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Personajes y Entrevista
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Despierta América Latina
17/07/07

campesino boliviano muestra hoja de coca en ritual

 

 los gobiernos colapsaron y urge
hacer algo radicalmente diferente

Polan Lacki

"Cuando los remedios no tienen suficiente eficacia para curar las enfermedades es necesario curar los remedios, para que curen al enfermo" (Padre Vieira-Sermón de Santo Antonio)

Ahora no nos queda otra alternativa, tenemos que oír el consejo del Padre Vieira. Los remedios convencionales para curar los males del subdesarrollo ya no pueden ser aplicados, por la sencilla razón de que los gobiernos ya no disponen de ellos.

La ilusión de que el Estado paternalista solucionaría todos nuestros problemas se acabó. En todos los países de América Latina, sin excepción, los gobiernos nacionales, provinciales y municipales están debilitados, "desfinanciados" y fuertemente endeudados. Los recursos que recaudan mal alcanzan para pagar deudas e intereses de préstamos, sueldos y jubilaciones; y lo poco que queda se destina a mantener, apenas con vida vegetativa, un aparato burocrático sobredimensionado y casi improductivo.

Es esta insuficiencia de recursos públicos---y no tanto la falta de voluntad política, la principal razón por la cual los sucesivos gobiernos no solucionan los crecientes problemas de la educación, de la salud, de la agricultura, de la infraestructura, del saneamiento básico, del transporte urbano, de la pobreza, de la asistencia a los discapacitados, del combate a la delincuencia, etc. Los gobernantes están virtualmente paralizados, asistiendo pasivamente y aceptando como si fuese aceptable, la persistencia de los siguientes hechos que ya están incorporados a la vida cotidiana de nuestros países:

Los desempleados buscan desesperadamente pero no consiguen un empleo.
Los enfermos esperan varios días por una consulta médica, semanas por un examen de laboratorio y meses o años por una cirugía; muchos mueren en los pasillos de los hospitales antes de llenar la odiosa "ficha de admisión".

Crecientes cantidades de pobres "residen" y recogen cartones en las calles mientras sus hijos están siendo "educados" en el mundo del vicio y de la delincuencia.
En los basureros públicos los más hambrientos están disputando la comida con ratones y cuervos.

Los narcotraficantes tienen más poder y mejores armamentos que los servicios policiales

Desde el interior de las cárceles superpobladas muchos delincuentes siguen comandando el crimen organizado y promoviendo frecuentes rebeliones para reivindicar y conseguir que los transfieran para presidios "más democráticos".

Los gobernantes lo poco que hacen, y recién después de ser fuertemente presionados por denuncias de la prensa o por los sindicatos más agresivos, es "apagar los incendios más ruidosos"; pero después que los ruidos disminuyen cesan las acciones gubernamentales, hasta que ocurra la próxima emergencia. Ello ocurre por la elemental razón de que las crecientes necesidades y aspiraciones de los ciudadanos sobrepasan las decrecientes posibilidades de los debilitados gobiernos en satisfacerlas.

Para empeorar aún más este cuadro de parálisis, los gobiernos ya no pueden reforzar sus presupuestos a través de la vía, cómoda y simplista, de aumentar el endeudamiento público y los impuestos; porque lo primero ya es insoportable para los propios gobiernos y lo segundo ya es insoportable para los contribuyentes.

En resumen, la capacidad de los gobiernos de resolver por la vía paternalista los problemas de los ciudadanos está agotada; sólo los "avestruces" aún no se han dado cuenta de esta evidente impotencia gubernamental. Esta es una realidad que no podemos seguir fingiendo que no existe o que no la conocemos, pues ella, además de evidente es creciente; para confirmarla, basta salir a la calle, ver las colas en los colapsados servicios públicos o asistir a los noticieros de la televisión.

Ahora que hemos llegado al "fondo del pozo" está demostrado, de manera clara y definitiva, que es imposible solucionar los problemas de la pobreza a través del paternalismo estatal. Los recursos gubernamentales, que parecian inagotables, están agotados. Entonces tenemos que abandonar las medidas populistas/demagógicas y hacer algo radicalmente diferente. Entre otras cosas: reducir drásticamente la frondosa e improductiva burocracia estatal, eliminar los organismos públicos inoperantes y prescindibles, abolir privilegios ilegítimos disfrazados de "derechos adquiridos", endurecer en el combate a la corrupción, reducir la cantidad de parlamentarios, militares y burócratas improductivos. En resumen, "adelgazar" la máquina gubernamental para que los gobiernos dispongan de los recursos que necesitan para ejecutar las actividades que son realmente importantes e indelegables.

