* De Vancouver a Beijing no hay noche. Se sigue el camino del sol
* Pyongyang su peligroso vecino que amenaza con la III Guerra mundial  
* Moderna, vanguardista, armoniosa y en crecimiento horizontal
* Del Mercado la Perla a la exclusiva Du Pu y a la comida exótica  

Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
Fotos - texto

-- Segunda parte --

VANCOUVER-BEIJING, República Popular de China, 10 de julio de 2017.- Sobre el vuelo AC 029 se entiende porque China disputó con Japón, el título de “ciudad del sol Naciente”.  Se pasa de un día a otro sin ver la noche.  Se sigue el camino del sol. En el tablero de entretenimiento del avión se observan los meridianos y la división entre el día y la noche.  Claro y oscuro sobre el globo terráqueo digital. La temperatura aumenta hasta 51 grados. El ruido del aire acondicionado es más fuerte que el de los motores del Air Canada.

A una altitud de 10,363 kilómetros y a 800 kilómetros del sol, parece que el tiempo juga con el mundo: En México son las 22:30 P.M. del 6 de junio de 2017, aquí son las 8:23 A.M. del 7 de junio.

¿Qué pasó salimos a las 12:30 A.M. de Vancouver, no hubo noche, pero ya es otro día?

Seguimos el camino del sol.

En Beijing son las 11:15 horas del 7 de junio, Día de la Libertad Internacional de Prensa.  L’amour  y muchas otras ciudades quedaron atrás.

Las azafatas sirven el desayuno, o ¿ la cena?

 El cielo dice que es de mañana. El cuerpo siente que es de noche.

Pero la tranquilidad de dormir se aleja al aparecer en el tablero digital el nombre de Pyongyang, capital y ciudad más poblada de Corea del Norte, en el suroeste del país, cerca del río Taedon, cuyo gobernante Kim Jong-un, amenaza la paz mundial con sus prácticas nucleares y lanzamientos de misiles en Corea del Sur, muy cerca de Beijing.

Kim Jong-un fue designado en junio de 2009 por su padre Kim Jong-il, como su sucesor presidente de la Comisión Nacional de Defensa de Corea del Norte, en sustitución de su hermanastro Kim Jong-nam, a quien había señalado varias veces como hipotético heredero, lo que perdió al ser descubierto intentando entrar en Japón con pasaporte falso.

Kim Jong-un preocupa al mundo desde marzo de 2013, cuando declaró el estado de guerra a Corea del Sur, y actualmente porque quiere alcanzar con sus misiles nucleares a Estados Unidos, lo que significaría una tercera guerra mundial y deterioro ambiental impredecible, por lo que la intervención de China como mediador de paz en este asunto es muy importante.

Curiosamente el presidente estadounidense y el chino, Donald Trump y Xi Jinping, respectivamente, son Géminis, pero el primero es del 14 de junio y el segundo del 15 de junio. Sin embargo son de diferentes años, y de acuerdo al Horóscopo chino son diferentes.

El oriental es muy caballeroso, muy propio, apegado a las buenas costumbres y al respeto en general, incluso a la Prensa nacional e internacional. El americano, es todo lo contrario.

China busca Tratado de Libre Comercio con México, a fin de potenciar sus relaciones comerciales asegura Qiu Xiaoqi, embajador de China en México, su segundo socio comercial en América Latina.

El valor del comercio entre ambos países ascendió el año pasado a 43 mil millones de dólares.

Qiu Xiaoqi asegura que China no tiene que ver con la renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte, pero su relación con México es excelente, aún sin TLC, afirma el diplomático que es la voz de su país y el presidente Xi Jinping.

La llegada a Beijing es a la 1:41 horas.  Es otro día, pero no anocheció. Todo el tiempo seguimos la ruta del sol

Dalian es la ciudad más cercana a Beijing, cuyo cielo tiene una distancia del sol de 814 kilómetro/ hora

La distancia al sol se reduce a 798/km/hr

La temperatura empieza a descender, no por la cercanía de Pyongyang y su cruel líder, sino porque pronto aterrizaremos.

Durante las 13 horas de vuelo no hubo turbulencias, y pese a ser unos de los viajes más largos del mundo, se comprueba que se mueve más cualquier transporte público de la ciudad de México, que este vuelo, aún en el aterrizaje.

Bienvenidos a Beijing”, dice en inglés, francés y chino el sobrecargo, que, a través del micrófono, hace las recomendaciones antes de descender: no olvide sus pertenencias.

