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Del despiporre intelectual 13 (trece)
30 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Recuerda Juan Manuel Rentería Estrada que tu hermana se fue como una gota de lluvia. Limpia como el cielo de abril. Y como la brisa de la mañana, retornó a la verdadera vida.

Nosotros ofrecemos una plegaria por ella y sus seres queridos.

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José Vasconcelos, el Negrito Poeta, de quien ya hemos aquilatado un buen número de ejemplos jocosos, lanzó a una hermosa muchacha, a quien un palurdo acababa de decirle que era linda como la plata, este requiebro:

Mal haya te maltrata

diciéndote, sin decoro,

que eres linda cual plata,

siendo hermosa como el oro.

El general Vicente Riva Palacio, poeta, historiador, periodista y militante liberal se vio un buen día convertido en diputado federal, de dedo, por el distrito de San Gabriel, del Estado de Jalisco.

Con tal motivo escribió a Juan de Dios Peza, con quien solía cartearse en verso:

Lo de San Gabriel es grave,

y no sé si acepte yo

para el Congreso la llave

de un Distrito que no sabe

ni qué madre me parió.

Guillermo Prieto, el venerable prócer de la Reforma, tenía por costumbre pasear (a sus ochenta años) en compañía de Luis González Obregón, quien consigna la anécdota, y contestar con afabilidad el saludo de cuanto transeúnte encontraba.

Y cuando un día su acompañante habitual le preguntó si conocía a cuantos le saludaban, el joven anciano le contestó inmutable:

-No, hombre. Ve tú a saber que madre los echó al mundo.

Y continuó sonriente, saludando a diestra y siniestra.

Luis Cabrera, ideólogo del carrancismo y polemista indomeñable, hacía desternillarse de la risa a sus nietos al conjugarles el verbo morir, que era considerado por él como el más irregular de todos los verbos:

Yo muero,

tu falleces,

el sucumbe,

nosotros nos restiramos,

vosotros os petateáis,

ellos se pelan.

Hace algunos años visitamos a don Alfonso Reyes para mostrarle unos poemas nuestros, lo que le disgustaron de plano pues los encontró demasiado retóricos, sobrecargados de intención política y de amargura social, juicio con el que seguimos estando de acuerdo. Charlamos sobre diversos tópicos entre ellos el de la función crítica en nuestras letras, a la que calificó de poco menos que nula. Al nombrarle a José Luis Martínez el más reconocido crítico literario de ese entonces, don Alfonso opinó así de él:

Es un pinche acomodador de literatos. Como los mozos de las salas cinematográficas, se la pasa con linterna en mano, buscando asientos vacíos para todos los que llegaron tarde a la función.

El relajo humorístico más que las drogas, la homosexualidad o la diplomacia, es un pasatiempo muy propio de intelectuales. Pero hay también humoristas de oficio, profesionales de la ironía o del sarcasmo, duendes risueños que se nos aparecen cuando menos lo esperamos como singulares magos del regocijo y que generalmente cometen sus travesuras, si así puede llamárselas, en los bosques apretados de letras de los periódicos o de las revistas.

Ellos son los epigramistas:

Tomás Perrin, cuando Miguel Alemán estaba al frente del Poder Ejecutivo, ponía en labios del cachorro de la Revolución, ahora convertido en cachorro del turismo nacional, la siguiente letra, cantada a ritmo de chotis:

“Madri, Madri, Madri….

-con e en lugar de i-

en México se piensa mucho en ti. “

Juan García Jiménez comentaba de esta manera el nombramiento que como colaboradores de su régimen otorgó Adolfo López Mateos a siete expresidentes de la República:

Entraron al Gabinete

-sin consultar a ninguno-

7 sabios de membrete.

Si no podemos con uno,

¿qué vamos a hacer con 7?

Y cuando el mismo López Mateos hizo entrega del poder a Gustavo Díaz Ordaz, Francisco Liguori despidió así a ALM:

Se acabaron los paseos,

¡ oh paladín de la paz!

Ya te vas, López Mateos.

López Mateos, ya te vas.

Y te vas haciendo feos,

pues hiciste a Díaz Ordaz.