Con los ahorros obtenidos en este "adelgazamiento", la nación en su globalidad ( no apenas el gobierno )deberá hacer una inversión, seria y absolutamente prioritaria, en el desarrollo de las capacidades y competencias de los habitantes de cada país. Los propios ciudadanos---quiénes están causando los problemas y quiénes están siendo afectados por ellos---tendrán que ser convocados, formados y capacitados para asumir, en forma individual o a través de grupos organizados, una creciente parcela de responsabilidad en la corrección de los errores que ellos, involuntariamente, están cometiendo y en la solución de sus propios problemas.

Reconociendo que los gobiernos no pueden solucionar, año tras año, todos los problemas de todos los ciudadanos, el Estado perpetuador de dependencias deberá transformarse en un Estado educador,"empoderador" de los ciudadanos y emancipador de las dependencias que ellos actualmente tienen de su gobiernos. En las actuales circunstancias de "parálisis" y de impotencia de los servicios públicos, compartir responsabilidades entre el Estado  y los ciudadanos es una propuesta que vale la pena discutir y construir.

Críticas y contribuciones a esta propuesta serán bienvenidas a través de los e-mails

Polan.Lacki@onda.com.br  y  Polan.Lacki@uol.com.br 


CRIMEN ORGANIZADOVSGOBIERNO DESORGANIZADO
13/07/07
Por Ernesto Partida Pedroza
 
En días pasados el Presidente Felipe Calderón concedió una larga entrevista al dueño de la cadena Organización Editorial Mexicana, misma que se publicó en los 74 periódicos que tiene en  todo el país.
De alguna manera el presidente reconoce la gravedad del problema del narcotráfico: “El crimen tomo el control hasta de estados completos.
“Son dueños de la plaza y entonces controlan el secuestro, el chantaje, los centros nocturnos, los centros de juego y eso ha llevado a una situación de peligro, de peligrosidad en todo el país”.
Reconoce la ausencia de coordinación y de las armas adecuadas para esa lucha cuando dice: “Eso reclama una acción coordinada entre todas las autoridades, entre todas las policías y reclama la fuerza del estado completa.
“Una autoridad municipal de repente se ve sorprendida porque trae armas de muy bajo calibre y porque son 10 o 12 elementos o 40 elementos que no pueden hacer frente a una organización de ese tipo, requiere realmente jugar con fuerza para recuperar el control territorial del estado y eso es lo que estamos buscando”.
Quien esto escribe tiene un sobrino que da cursos a los jueces y uno de estos le platicó a mi familiar que cuando inicio su trabajo en su escritorio encontró el primer día un fajo de billetes en dólares, el segundo día encontró una pistola, y el tercer día encontró una fotografía reciente de su familia.
El mensaje fue muy claro.
En otra ocasión el periodista Julio Hernández dijo que los narcotraficantes tienen comprada totalmente la justicia a tal grado que a todo aquel que tiene un puesto en el aparato de justicia se les dice: “¿Que quieres plomo o plata?”
Esto nos revela en donde estamos en términos de justicia.
En otra parte de la entrevista nos dice que el consumo de los niños y jóvenes que han caído en las garras de las adicciones es a la edad de 12 años en promedio.
A esta situación el presidente hace uso del ejército, para que los narcos no se acerquen a esos niños.
Cuando se nos habla de 12 años es para preguntarnos ¿En donde están los padres de familia? ¿Qué hacen los maestros con los alumnos de esta  edad?
Según unas estadísticas, del 100% de los matrimonios el 25% se separan, el 70% se mantienen unidos,  pero faltándose al respeto mustiamente y solo el 5% se mantienen bien integrados.
Esto nos revela que el 95% de los matrimonios  son disfuncionales y es de ahí de donde surgen los niños y los jóvenes que  buscan las drogas para “aliviar” sus penas.
Aquí es donde está el problema real de la sociedad mexicana, los narcotraficantes simplemente están ahí para satisfacer las expectativas del momento, pero ellos no pueden ser catalogados como el enemigo número uno de la sociedad, desde luego que ellos tienen su  responsabilidad, pero son los padres de familia los principales responsables de que los hijos tengan necesidad de acercarse a las drogas.
Es ahí en donde el gobierno debería enfocar todas sus baterías para ayudar a la familia mexicana.
Si las familias estuvieran bien integradas, no daría lugar a la existencia de los narcotraficantes.