El calor es intenso. 

Ya no se siente el aire frio de la calefacción que funciono todo el vuelo, en el que “Pocho”, un maestro de matemáticas, de 42 años, que parece de 20, describe que “Beijing es Hot, muy hot, comunista y comerciante para el mundo”.

Rong Changhai, director para América Latina y el Caribe de la Asociación Nacional de Periodistas Chinos (ANPCH), recibe a la delegación de periodistas mexicanos, encabezada por José Luis Ortega Uribe, presidente del Club Primera Plana, Miguel Angel Rocha Valencia, Judith Alamo López, Aurea Zamarripa, Mónica Ventosa y la que escribe, Elvia Andrade Barajas, así como la doctora María Eugenia Tejeda. Gustavo Lomelin Cornejo llegaría dos días después, por asuntos de trabajo.
Delgado, de estatura media, austero en su forma de vestir, reír y hablar, Rong llamó con un ademán al conductor de una camioneta Van, que hizo el traslado al Hotel Novotel Peace Beijing, ubicado en el centro comercial, político y económico de Beijing.

En el trayecto, sorprendió la belleza, modernidad y armonía de calles y avenidas de Pekín, Pequín o Beijing, capital de la República Popular China y una de las ciudades más pobladas del mundo con 21 150 000 personas en 2013.

Situada en la periferia de la antigua civilización china, Pekín se convirtió en el baluarte de las potencias extranjeras que ocuparon China del Norte entre los siglos X y XII.

La dinastía Liao estableció aquí su capital meridional, la más acreditada de las cinco del reino. La dinastía Jin, la siguiente dinastía "bárbara" emprendió un amplio proyecto urbanístico a imagen de la capital de los Song septentrionales, Kaifeng.

En 1215 los mongoles arrasaron la ciudad, pero 50 años después Kublai Kan decidió edificar en ella la nueva capital.

Actualmente, Beijing sigue en crecimiento urbanístico.

Por doquier se construyen enormes y altos edificios de más de 30 pisos, pero en ninguna de las construcciones se ven albañiles.  Son estructuras altas, metálicas, sostenidas por enormes tubos, envueltos en mayas verdes, de una sola pieza.  Cerca se ven grandes máquinas, que suben y bajan, pero no se alcanza a ver cemento, varillas ni desorden.

La armonía urbanística es impresionante. 

Son kilómetros de árboles verdes, frondosos y de la misma especie, hasta llegar a algún puente, río o lago, en los que el panorama cambia por palmeras, otra planta o arbusto.

También sorprende ver tantos automóviles de modelos recientes y de marcas de prestigio, como Audi, BMW y Toyota, que contrastan con decenas de motocicletas y cientos de bicicletas.

Inevitablemente se concluye que no es estricto el comunismo como se cree en el mundo.  Aquí también hay desigualdad social.   Unos tienen más, otros menos.

Un ejemplo claro es el Hotel Novotel Peace.

Las exclamaciones de ¡wow! de los periodistas mexicanos no se hicieron esperar al ver la belleza del inmueble, cuyos pisos, escaleras y algunas paredes son de mármol, tan brillante como un espejo, tanto que reflejan las columnas adornadas en sus relieves con polvo de hoja de oro.

La voz firme y con Don de mando de Rong, frenó la admiración colectiva.

Tras reunir al grupo, dice, en inglés:  “en China, 30 minutos son 30, no 29, no 31. Aquí, la puntualidad es lo primero.  Tienen 20 minutos para tomar habitación y regresar al lobboy, shopping 2 horas”.

Treinta minutos ¡, insuficientes para admirar el lujo de la habitación y cada detalle.  Empezando por el gran ventanal que ofrecía una vista espectacular de Beijing, en el que se conviven en perfecta armonía construcciones modernas y futuristas con las pagodas y adornos tradicionales de la antigua China.

Otros detalles llaman la atención, como el plato con tres frutas y un hermoso cuchillo con filos dorados al lado, el sobre con el nombre personal dando la bienvenida, la lámpara en forma de sol, la variedad de tes cerca de la cafetera con un par de tasas de porcelana

La tarde de shopping (compras) fue en el Mercado La Perla, cuya fachada es en forma de pagoda con relieves azul, verde y rojo.