Por último, cuando el exmandatario yacía inconsciente, víctima del aneurisma que finalmente lo llevó a la tumba, Don Luis escribió:

Aunque parezca una broma

diré a los facultativos:

López Mateos no está en coma,

está en puntos suspensivos.

Y más recientemente, con motivo de la contienda preelectoral para el gobierno del Estado de Michoacán, en la que participaba el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y los licenciados Enrique Bravo Valencia y Carlos Torres Manzo Don Luis comentó:

Todo Michoacán opina

con agudeza analítica,

que ahora la lid política

va a convertirse en taurina.

Hasta donde a ver alcanzo

cierto taurino remedo,

es que hay un “Bravo” y un “Manzo”

con un “cárdeno” en el ruedo.

Otras veces los papeles se invirtieron y son los propios políticos quienes se ven tentados por el demonio de la risa:

Calles:

-Nos hemos fijado en usted, para ocupar la presidencia de la República, en virtud de su indudable cepa revolucionaria.

Cárdenas, con gesto imperturbable:

-Perdone la ignorancia, mi general, pero ¿qué es cepa?

Don Plutarco, sorprendido por la pregunta y mesándose los cabellos.

-Pues cepa es…. ¡sepa la tiznada! Lo importante es que usted será el próximo presidente de México.

En Veracruz se cuenta que durante una ceremonia al aire libre presidida por Gustavo Díaz Ordaz y Fernando López Arias, este

último, ante el panorama de un cielo preñado de nubarrones, musitó al oído de GDO: ¿Qué días tan horribles, verdad?

A lo que Díaz Ordaz replicó

-Pues sí, señor gobernador. No pensará usted, sin embargo, que los López son muy hermosos que digamos.

Pocos días después del genocidio de Tlatelolco, un reportero que se pasaba de listo hurgó en Carlos Madrazo la posible participación de éste como cerebro del movimiento estudiantil.

El viejo zorro tabasqueño sonrió ante la ingenua inquisitoria y aclaró al chico de la prensa:

-No, jovencito. Yo soy de los Madrazos de Tabasco. No de Tlatelolco.

La anécdota constituye, después del epigrama uno de los instrumentos mejor utilizados por el mexicano para la crítica, la sátira o la burla política. Hacer un epigrama, cuando se desconoce el manejo de la preceptiva literaria, no es cosa sencilla, aunque así lo parezca.

En cambio, referir una anécdota, prohijarla e inclusive inventarla (esto último sucede en el noventa por ciento de la producción anecdótica), requiere solamente de un poco de imaginación y otro tanto de ingenio.

Pero no solo de políticos y de intelectuales vive el humorismo del mexicano. La vida en broma del pueblo se bifurca por senderos inesperados y es difícil encontrar lugar público o privado en donde no aparezca la huella de su inagotable buen humor.

Entramos a una pulquería, empujados ahí por una necesidad fisiológica, y lo primero con lo que nos topamos es con esta llamada de atención, suscrita por Don Pueblo:

Hizo el hacedor Divino,

para el andante el camino,

el trono para los reyes,

las hembras para los machos,

el agua para los bueyes,

y el néctar de los magueyes

pa´ nosotros los borrachos.

Cierta vez espulgando en el mercado de artesanías, nos atrajo los ojos un azulejo poblano con una angustiada plegaria que hoy luce en la pared de nuestra oficina:

¡Oh, Señor, Señor, Señor:

mándanos llanto y dolor,

mándanos males añejos

pero lidiar con pendejos

no nos lo mandes, Señor!

En lugares estratégicos de un templo del centro de la capital, a donde acude gente de lo más popoff, fueron sendos y elocuentes avisos:

¡CUIDADO CON LOS LADRONES!

Póngase la mano encima

si trae bolsa sin botones.

Recuerden los feligreses

que aquí no hay reclamaciones.

Las paredes de las prisiones, las defensas de los automóviles, las bardas de los predios baldíos, los costados de los autobuses, los gabinetes de madera de los cafés chinos, los pizarrones de las aulas universitarias, las pancartas de los desfiles obreros y hasta los gorros que usamos en temporada de carnaval, son algunos de los innumerables murales en los que el pueblo pone en práctica sus capacidades humorísticas.

