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Por ELVIA ANDRADE BARAJAS --- IIIa. Parte -- ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MEXICO, 11 de diciembre de 2023.- Uno de los hechos más importantes ocurridos en Ecatepec de Morelos fue la Quinta Aparición Guadalupana ocurrida en santa María Tulpetlac el 12 de diciembre de 1531 a Bernardino, tío de Juan Diego, a quien la virgen María se le apareció con un gran resplandor de luz en su choza mientras yacía moribundo a causa de una enfermedad letal conocida como Cocoliztli, de la cual la madre Dios lo salvó y fue a él a quien dijo que la llamaran La Siempre Virgen Santa María de Guadalupe.
Tras el milagro de sanación a Bernardino a un costado del petate en que estaba enfermo, brotó un chorro de agua, que al tomar o untarse los pobladores de la Nueva España, sanaban de los males que padecían.
Por años la gente iba por esa agua bendita y oraban ahí por sus males físicos, morales y espirituales.
Desde entonces a la fecha miles de católicos nacionales y extranjeros han sanado de diferentes enfermedades, de las cuales han dado testimonio a través de cartas o milagros entregados en el Santuario de la Quinta Aparición Guadalupana, antes choza de Bernardino, tío de Juan Diego.
Años después se construyó sobre la choza del tío Bernardino el Santuario de la Quinta Aparición Guadalupana, donde la Confraternidad Sacerdotal de Operarios de Reino de Cristo, fundada por el padre Enrique Amezcua Medina construyó una pila prehispánica sobre el pozo de agua bendita, con una llave, para que los fieles puedan tomar de ella y llevarla a sus hogares en busca de sanidad de alguna enfermedad.
En el Santuario de la V Aparición Guadalupana, ubicado en el pueblo de Santa María Tulpetlac, a las faldas de un cerro, todos los días se ofician misas de sanación física, moral y espiritual.
La imagen del milagro de sanación a Bernardino fue coronada en la Explanada del pueblo de Tulpetlac el 16 de diciembre de 1979 por el cardenal Ernesto Corripio Ahumada.
“Ese día ocurrió otro milagro ante cientos de fieles que asistieron a la ceremonia religiosa”, cuenta el capellán del Santuario al relatar:
En el momento de la coronación de la imagen de la V Aparición Guadalupana como la Santísima Virgen de Guadalupe Salud de los Enfermos, realizada por el cardenal Ernesto Corripio Ahumada y dos obispos en la plaza de Tulpetlac, al mencionar el nombre de María Guadalupe, la gente se paró y les gritó que voltearan ver a la Virgen.
Un rayo de luz iluminó sus manos, vientre y pies mientras hacia el milagro de la sanación.
“Cuando los sacerdotes se dan la vuelta para ver lo que la gente les indica, el rayo de luz se hizo más fuerte en el momento justo en que volvieron a mencionar su hombre.
“Emocionado, Corripio Ahumada dijo que el nombre de María de Guadalupe en árabe significa Río de Luz y que al iluminarse su cuadro en plena coronación significaba que la Virgen se manifestaba plenamente a hacer milagros de sanación en este santuario, que originalmente la gente conocía como La Choza de Juan Diego”.
Cerca del Santuario está el Noviciado Hermanas Siervas Guadalupanas, la Parroquia de Cristo Rey y Santa María Tulpetlac, el Salón del Reino de los Testigos de Jehová, la Iglesia Cristiana Llamada Final Tulpetlac y la Iglesia Cristina de los Olivos.
En la cuarta aparición Juan Diego se desvió del camino, para no encontrarse con “la señora bonita”, porque tenía prisa para ir en busca de un doctor que curara a su tío Bernardino, pero la Madre de Dios se le volvió a aparecer y le dijo:
“No te apene ni te inquiete otra cosa; no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella; está seguro de que sanó.".
Ese día ocurrió la Quinta Aparición de la Virgen María a Bernardino, mientras estaba desahuciado en su petate en su choza de Tulpetlac y fue a él, ahí en Tulpetlac, a quien pidió que se le llamará Santa María de Guadalupe.
Simultáneamente, en el Cerro del Tepeyac, a Juan Diego le dijo que su tío había sanado y que fuera a hacer su encargo de recoger la rosas en el cerro del Tepeyac, donde no había más que magueyes, ya que esa sería la señal de su existencia ante el obispo, quien al abrir la tilma de Juan Diego ante muchos testigos, se sorprendió al ver la pintura de Nuestra Señora de Guadalupe plasmada en el Ayates de Juan Diego, misma que es venerada en la Basílica de Guadalupe, y desde entonces es motivo de investigaciones sociales y científicas.
Tras el milagro de Sanación a Bernardino, la gente del pueblo fue a visitarlo y vieron que junto a su petate empezó a brotar un chorro de agua cristalina.
Al tomarla o untársela muchos sanaron de sus enfermedades.
Ahí se construyó el Santuario de la Quinta Aparición Guadalupana, donde aún brota agua, que los creyentes utilizan para pedir por su sanación.
El trayecto que hizo Juan Diego de Tulpetlac al Cerro del Tepeyac fue de 12 kilómetros, mismo que ahora recorren peregrinos que salen del Santuario de la Quinta Aparición Guadalupana hacía la Capilla del Cerrito, donde ocurrieron las cuatro apariciones a Juan Diego, dos el 9, una el 10 y la última el 12 de diciembre de 1531.
La Capilla del Cerro fue construida en 1666.
Esta custodiada por grandes esculturas de los arcángeles San Miguel, Rafael, Gabriel y Uriel.
A un costado de la Capilla esta el Panteón Tepeyac, donde descansan los restos de personajes de la época virreinal como el expresidente Antonio López de San ta Ana y su esposa, entre otros.
La imagen milagrosa de Santa maría Guadalupe, que permanecía en la antigua Basílica, al pie de Cerro del Tepeyac, donde ocurrieron las apariciones, fue trasladada el 12 de octubre de 1976 a la nueva Basílica de Guadalupe, un templo más moderno, ventilado y grande, en el que miles de fieles pueden escuchar misa a la vez y los peregrinos pueden cantar y bailar danzas prehispánicas en la amplia explanada del Templo Mariano, que cada años recibe a millones de fieles que todos los 12 de diciembre refrendan su amor y fidelidad a la Madre de Dios.
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