* De “la Operación Taco” al peculado y compra de voto: FEPADE
* Duarte también tiene orden de aprehensión por delitos electorales
* Veracruz, el estado con mayor índice delictivo electoral en el país

Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
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-Primera Parte –
Exclusivo de RM

CIUDAD DE MEXICO, Estados Unidos Mexicanos, 16 de abril de 2017.- Los delitos electorales se han agravado, ya no son “el ratón loco”, “la urna embarazada”, “el carrusel” y la “operación taco”. Ahora son la compra del voto, “turismo electoral”, fraude cibernético, peculado electoral, condicionamiento de programas sociales,  participan intereses empresariales y del narco, entre otros actos de corrupción castigados con tibieza, porque ocurren en campañas electorales, pero se consolidan en las administraciones gubernamentales que ganan el voto a través del fraude o actos ilícitos.

Santiago Nieto Castillo, titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), que depende la Procuraduría General de la República (PGR),  dice lo anterior al citar como ejemplo, el caso de Veracruz, cuyo ex gobernador Javier Duarte, capturado anoche en Guatemala, también tiene una orden de aprehensión por delitos electorales en las elecciones de 2015, ubicando a ese estado con la mayor incidencia delictiva electoral en el país.

Refiere que del 1 de septiembre de 2016 al 24 de marzo de 2017 se han iniciado 462 expedientes de delitos electorales, de las cuales 264 averiguaciones previas y 42 carpetas de investigación, que dan un total de 306 expedientes, corresponden a Veracruz, ocurridas durante el gobierno de Javier Duarte.

En el Estado de México, el más poblado con el padrón electoral más importante, se han iniciado 10 averiguaciones previas y 117 carpetas de investigación, registrándose el mayor número en Metepec con 65, Ecatepec con 7, Huixquilucan y Chapultepec con 4, cada uno, y el resto se dividen de 1 y 2 en diferentes municipios.

Los delitos electorales denunciados son: Recoger credenciales para votar de los ciudadanos, solicitar votos por paga, promesa de dinero u otra contraprestación, mediante violencia o amenaza, presionar a otro a asistir a eventos proselitistas, o a votar o abstenerse de votar.

Amenazar con suspender los beneficios de programas sociales, ya sea por no participar en eventos proselitistas, o bien, para la emisión del sufragio en favor de un candidato, partido político o coalición.

Los partidos demandantes son: Movimiento Ciudadano, PRD, MORENA, PAN.

Los partidos inculpados son: PRI y PRD

Nieto Castillo aclara que es un hecho evidente que los partidos en el poder o que encabezan las preferencias electorales siempre son los más demandados, debido a que tienen el control político que la oposición quiere quitarles y una forma de hacerlo es desacreditarlos ante la opinión pública.

De ahí que los partidos oponentes son los que más demandan.

En la elección de 2002 y 2006, el partido con más denuncias electorales fue el PAN, que finalmente ganó la elección presidencial.

En 2012 el partido más denunciado fue el PRI.

Lo anterior representa el 21. 7% de lo iniciado en todo el país. Como se observa en la siguiente tabla, al ponderar por la población del estado, se tiene que Veracruz es la entidad con mayores delitos electorales:

 El 4 de junio de 2017 se celebrarán elecciones en el Estado de México, Veracruz, Nayarit, Coahuila y las extraordinarias de Oaxaca.

Se renovarán tres gubernaturas, 270 ayuntamientos y 55 diputaciones locales (34 de Mayoría Relativa y 21 de Representación Proporciona).

En esta elección participará el 24% de la población del país y el 23% del padrón electoral.

Por ello, asegura Nieto Castillo, el proceso electoral de este año es considerado el "termómetro" del proceso electoral 2018, lo que incrementa la amenaza de los delitos electorales.

“Actualmente, agrega, el tema central es anticorrupción, pero mientras no vinculemos delitos electorales con ese fenómeno delictivo, el modelo electoral estará incompleto, porque los actos de corrupción que se dan con los grupos empresariales y narcos en el ejercicio gubernamental tienen su origen en las campañas y por eso es urgente tener ese vínculo, para poder evitarlo competentemente”.

El titular de la FEPADE recuerda que “en 1994 tuvimos un proceso electoral con un nivel de votación ciudadano sin precedente, ya que 78% de los mexicanos votaron.

“Fue entonces cuando Jorge Carpizo diseño la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales, para legitimar la actuación gubernamental e investigar casos especiales. 

Hubo una para investigar el caso Colosio, la guerra sucia, la libertad de expresión.  A la fecha se han consolidado tres fiscalías:

Fiscalía Especial para la Atención de los Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión, Fiscalía Especial en Búsqueda de las personas desaparecidas, Fiscalía de Delitos Electorales y se va por la cuarta: Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas”, informó.

El 10 de febrero de 2014, fue publicada la reforma electoral en el Diario Oficial de la Federación.

Esta reforma vigente hasta el momento prevé:

La posibilidad de un gobierno de coalición

La trasformación de la Procuraduría General de la República en la Fiscalía General de la República

Reelección de Senadores y Diputados del Congreso de la Unión, quienes podrán ser reelectos hasta por dos y cuatro periodos consecutivos, respectivamente.

Reelección de legisladores locales y de integrantes de Ayuntamientos

Aumento de 2 a 3% como porcentaje mínimo requerido de la votación nacional emitida para que los partidos políticos conserven su registro.

Valida que todo partido político que alcance por lo menos 3% del total de la votación emitida tendrá derecho a que le sean atribuidos diputados plurinominales.

Los partidos políticos deberán garantizar la paridad entre géneros en candidaturas a legisladores federales y locales.

Adelanta del 1 de septiembre al 1 de agosto la fecha de inicio del primer periodo ordinario de sesiones, cuando el presidente de la República inicie su cargo.

Hasta 2014 los delitos electorales eran “el ratón loco”, “la urna embarazada”, “el carrusel” y “operación taco”.

Entonces se utilizaban urnas de cartón y madera, por lo que era evidente que se pudieran meter votos antes de que la población empezara a votar.

Las urnas eran fácilmente “embarazada” porque tenían hendiduras de dos centímetros, por las que entraban varias boletas.

No había tinta indeleble ni listado nominal confiable, lo que permitía que grupos de personas fueran en operación carrusel o ratón loco, votando en distintos lugares. 

Actualmente las urnas son transparentes, tienen una hendidura de dos milímetros de ancho y sólo pueden entrar una boleta, por lo que es casi imposible “embarazarlas”.

Actualmente los problemas son otros, agrega Nieto Castillo.

Al expedirse la Reforma Electoral en 2014, tuvo un punto de inflexión en 2015 con el proceso electoral, en el que se eligieron diputados del Congreso de la Unión y en 16 entidades federativas en las que hubo elecciones locales.