Este famoso mercado consta de cinco pisos.  Ahí se vende de todo: aparatos eléctricos, ropa, seda, tecnología en todas sus presentaciones y existe la costumbre de “regatear”.

Dicen que a los chinos les gusta, pero la chica que vendía mascadas de seda, parecía estar harta de esta costumbre o haber sido aconsejada por algún latino sobre cómo oponerse al regateo:

“¡tacaña. Dame más!, exclamó varias veces una joven oriental, con una piel tan tersa y suave como la propia porcelana.

Con ademanes de verdadero disgusto por el regateo que cada vez iba abajo, la chica movía su cabellera lacia y pesada al hombro, teñida de rosa de un solo costado, diciendo una y otra vez: “no, no, no, tacaña¡”

Al no acordar un precio, su cliente se va, pero la chica  alcanza y tras jalar con fuerza, dice: “ven acá chingao. Llévatelo”.

En elegir lo que se quiere comprar, el regateo, hacerse entender y hacer la conversión de dólares a yuanes se pierde tiempo y las 2 horas que dio Rong se consumen rápidamente. Sólo se pudieron visitar dos o tres locales de los cientos que hay en el Mercado La perla.

El sol y el calor aún eran intenso, pero la compra del primer día terminó y el resto de la tarde era libre, para desempacar, bañarse y dormir.

La cita para el siguiente día era a las 7:30 de la mañana para salir a las reuniones previstas. El desayuno estaba programado a las 8 A.M.

En China no se hace sobremesa, se come bien y te levantas a trabajar, explica Rong.

La curiosidad por conocer la famosa calle Pu Du Si Qian Xiang, a dos cuadras de Novotel, hace olvidar el cansancio, y sustituirlo por el placer de ver esa avenida repleta de centros comerciales chinos y de marcas internacionales como Zara, Forever 21, Polo, Samsung, Valentinos y otras cuyos espectaculares abarcan la fachada de varios pisos con una extraordinaria iluminación que los hace sorprendentes, igual que sus diseños de ropa, calzado, accesorios, joyas, todo ultra moderno. Fuera de serie.

Aquí parece el paraíso de la moda.

De repente el sonido de una campana empezó a sonar por todos lados. Como si fuera un toque de queda.

Los comercios establecidos, en los que no aceptan el dólar, sólo yuans, cierran sus puertas.  Ya no venden nada. Eran las 10 de la noche, y hasta ese momento tienen permitido vender. Nadie infringe la ley, dicen.

Sin embargo, a unos pasos de la exclusiva calle Pu Du Si Qian Xiang, la venta nocturna continua.
Se trata nada más y nada menos que del famoso mercado nocturno de Wangfujing.  Sí ese en el que venden comida exótica y que se había anunciado cerraría en junio de 2016.

Pero, aquí sigue recibiendo a miles de turistas.

En una calle estrecha de la exclusiva Pu Du, un enorme arco en forma de pagoda da la bienvenida a Wangfujing, donde se camina casi cuerpo a cuerpo con otro. 

Hay muchos turistas que quieren fotografiarse o comer escarabajos, escorpiones, estrellas y caballitos de mar, serpientes, arañas, o cucarachas.

Dicen que más adentro venden carne de perro, rata y otras excentricidades que atraen al turismo mundial.

Empero, el olor de ese lugar es repugnante, lo mismo que la idea de comer una brocheta de escorpiones, que presentan vivos clavados en un palo de madera, listos para ser escogidos por algún comensal, que presencia el momento en que este extraño alimento es sumergido en aceite o agua caliente antes  de ser comido.

Este mercado nació en 1984 como un conjunto de puestos callejeros. Inicialmente presentaba la diversidad culinaria de Beijing, pero poco a poco fue incorporando aperitivos y platos típicos de otras regiones de China, como rollitos de primavera, pato laqueado, pinchos de pollo, cordero o intestinos, hasta serpientes, cigarras, estrellas o caballitos de mar, que se venden a un precio más elevado de lo normal por la demanda turística.

Muchos extranjeros sólo pagan un dólar por tomarse la fotografía con esos insectos, pero en realidad no lo comen.

La verdad, aquí huele muy mal y hay mucha mendicidad. Falta de higiene y poca seguridad.

Por ello, mejor regresar a Novotel, donde el espectáculo de la noche es muy bello.  Desde lo alto se observan las siluetas de los edificios de Beijing delineados con luz led, como si fuera una maqueta de una ciudad de fantasía.

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