Por Octaviano Lozano Tinoco
analista político
Inmarcesible
La victoria de Zohran Mamdani en las primarias demócratas para la alcaldía de Nueva York representa un soplo de aire fresco en un sistema político estadounidense paralizado ante las políticas fascistas del presidente Donald Trump.
Desde la Oficina Oval, el republicano, con promesas engañosas, busca devolver al país a un supuesto esplendor pasado mediante guerras rápidas, la imposición de aranceles, la humillación de otras naciones, la estigmatización de migrantes para justificar su explotación laboral y amenazas de intervención en países vecinos bajo el pretexto del crimen organizado, pero cuyas ganancias, irónicamente, son blanqueadas en bancos estadounidenses.
El pueblo estadounidense parece hastiado, pero ha mostrado poca movilización contra el trumpismo. Esto evidencia que republicanos y demócratas comparten el objetivo de mantener a Estados Unidos como un imperio que somete al mundo mediante el poder político, económico y militar.
En este contexto, la irrupción de Mamdani ofrece una nueva esperanza para que los ciudadanos reconozcan que las políticas de la Casa Blanca afectan su vida, sus finanzas y su cotidianidad.
Un recuento final de votos confirmó la sorprendente victoria de Mamdani sobre el exgobernador Andrew Cuomo, consolidándolo como candidato demócrata para las elecciones del próximo 4 de noviembre.
Según Associated Press, Mamdani superó a Cuomo por 12 puntos porcentuales en el sistema de votación por orden de preferencia. En un comunicado, el asambleísta de 33 años expresó su gratitud y anunció que está enfocando su campaña hacia los comicios de noviembre:
“Los demócratas han hablado claro, respaldando un mandato por una ciudad asequible, una política progresista y un líder que enfrenta sin temor el creciente autoritarismo”.
Mamdani está listo para hacer historia como el primer candidato musulmán a la alcaldía de Nueva York. Con 33 años y un dominio magistral de las redes sociales, se posiciona como un fuerte contendiente para convertirse en el próximo alcalde.
Su triunfo marca un camino de renovación para la izquierda estadounidense, centrado en los problemas de la clase trabajadora, especialmente en la crisis de asequibilidad, con énfasis en los costos de vivienda y cuidado infantil.
Zohran Mamdani, nacido en Kampala, Uganda, llegó a Nueva York a los siete años. Estudió en el Bronx High School of Science y se licenció en Estudios Africanos en Bowdoin College, donde cofundó la sección estudiantil de Estudiantes por la Justicia en Palestina.
Este millennial progresista, que podría ser el primer alcalde musulmán de ascendencia ugandesa e india, ha abrazado sus raíces en una ciudad diversa.
Publicó un video de campaña en urdu con fragmentos de películas de Bollywood y otro en español, conectando con las comunidades multiculturales de Nueva York.
Su fe musulmana ha sido un componente central de su campaña. Visitó mezquitas regularmente y abordó la crisis del costo de vida en un video.
“Presentarse como musulmán en público implica sacrificar la seguridad que a veces encontramos en las sombras”, afirmó en un mitin.
Jagpreet Singh, director político de la organización social DRUM, dijo a la BBC: “Nadie representa mejor mis preocupaciones que Zohran”.
Mamdani subraya que los votantes de la ciudad más cara de Estados Unidos exigen precios más bajos. “En una ciudad donde una de cada cuatro personas vive en la pobreza y 500 mil niños se acuestan con hambre, corremos el riesgo de perder lo que hace única a Nueva York”, afirmó.
Sus propuestas incluyen:
Servicio de autobuses gratuito en toda la ciudad.
Congelación de alquileres y mayor responsabilidad para propietarios negligentes.
Creación de una cadena de supermercados de propiedad municipal con precios bajos.
Cuidado infantil universal para niños de seis semanas a cinco años.
Triplicar la producción de viviendas asequibles con precios estabilizados, construidas por sindicatos.
Reforma integral de la Oficina del Alcalde para sancionar a propietarios y expandir la vivienda asequible.
Los ataques a Mamdani han venido incluso desde el presidente Trump, quien lo llamó comunista, considerado una ofensa en el panorama político estadounidense.
Dijo que el ahora candidato “habría que arrestarlo”, refiriéndose a su discurso en el que prometió impedir que agentes de ICE deporten a vecinos. Trump afirmó: “No necesitamos un comunista en el país, pero si tenemos uno, lo vigilaré de cerca”.
En un mensaje en X, Mamdani escribió: “El presidente de Estados Unidos acaba de amenazarme con arrestarme, despojarme de mi ciudadanía, internarme en un campo de detención y deportarme. No porque haya infringido ninguna ley, sino porque me niego a permitir que el ICE aterrorice nuestra ciudad”.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que, según ella, Mamdani “condena los valores de este país: el sentido común, el orden, los bajos impuestos y el trabajo duro”.
Mamdani, sin embargo, se mantiene firme. Su campaña, centrada en la justicia social y la asequibilidad, resuena en una ciudad que clama por cambio. Su ascenso no solo desafía el statu quo, sino que inspira a una nueva generación de líderes progresistas.
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