* Anuncian la necesidad de regreso al Estado laico
	Por MARIA TERESA JARDI or María Teresa Jardí Triste aniversario de la Revolución Mexicana, borrada de la historia, como parte acordada de la entrega de México a capitales extranjeros, por traidores a la patria con el apoyo de las jerarquías eclesiásticas, empresarios favorecidos, telecracia ensoberbecida y la vomitiva prensa vendida.

La información en los noticieros y las ocho columnas de los diarios a modo del sistema, mentirosos aliados del dinero, venga de donde venga y llegue de quien llegue, el caso es ser ricos, no importa que renunciado a la dignidad ni menos aún que convirtiéndose en canallas, versa sobre el affair de la Catedral, sin decir, que la provocación la montó el porro provocador, acusado de proteger curas pederastas, que funge como Cardenal de la Ciudad de México.

Y, más allá del ocultamiento de datos, por aquello de que cuando se vende la conciencia se cierran los ojos a la objetividad que hace que la información merezca la pena, algunos, como Carlos Marín, director de Milenio, vieron 200 donde los noticieros y el video subido por Reforma, no pudieron exhibir más de 20 personas.

Y, claro, otros, a los ríos de gente, que codo a codo, desde el metro, con la complicidad que da el saber que se forma parte de la misma causa, fuimos llegando por las diversas arterias que conducen al Zócalo y a los que ya no pudieron entrar y se quedaron invadiendo 20 de Noviembre, Madero, Cinco de Mayo, etc., nos convirtieron "en menos", como Ciro Gómez Leyva, sin atreverse a señalar que éramos cuatro acarreados, como les habría gustado poder hacer con los cientos de miles que otra vez, una vez más, convocados por AMLO, nos comprometimos a defender los bienes que a la nación propiedad del pueblo mexicano y a luchar contra la represión y la militarización y la entrada en vigor del TLC en la parte relativa a la importación de maíz (transgénico, además) y frijol (igual de manipulado que el anterior) concientes de que "Sin Maíz no hay país y sin frijol tampoco". Y ni qué decir de Héctor de Mauleón que en el Universal olímpicamente asegura, "que la "euforia no prendió" y quien vio a un Andrés Manuel López Obrador "endurecido y malhumorado", aunque tiene razón al decir "que la pobreza uniforma ropas y ojos de la gente".

Hay que ver lo que les ha dolido ver a AMLO, vivo, bien vivo, tan vivo. Más de un millón ochocientos mil afiliados, ya, a la Presidencia legítima, son mucho afiliados. La película de Madoki los exhibe a todos como mentirosos y cómplices de un fraude que es otro atraco (como el Fobaproa) a la nación mexicana. Y, sorry, otra vez, pero, hasta en Bosques de las Lomas, donde la vieron un hermano, mi sobrina y mi cuñada, al terminar la exhibición aplaudieron los presentes en la sala.

Incluso puede ser que los que entraron a la Catedral hayan sido contratados por el impresentable Norberto Rivera, un sujeto malvado, como el que más, que le da el quién vive a la Gordillo y puede ser que en maldad gane Rivera, orquestador de la provocación con los diez minutos de toque de campanas mientras hablaba Rosario Ibarra, lo que al menos sí consigna De Mauleón correctamente.

Diez minutos sin parar de toque de campanas a pesar de los gritos de la multitud volteada hacia la Catedral gritando: Obrador, Obrador, Obrador, primero y, ante la necedad: pederasta, pederasta, pederasta, después. Lo que también olvidan mencionar los a modo del sistema. Campanas tocadas con la mala leche que caracteriza a Rivera, luego de que empezaran a pasar por la pantalla algunas tomas de la película de Mandoki, incluida en la que aparece Rivera bendiciendo la usurpación.

Repicar de campanas que anuncia que la Iglesia Católica es un peligro para México. Repicar de campanas que demuestra las bondades de la separación del Estado y la Iglesia. Repicar de campanas que hace necesario el regreso al Estado laico.

En mi calidad de católica exijo que la Catedral realmente se cierre e incluso se podría convertir en un museo. Es una vergüenza que un cura acusado de proteger pederastas, provocador y porro de corazón, sea el Cardenal de ese recinto. No se necesitaría crucificar a Jesús, Cristo moriría de vergüenza al ver el tamaño de cínicos desvergonzados, tan malditos y fachos, que encabezan su Iglesia. Inconcebible es, incluso porque en Argentina se juzga ya al canalla sacerdote que avaló la dictadura y la tortura, que un cura con alzacuello a través de la Telebasura mexicana, exija que se encarcele a seres humanos. Vomitiva es hoy la Iglesia Católica mexicana y es un gran peligro para el pueblo de México.

*  En Muchos Casos se Convierte en Inútil: Arriaga *  Ignacio Burgoa Llano Entre los Comentaristas *  El 15 de Noviembre Será la Presentación del Libro

Hugo Arriaga Becerra, quien fue abogado postulante en el despacho del prestigiado “Rey del Amparo” Ignacio Burgoa Orihuela, presentará este jueves su libro Problemas Actuales del Juicio del Amparo, en el que trata una serie de conflictos que se dan en el mismo y que afectan su eficacia, de tal manera que lo han convertido inútil en muchos casos. Arriaga Becerra, fundador e integrante del Consejo de la Fundación Ignacio Burgoa, destaca que “esto no significa que el amparo no sirva o que no sea útil jurídicamente, pues la crítica se hace en referencia a la actuación de muchos juzgadores, que generan pretextos para no analizar los asuntos y con ello ahorrarse trabajo ellos.

