“Avanzan solos gris andrajo de nubes
gris pesadilla bronce herido llamaradas grises
terco pedernal de fantasmas
tierra terracota mineral
insomnes avanzan furor helado
bronce herrumbre ira petrificada
cuerpos sombras sombras cuerpos
ballet de muerte astillas de sueños
avanzan solitarios remotos
ciegos árboles andando atraviesan
puertas piedras palabras
plata roñosa paredes de espejos
lágrimas sin ojos avanzan
reclaman mendigan sueñan
otro infierno distinto
otro infierno
otro.”

Juan Luis Panero.
Poeta español.

Y sigue la marcha andando. Aunque no los vean. Aunque no los oigan.

Del modosito uso político de tocar la pierna a quien se deje al lenguaraz bofetón tabernero median pundonor, descontexto
sexismo lingüístico, anzuelo y falta de humor.

La pregunta tal vez sería si AMLO hablaba de oídas o por experiencia, políticamente hablando.   Y Doña Ruth, ¿porqué ponerse un saco que ni le va ni le queda?

Enjuagues políticos aparte, que Muriño  no es santo de devoción perredista, ni duda cabe.  Eso, sin hablar de su nacionalidad mexicana, tan conforme a derecho para unos o  tan, digamos,  exóticamente correcta  para otros.  Cuestión  tan variopinta como la de un neo español, es decir, un oriundo  de la ahora novísima -por su activo financiero, inmobiliario y energético- Nueva España que exigiera afuerita de La Moncloa derechos de ciudadano español por los añejos genes de la conquista.

En el arte de no llamar a las cosas por su nombre para distraer al respetable la escena política rebosa diatribas y regaños sin destinatario quizá para ocultar descomunales robos, aviesos fines.  Como en los viejos tiempos. Con las mismas mañas,  la misma insidia, la misma rapazada. 

Represión  que no tierra a la vista, se olvida adrede que el horno no está para bollos.

Mejor a otra lector, y comparto con usted La Adelfa, (Alegoría) del poeta español Ángel Crespo, (1926-1995), de su libro  El Ave en su Aire, Plaza Janés Editores, 1985:

“No miro al cielo que se está cayendo
de nubes y de luz, no a las colinas
miro, a las que no sé
subir; no al suelo, lleno
de muertos ignorados y raíces
---sino a la adelfa cuya rama cede
al peso de la flor.”

“Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos...
y sé todos los cuentos.”

León Felipe.
Poeta español. (1884-1968)

Entre la posible recesión del vecino país y la enjundia discursiva el amiguismo como equivocada flagrancia  gubernamental mientras las heroicas Fuerzas Armadas dan cabal lección de eficacia en todo el país.

La inconformidad social se agudiza; por los despachos de Bucareli,  Oaxaca, Cananea, marchas anti TLCAN son ya no focos rojos sino faros escarlata; sindicatos y partidos ponen fecha a sus protestas, todo porque dicen que a nuestras costas  ha llegado no el terrible sino el tremebundo y tenebroso.

Así las cosas, entre costas y costas, los costos. Si el México profundo violentísimo irrumpe,  ¿quién pagará por los errores?

En la prisa por aprobar reformas la estructura social se cimbra, se presagian tiempos duros, la hambruna  afila garras, los hambreadores se frotan las manos. Sostenida por su inapreciable vocación pacifista la sociedad sabe que le pretenden dar gato por liebre.

Entre la criminalización de la protesta social y el cateo sin orden judicial mediará más de un Atenco, mientras diputados y senadores a la romana usanza proseguirán la sana ingestión  de uvas en los balnearios de Cancún a cargo del erario,  por supuesto. Pero solo porque es menester generar acuerdos, proteger los bancos…coralinos,  emprender acciones directas, con castigos draconianos para quienes impidan que las playas mexicanas sean de acceso libre para todos los paisanos. No lo dude ni tantito, por favor.