Y como la mascarada es cosa de todos los días, el mexicano nace, crece, se reproduce y muere con la sonrisa a flor de labios y el meollo de la tragedia en la raíz del alma.

Su conducta nos recuerda el diálogo (mitad escepticismo vacuo y mitad optimismo acobardado) entre un anciano ahíto sus perspectivas vitales:

-Maestro ¿Qué remedio existe para este mal torturante de no vivir plena mente?

Y el maestro, poniendo en práctica su propio consejo:

-Sonreír.

-Y después?

Reír de todo. No hay más remedio. craveloygalindo@mail.com

 


Judíos en México desde entonces
29 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Al cumplirse en 2021 los 500 años de la caída de Tenochtitlan y de la fundación de la ciudad de México es el momento adecuado de recordar estos acontecimientos con la nueva visión de la historia, porque la historia oficial se olvidó de los personajes de ascendencia judía y de las causas que los trajeron a estas tierras.

El primer judío en llegar a México, que entonces era Mesoamérica, fue quizá Alonso de Ávila, quien en noviembre de 1518 se unió -como uno de los diez capitanes- a la expedición de Hernán Cortés que partió de Cuba en febrero de 1519 y culminó con la conquista de Tenochtitlan en 1521.

En la conferencia virtual que con el tema “Alonso de Ávila, judío converso, conquistador y capitán de Cortés en la conquista del nuevo mundo” ofreció a los miembros de la Academia Nacional de Historia y Geografía (ANHG), patrocinada por la UNAM, así lo expuso el arquitecto Manuel Gamio Petricioli.

Dejemos a la escritora e historiadora doña Norma Vázquez Alanís, nos lo platique en detalle.

Alonso de Ávila nació en la judería de Toledo en 1486 (murió en 1542 en Nueva Galicia adonde participaba en campañas militares) y para 1512 llegó a La Española, hoy República Dominicana, donde fungió como tesorero real.

Había sido secretario de la reina Isabel la Católica, lo que le permitió desarrollar una carrera burocrática con la que logró un encumbramiento social y económico, para el que no fue obstáculo su ascendencia judía.

Perdió el cargo de tesorero real porque tuvo problemas con la justicia por un casamiento ilegal con Elvira Guillem, así como por no entregar el estado de cuentas de los impuestos recaudados.

Sin embargo, se enroló en las huestes de Cortés, quien armó su ejército con financiamiento y préstamos de judíos conversos, es decir, aquellos que tras el Edicto Real de Granada de 1492 decidieron quedarse en España y después de ser sometidos a un juicio por parte de la Santa Inquisición se les declaraba convertidos al cristianismo.

Así llegó a lo que hoy es territorio mexicano, y cuando Cortés arribó a la que llamaría Villa Rica de la Vera Cruz, Alonso de Ávila

apoyó la proclamación de Cortés como Capitán General y de Justicia Mayor.

Cortés lo nombró tesorero del rey para llevar el control del Quinto Real.

En noviembre de 1519, en Tenochtitlan, junto a Cortés y otros capitanes, De Ávila estuvo presente en el arresto de Moctezuma, de forma que, junto con Pedro de Alvarado, Juan Velázquez de León y Francisco de Lugo tuvo a su cargo la custodia del tlatoani.

En 1522 Cortés nombró a Alonso de Ávila alcalde mayor de México y ese mismo año lo envió a Castilla, junto con Antonio Quiñones, para llevar el tesoro de Moctezuma o el Quinto del Rey de la conquista de Tenochtitlan, pero en su trayecto el barco en que viajaban fue atacado por piratas franceses al mando de Jean Fleury, que les robaron el oro, la plata y tres carabelas.

De Ávila estuvo preso durante dos años en Francia hasta que logró pagar su propio rescate.

Alonso de Ávila tardó dos años en pagar su propio rescate al pirata Fleury, luego de lo cual llegó a Madrid y vio al rey, quien lo mandó de regreso a América, esta vez a Mérida como tesorero real.

