PATA DE PERRO

Arte subterráneo

POR RAMIRO GÓMEZ-LUENGO

Entre el desprecio y la veneración, el arte del tatuaje y el piercing (vulgo perforación) campea entre la juventud chilanga como uno más de los caminos que ha elegido no sólo para manifestar sus sentimientos, ilusiones y sueños a través de su cuerpo, sino también como un signo de rechazo o simple indiferencia ante una sociedad en la cual los “rayados” no se sienten a gusto, ya que son vistos en la  mayoría de los casos como simples orates que deformaron su anatomía física.
“El tatuarse o perforarse no es simplemente el arrebato de un ser humano por distinguirse de los demás, ya que encierra también su deseo por expresar sus sentimientos mediante el arte visual, llevándolo literalmente a flor de piel”, explica Pablo León Segura, propietario de Arte Subterráneo, quien, modestia aparte, señala que con más de 16 años en el ramo “hemos logrado niveles de excelencia en nuestro trabajo que nos han distinguido entre los mejores de chilangolandia”. Pablito, como se le conoce en el medio, logró llevar adelante su sueño de establecerse como uno de los mejores “rayadores” del país, y quizá del mundo, combinando de manera más que atinada su vocación con

sus deberes de diseñador en el periódico El Economista, donde ya cumplió también 16 años de labores ininterrumpidas sin que hasta la fecha muchos de sus colegas periodistas sepan a qué se dedica cuando no está en medio del ajetreo de la redacción. “Nuestro primer establecimiento era un localito de no más de cuatro metros de ancho que estaba exactamente a la mitad del pasaje comercial subterráneo que sirve para cruzar la calzada de Tlalpan a la altura de la Escuela Comercial Eseni, muy cerca del Metro Villa de Cortés. "Por ende, no hay que ser un genio para darse cuenta de donde me vino la inspiración a la hora de ponerle nombre al local, el cual se acreditó rápidamente entre la banda debido a que desde un principio mi lema se basó no sólo en dibujar con precisión y estilo, sino también en trabajar con la mayor higiene posible para evitar cualquier tipo de problemas de salud”. Ubicado en la esquina de Niceto de Zamacois y Coruña, una cuadra atrás del Metro Viaducto, Arte Subterráneo fue uno de los principales impulsores para que la Asamblea de Representantes legislara en torno al arte del tatuaje y el piercing, “por que ya había demasiados giros dedicados a este negocio pero sin ningún tipo de control, y lo que es peor, con gente improvisada que trabaja en las peores condiciones de higiene que te puedas imaginar”.

“Como dicen en la tele: ‘amiguitos, recuerden que somos profesionales, así es que no intenten hacer esto en casa’; gracias a Dios se aprobó una ley en el DF que regula este giro y, por ende, todos los tatuadores y perforadores debemos acreditar ante la autoridad que estamos capacitados para este tipo de arte y, lo principal, por lo menos una vez al mes recibimos la visita de los inspectores de Salubridad, quienes certifican que tengamos todos los aparatos para esterilizar el instrumental que se utiliza”. -Se dice que el tatuaje es propio de delincuentes. -Quizá porque esos cuates no tienen empacho en mostrarse ante los demás, pero yo te aseguro que de 100 personas “decentes”, unas 99 han pensado por lo menos una vez en su vida en hacerse uno.

-¿Y qué los detiene? -La pena de que vayan a pensar que están locos o que son delincuentes; los reglamentos que impiden en muchas empresas, así como en el Ejército y la policía contratar a gente tatuada (una real pendejada); el miedo al dolor, el cual se atenúa bastante cuando el artista tiene buena mano, y lo principal: el miedo a hacerse una figura, o peor aún, a rayarse el nombre de alguna persona que luego ya no te va a pelar, a sabiendas de que no se puede quitar, lo cual tampoco es cierto. -¿Lo dices por lo rayos X para extraer tatuajes? -Esa es una salvajada si tomas en cuenta que hay otro sistema para extraer la tinta de los tatuajes de la piel, el cual consiste en unos polvos mágicos que, hasta donde yo sé, nomás aquí los manejamos. -¿También de los arrepentidos es el reino del Arte Subterráneo? -¡Uhh!, si te dijera la cantidad de gente que supera la treintena de años y que vienen aquí literalmente a borrar sus arrebatos de juventud, ya que como ahora son “decentes” y tienen puestos de importancia tanto en los negocios como en la política, no pueden arriesgarse a que alguien descubra que están tatuados, ya que eso reflejaría, según sus asesores de imagen, inmadurez.

“Pero gracias a Dios somos más lo que estamos a gusto con nuestros rayones y cada día surgen jóvenes que quieren conocer y experimentar este tipo de expresión visual y carnal, el cual ha tenido una difusión brutal a últimas fechas gracias sobre todo a la gente del medio artístico que exhibe sin pena alguna sus tatuajes, como es el caso de los Red Hot Chili Peppers”. Por avatares del destino, uno de los luchadores más rudos del medio, el panameño Veneno, trabajó como artista rayador durante un tiempo en Arte Subterráneo mientras buscaba despegar su carrera en el Consejo Mundial de Lucha Libre, lo cual provocó la llegada al lugar de innumerables gladiadores que buscaban una mano firme, pero inspirada, que les tatuara la epidermis con alguna imagen digna de exhibirse ante el respetable público.
“Aunque el primero que llegó con nosotros era el que se quedó con el nombre de Love Machine, quien me recomendó con Tony Rivera, el cual a su vez trajo a todos los demás: Hijo de Lizmark, Mastodonte, Hijo de Aníbal y Pirata Morgan, entre otros.
“Hasta la fecha seguimos siendo de los sitios favoritos de los luchadores profesionales a la hora en que piensan rayarse y muchos de ellos me han regalado sus máscaras como recuerdo de su visita y signo de amistad, por lo cual las exhibo en las paredes del local en donde, la verdad, son una atracción aparte”.
-¿Cuántos tatuajes tienes en el cuerpo?
-Muchos, pero al mismo tiempo muy pocos.
-¿Cómo?
-Pues es que cuando crees que ya tienes suficientes, siempre se aparece un cabrón que está más lépero que tú. Y ni modo, a seguir rayándose.

rluengo4@hotmail.com

-¿Y cómo se montó en el taxi pirata en el que anda y al cual me subí sin siquiera darme cuenta?