Otro responsable es el sistema educativo, este no contribuye a resolver el problema de adicción a las drogas, no satisface las expectativas de los niños y de los jovenes.
Mas que apoyarse en el ejercito y en todas las corporaciones policíacas, el gobierno debería fortalecer a la familia y al sistema educativo haciendo uso de todos los recursos tecnológicos y académicos y estoy seguro que sería menos costoso comparado al precio que se está pagando ahora con las medidas militares y policíacas.
En la primera parte de la entrevista nos dice el presidente que: “Es un problema que va a costar mucho, va a costar muchos recursos económicos, necesitaremos allegarnos de ellos.
“Va a costar mucho tiempo, se lo digo sinceramente, yo estoy convencido de que como presidente de la República no voy a ver el final de esta batalla”.
Ese pesimismo se explica por solo apoyarse del ejército y de las corporaciones policíacas. En realidad no cuenta con una estrategia clara y precisa.
El presidente habla de una estrategia integral, pero no se puede hablar de tal cuando no se toma en cuenta al sistema educativo, a la ciudadanía ni a los medios de comunicación.
“Un gran elemento que nos está haciendo falta en México es la participación ciudadana, necesitamos que la gente tome el control de la sociedad, que la gente participe en las medidas preventivas de su propia ciudad, y nos ayude a detectar  cuales son los servidores públicos que quiere”.
El Presidente solo menciona la participación ciudadana, pero no dice ninguna estrategia para lograrlo  y parece que no se da cuenta que es la misma ciudadanía es  la que cobija y protege con su silencio y con su miedo a los narcotraficantes.
En todos los estados en donde se produce y vende la droga es un secreto a voces los nombres de quienes se dedican a  la producción y comercialización de las drogas. Los narcos se mueven por todas partes con sus respectivas escoltas.
El presidente nos habla de buscar a las personas honestas,  preparados, capaces, que integren una nueva policía, hay que generar una mística de servicio, hay que generar una estructura de valores, de principios cívicos y éticos.
Esto es muy bueno como ideal, pero ¿De donde saldrán esos policías? ¿Acaso tenemos instituciones que forman ese tipo de personas? ¿Podremos formar a los policías con tales ideales que puedan resistir a las tentaciones que les brinda una sociedad en descomposición?
El problema no está solo en los policías, está en la sociedad misma, es la misma que tiene miedo de hablar y al mismo tiempo esconde y protege a los narcos.
Algo más que declara el presidente: “Esta estrategia mediática que busca paralizar a la sociedad y paralizar, en consecuencia,  al gobierno”.
Aquí está haciendo referencia al hecho de que los medios de comunicación se han convertido en los mensajeros de los narcotraficantes, cada vez que los narcos asesinan a alguien, dejan un mensaje en el cuerpo y los medios “Se sienten obligados a darlo a conocer”.
¿Qué sentido tiene darlo a conocer a la población? ¿Es estrictamente necesario dar a conocer esos narcomensajes? ¿Qué sucedería si esos mensajes dejan de trasmitirse?
El dueño de los 74 periódicos no se dio por aludido y tampoco el presidente fue muy preciso con ese mensaje, pero es claro que necesitamos debatir el tema por el bien y la tranquilidad  del país.
Urge debatir la función de los medios ante las nuevas realidades, en ausencia de un conocimiento de la función, caen en el juego de los  narcotraficantes. Con esta actitud de los medios contribuyen a paralizar a la sociedad, y en consecuencia, se convierten en sus enemigos.
El presidente no tiene derecho a equivocarse en pensar que la sociedad está unida con el gobierno para luchar contra los narcotraficantes, no, no es así. Las familias están en descomposición, la baja calidad de la educación no ayuda a mejorar las condiciones de las familias, los medios de comunicación parece que se han convertido en los mensajeros de los narcotraficantes, no existe la confianza de los inversionistas para la creación de nuevos empleos, los legisladores están empeñados en buscar sus posiciones dentro del gobierno, los jueces están entre la espada y la pared, Todos estos factores forman parte del caldo de cultivo en donde se han enquistado los narcotraficantes y son estos los que se han apoderado de las principales plazas del país, tal y como lo reconoce el presiente Calderón en la entrevista con Mario Vázquez Raña.
 
