AYOTZINAPA, “LA VERDAD HISTORICA

 

*Vandalizan en la marcha conmemorativa al V Aniversario. No hay detenidos
*Trasiego de drogas, línea de investigación que se debe seguir: sobreviviente
* Desde el primer día las autoridades ocultaron existencia de 2 camiones
* Gobierno ofrece recompensa por informes de responsables de los 43

Por ELVIA ANDRADE BARAJAS

-- Segunda y última parte --

CIUDAD DE MEXICO, Estados Unidos Mexicanos, 26 de septiembre de 2019.- “1, 2, 3, 4, 5…43... ¡ JUSTICIA!”, fue el grito que se escuchó en la marcha conmemorativa por el V Aniversario de la desaparición forzosa de los normalistas de Ayotzinapa, cuyos nombres retumbaron uno a uno en  el Congreso de la Unión, donde los diputados se solidarizaron con sus padres, que claman su presentación con vida, resistiéndose a aceptar que fueron asesinados y calcinados, tras  ser atacados y perseguidos por Policías Municipales de Iguala, Guerrero, y sicarios que sin razón les tiraron a matar, los secuestraron y desaparecieron, con la ayuda de las autoridades, por lo que el caso se reinvestiga y podría ser llamado a declarar el ex presidente Enrique Peña Nieto.

El subsecretario de Derechos Humanos del ministerio de Interior, Alejandro Encinas, dijo que estos hechos, ocurridos en la presidencia del priísta Peña Nieto, son reinvestigados como una desaparición forzada cometida por agentes del Estado mexicano.


Pero no reveló los resultados de las excavaciones que se hacen en el basurero de Tepecuacuilco, ubicado a 10 minutos de Iguala, donde un preso del penal de Chilpancingo, Guerrero, Eliseo Villar Castillo, excoordinador de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de San Luis Acatlán, le informó que “algunos compañeros” de la cárcel  le platicaron que habían participado en el crimen de los normalistas y que sus cenizas estaban en ese tiradero, no en el  de Cocula, como informó el ex procurador Jesús Murillo karam


En cambio, anunció que el gobierno mexicano ofrecerá una recompensa de 1,5 millones de pesos (unos 75.000 dólares) para quien proporcione información "fidedigna y verificable" del paradero de los estudiantes.

Una segunda recompensa de 10 millones de pesos (unos 500.000 dólares) será otorgada a quien informe sobre el paradero de Alejandro Tenescalco, supervisor de la policía local de Iguala y uno de los principales señalados en el caso.

El fiscal especial del caso, Omar Gómez, adelantó que la próxima semana citarán a exfuncionarios federales relacionados con la cuestionada investigación original, entre ellos al exprocurador Jesús Murillo Karam y que de ser necesario sería llamado Peña Nieto.

 

VANDALIZAN EN LA MARCHA. NO HAY DETENIDOS

En la marcha participaron más de cinco mil manifestantes y entre ellos iban unas 100 personas vestidas de negro y encapuchadas, que vandalizaron la legitima protesta de normalistas rurales, estudiantes de escuelas de la UNAM que iniciaron un paro de ocho días para exigir justicia en el caso Ayotzinapa, así como miembros de diversos sindicatos y organizaciones de San Salvador Atenco que acompañaron a los familiares y amigos de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.


Los encapuchados hicieron pintadas, rompieron vidrios de numerosos comercios e intentaron incendiar un restaurante pero los manifestantes apagaron el fuego.


En el Zócalo, los encapuchados arremetieron por momentos contra una puerta del palacio presidencial y pintaron consignas. Una de ellas acusaba: "Estado asesino".

La policía capitalina informó que participaron 400 elementos adscritos a la Unidad Táctica de Auxilio a la Población (UTAP) y  500 de la Subsecretaría de Control de Tránsito, y que dos policías resultaron heridos por petardos


 La Secretaría de Gobierno realiza censo y cuantifica los daños que al momento se estiman alrededor de 30 negocios y oficinas públicas con afectaciones.


Sin embargo, no hay detenidos.


Horas antes el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró ante la prensa que no habrá impunidad en las investigaciones sobre el caso Ayotzinapa y que para su gobierno es prioridad encontrar a los jóvenes


"No hay impunidad, eso es importante porque cuando se trata de crímenes de Estado es muy difícil llegar a la verdad", dijo López Obrador vestido con una camiseta con la leyenda: "Ayotzinapa, 5 años; yo por la verdad", fotografía que fue editada en redes sociales para poner en el pecho del presidente: “En mi gobierno van más de 27 mil muertos”.

TRASCIEGO DE DROGAS EN GUERRRO, ES UNA LINEA
DE INVESTIGACION QUE SE DEBE SEGUIR: SOBREVIVIENTE

López Obrador ha creado una Comisión de la Verdad para el caso, mientras la fiscalía general se comprometió a reiniciar la investigación "casi desde cero".

A la espera de conocerse el destino de los jóvenes, la justicia mexicana ha liberado a 77 detenidos de la investigación original y cuyos testimonios fueron obtenidos bajo torturas.

