En Chualong aún permanece la pequeña piedra en la que fueron decapitados los soldados reprobados.
Sobre este tema poco nos hablaron y Juan, nuestro interprete, que pidió le llamáramos así porque no podríamos pronunciar su nombre, dijo que en la actualidad ya no son tan estrictos.
“Ya no te decapitan” dijo entre risas.
Pero, en tono serio afirmó que en China se privilegia el nivel educativo de la población, aunque ha bajado la presión de padres y maestros para lograr resultados óptimos en los estudiantes, debido al alto índice de suicidios que ocurren en el país, a causa de sacar malas notas en la escuela.
En 2006, China registró una alta mortandad de niños, por suicidio.
Tan sólo ese año se suicidaron 350 mil estudiantes que obtuvieron malas notas educativas.
Y pese a que viven en pleno siglo 21, muchos chinos siguen pensando que vivir sin conocimiento, es vivir sin honor, por lo que es mejor morir.
Este pensamiento de perfección y exigencias personales surgieron tras la humillante toma de Beijing, el saqueo del Palacio del Verano en 1860, la guerra contra Japón (1894-1895) y otras en las que China perdió.
Para los chinos, la derrota es una humillación que deben superar con conocimiento y perfección.
Por ello, su Rey exigió que se preparará táctica y educativamente a sus soldados, para que fueran los mejores.
Debían saberlo todo, para poder contra todo.
El conocimiento que adquirieron los soldados imperiales los hizo guerreros exitosos.
Ganaron todas las guerras, recuperaron Beijing y el respeto mundial, incluso han cambiado su genética, ya son tan bajos de estatura.
Ahora las mujeres miden, lo menos, 1,60 metros y los hombres 1,75 metros.
Pero siguen buscando la perfección.
Parece una nación muy insatisfecha con lo que ha logrado y avanzado. No se permiten errores. Siempre dicen, “estamos haciendo tal o cual cosa, pero aún es imperfecta”.
“Ser inteligente no lo es todo. La mente debe ser educada con conocimientos y actualización constante”, aseguran los profesores orientales que muestran el Centro de Prueba Chualong.
También nos llevaron a conocer una biblioteca infantil, en la que niños de 3 a 5 años ya saben leer, hablan perfectamente, tienen conocimientos de computación y hacen investigaciones digitales.
Sus juegos, todos, son para adiestrar la mente en Historia, Matemáticas, Geografía, Historia, Arte y Cultura.
En sus bibliotecas infantiles tienen computadoras insertadas en muñecos de colores fuertes, para que a los niños les parezcan llamativos y se diviertan jugando con rompecabezas de países, palabras difíciles, significados de estas, así como sobre su historia y costumbres ancestrales que se mezclan en la vida moderna, tales como el Feng Shui, el Confucionismo y el comunismo.
El baile y las artes marciales también son materias que enseñan a los pequeños.
06 de diciembre de 2019.
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