Los hijos de González de Ávila, Gil y Alonso fueron decapitados en 1566 por haber participado en la conspiración contra la Corona, emprendida por Martín Cortés (hijo del conquistador), mientras que el menor de ellos murió ahogado en una letrina y la única mujer -ingresada en un convento porque se había enamorado de un mozo mestizo- se ahorcó.

Nora Ricalde relata esta historia en su libro La monja que se ahorcó. Según relatos, los tres hacían fiestas en las que recreaban la caída de Tenochtitlan, Martín Cortés vestido como su padre y alguno de los hermanos De Ávila como Moctezuma.

En el lugar donde estaban las llamadas casas De Ávila, que se ordenó fueran derruidas y el terreno sembrado con sal, se colocó una piedra consignándolos como traidores para que no se olvidara el hecho; dicha lapida está ahora en el Museo del Templo Mayor. Los predios quedaron llenos de basura por mucho tiempo hasta que Melchor Pérez de Soto los compró e hizo su casa, pero tiempo después se le acusó de tener en su biblioteca libros prohibidos y fue condenado a prisión en una mazmorra de la Santa Inquisición donde perdió la razón.

No se ha olvidado el papel de los judíos en la conquista agrega doña Norma.

El obispo de México desde 1528, fray Juan de Zumárraga, acusó de herejía a Alonso de Ávila, quizá el primer judío en llegar a Mesoamérica, pues alegó que a pesar de ser converso, tenía un crucifijo abajo del suelo y lo pisaba cada vez que hacía un juramento, pero lo que pretendía quien también era inquisidor apostólico del obispado de México, era despojarlo de sus bienes, se aseguró en una conferencia Manuel Gamio Petricioli.

Añadió que ese ardid falló porque De Ávila avisó a un amigo, también judío converso, quien lo salvó.

Y como dato curioso, dijo que en la cripta de los arzobispos que está en los sótanos de la Catedral de la Ciudad de México, se puede ver la tumba de Zumárraga, donde hay un cráneo perteneciente al antiguo templo de Huitzilopochtli, dios al que tanto miedo le tenía el religioso.

Recordó que fue en 1492 cuando concluyó la reconquista de España sobre los moros, y que el Edicto Real de Granada obligaba a la conversión de los judíos al cristianismo. Y quienes rechazaban hacerlo, eran expulsados de los reinos.

De suerte que los judíos conversos eran aquellos que tras el Edicto Real de Granada decidieron quedarse en España, pero fueron sometidos a un juicio por parte de la Santa Inquisición para poder declararlos convertidos al cristianismo.

La mayoría de ellos eran cultos y tenían profesiones, algunos eran médicos, otros contadores o tesoreros, por lo cual tenían mucho porvenir tanto en España como en América.

Hubo cripto-conversos, es decir, que llevaban los mandamientos cristianos al pie de la letra, pero los sábados respetaban los ritos de su religión. Así, practicaban de manera paralela los dos credos, y para poder evadir las delaciones contaban con el apoyo de judíos conversos quienes, mediante un pago, los asistían los sábados para hacer los alimentos y las labores del hogar, así como mantener encendidas las luces, porque la ausencia de iluminación y movimiento en alguna casa en ese día de la semana, era motivo de denuncias.

En1508, por pago de conversos se recaudaron 20 mil ducados de oro y gracias a esa retribución monetaria les regresaron las propiedades que les habían sido confiscadas; posteriormente se les vendió el derecho a ocupar cargos públicos y a participar en las expediciones de conquista.

Los nuevos cristianos eran hijos de los judíos conversos perdonados y heredaban todos los bienes de sus progenitores hasta

que el rey les prohibió, a través de las Leyes Nuevas, que legaran sus propiedades a los vástagos.

Precisó el conferenciante que, quienes vinieron a la conquista, fueron los judíos sefarditas que vivían en los reinos de Castilla y de Aragón.

Al respecto, la académica e historiadora ecuatoriana avecindada en México, Alicia Albornoz, comentó que los judíos expulsados de España se fueron primero a Portugal, de donde luego también los echaron y se trasladaron a Holanda, país cuya reina gestionó que viajaran a la Nueva España.

