DEL ARTISTA VISUAL ALFADIR LUNA

LA PROCESIÓN

La procesión “El Hombre de Maíz” se inicio el 24 de septiembre de 2008 como una forma simbólica de unir los diez mercados de la Merced del Centro Histórico de la Ciudad de México.
A partir de esa fecha, se da principio a la tradición anual de este evento cultural, que tiene como punto de partida la plaza de la Merced, en la esquina de Jesús María y Manzanares.
Convocados por el artista Alfadir Luna, se dan cita, marchantes, comerciantes y representantes de los diez mercados de esa legendaria zona del Centro Histórico de la capital de la República, ampliamente conocida como la Merced.
Llegan los representantes de los mercados, con sus estandartes; comerciantes con sus pequeñas canastas adornadas con listones de colores y cascabeles sostenidas con astas de madera; bandas  de música o grupos regionales de reconocida  tradición, como “los Chinelos” del estado de Morelos; llegan los propios comerciantes con un retablo horizontal hecho de madera que más tarde será ocupado por “El Hombre de Maíz”; y junto con un gran número de acompañantes e invitados de instituciones públicas, académicas y culturales, empieza el recorrido.
El recorrido es acompañado de la música y el baile de los grupos regionales que contagia a, los marchantes y gente que observa o cruza las calles en la ruta de la procesión.
Así se dirigen hacia el primer mercado de los diez a visitar, que son conocidos como los Mercados de: Mixcalco; Comidas; Flores; Anexo; Sonora; Sonora Anexo; Nave Menor; Nave Mayor; Desnivel y Baquetón.
Al llegar al primer mercado, el mayordomo y representantes, reciben a la caravana con la primera pieza de “El Hombre de Maíz” misma que resguardaban, se inicia con el pie y lo fijan al retablo de madera.
Entre festejos, cantos y baile, agradecen la recepción y abriéndose paso entre las calles de la Merced, continúa con destino al siguiente mercado, en el que de igual forma se instala la siguiente pieza que conforma “El Hombre de Maíz”, hasta llegar al mercado sede de la obra para colocar el bastón y festejar con los mayordomos que atenderán la escultura de “El Hombre de Maíz” durante un año, donde fue previamente construido un nicho donde permanecerá dicha obra.

EL SIGNIFICADO DE LA OBRA “EL HOMBRE DEL MAÍZ”

La procesión de “El Hombre de Maíz” es un proyecto del artista Alfadir Luna, trabajo gestado en la misma Merced y desde el Seminario de Medios Múltiples de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM.
“El Hombre del Maíz” representa la re-unión de distintos mercados de este “Centro Histórico”, a través de la procesión: acción que camina entre una comunidad religiosa y una comunidad mágica, es decir, entre lazos sociales de testificación y lazos sociales paradójicos.

LA INTEGRACIÓN DE “EL HOMBRE DE MAÍZ”

El Hombre de Maíz está compuesto por diez piezas (tronco, extremidades y cabeza), que en la acción de ser unidas forman la obra.
El mercado mayordomo se encarga de mantener y reparar la escultura que en una primera ocasión fue entregada a distintos representantes de los mercados participantes, quienes pegaron los granitos en la pieza de la obra que les correspondió en esa ocasión, hasta dejarla totalmente cubierta.
Siete días antes de la procesión se reúnen distintos representantes de cada mercado en el sitio en el que se está a cargo de la mayordomía. Allí se lleva a cabo el “desmembramiento” de la escultura y a cada mercado se le entrega una parte de la escultura según el trazo dibujado para el recorrido de la Procesión, que depende del mercado del que se parte y al que se llega.
Durante los días previos a la procesión los mercados resguardan y reparan la parte que les tocó, hasta el día de la procesión en el que vuelve a ser unida.

LOS ESTANDARTES

Los estandartes sintetizan los instrumentos simbólicos que le dan vida e impulsan el trabajo de los comerciantes. Fueron diseñados de manera conjunta con ellos en cada uno de los mercados de la Merced; están hechos con terciopelo de diversos colores con adornos bordados, en los cuales se inscriben frases planteadas por los propios comerciantes, que significan para ellos la estrategia de supervivencia más empleada de cada mercado, como: Nave Mayor: Tradición y Trueque, Marchanteo, Espacio asegurado, Contacto, Acuerdo flexible, Sensibilidad; frases sacadas de acuerdo al trabajo hecho en entrevistas individuales y en grupo realizadas durante la elaboración del proyecto.
A cada uno de los mercados se les obsequió su propio estandarte, que es sostenido por un asta en “T” latonada, mismos que son utilizados durante la procesión anual por representantes de cada mercado que acompañan a la escultura “El Hombre de Maíz” enmarcado con bandas de música de poblados cercanos al Distrito Federal y Grupos Regionales como “los Chinelos” del Estado de Morelos. El estandarte del decágono es el que encabeza a todos los demás.

