30/05/07

El Ritual del Kaos

POR RAMIRO GÓMEZ-LUENGO

“Desde morrito mi padre me llevaba al estadio a ver los partidos del América y por eso mi corazón es de color azul y mi sangre crema, es decir, a mis 23 años no tengo otro objetivo en mi vida que echar porras, gritos, cantos e incluso chingadazos a favor de la
única religión que salva, condena y absuelve en menos de 90 minutos: El evangelio según las Águilas de Coapa”.

Visiblemente ofuscado luego de que la directiva azulcrema se rehusó terminantemente a cederle boletos a su barra brava argumentando que no estaba dentro del padrón que dicho equipo realizó de sus porras como una manera de controlar los disturbios dentro del estadio Azteca, el Chapulín señala que ellos no son gente violenta, “sino seguidores fieles que sabemos defender nuestra causa cuando llega el momento”.

“Nunca la directiva nos ha dado boletos, a pesar de nuestra presencia fiel cada domingo en el Azteca, e incluso en provincia, apoyando a nuestro equipo, pero nos vale madre, porque somos aficionados de a de veraz , así es que muchas veces nos pagamos nuestra entrada y nos vamos hasta el cuarto piso, allá arriba, donde hacen su nido las águilas y la televisión jamás nos ha hecho una buena toma, para vivir nuestra pasión”.

-Pero las directivas de los equipos siempre niegan cualquier relación con sus barras bravas, sobre todo si éstas son...bravas.

-Es parte del juego, por un lado nos niegan argumentando que ni nos conocen y que todo lo que hacemos es a título propio, pero por el otro nos piden apoyo en las tribunas para el equipo, además de que nos rentan camiones para ir a los partidos en provincia e incluso nos regalan los boletos para que nos podamos ayudar.

-¿Se financian con los boletos?

“Claro, porque los podemos revender y así nos ganamos una lana para lo que se ofrezca. Digo, así se ha hecho desde que se iniciaron las primeras porras familiares, los directivos les regalaban a los presidentes de las mismas unos 200 boletos por piocha, los cuales eran revendidos a precio de costo cuando el partido era poco atractivo y hasta en cuatro veces su precio cuando se trataba de un superclásico, es decir un América-Chicas o un América –Cruz Azul, y ya no digamos cuando son partidos de liguilla o final”.

-Pero me dices que al Kaos no le dan ni agua.
-Por ahorita, así es que mi mayor trabajo como fundador, presidente y tesorero es conseguir boletos, los cuales pepeno entre mucha gente que conozco en Televisa, lo mismo empleados, que comentaristas y uno que otro directivo, a quienes les regalan boletos para los partidos de las Águilas que muchas veces no utilizan.

-¿Y los jugadores?

-Eso son ojetes. De veraz que el América tiene los mejores hinchas del mundo, pero los jugadores del primer equipo son, en su gran mayoría, unos culeros que ni nos ven ni nos oyen. Jamás nos han ofrecido boletos, ni financiarnos un equipo o muchos menos regalarnos un balón o acudir a nuestros barrios para hacer campañas de buena voluntad con la gente.

“Siempre a bordo de sus pinches carrazos, nomás abren la reja y salen hechos la raya aventándonos la lámina y haciéndonos gestos obscenos, sobre todo el culero del Cuahutémoc Blanco, que ya se largó a hincharse de billetes a Estados Unidos, el cual viene de Tepito pero se creé de las Lomas. Es más, una vez estuvimos a puntos de agarrarnos a trancazos, pero nos separaron entre varios hinchas y jugadores.

“Por eso el Kaos y la Monumental le guardan gran respeto a Iván Zamorano, el Bam-Bam, centrodelantero chileno de muchos cojones quien siempre nos apoyó e incluso nos daba las letras de los cánticos que le habían compuesto nuestros colegas de la Garra Blanca (la superbarra brava de Colo Colo), para que se los entonáramos”.

Sin embargo, el Chapulín revela que otro ex centrodelantero histórico, actual entrenador de la selección nacional y quien por más señas responde al nombre de Hugo Sánchez Márquez, se ha acercado a todos los presidentes de las barras bravas para pedirles que se organicen en una sola porra que apoye sin reparos al tricolor en su arduo camino hacia el Mundial de Sudáfrica, previo paso por Copa América, Copa de Oro y eliminatorias.

“El Macho Sánchez siempre ha sido derecho y sabe que el apoyo incondicional en la tribuna es vital, por eso se ha acercado a nosotros, porque sabe que no tenemos ningún temor de ir al extranjero a gritar en favor de nuestra selección, más ahora que las eliminatorias contra los centroamericanos se han vuelto verdaderas batallas en donde nadie debe rajarse”.

-¿Se dice que entre la gente de las barras bravas hay muchos delincuentes?