Una analogía
 
Lo que esta pasando en el país es como si tuviéramos a un paciente (México) que está muy enfermo, tiene una fuerte presencia de virus( Los narcotraficantes) y para quien el médico (Felipe Calderón) le receta un antibiótico (Las acciones militares) muy agresivo para lo cual no servirá de nada puesto que los antibióticas no le provocarán el efecto deseado. Conforme se introduce en el organismo el antibiótico, mata a muchas células.
Lo que realmente le hace falta al paciente es tener una buena alimentación y los medicamentos homeopáticos que le ayuden a fortalecer el sistema inmunológico para que el mismo cuerpo del paciente expulse a todos los virus.
En otras palabras, lo que se requiere es fortalecer todas las instituciones que tienen que ver con la formación de los buenos ciudadanos para que la delincuencia caiga por su propio peso.
Necesitamos buscar las razones para que el paciente quiera vivir plenamente.
Actualmente México carece de un proyecto nacional al cual todos nos vinculemos a él.
 Para la reflexión 
No es suficiente entrenar a un ejercito de mil o dos mil soldados de élite para combatir a los miles que se escudan en el silencio y en la protección que les brindamos  los 105 millones de personas que habitamos en el país.
 
Es imposible la existencia de una delincuencia organizada en una sociedad organizada.
 
Una sociedad en la los medios de comunicación se concentran a ser solamente los testigos de todo lo que acontece en la sociedad, sin asumir ninguna responsabilidad, son los que alimentan en gran medida la existencia de grupos delincuenciales por la ausencia total de valores que vinculen a todos los miembros de la sociedad.
 
Hay un proverbio que dice: En lo que pones la atención es lo que logras. Si los medios ponen toda su atención en la existencia de los grupos delincuenciales, eso es precisamente lo que se logra.
 
Una sociedad en la que las instituciones de educación realmente no educan, sino solo domestican a los estudiantes y como consecuencia, no aprenden a pensar, a mirar, a imaginar, entonces, estaremos creando una sociedad robotizada que suele ser efecto de las circunstancias y no creadoras de ellas.
 
Una sociedad en la que la clase intelectual solo se dedica a hacer sesudos análisis de la problemática social sin aportar la luz para un camino más luminoso, esta condenada a padecer los dictados del monstruo que nos gobierna y del cual también somos parte.
 
Los grupos de la delincuencia organizada son tan fuertes como débiles sean los lazos que unen a la sociedad.
 
Las frases como la de “Los delincuentes son los menos, nosotros somos mas” caen al vacío cuando nosotros los “Buenos” no estamos organizados.
 
El problema de la inseguridad es tan grande que nadie tiene el derecho de autoexcluirse ni excluir a nadie  en la construcción de un mejor país..
 
Un cambio en los contenidos de los medios podría ser la clave para la transformación de la sociedad.
 
El gobierno federal ni puede, ni debe darse el lujo de actuar solo ante este problema, debe involucrar a todas las instituciones de la sociedad: El sistema educativo, los medios de comunicación y la sociedad civil.
 
Nadie tiene el derecho a ignorar lo que es la ética y la comunicación para resolver el problema de la inseguridad.
 
“Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada”.
                                                                                             Edmund Burke
 
"Lo peor no son los hombres malos, sino el silencio o la indiferencia de los hombres buenos"
 
                                                                                   Martin Luther King
 
Sólo se puede acabar con el mal, aplastándolo con el bien.
 
                                                                                               León Tolstoi
 
Si quieres resultados distintos, necesitas realizar acciones distintas.
 
                                                                                           Albert Einstein
 
Si quieres resultados distintos, necesitas hacer cosas distintas.
 
                                                                                           Albert Einstein
 
Para cualquier comentario, crítica o aportación: ernestopp1@yahoo.com.mx

 

SIETE DE JUNIO DIA DEL LUTO
06/07/07

Acapulco, Gro, 6 de Junio del 2007

 

SIETE DE JUNIO DIA DEL LUTO PARA LA LIBERTAD DE EXPRESION

 ¿A quién convencen?

Pronunciamiento de la Comisión del caso Amado Ramírez

Hoy se cumplen dos meses del asesinato de nuestro compañero periodista Amado Ramírez Dillanes y dentro de cuatro días se cumplirán ocho del asesinato de Misael Tamayo Hernández.

Cuatro años han pasado desde la desaparición de Leodegario Aguilera Lucas y el homicidio de Rafael Villafuerte Aguilar; y 10, de que fuera victimado Abel Bueno León.

En todos los casos, la respuesta de las autoridades ha sido la misma: investigación sin resultados creíbles, abandono de las pesquisas y lanzamiento de una sombra de sospecha sobre las víctimas.

