Por AMADA MARIA
CIUDAD DE MEXICO, Estados Unidos Mexicanos, 31 de enero de 2019.- En México, el Día de la Candelaria cierra el ciclo de Navidad y se bendicen las candelas o velas, para iluminar “los caminos espirituales” a la solución de cualquier conflicto. Se acostumbra que, quien obtuvo el niño oculto en la rosca de reyes, haga una fiesta y ofrezca tamales y atole, ambos productos del maíz.
En el mundo indígena, el ciclo de la purificación y penitencia inicia con la fiesta de la Candelaria, continúa con el carnaval, la cuaresma y la Semana Santa, es decir en sentido diferente a la tradición occidental, que empieza con el segundo.
Esta tradición tiene raíces prehispánicas, en muchos pueblos los habitantes llevan a la iglesia mazorcas para que sean bendecidas a fin de sembrar sus granos en el ciclo agrícola que inicia, pues el 2 de febrero coincide con el undécimo día del primer mes del antiguo calendario azteca, cuando se celebraba a algunos dioses tlaloques, según fray Bernardino de Sahagún.
En el centro de México se acostumbra vestir al niño Dios del nacimiento navideño y llevarlo a oir misa, después de lo cual, es colocado en un nicho donde permanecerá el resto del año.
La siembra y las estaciones del año marcan la vida religiosa, social, comercial y cultural de los pueblos, lo cual queda demostrado con las festividades del Día de la Candelaria, que en México se conmemora desde la época colonial.
Conforme a la región y el grupo étnico, la celebración tiene determinadas características, así hay quienes lo hacen con bailes populares, juegos pirotécnicos, procesiones, ferias, música de banda, representaciones teatrales, intercambio de flores, danzas tradicionales y, por supuesto, la bendición al Niño Dios.
En algunos lugares, como en la Ciudad de México, se ha hecho una tradición que a las personas que les tocó el muñeco durante la partida de rosca del Día de Reyes se convierta en el padrino del Niño Dios para cumplir con el Día de la Candelaria.
"Para cumplir con su tarea, el padrino o madrina debe levantar al Niño del pesebre del nacimiento, donde se colocó el 24 de diciembre luego de arrullarlo, en la casa que ofreció la merienda del día seis de enero, ya levantado tiene que vestir al Niño Dios", explicó Alma Solís del Manzano, estudiosa de esta tradición popular.
El ritual del Día de la Candelaria concluye la tarde del dos de febrero, cuando se ofrece la tradicional tamalada, acompañada de chocolate espumoso o atole de diversos sabores.
Todo el ritual que significa la celebración del Día de la Candelaria es resultado del sincretismo de dos culturas y religiones: la católica, que remite a cuando la Virgen María llevó al niño Jesús al templo, y la prehispánica, en la que se llevaban tamales al rendir culto a los dioses.
La tradición prehispánica establecía que se debía llevar tamales cuando se rendía culto a Tláloc, a Chalchiuhtlicue (dioses del agua) y a los tlaloques (ayudantes del primero), quienes derramaban su lluvia sobre la tierra asegurando así buenas cosechas.
Tal festividad se asocia e integra a la celebración católica que también se hace coincidir con la fertilidad de la tierra y los beneficios del agua.
El antecedente remoto de vestir al niño Dios data del siglo VI, cuando se comenzó a celebrar la Fiesta de la Purificación de la Virgen María y se presentaba al Niño Jesús en el templo de Jerusalén, misma que se extendió luego a los países del Medio Oriente.
Años después, está celebración llegó a Roma, donde pasó a formar parte de la letanía. Más adelante, en el siglo IX, se le agregó la ceremonia de bendición de las candelas, palabra de donde se deriva la fiesta del Día de la Candelaria.
La Candelaria Coyoacán
La festividad en honor a la Virgen de la Candelaria venerada en el pueblo de la Candelaria Coyoacán se ve distinguida por el colorido de sus andas que se remontan a la época prehispánica.Elaboradas con flores naturales sostenidas por una estructura de madera son su mayor vista de manera folklórica. Así mismo los habitantes de ésta zona, elaboran tapetes de aserrín pintado lo que marca un alto talento en el manejo de matea acompañada de salvas de cohetes, castillos multicolores, su tradicional atolada (llamada así por la cantidad de atole de pinole que se elabora para mitigar el frio de la noche que es obsequiado a toda la gente) pueblos vecinos que al igual que las comparsas en Europa, realizan caravanas con imágenes religiosas de los pueblos circunvecino
Los tamales, alimento que data de la época precolombina y que forma parte de la dieta de los mexicanos, se sirven calientes, habiéndolos de diferentes variedades, tales como: rajas con queso, verdes, mole con pollo o carne de puerco y dulce. Tradicionalmente se degustan con atole de distintos sabores o café.
En muchas esquinas o entre las calles, principalmente de los barrios populares o clasemedieros de la capital, e incluso de varias ciudades del interior del país, se puede encontrar algún vendedor de tamales.
La mayoría de los mexicanos come tamales durante el transcurso del año, pero el Día de la Candelaria representa una fecha especial para ello. Después de la misa de bendición del Niño Dios se retorna a casa para celebrar el acontecimiento con tamales y atole.
El fraile español Bernardino de Sahagún, en sus escritos, se refiere a la gran variedad de tamales que se podían encontrar en los mercados de aquel entonces y que, incluso, estaban presentes en los banquetes del emperador Moctezuma.
Esta comida tiene mucha influencia azteca. En aquel entonces los tamales los rellenaban con chile dulce, tomate y semillas de zapallo molidas, mezcladas a las carnes de faisanes, codornices y pavos.
Los preparaban con semillas de ayote o zapallo molidas, tomate, miel de abejas y caracoles. Para esto utilizaban carnes de xulo o perro mudo, tepezcuintle, chompipe y venado y los envolvían en hojas de plátano o maíz.
Con la llegada de los españoles, se les agregaron ingredientes traídos de Europa, tales como garbanzos, arroz, aceitunas, alcaparras, pasas y ciruelas, Por lo tanto, el tamal preparado en familia es una mezcla entre lo prehispánico y lo español. Sin embargo, hoy día se degustan regularmente ya sean solos o en torta (se utiliza el bolillo o el birote).
"Tamales de dulce, verdes y mole, o tamales oaxaqueños...de cuál gusta, pásele joven, güerita, señor, de cuál le damos, pásele...", son algunas de las de las frases con las que vendedores ofrecen su manjar en esta gran metrópoli.
Los tamales son antojo de niños, jóvenes y adultos y en cada región del país se elaboran de acuerdo a sus costumbres o preferencias. |