-Hay de todo, pero no te miento si te digo que la gran mayoría son amigos de Roberto.

-¿Y ese quién es?

-No lo conoces, bueno, nomás te digo que mi carnalito, que es tres años más chico que yo, ya lleva cuatro ingresos en correccional y tres en Barrientos.
“Ora, también te confieso que la gran mayoría de los integrantes del Kaos están en el Molinito de Naucalpan, Tepito, Morelos y la Guerrero; pero no pienses que mi vida es una eterna madriza, puesto que esos valedores, cuando ven que eres movido, que tienes iniciativa y sabes organizar los desmadres, automáticamente te respetan”.

La plática entre el bicho y el chucho es constantemente interrumpida por el sonido del celular del primero, quien siempre responde a las llamadas con palabras impactantes como “hecho”, “ahí estaré”, “pónganle en la madre” o “chíngatelo”, tras lo cual esboza una sonrisa y levanta los hombros mientras agrega: “así es este negocio”.

Repentinamente, el azulcrema de corazón se despide y mientras camina por la calle Juárez hacia la calzada de Tlalpan con brinquitos que semejan efectivamente un chapulín, le comenta al can que tiene que irse urgente a una junta de trabajo con su banda y gente de Televisa.

-¿Vas a Chapultepec 18?

-No, a La Hija de los Apaches, pero es lo mismo.

rluengo4@hotmail.com

16/05/07

Prensa Vendida

Por RAMIRO GÓMEZ-LUENGO

Encajonada entre el imponente vaso regulador Carretas del río de Los Remedios y la todavía industriosa Industrial Vallejo, la colonia Prensa Nacional hace honor a su nombre ostentando los titulares de decenas de publicaciones que durante mucho tiempo informaron sobre el devenir de los acontecimientos nacionales, pero que con el paso de los años, las crisis y, sobre todo, la apertura económica y el cambio de forma de pensar de las masas, hoy forman en su mayoría parte del panteón de la historia del periodismo mexicano.

Pequeña en extensión, pero grande en nombres y anécdotas, ésta surgió a finales de los años 60 en un terreno que hasta la fecha los mismos vecinos no saben si pertenece al Edomex o al Distrito Federal, puesto que para muchos su ubicación se da exactamente en la llamada “tierra de nadie”, un sitio donde se erigieron casas pequeñas de no más de dos pisos  que delimitan calles cortas y tan estrechas que en muchas zonas apenas y libra un vehículo entre los automóviles estacionados de los residentes, lo que le da un aire de ghetto que sólo se acentúa aún más cuando el visitante se da cuenta que sólo se puede entrar a la misma por dos angostísimas calles ubicadas en los extremos opuestos de la colonia.
“Yo nací en esta zona y siempre me llamó la atención el hecho de que hay vecinos que pagan sus impuestos en el Edomex y otros que tienen que hacerlo en el Distrito Federal, siendo que somos las misma colonia”, explica Juancho, de 25 años y residente en la calle Objetivo, quien comenta que durante muchos años pensó que el nombre de la misma se refería a fijarse una meta, “hasta que un día mi abuelito me reveló que era una revista bastante mala cuyo único objetivo, ora sí que valga la rebuznancia, era quedar bien con el gobierno en turno para recibir pagos por concepto de publicidad”.
Debido a lo pequeño de su tamaño, lo estrecho de sus calles y las pocas entradas y salidas que tiene, cualquiera pensaría que la zona es un sitio ideal para el robo a automovilistas, sobre todo taxistas e incluso microbuseros, pero Juancho aclara que si bien la colonia es muy popular, “la gran mayoría de los que vivimos aquí somos gente honrada y chambeadora, además de que casi todos nos conocemos”.
“Empero, si ha habido un incremento de los delitos, pero es que la crisis nos ha pegado duro debido a la enorme cantidad de empleos que se han perdido tanto en la zona industrial de Vallejo como en Tlalnepantla”.
Señalando quién fue el principal impulsador de la fundación de la colonia, la calle más larga y ancha de la zona lleva el nombre de Carlos Hank González, el maestro primario que le enseñó a los cachorros de la Revolución cómo se hacen los negocitos, si bien esta arteria luego cambia su nombre a Excélsior, el periódico de la vida nacional, que pese a todo el dinero recibido por parte del gerente general de la Cruz Roja, no puede superar aquel terrible axioma que dice: “Segundas partes nunca fueron buenas”.
El devenir de la historia logró en la colonia Prensa Nacional una paradoja del tiempo que suena a broma, como es el hecho de que la calle que lleva el nombre del otrora ultraderechista Heraldo de México, hoy convertido en Diario Monitor, haga esquina con el Heraldo de Toluca, el cual todavía sobrevive gracias a los ingentes esfuerzos del gobierno mexiquense, siempre generoso a la hora de atender a los muchachos de la prensa.