Una de las líneas de investigación a privilegiar, según expertos de la CIDH, es la existencia de un quinto autobús, que estaría cargado de droga destinada a Chicago, en Estados Unidos, y que habría sido secuestrado sin querer por los estudiantes, pero que no figuró en la investigación.

Omar García, otro de los sobrevivientes del atentado la noche del 26 de septiembre en Iguala, que estuvo presente en la presentación de documental Ayotzinapa en Los Pinos, insistió que se investigue el trasiego de drogas en Guerrero, porque no descartó que esa podría ser una línea de investigación, toda vez que muchos jóvenes, incluso algunos que fueron estudiantes de Ayotzinapa, “yo mismo, sembramos amapola.  Es como sembrar maíz, pero por eso estudiamos para no estar en grupos delictivos, quizá por eso nos confundieron, quizá eso deba investigarse a fondo”,  

“ La buena voluntad del gobierno actual no es suficiente.  No tienen experiencia, pero les vamos a tener paciencia, porque hemos tenido gobiernos muy malos”, dijo al pedir que se investigue al ex procurador Murillo Karam y al ex director de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Cerón, “porque ellos saben mucho más de lo que han informado
”.

 

 

LA NOCHE DEL ATAQUE

En Ayotzinapa estudio Lucio Cabañas, Arturo Miranda y Otón Salazar, entre otros líderes revolucionarios magisteriales, por ello en esa población los jóvenes estudiantes honran el lema de Cabañas: “Ser joven y no ser revolucionario, es una gran contradicción genética”, inscrito  en un mural de la normal rural de Ayotzinapa.


“Por eso, el 26 de septiembre de 2014, salimos a las 5:30 de la tarde de Ayotzinapa con la intención de tomar autobuses y botear. El boteo es importante, porque ahí pedimos dinero para sufragar los gastos de los choferes y del viaje a la ciudad de México”, relata Coyuco, uno de los sobrevientes de aquélla noche tráfica.


“Desde hace muchos años hacemos esto para conmemorar la masacre del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, lo que es muy importante en la formación de los normalistas aparte de que mantienen presente la consigna de los desaparecidos lo que es vital para cambiar México.


“Alrededor de las 19:30 horas llegamos a Chilpancingo, a las afuera de Iguala, pero todo estaba sitiado”, recuerda.


Cerca de las 20:00 horas otro grupo de normalistas tomo un camión que los llevo a la central camionera.


A las 21:15 horas llegaron el resto de los estudiantes a la Central Camionera.


A las 21:20 horas salieron de la Central, con otros tres autobuses, además de los dos en los que salieron de la normal.


Salieron de diferentes lugares, por la posición en que estaban estacionados los camiones.

Coyuco, alumno normalista, viajaba en el segundo autobús. Relata:

“El chofer decía que no sabía por dónde salía, que era nuevo y que no se qué. Iba a vuelta de rueda y le dio hacia el Centro”.

A las 21:30 horas cuando el primer convoy llega a la esquina de la calle de Iguala, miembros de la policía intentaron bloquear el grupo de los autobuses que se dirigía hacia el norte y dispararon balas al aire.

“Empezaron a dispararnos a los pies.  Nos espantamos muchos.  Los compañeros empezaron a llorar, queríamos salir de ese lugar.  Se escuchaban muchas detonaciones de armas de grueso calibre, y los policías detrás de nosotros, era cinco o seis patrullas”, relata otro de los muchachos que viajaba en el primer autobús.

El Estrella de Oro 1531 se separó del resto del convoy y se dirigió al este, alcanzando al Estrella Roja 1568; los otros tres camiones siguieron hacia el norte por la calle Juan N. Alvarez.

A las 21:40 las dos caravanas fueron atacadas simultáneamente en dos lugares distintos.

El convoy que iba hacia el norte fue bloqueado en la esquina Juan N. Alvarez y Periférico Norte por la patrulla municipal 302.

“Se bajaron los compañeros que iban adelante. Llevaban piedras, para defenderse y quitar la patrulla”, relata Coyuco.

En el ataque resultaron heridos dos estudiantes.

 

LES DISPARARON A MATAR

Angela Buitrago, abogada y miembro del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, relata en el documental Ayotzinapa :
“Cuando vimos los buses, los disparos estaban en los cristales, las ventanas e incluso en la parte media lo que da indicativo de que a los muchachos les dispararon para matarlos”.


Uno de ellos recibió un disparo en la cabeza.


“Recuerdo que cuando estábamos moviendo la camioneta, yo tenía enfrente a Aldo (Gutiérrez Solano)  por un segundo voltee a verlo y al bajar la mirada ya fue que cayó a un lado con un balazo que le había atravesado el cráneo, y ahí fue cuando ya estaban disparando a matar.  El fue el primero en caer, estaba empujando la patrulla y vimos como cayo el compañero.