EL DECÁGONO

Alfadir Luna creó un decágono buscando el símbolo de la unión de los diez mercados fundadores de la procesión en el cual destacan sus diez vértices, identificados con la formación de “El Hombre de Maíz” cuya estructura está integrada también por diez piezas.
En cada vértice se identifica un mercado y una pieza de “El Hombre de Maíz”, vértices que están enlazados entre sí con líneas doradas, todas pasan por el centro del símbolo, en el cual se refleja la fuerza y la unión del presente y el futuro de esa legendaria zona del que es planteado por el artista como “un Centro Histórico” en la Ciudad de México y que finalmente nos lleva al contenido de la obra.

LA MERCED Y SUS DIEZ MERCADOS

Comerciantes y representantes de los diez mercados de la Merced participan de manera individual y conjunta en la preparación y acopio voluntario de requerimientos para la procesión anual, provenientes de personas e instituciones públicas, de carácter administrativo, académico y cultural, hasta el momento todo esto a cargo de Luna.

LA MAYORDOMÍA Y LA TRADICIÓN

Esta nueva tradición fue resultado de diversas pláticas individuales y en grupo efectuadas por Alfadir, con comerciantes y representantes de los mercados de la merced, quienes al conocer el contenido y los alcances de la obra cultural establecieron el compromiso verbal de colaborar ampliamente para llevar acabo anualmente la procesión de “El Hombre de Maíz” con todos los componentes que implica esta iniciativa cultural.
Se propuso y se acordó el compromiso de representantes de esos destacados centros de comercio, para que la responsabilidad anual de la organización de la procesión, la custodia de “El Hombre de Maíz” y de la tradición, esté a cargo de mayordomías, creadas, para que año con año se transmita esa facultad de coordinación socio-económica a cada uno de los mercados a través de sus representantes.
Fue así como en el año de 2008, el 24 de septiembre, se llevo a cabo la primer procesión, el mismo día que los comerciantes efectúan su gran fiesta en homenaje a el día de Las Mercedes.
Aun cuando fueron 10 mercados los participantes fundadores de esta obra cultural, se han ido integrando más mercados del lugar, conservando el objetivo central del proyecto, reflejando en “El Hombre de Maíz”, en la procesión, en los estandartes, en las canastas, en el decágono, en las mayordomías, en el retablo, en el nicho, en la custodia y en la tradición.
Son los mercados: Mixcalco; Comidas; Flores; Anexo; Sonora; Sonora Anexo; Nave Menor; Nave Mayor; Desnivel, Baquetón. Los que forman parte de esta nueva tradición.

EL RETABLO, EL NICHO Y LA CUSTODIA

El Retablo horizontal es una pequeña plataforma hecha de madera barnizada, de aproximadamente dos metros de largo por un metro ochenta centímetros de ancho, con cuatro extremos reforzados para cargarlo; sobre el mismo lleva un asiento.
El retablo y el asiento van cubiertos con tela de satín color vino, fue diseñado para sostener y trasladar a “El Hombre de Maíz” mismo que se va instalando pieza por pieza en el trayecto de la procesión y es llevado sobre los hombros de cuatro de los comerciantes de los mercado. Que se turnan paulatinamente en el recorrido.
El Nicho es un espacio para resguardar y proteger el “Hombre de Maíz” ubicado en el mercado de la nave mayor que se encuentra en el pasillo central de la Nave Mayor  del Mercado de la Merced.
Fue construido en el año 2010. Su estructura se conforma de hierro soldado a la estructura y puestos de la Nave Mayor, con una altura de cinco metros a tres del piso, y seis metros de ancho, que de forma semicircular se cubre parcialmente con tul. Sobre el muro, detrás del lugar asignado a la escultura, se instalaron cilindros metálicos con la función de sostener los estandartes.

GRUPOS FESTIVOS E INVITADOS REGIONALES

A esta procesión anual han asistido acompañantes festivos, identificados por las costumbres y las tradiciones de diversos pueblos como las bandas de música de San Miguel Xicalco y La Magdalena Petlalcalco de la zona rural de la Ciudad de México, ó el baile de “Los Chinelos” que llegan de diversos poblados del Estado de Morelos, que le dan vida y festejan con su alegría contagiosa a todos los participantes el día de la procesión.

LA NUEVA TRADICIÓN DE LA MERCED

Por tercer año consecutivo se llevará a cabo la procesión “El Hombre de Maíz”, el 12 de octubre del 2010, evento cultural basado en un proyecto del artista Alfadir Luna gestado en los 10 mercados de la merced de la Ciudad de México, iniciativa que cobró vida en el año 2008 como parte de una serie de intervenciones en el Centro Histórico, promovida desde el Seminario de Medios Múltiples de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, y financiada en gran medida por el Centro Cultural España.
En el trasfondo de la obra se observa cómo detonar y vigorizar el potencial cultural que tiene la unión de “El Hombre de Maíz”, que simboliza la fuerza de la supervivencia y coordinación social, desde la costumbre y el ejercicio cotidiano que ve transformar y transforma su entorno, pero su contenido e identidad permanece ahí, impávido como testigo y hacedor de la Historia misma, en este caso de los diez mercados de la Merced.