En el caso de Amado Ramírez, ayer fue consignado ante un juez el presunto asesino material, Genaro Vázquez Durán. Pero el hecho, lejos de traer tranquilidad al gremio periodístico, arroja más dudas que certezas, y llama la atención que las autoridades no hayan emitido una información oficial al respecto.
 
¿Dónde quedó el móvil del crimen? ¿Por qué lo mataron? ¿Cómo se fraguó, por quién o por quienes el asesinato? ¿Cómo es que los mismos datos que antes obligaron al arraigo del inculpado durante casi dos meses por carecer de elementos probatorios, ahora permiten su consignación? ¿Era la única pista posible? ¿Quién garantiza hoy que la encarcelación no sea pretexto para dejar pasar el tiempo, como ya han transcurrido los dos primeros meses? ¿Se mantiene la tesis inicial de la Procuraduría de que el crimen fue “por una muchacha”? Si ella tenía vínculos con Genaro Vázquez, pero no se conocía con Amado, ¿cuál es la relación? Y de Leonel Bustos, el otro arraigado: ¿de veras ningún elemento lo vinculaba al asesinato? ¿Cuál es su situación jurídica? ¿Cómo es que primero fue detenido por la PFP, interrogado por la PGR y en ese momento no se le encontró ningún delito federal, sólo ahora?
 
Son más las preguntas que las respuestas. ¿A quién intentan convencer de que la pesquisa no camina rápido hacia el archivo?

En el caso de Misael Tamayo, las investigaciones están peor porque ni siquiera existen. Como se sabe, el director del diario Despertar de la Costa fue sacado de sus oficinas por el ex comandante de la Policía Investigadora Ministerial, Reinaldo Ríos de los Santos y después apareció muerto en un hotel con piquetes de aguja en el brazo.

Eso llevó a la Procuraduría a declarar que murió por sobredosis, pero estudios de laboratorio demostraron después lo que todos sabían: que el comunicador no era adicto a ninguna droga. Y Reinaldo Ríos, quien se pasea con tranquilidad por Zihuatanejo tras desaparecer por un tiempo desde la muerte de Misael, no es ni siquiera requerido por las autoridades para que explique lo que sucedió ese día.

El caso de Misael Tamayo Hernández es más grave incluso, porque ni siquiera la Comisión Nacional de Derechos Humanos se ha interesado en él, y tampoco ha tenido la cobertura informativa que el caso de Amado.

Por ello exigimos al gobernador Zeferino Torreblanca Galindo que se comprometa en los hechos, no sólo en el discurso, con el ejercicio periodístico. Su gobierno tiene la obligación de esclarecer estos asesinatos, esto no es una cuestión de gustos.

La impunidad con que se ha cubierto estos crímenes no puede sino considerarse un atentado a la libertad de expresión, porque más allá de cuál haya sido el origen de cada uno, dejarlos sin castigo es un mensaje claro de que cualquiera puede agredirnos, amenazarnos o asesinarnos y nadie será castigado.

Por eso, también, es que periodistas de todo el estado hemos compartido y asumido el compromiso de declarar desde hoy al 7 de Junio –fecha instituida en México como el Día de la Libertad de Expresión- como lo que en realidad es en Guerrero: un Día de Luto para la Libertad de Expresión.

Hoy 6 de junio nos manifestamos para exigir claridad y certeza en el caso de Amado Ramírez; investigación real en el de Misael Tamayo; reapertura en los de Leodegario Aguilera Lucas, Rafael Villafuerte Aguilar y Abel Bueno León, y castigo irrevocable a los victimarios de todos.

Y para el jueves 7 de junio, manifestamos que no tenemos nada que celebrar, y sí un luto que nos llena de coraje y nos impulsa a seguir luchando. Declaramos, desde Guerrero para todo el país, al 7 de Junio como Día de Luto para la Libertad de Expresión y conminamos a todos los periodistas a expresarlo en las reuniones que celebren este día, y a portar distintivos negros.

Al gobernador le recordamos que la Procuraduría no puede ser conducida con simple buena fe, sino que debe dar resultados eficaces y creíbles, y que su gobierno, como todo el que se precie de ser democrático, debe garantizar el ejercicio periodístico, no como un empleo, sino como una actividad que contribuye a la democracia real de un estado.

Por la Comisión

Maribel Helguera Sánchez, Roberto Ramírez Bravo, Carlos Ortiz Moreno, José Antonio Sánchez  e Ignacio Hernández Meneses.


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