 Mejor a otra cosa lector, y comparto con usted Spiritual 1, del poeta español Leopoldo María Panero, del libro Narciso, Colección Visor, Madrid, 1979.

“Salí a la calle y no vi a nadie.
Salí a la calle y no vi a nadie.
¡Oh Señor! desciende por fin
porque en el infierno ya no hay nadie”.

“Sí, fue un malentendido. Gritaron: ¡A  las urnas!
y él entendió: ¡a las armas! –dijo luego.
Era pundonoroso y mató mucho.
Con  pistolas, con rifles, con decretos.
Cuando envainó la espada, dijo: dice
La democracia es lo perfecto.
El público aplaudió. Sólo callaron
impasibles, los muertos.
El deseo popular será cumplido.
A partir de esta hora soy –silencio-
el Jefe, si  queréis. Los disconformes
que levanten el dedo.
Inmóvil mayoría de cadáveres
le dio el mando de todo el cementerio.”
Elegido por aclamación.
Ángel González.
Poeta español. (1925-2007)w

Que ahora La Malinche no se irá con Cortés. Al menos eso dicen.

En tanto,  “Todos somos Aristegui” a los cuatro vientos se grita mientras el temible invento francés antaño en democrático desuso mafiosamente se instala en cualquier contra esquina del país. Y a conveniencia se olvida que algunas cositas comenzaron en Cananea.

Relevos que no cambio de timón cuando el Grijalva proceloso espera aguerridas lluvias temporales y funcionarios tridentinos adrede desconocen ya no humanísimos derechos sino Fuente ovejuna en tiempos de Internet.

Neo encomenderos habemos. Pero de la historia se aprende. Eso dicen.

 Distracción, fruslería, eje de la política nacional.
Pan y  circo.  Escalar pleitos entre ciudadanos.
El delito de fumar o la salud como insidia, pretexto fascistoide de seudo defensores del bien común. El apartheid, la discriminación, la intolerancia:  Humo de tabaco contra cortina de humo gubernamental. ¿Objetivo? Tantos como gustéis.  El más visible, ocultar la  inocultable ineficacia en empleo, educación, sustento, vivienda, inflación.

¿Y  las inundaciones de Chiapas y Tabasco, la  pésima calidad del aire, la obscena, ecocida, atroz contaminación de las aguas nacionales, la tala inmoderada, la basura, el ruido, los transgénicos, los medicamentos prohibidos en otros países y de libre prescripción en tierra mexicana, la diáspora por hambre, la inseguridad, la corrupción, los datos públicos  ahora resguardados la friolera de 18 años?

 Pues nada. Silencio, que a callar os mandan. (Obedecer, está por verse) La orden es el orden,  -Orden y nos amanecemos-  así que no hagáis olas. ¿Dónde saltará la liebre? ¿Cuándo el tsunami?

La estrategia,  de mansedumbre falaz: Manipular por medio de tridentinos y oscurantistas  para vender hasta las perlas de La Virgen.

 De Santa Anna a Mandino,  Premio Diciembre 2012 al mejor vendedor.

Mejor a otra cosa, lector, y comparto con usted el poema LII del libro “Señoras y Señores”, Premio Casa de las Américas 1973,  del poeta chileno Fernando Lamberg: 

“En nuestra familia hubo tres presidentes de la Republica:
el primero fue primo de mi bisabuela,
el segundo cuñado de una hermana de mi abuela
y el tercero sobrino en tercer grado del tío político de
   Angélica.
No existe rivalidad, se comprende.
Los tres cumplieron su deber y nadie juzgará a uno
   mejor que otro o peor o inferior o inexistente.
En los libros de historia aparecen sus nombres,
se detallan sus obras,
se analizan sus logros.
Algunos audaces impugnan sus gobiernos.
No todos alcanzan a entender el sacrificio de man-
     tener al país en la buena senda,
este país tan propenso a caer en el mar de los cambios
o a subir en las rebeldías de la cordillera.”