RAFAEL PEREGRINA BOCANEGRA
En todas las épocas ha existido la preocupación por la formación integral de las personas, por la búsqueda de ser mejores cada vez. Esto se conoce como Crecimiento Humano.
Debemos entender que el verdadero Crecimiento Humano se debe dar desde el Ser, tenemos que buscar adentro y trabajar desde nuestro interior para poderlo proyectar.
El problema se da cuando buscamos afuera. Da mejor resultado buscar en tu interior, porque ahí está la verdadera semilla que te conecta con tu punto de origen. Recuérdalo bien, no busques afuera, busca en tu interior.
Todos somos inmensamente ricos, parece que a muchos les gusta sufrir y jugar al pobre. Somos hijos del Rey, por lo tanto, tenemos una inmensa fortuna que hemos heredado y está en cada uno de nosotros, sin excepción alguna, sólo hay que reencontrarnos con nosotros mismos.
Cuando en verdad contactes con tu Ser dejarás de ver la vida en blanco y negro, te darás cuenta que la vida tiene color. Disfrutarás de ese maravilloso Sol que nos acompaña en cada amanecer, descubrirás que los ríos, los mares hablan y entonan melodías de amor, podrás contemplar la vida en la sonrisa de un niño, porque el que ve la vida en una pequeña hormiga, entenderá los secretos del Universo.
En realidad, todo sale de tu interior y la vida es tan sabia que te lo devuelve multiplicado. Todo lo que tú des, recibirás. Lo que debes empezar a hacer, es armonizarte y conectarte con tu Ser Interno, esa es la clave.
Para equilibrar tu Ser puedes hacer lo siguiente:
- Practica el silencio todos los días, esto quiere decir no hablar por cierto tiempo, evitar ver televisión, escuchar la radio o cualquier actividad que requiera de tu atención; y así disminuir el diálogo interno.
- También puedes mantenerte en silencio por una o dos horas, y así sucesivamente hasta alcanzar el mayor tiempo posible.
- La Meditación es otro camino para lograr el silencio interno.
- Contemplar la naturaleza.
Disfruta de la riqueza que vive en ti, solamente atrévete a contactarla y descubrirás que bello es vivir. Vive hoy, no vivas el futuro.
Démosle gracias a Dios por tanta maravilla, si la misma naturaleza es tan agradecida con Él, es un gravísimo error que nosotros no lo seamos. Si las aves al amanecer entonan cantos a la misma vida, deberíamos imitarlas.
Es momento de alistar nuestras alas y elevarnos con libertad para que nuestro Crecimiento Humano se eleve como las águilas.
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