Protestas en Italia por la visita del Papa a la Univeridad de Roma EL NIÑO RARO
Aquel niño tenía extrañas manías. Siempre jugábamos a que él era un general que fusilaba a todos sus prisioneros.
Recuerdo aquella vez que me echó al estanque porque jugábamos a que yo era un pez colorado.
Qué viva fantasía la de sus juegos. Él era el lobo, el padre que pega, el león, el hombre del largo cuchillo.
Inventó el juego de los tranvías, y yo era el niño a quien pasaban por encima las ruedas.
Mucho tiempo después supimos que, detrás de unas tapias lejanas, miraba a todos con ojos extraños.
(Historia del corazón. La mirada infantil.)
Vicente Aleixandre (España)
TESTAMENTO
11/01/12
Murió el maestro Andrés Henestrosa TESTAMENTO
Habiendo llegado al tiempo en que la penumbra ya no me consuela más y me apocan los presagios pequeños;
habiendo llegado a este tiempo;
y como las heces del café abren de pronto ahora para mí sus redondas bocas amargas;
habiendo llegado a este tiempo;
y perdida ya toda esperanza de algún merecido ascenso, de ver el manar sereno de la sombra;
y no poseyendo más que este tiempo;
no poseyendo más, en fin, que mi memoria de las noches y su vibrante delicadeza enorme;
no poseyendo más entre cielo y tierra que mi memoria, que este tiempo;
decido hacer mi testamento.
Es este: les dejo
el tiempo, todo el tiempo.
Eliseo Diego (Cuba)
POBREZA
08/01/12
MARCELO Ebrard se da baños de pueblo en Tepito
POBREZA
Es el hombre que tú nunca has visto quien te mantiene alerta, el que ha de venir algún día.
él no se encuentra en las calles o en los edificios o en los estadios, o si está allá lo he pasado por alto de algún modo.
él no es uno de nuestros presidentes u hombres de estado o actores.
me pregunto si se encuentra allí.
bajo las calles paso delante de farmacias y hospitales y teatros y cafés y me pregunto si él se encuentra ahí.
he mirado casi durante medio siglo y él no ha sido visto.
un hombre vivo, verdaderamente vivo, digamos cuando desciende la mano al encender un cigarrillo ves sus ojos como los ojos de un tigre mirando fijamente al pasar en el viento.
pero cuando las manos bajan es siempre los otros ojos los que están allá siempre siempre.
y pronto será demasiado tarde para mí y habré vivido una vida con farmacias, gatos, sábanas, saliva, periódicos, mujeres, puertas y otros surtidos, pero en ninguna parte un hombre vivo.