Por si esto fuera poco, la calle Sol de México ni siquiera hace esquina, sino que cambia de nombre exactamente al cruce de Excélsior para llamarse...El Sol de Toluca,  es decir, dos soles en una misma arteria. Liberales se dan la mano con neoliberales, como lo prueba el hecho de que la calle El Universal haga esquina con un digno representante de los mejores tiempos del juarismo, El Reformador, a pesar de que entre ambos periódicos debe haber un lapso de por lo menos 40 años entre sus respectivas fundaciones.

Casualmente, las calles más pequeñas llevan los nombre de algunos medios que tuvieron corta vida o escasa repercusión en el devenir periodístico nacional, como lo son las arterias La Unión, La Voz, Expresiones, Éxito, Tiempo, El Correo, Un Nuevo Día, Avance, Sucesos Nacionales o México en Guardia.
Muchas de las calles llevan nombres de revistas que en su momento fueron verdaderos cañonazos, como Cine Mundial, América (de Goyo) o Sucesos Nacionales, (todas ellas ya desaparecidas), así como Siempre, fundada por el periodista tabasqueño don José Pages Llergo, o Teleguía, invención de don Carlos Amador, que siguen adelante contra viento y marea.
Paradójicamente, el periódico que se “rayó” a la hora de recibir calles con su nombre fue un medio que durante muchos años perteneció a la catoliquísima familia O’Farrill y que tiene casi una década de haber pasado a mejor vida, con todo y su división de revistas e historietas, una de las más importantes del país, Novedades, que además de su arteria tiene dos cerradas que llevan su estampa.
Arrumbada por el oriente de la colonia, exactamente en la frontera con el vaso regulador, y tras haber cruzado Ocho Columnas, La Prensa, El Día, Gráfico, Ultimas Noticias, Esto, Ovaciones y El Imparcial, se halla la arteria que lleva el nombre de los culpables de todo este desgarriate, quienes para variar siguen siendo la quinta rueda del coche y mueren a la espera de dirigir comunicación social en alguna secretaría de Estado, o ya de perdis una fuente como Presidencia de la República o la PGR: la calle Periodistas.
Cuando se le pregunta a Juancho si no le deprime el vivir en una colonia donde la mayoría de sus calles tienen nombres de publicaciones ya extintas, éste contesta sin inmutarse:
“Nada es para siempre porque la gente cambia, pero si hemos de ser sinceros, muchas de esas publicaciones jamás informaron de manera veraz y sólo respondían a los intereses de sus dueños, cuya única intención era quedar bien con el señor presidente para que éste les concediera publicidad y se hicieran millonarios.
“Sino, cómo te explicas aquel famoso coro que entonaban los estudiantes durante el movimiento del 68 cuando pasaban frente a la sede de algún periódico, que la verdad no ha cambiado mucho hasta hoy, y que decía: prensa vendida, prensa vendida, prensa vendida”.

rluengo4@hotmail.com

PATA DE PERRO

08/05/07

Miracolo en Messico

POR RAMIRO GÓMEZ-LUENGO
Andaba el perro buscando seriamente una visa para irse a vivir a un lugar en donde decir buenos días, signifique buenos días, cuando el primer mundo tocó a su puerta en forma de una ciudad flotante “donde los sueños traspasan las fronteras”, pero cuya trascendencia fue borrada de cuajo por los ánimos morbosos y relajientos de 20 mil chilangos que prefirieron hacer arte en el Zócalo.