-Qué pasó güero, cómo que pirata, se dice taxi tolerado eh, tolerado, que no es lo mismo pero es igual.

“Pos casi nada, que después de casi 10 años de andar a salto de mata viviendo de lo que cayera y soportando los malos tratos de mi nueva vieja, la cual no me baja de pendejo y salado, a pesar de que tenemos dos hijas, me acordé que conocía muy bien la ciudad y se me hizo fácil tramitar mi tarjetón de operador del servicio público concesionado.

“Pero otra vez mi edad y la falta de dinero para pagar la fianza del vehículo, sobre todo la lana, me impedían hacerme de un taxi de los nuevos, de los blanquitos con franja coral.

“Fue entonces cuando vi el anuncio en el Aviso Oportuno: Maneje un taxi tolerado, sedán, en buenas condiciones y sin necesidad de fianza”.

-¿Pero cómo puede ofrecer servicio de taxi un coche que no tiene las placas correspondientes?

-Fácil, te vas a una asociación de taxistas piratas y listo.

-¿Así nomás?

-Mire güero, en esta ciudad no sólo existo yo, hay mucha gente que por ambición, por comodidad o por necesidad, ya que no la hacen en ningún lado debido al dinero y la edad, tienen que buscarse la chuleta del modo que sea, y estos cuates, la mayoría de los cuales presumen de tener contactos con el gobierno capitalino en turno, te ofrecen la oportunidad de que pongas a trabajar un carro particular como taxi  luego de cumplir una serie de trámites.

-¿Cómo cuales?

-Primero, tener un coche en buenas condiciones que esté, obviamente, pintado como taxi. Pagar un amparo, el cual tiene un costo de dos a tres mil pesos, depende de la organización que te ampare, aportar una cuota que va de 150 a 200 pesos semanales, dinero que se supone va derechito al bolsillo del jefe de gobierno capitalino y que sirve de protección para que los policías no te molesten y asistir con puntualidad a las reuniones que organizan por lo menos cada mes, en la cuales siempre te prometen que te van a dar placas derechas a cambio de que votes por los candidatos del partido que está en el poder.

-¡Esos sí que son negocios!

-Imagínese, se dice que con el PRD los taxis tolerados crecieron de unos 5 mil a más de 80 mil. Póngale 200 pesos semanales por cada uno de ellos, multiplíquelo por cuatro y luego multiplíquelo por 12 pa que saque el ingreso total al año. ¿Una lanota verdad?

“Y lo mejor de todo es que es un dinero sucio como el agua del drenaje, porque no paga ni madres de impuestos y, pa acabarla de amolar, es producto de una movida completamente ilegal.

-¿Pero se supone que la autoridad hace operativos?

-De los cuales nos avisa previamente, no sea que vayamos a salir a chambear ese día y nos cae en la movida. Y a pesar de eso nunca falta el paisano que sale de todos modos  y, oh sorpresa, no trae el amparo a la mano, no está al día en sus cuotas o lo que es peor, no trae los engomados que sirven de contraseña, los cuales casi siempre son de color amarillo con negro y traen las siglas del PRD. Y ni modo, al corralón, y  adiós coche, mire que la multa es de 16 mil pesos, más arrastre y piso. Así es que si usted metió de tolerado un coche como este, que no vale más de cinco mil pesos, pos ya mejor deséele buen viaje hacia la compactadora.

-¿Y sí les van a dar placas?

-Claro que no güero, si nos llegan a dar láminas derechas las asociaciones al otro día se quedan vacías y el chiste es que les demos lana para que puedan financiar al partido en el poder y sacar para sus chicles.

“Fíjese, cuando conocí a mi líder no tenía ni para el camión, y ora trae tres taxis semi nuevos amparados y dos coches para su uso particular, además de que está a punto de lanzarse como candidato a un puesto de elección popular.

“No señor, desaparecer jamás, quizá ocultarnos por un rato mientras la autoridad hace la finta de que nos anda combatiendo, pero debido a la crisis y la manera en que se hace la política en nuestro país, los taxistas piratas somos como los vendedores ambulantes, los toma terrenos y las organizaciones populares, que en el fondo es lo mismo: votos a cambio de favores. Somos un mal necesario y nos parecemos a los autos y el rock and roll”.

-¿En qué?

-En que llegamos para quedarnos.

¿Pero la gente no se da cuenta que es un taxi pirata?

-Claro que se pueden dar cuenta, tan simple como que traigo placas normales en vez de las de taxi, que empiezan con L, de libre, o S, de sitio, pero los chilangos andan tan preocupados de ver como le van a hacer para sobrevivir en la ciudad de la esperanza (donde todos se pasan de lanza), que ni se fijan, a menos que sean como usted claro, inquietos y preguntones.