" Si se aplica la Ley de Amparo como debe ser, el juicio de garantías tiene posibilidades extraordinarias, y no debe dejar de considerarse que su objetivo final es lograr que se respete la Constitución por parte de todas las autoridades del país”, explica.

El libro del también profesor Por Oposición de Derecho Constitucional, Miembro de Número de la Academia Mexicana del Derecho del Trabajo y Previsión Social, entre otros serà en el auditorio Antonio Martínez Baez, donde será comentado por los catedráticos en Derecho en la UNAM, Carlos Arellano García, Ignacio Burgoa Llano y Alberto del Castillo del Valle.  

En la sinopsis de su libro Hugo Arriaga**, quien ademàs colabora en este portal escribe:

Mientras que el Poder Judicial de la Federación despliega una campaña publicitaria en la que se emiten mensajes señalando que todos tenemos una serie de derechos y que los tribunales federales (Juzgados de Distrito, Tribunales Colegiados de Circuito y Suprema Corte de Justicia de la Nación) están para protegerlos, las cosas en la vida práctica del juicio de amparo, que es la principal forma de tutela de la Constitución, son totalmente diferentes.

Según las estadísticas de los propios Tribunales Federales, mismas que curiosamente no se publicitan, 75% de los juicios de garantías se resuelven en un sentido que no beneficia al gobernado, y que por ende, puede dejar impunes las violaciones a la Carta Magna que se cometen diariamente por todas las autoridades del país, desde las municipales (o delegacionales en el caso del Distrito Federal), hasta el Congreso de la Unión y el Presidente de la República.

En ese sentido, resulta preocupante que el 50% de los juicios de amparo se sobreseen; es decir, los tribunales ubican la mitad de todos los juicios en alguna causa que según ellos, impide que se estudie el fondo del asunto. A este respecto, es trascendente que en la Ley de Amparo tan sólo hay 17 causales de improcedencia, a las que se añaden 3 que se ubican en la Constitución Federal. Sin embargo, de la interpretación de la fracción XVIII del artículo 73 de la Ley de Amparo los Tribunales Federales han derivado 42 causas más; es decir, más del doble de causas de improcedencia que las existentes en la Constitución y la Ley juntas, lo que resulta no sólo excesivo, sino inquietante, pues son los tribunales los que han gestado tal número de causas para no estudiar el fondo de los amparos.

El otro 25% de los casos en que no se concede el amparo, se niega la protección de la justicia federal; es decir, los tribunales federales concluyen en que no hay violación a las garantías de gobernado.

De esa suerte, sólo en 25% de los casos se concede el amparo, y en muchas ocasiones, para efectos que permiten a las autoridades volver a insistir en el acto que ya fue declarado inconstitucional, pero en una nueva oportunidad que les permite purgar los vicios que expresa y específicamente les señalan los tribunales, para así volver a afectar al gobernado. De esa guisa, el amp

aro para efectos, las más de las veces beneficia a las autoridades y no a los promoventes del juicio de garantías, a los que supuestamente se está tutelando.

El libro presenta un estudio sobre esta problemática y otros temas en que en los tribunales federales se comportan de modo contradictorio con la finalidad que teóricamente persiguen; es decir, aunque anuncian que protegen a todos, realmente hacen lo contrario en la mayoría de los casos. Basado en la experiencia práctica de más de 20 años litigando la materia, el autor hace una crítica de lo que sucede, apoyado en múltiples argumentos que en muchas ocasiones se desprenden de criterios del propio Poder Judicial de la Federación, y que aparecen en tesis de jurisprudencia que extrañamente son hechas de lado por muchos juzgadores, aunque les resulten obligatorias conforme a la ley. Además, se aportan soluciones prácticas para en la medida de lo posible, evitar que los juicios concluyan en detrimento del gobernado y de la Constitución.

* *      HUGO ALBERTO ARRIAGA BECERRA       Fungió como Abogado Auxiliar del Departamento de Asuntos Penales de la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la U.N.A.M.

            Del 15 de noviembre de 1984 al 31 de agosto de 1989, colaboró como Abogado Postulante en el “Bufete Jurídico Ignacio Burgoa”.

            Del 1° de septiembre de 1989 al 15 de junio de 1991, colaboró con la Secretaría de Programación y Presupuesto como Director Jurídico Contencioso.

            Del 16 de junio de 1991 al 29 de diciembre de 1994, colaboró con la Secretaría de la Contraloría General de la Federación como Director Contencioso, continuando a partir de esa fecha con el mismo cargo, en la Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo, hasta el 1° de junio de 1995, en que se le nombró Director General Adjunto Jurídico Contencioso en la Unidad de Asuntos Jurídicos, cargo que desempeñó hasta el 30 de noviembre de 2000.

            Desde el 1° de Diciembre de 2000 se estableció en su propio despacho “Arriaga y Domínguez, Sociedad Civil” Abogados, ubicado en el World Trade Center de la ciudad de Mèxico.