Por RACEL
Canalizador Guía
Los eclipses son eventos astrológicos y estelares muy importantes. Se mueve mucha energía y son cierres y comienzos de ciclos a nivel del planeta y para nosotros también.
Cada eclipse tiene una energía particular. En el caso de este lunes, la Luna se interpondrá entre la Tierra y el Sol.
Les voy a contar que circunstancias y desafíos nos propone un ordenamiento de estas características.
Para ir directamente al punto, lo que provoca en nosotros es “la revelación de nuestra sombra”.
Al estar iluminados permanentemente por el Sol, nuestra consciencia se dirige hacia la luz. Inclusive en la noche, que estamos iluminados solamente por la Luna, no tiene luz propia, sino que refleja la del Sol, es decir que siempre la luz que recibimos es la del Sol.
Pero en el caso de un eclipse total de Sol, es uno de los únicos momentos donde no nos llega la luz solar. En términos energéticos y de nuestra consciencia significa que lo que quedará más “a la vista” es nuestra sombra, la parte que no está iluminada en nosotros.
Cuando hablamos de sombra, nos referimos a nuestros asuntos internos que no vibran en luz, asuntos sin resolver, que pueden ser emocionales, mentales, karmáticos, etc.
Esto nos da la posibilidad de ver con claridad que gobierna nuestros sentimientos y nuestras acciones desde nuestro inconsciente. Y es una oportunidad maravillosa, aunque a veces nada cómoda, de tomar las riendas de nuestros procesos ocultos y transformarlos hacia lo que deseamos.
Existen muchas maneras de que nuestra sombra se revele ante nuestro entendimiento, puede ser en sueños, en situaciones o conflictos familiares o de pareja o inclusive en malestares físicos o malos humores sin causa aparente.
Es una situación ideal para ver con claridad que “fuerzas” dirigen nuestra forma de sentir y de pensar. Y es muy importante que seamos completamente honestos en nuestro sentir y revisar qué asuntos de nuestra vida no están como queremos o como necesitamos.
Para transitar esta oportunidad de poner en orden lo que se pueda mostrar que aún no lo está, no es necesario que hagamos nada en particular, simplemente con transitar los días previos, el eclipse y los días posteriores con total atención de lo que vamos sintiendo, es suficiente para aprovechar esta oportunidad.
Y estar atentos significa realmente escuchar nuestro sentir interior, con qué cosas no estoy a gusto o no estoy feliz en mi vida y emprender los pasos necesarios para su transformación.
Una vez que descubro lo que tengo o lo que quiero cambiar, es el punto de inicio de mi búsqueda de entendimiento y de tomar las decisiones necesarias para que eso comience a ser diferente. Y lo más importante es nuestra propia actitud frente a las cosas y que tomemos acción.
En un eclipse podemos atravesar situaciones de vida muy incómodas y hasta sentir miedos, pero no se preocupen, es normal que nos pase. Solo debemos tener una actitud de hacernos responsables de lo que nos pasa y ser pro activos hacia el cambio, eso es todo.
En este eclipse podemos revivir o recordar miedos internos que tenemos pero que los fuimos ignorando hasta no sentirlos más.
Por ejemplo, si tenemos percepciones y visiones de otros planos energéticos, ciertos miedos pueden reflotar y creer que esta situación nos asusta, cuando en realidad son miedos que siempre cargamos pero que los anestesiamos con el correr del tiempo.
Mi consejo para estos días de eclipse es que estén tranquilos, atentos a lo que sienten pero que no se embarquen en conflictos o discusiones.
No son días para intentar resolver nada, sino que son ideales para observar con claridad lo que normalmente en nuestro interior ya no reconocemos que nos está pasando, asustando o trancando nuestro avanzar en la vida.
Utilicen estos días para reconocer qué es lo que hay en ustedes que ya no lo tenían tan presente, para luego sí tomar acción clara y dirigida para comenzar a transformarse.
No tengamos miedo a nuestra “oscuridad”, ella es imprescindible para que reconozcamos nuestra luz. La luz es expansiva pero nuestra oscuridad nos conecta directamente con nuestro sentir.
Porque donde no hay luz no puedo ver, pero sí puedo sentir qué hay. Y el sentir de nuestro corazón es el más importante a la hora de guiar nuestros pasos y nuestras decisiones en la vida para que logremos ser felices y realizarnos, para que logremos no seguir sosteniendo nada que no nos haga bien y tomar acción en los pendientes que fuimos dejando por el camino.
Así que obsérvense, mírense sin juicios y con total neutralidad para conocerse más en profundidad, esta es una gran oportunidad para poner en movimiento todo lo que dejamos sin atender en el pasado de nuestra forma de recorrer nuestros caminos de vida.
RACEL
Canalizador Guía |