Tal como alguna vez lo hizo la Gran Tenochtitlán, esta metáfora a escala de la mítica, posmoderna y caótica ciudad de México, flotó con sus 10 toneladas de peso en el Lago Mayor de la Segunda Sección de Chapultepec con sus altos rascacielos recubiertos de espejos plateados y espectaculares de neón durante ocho días para luego, al igual que millones de paisanos, emigrar hacia Estados Unidos en busca del sueño americano.
Pero no crean que el canino preguntón trabaja ahora como corredor de bienes raíces, sino que simplemente se topó, aunque no lo parezca, con una pieza de arte conceptual, o mejor aún, se topó con la creadora de dicho concepto, una artista italiana que responde al nombre de Anna Galtarossa, cuya emoción tras conocer la megalópolis chichimeca la impulsó, junto con su colega argentino Daniel González, a crear la ciudad flotante Chilimoontown.
“La idea era hacer la ruta migratoria de los mexicanos que parten hacia Estados Unidos en busca de una vida mejor. Ciudad de la luna del chile nació de la necesidad de encontrar una nueva vida para sus sueños, para preservar la memoria del pasado de una forma emocional.
“La ciudad flotante tiene vida y por tanto es depositaria de grandes secretos, sueños y anhelos, y aun mejor, no padece de gobernadores prepotentes, miseria, corrupción o atascones de tráfico”, explica Anna en una mezcla de italiano lombardo, algo de inglés y bastante español, mientras sus ojos azules no pueden ocultar la emoción de haber visto su obra expuesta ante el público chilango, “verdadero generador de este sueño”.
Agrega que Chilimoontown es el significado más lúdico y exacto para nombrar a esta ciudad flotante de ocho metros y medio de alto por ocho de ancho, cuyo esqueleto de acero flota sobre tambores de 200 litros con un túnel y fachadas de departamentos tapizadas de lentejuelas, “y la cual sólo puede ser visitada en un pequeño bote desde el cual se observa el interior de la misma, con sus paredes tapizadas de historias urbanas, así como máscaras precolombinas y medallones de lentejuelas que resbalan por los muros”.
“Creación conjunta con Daniel González, en coordinación con la galería neoyorquina Spencer Brownstone, y como parte de la sección de Proyectos Especiales de México Arte Contemporáneo 2007, Chilimoontown es una ciudad de sueños que da la posibilidad de recoger dentro de su vientre, que es el túnel, los deseos de los visitantes que se depositan en botellitas, y es el México de mis sueños, porque cuando conocí Chapultepec decidí que tenía que hacer algo aquí, en esta ciudad que está llena de energía”, apunta Anna, quien tras conocer el país en octubre del 2006 decidió radicar en el DF de febrero a Mayo para desarrollar el proyecto.
Pero vivimos en un mundo material y es preciso saber que el costo de la ciudad superó los 140 mil dólares, ya que la obra contó con un equipo de colaboradores que incluían desde el curador hasta dos ingenieros de PEMEX expertos en plataformas flotantes, así como 25 estudiantes de las academias de San Carlos y la Esmeralda, quienes recibieron viáticos y créditos en la ciudad flotante por parte de la galería , así como el derecho a exhibir sus trabajos personales en los estudios que montaron Galtarossa y González en el DF durante la semana que duró el MACO.
“Esta propuesta es autofinanciada por nosotros, y aunque no sabemos de qué manera será vendida o comercializada., ya tenemos un método para allegarnos recursos, y es la venta de departamentos: el de dos recámaras, sobre la cascada, tiene un costo de mil 600 a mil 800 dólares; en la parte superior, de tres recámaras, de mil 850 a dos mil; junto a la cascada, de dos mil 350 a dos mil 500 dólares y el penthouse en 11 mil dólares. Cada compra va acompañada de un certificado, póster y fotografía de Chilimonntown creado por los artistas, así como llavero y llave, y se puede realizar en la dirección electrónica www.chilimoontown.com.
Según Anna, la apuesta intitulada Chilimoontowntour (Gira ciudad lunática de Chile o ciudad picante lunar en gira), no conoce límites y aun antes de su edificación ya se habían vendido varios edificios y rascacielos, e incluso un perro de origen italiano ya contaba con un garaje de 60 dólares.
“’Compre su departamento aquí, la ciudad de los sueños’, con este eslogan los artistas no perdemos el tiempo y promocionamos a la metrópoli flotante, la cual se presentará en breve en Los Ángeles para seguir luego su viaje hacia Nueva York”, señala la artista plástica, quien revela que muchos de los departamentos y edificios están pintados con frases de Oscar Wilde, uno que otro artista olvidado, e incluso el Che Guevara.
“Estaba acostumbrada a trabajar sola, y pensé que no podría hacerlo en conjunto, pero ahora descubrí una inspiración continua, como enamorarte todos los días. Trabajamos juntos por primera vez y coincidimos en que nuestra búsqueda artística está ligada a los sentimientos, ya que para mí fue la liberación de las emociones, como digerir mi experiencia al encontrar un mundo nuevo tan rico en su cultura, en su historia y sentimientos, así como en sus contradicciones”.
Anna comenta que Chili hace referencia al picante, pero también se trata de relajarse, “ya que la luna es el testimonio de ese viaje sencillo; no queríamos entrar en detalles antropológicos o ser extremadamente sociales, queríamos viajar, fluir a través de una idea para vivir sensaciones junto a las personas”.
Acerca de la preocupación cada vez más visible de los artistas contemporáneos en trabajar con el espacio público, Anna reflexiona que los artistas se han dado cuenta que es necesario dialogar con todas la personas y no sólo con las que llegan a la galería.
“La emoción de saber que la obra fue visitada por más de un millón de personas es indescriptible, ya que para mí es más importante relacionarme con el mundo real, porque una galería es tan solo una cajita en blanco que no me dice nada, y esta pieza no fue pensada para elites, sino para amigos, seres queridos, la familia, el pueblo en sí”.

rluengo4@hotmail.com

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