“Todos disparaban, los de atrás, los de adelante, fue un fuego cruzado, las balas rebotaban en los autobuses en el piso. Levantaban polvo.  Corrimos todos a refugiarnos atrás de los autobuses. Fue una cosa muy terrible porque disparaban a todo lo que se movía.  En dos ocasiones algunos compañeros quisieron acercarse a donde estaba Aldo, y les disparaban sin más”, relató Eduardo, otro de los sobrevivientes.


“Marboro” relato en el documental Ayotzinapa La Tortuga del Tiempo, que “desde un principio les dijimos ¡somos estudiantes!.


Coyuco, que iba en el primer camión,  agregó que se alcanzó a asomar para saber que pasaba atrás y me percate que del último autobús bajaban a los compañeros y los ponían en el suelo con las manos en la nuca.


Esos muchachos son parte de los desaparecidos.


De los 10 estudiantes que había en el primer camión sólo Coyuco tenía una piedra, “imagínese una piedra contra balas, así que ya sólo esperábamos que fueran a detenernos o dispararnos”.


Eduardo recuerda que los que alcanzaron a bajar de los camiones formaron un grupo de unos 50 compañeros.


“Los camiones estaban todos balaceados, con vidrios rotos, llantas ponchadas, las puertas despedazadas, mucha sangre, más en el tercer autobús, que fue donde le dispararon a uno en la mano”, dijo.


Coyuco relató que cuando dejaron de balacear, se juntaron y trataron de calmarse confiados de que había terminado todo, empezamos a comunicarnos con el resto de los compañeros, para saber dónde estaban, qué les había pasado, si estaban bien o no”.


Sin embargo, en la calle Juan Alvarez y frente al Palacio de Justicia donde es detenido el primer camión, el escenario es el mismo: Muerte, desolación y desaparición de alumnos.

Incluso en el primer camión que detienen, frente al Palacio de Jusiticia, le lanza gases lacrimógenos.


Entre 12 y 15 estudiantes fueron golpeados y luego subidos a la parte trasera de varios vehículos de la Policía Municipal llevados a barandillas y ahí desaparecieron.


En un segundo camión, que estaba detrás del primero no fue agredido, al contrario fue escoltado y sale escoltado afuera de Iguala, después de que bajan a los muchachos a punta de pistola.


A las 23:00 horas las patrullas se retiraron y los estudiantes que quedaron libres empezaron a proteger las evidencias del ataque.
“Marcamos las balas con lo que pudimos”, dice Eduardo.

 

DESDE EL PRIMER DIA LAS AUTORIDADES OCULTARON LA EXISTENCIA
DE DOS CAMIONES, EN LOS QUE IBAN LOS 43 DESAPARECIDOS

Ninguna agencia acudió a la escena del crimen, sólo reporteros de Prensa local, pero cuando estaban en la conferencia se escucharon ráfagas y se dispersaron.


A las 00:30 horas del 27 de septiembre muchos jóvenes fueron a la Clínica Cristina, en busca de ayuda médica.  Miembros del Ejército llegaron cuando estaban ahí, los fotografiaron.


“Nos decían que a dónde habíamos ido a meter, que habíamos buscado nuestra propia muerte para ellos nosotros éramos unos delincuentes, no éramos estudiantes y no dijeron que no podíamos estar ahí.


“Nos fuimos a la calle, sin saber a donde ir, y nos subimos al techo de una casa; era unos 15.  Le hablábamos a la persona de la casa, pero no nos abrió, tampoco nos delató, porque si lo hubiera hecho ahí nos habrían matado a todos.”, asegura Eduardo.


Coyuco agrega:


“Cayó la lluvia, era como la una de la madrugada, no teníamos con que cobijarnos, ya no teníamos para donde darle. Había un perro que ladraba mucho y uno los compañeros hasta lo abrazo y así se calmó”.


“Las patrullas pasaban a un lado de donde estábamos. Veíamos sus colores azul y rojo, pero no hacíamos ningún ruido, pero por fortuna no nos encontraron”.


Relax otro sobreviviente comentó:


“Al siguiente día cuando empezaron a tomas declaraciones, sólo pedían de tres camiones y se olvidaban de los otros dos que es de donde desaparecieron a los otros compañeros y donde íbamos nosotros.


“Desde un principio ocultaban los otros dos, donde se llevaron a los compañeros, porque los desaparecidos no iban sólo un camión, sino en dos donde ocurrió la desaparición forzada”.


Coyuco explica que “como a las ocho de la noche nos trajeron a la normal de Ayotzinapa y nos dimos cuenta de cual era la situación”.
“Lo más pesado fue cuando bajamos a la cancha y estaban los papás de los desaparecidos y nos preguntaban por sus hijos, entre ellos los de Adán y yo no sabía que decirles, no tenía las palabras para dar esa noticia”.


Habían matado a tres: Julio César Ramírez Nava, Julio César Mondragón Fuente y Daniel Solis Gallardo, Aldo quedó en estado vegetativo y 43 desaparecidos por la policía municipal de Igual, de los que hasta el momento no se han encontrado sus cuerpos y la investigación está plagada de errores y corrupción, al grado que los familiares de las víctimas rechazan “la verdad histórica” y exigen que se reinicie la investigación casi desde cero .

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1a Parte.