PREDECIBLES LAS EXHALACIONES VOLCANICAS: CIENTIFICO

MEXICO, DF., 13/08/07.-Las emisiones volcánicas de bióxido de azufren (SO2), dos o tres días antes de una fuerte exhalación de ceniza, podrías ser precursoras de la erupción de un coloso, al ser monitoreadas a través de imágenes MODIS de Satélite, sostuvo José Carlos Jiménez Escalona, del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.

Así se determinó luego del registro por un mes del Volcán de Colima en 2005, donde se analizaron 113 gráficas satelitales MODIS, en la conferencia El uso de imágenes MODIS en el estudio de nubes volcánicas.

El científico, quien realiza una estancia posdoctoral en el Departamento de Vulcanología de esa entidad, explicó que estas reproducciones son una herramienta poderosa que permite obtener una mayor cantidad de información  por otros métodos y a bajo costo.

Por ello, dijo, es importante optimizar este tipo de recursos, para analizar las emisiones y el propio comportamiento de estos “colosos”.

Abundó en que se han dado casos de accidentes de aviones que, de forma inesperada, encuentran en su trayectoria plumas o nubes procedentes de volcanes; además, la dispersión de contaminantes puede afectar poblados, entre otros fenómenos.

Con un monitoreo constante se podría determinar si existe un patrón claro de que un incremento en las emisiones de SO2 “avisaría” de una inminente erupción o exhalación de cenizas, y qué tan fuerte podría ser. “Lo que se encontró en este caso fue una emisión de más de 10 mil toneladas días después de un flujo elevado de ese gas”, apuntó.

Lo ideal, refirió Jiménez Escalona, sería conocer cuándo vendrá una erupción o un fuerte despido de cenizas. Para ello se requiere ir más allá de esa correlación simple y complementar la investigación con datos químicos o de sismicidad, y una vez conjuntado hacer un modelo de predicción para tomar medidas de prevención.

Aunque esos residuos volcánicos son producto de explosiones en las “montañas de fuego”, una vez fuera se convierten en un problema atmosférico, por la dispersión de las nubes que forman y de los contaminantes generados, agregó.

Aunque existe la posibilidad de hacer mediciones desde tierra, se hace de modo fragmentario. Por ello, dijo, el uso de imágenes MODIS es uno de los caminos para abrir paso hacia métodos de monitoreo sumamente eficaces y económicos. Ello porque la protección civil ha obligado a tener observaciones constantes de volcanes activos, dos de ellos en el territorio: el Popocatépetl y el de Colima.

“La de plumas volcánicas se hace, normalmente, por métodos más sencillos, como instrumentos instalados en aeronaves o lugares fijos”, puntualizó. Sin embargo, sólo de trozos pequeños de la nube. Con los satélites, a pesar de tratarse de fotografías desde la parte superior, se tiene la ventaja de que la imagen es de toda la emisión y espectro.

Al respecto, Jiménez Escalona expuso que desde un aparato de este tipo se detecta la retrodispersión de la luz solar; con diferentes plataformas se observan diversas longitudes de onda. Por ejemplo, en imágenes del tipo AHVRR, sólo se identifica ceniza, pero no el SO2. Por el contrario, las MODIS localizan ambos elementos.

Además de instrumentar esta metodología de monitoreo como una herramienta más de estudio, la cual también ha sido usada en el Popocatépetl, en el futuro se pretende utilizar para generar mapas dinámicos de peligros en volcanes activos de México, es decir, aquellos que se adecuen a su constante actividad y sean útiles para la aviación y prevenir daños por caída de ceniza y transporte de contaminantes en poblaciones aledañas, concluyó.

DESAPARECERÁN SELVAS Y BOSQUES
DE MÉXICO POR EL  CAMBIO CLIMÁTICO

MEXICO, DF., Por el evidente cambio climático que impera en el país, se calcula que el 35 por ciento de las selvas mexicanas desaparecerán, y el 18 por ciento de los bosques templados tendrán la misma suerte, aseguró Leticia Gómez Mendoza, responsable del Observatorio de Meteorología de la UNAM.

Según escenarios elaborados por el Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de esta casa de estudios, se avisora una precipitación entre 5 y 15 por ciento mayor de la existente en México, en tanto que el aumento de la temperatura será de entre dos y cuatro grados centígrados, añadió.

Se prevé que la mayor parte de la región norte y noroeste del territorio presentará una disminución en las lluvias, así como un incremento en el centro y trópico.

Al dictar la conferencia Variabilidad climática, cambio climático y cambio de uso de suelo en la Sierra Norte de Oaxaca, indicó que esta zona es importante en el ámbito climatológico, ya que funciona como un termómetro para estimar la caída pluvial de los próximos años.

Subrayó que esta entidad está considerada como prioritaria para la conservación, por lo que existen diversas iniciativas estatales para mantenerla como área protegida.

La también catedrática del Colegio de Geografía de la UNAM resaltó que en otros países la tecnología evoluciona para resolver el cambio climático, pero en México hace falta más información al respecto, sobre todo en las comunidades que deben enfrentar sus repercusiones.

Así, en el auditorio del Jardín Botánico de la Universidad Nacional destacó que este fenómeno conlleva una condicionante que afecta la biodiversidad nacional: el cambio del uso del suelo.

Este proceso, continuó, determina el 30 por ciento de la emisión de gases de efecto invernadero, mismos que impactarán de manera considerable en las condiciones ambientales del país, más aún que la propia transformación del gradiente calorífico.

“En el caso de Oaxaca, para hacer estudios de cambio de uso de suelo se definen diferentes factores, como la simulación, estimación e híbridos”, sostuvo.

Se calcula que para el año 2020, las áreas de agricultura de esta zona y los pastizales aumentarán a costa de los bosques y las áreas de regeneración.