativa que se formó para investigar los recursos de Fox terminará por deslindarlo de cualquier acusación. ¡Lastima!

Sin embargo, el pueblo de México ya lo juzgo y en boca de todos sólo hay una palabra para describirlo.  Curiosamente a esa palabra fue él quien “le dio vuelo” en su administración: “al que te robe, llámalo LADRON”.

Esas seis letras también le van muy bien al ex gobernador priísta del Estado de México, Arturo Montiel Rojas, quien con los trámites de su divorcio de la francesa Maude Versini evidencia que su saqueo a esa tierra otomí es más cuantioso de lo que se supone, y que la extranjera sabe muy bien lo que se llevo, por eso le pide una indemnización de 300 millones de pesos, pero si las leyes se aplicaran justamente resulta que ella es cómplice y ambos debieran ser arrestados como ocurrió con la “reyna del Pacífico” y su pareja sentimental.  Ambos disfrutaron del dinero, ¿oh, no?.

Dicen que es tan culpable, el que mata la vaca, como el que le jala la pata, así que Maude Versini es co participe en los fraudes de Montiel y la suplica de Fox de que dejen fuera de todo esto a su amada Marta Sahagún, no procede y mucho menos, porque esa mujer aún se ostenta como presidenta de la Fundación Vamos México, cuya creación se  hizo mientras fungía como Primera Dama, así que ese organismo debe dar amplias explicaciones sobre su funcionamiento o que de lo contrario desaparezca, porque se presta a graves confusiones.

Este es el tiempo en que se les debe llamar a cuentas.

También es tiempo de que termine tanta corrupción en los medios de comunicación.  Bienvenida la Reforma Electoral.  Ojala se aplique como dicen, especialmente a los extranjeros.  Es un insulto que redes de radio, televisión y periódicos estén en manos de españoles, como los Vázquez Raña, cuya relación con Vicente Fox y Marta Sahagún debe ser investigada, para que el pueblo mexicano conozca quién es el verdadero dueño del periódico Excelsior, que fue la última cooperativa periodística mexicana hecha por mexicanos.

Es tiempo de que México sepa de dónde salió el dinero para pagar ese diario y muchas otras propiedades, que posiblemente sean del pueblo. De ese pueblo mexicano azotado impunemente en su economía, que sólo sirve para enriquecer ilícitamente a ídolos de barro, que como el ex presidente Josè Lòpez Portillo mueren en el desprestigio y la verguenza de haber envejecido en manos de una mujer poco honorable, que ahora exige respeto y se cree dama de sociedad.

Dicen que en el pecado se lleva la penitencia, y tal parece que muchos polìticos pagan las que hacen en aras del amor. Ni modo, asì es esto.   Ladròn que roba a ladròn tiene 100 años de perdòn.