Mientras que el doctor Stephen Murray relató que el irlandés Guillén de Lampart llegó a México en 1643 en la comitiva del virrey Diego López de Pacheco, con el encargo de hacer una investigación sobre la Inquisición para poner al descubierto la corrupción que había en esa institución durante el siglo XVI.

En este sentido, Gamio Petricioli opinó que en la Nueva España la Inquisición era distinta a la de España, donde había un statu quo con ellos, pero ser judío ahí era muy difícil por la religiosidad del pueblo.

El rabino Moisés Cohen de Tordesillas decía que ellos dependían del rey porque, si el pueblo hubiera podido, los hubiera masacrado.

Los judíos se dedicaron a la usura porque no podían ejercer sus profesiones, no tenían propiedades y vivían en casas rentadas a la Iglesia para estar bien con ella.

Lo que tenía en España un judío, eran cosas que se podía llevar con él cuando fuera necesario huir, finalizó el conferenciante.

Por último, la presidenta de la ANHG, Elizabeth Rembis Rubio, apuntó que la Santa Inquisición era un tribunal que alegaba situaciones religiosas para hacerse de bienes y fortuna.

Así, dicen, se hizo rica la Iglesia.

craveloygalindo@gmail.com

 


El despiporre intelectual 12 (doce)
28 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

El común de la gente imagina a los intelectuales, a los artistas, a los poetas, a los pintores, a los músicos, a los filósofos y a los sabios, a todos los dadores de belleza y de sabiduría, en una palabra, como seres raros, impersonales, etéreos e intangibles.
 Se los representa de mil formas, los idealiza de mil modos, y no hay manera de que los acepte tal como son en realidad:

hombres de carne y hueso, con todos los defectos y todas las virtudes del ser humano.


Este falso concepto cobró vigencia desde los días en que los griegos comenzaron a tomar muy en serio aquello de que Platón se llevaba de cuartos con Zeus y de que era el intermediario intelectual entre éste y los hombres; aquello de que Sócrates era tan modesto que solo aceptaba saber no saber nada de nada, al grado de ingerir la mortal  cicuta porque desconocía el contenido de la copa que les ofrecieron, y aquello otro de Diógenes, su cinismo conmovedor, su tonel-habitación su linterna inservible y la tortuga voladora que le dio muerte.


Siglos después un Lord apellidado Byron obligaba a santiguarse a los estirados y santurrones ingleses de su tiempo, con el cuento de que tenía tratos con el demonio, bebía sangre de recién nacido utilizando para ello un cráneo humano y sostenía relaciones de amasiato con una sirena del Mar Egeo, que de paso, inspiró muchos de sus hermosísimos versos.


En Francia, a la mitad del siglo pasado, Baudelaire Rimbaud, un par de poetas geniales y auto publicistas inigualables, trajeron de cabeza a sus compatriotas con la novedad del uso del opio y el hashish, y al morir fieles a tal adicción, crearon con su ejemplo una cofradía que todavía perdura y que se ha extendido a nivel mundial, de entusiastas fumadores de yerbas divinas, Las Flores del Mal , de Charles Baudelaire, es un libro de poemas inspirado, según Armando Carlock, en el beleño, el glaucio y la amapola, florecita ésta última aparentemente inofensiva a quienes los narcotraficantes de Nayarit y Sinaloa suelen cantarle :


          Amapola morada
         de los campos de Tepic,
         si no estas enamorada
         enamórate de mí.

Aquí en México, contamos también con auto promotores fenomenales.

Manuel Acuña, por ejemplo, no vaciló en echar mano del último recurso, el suicidio, con tal de proyectarse hacia la fama perdurable.

Otros, sin duda más inteligentes que él, utilizaron medios publicitarios menos desagradables y más efectivos.


Tal es el caso de Diego Rivera, uno de los grandes de nuestra pintura y el más simpático de los mentirosos, que embobó con su mitomanía impar a los ingenuos mexicanos de hace cuatro décadas.

Diego contaba a quienes quisieran creerle, y había numerosos admiradores suyos que le creían, pues de otra manera el ilustre mitómano les hubiese parecido un mafufo insufrible, que a los tres años de edad se desayunaba con deliciosos alacranes en su jugo, se atragantaba, a la hora de la comida, con suculentas víboras de cascabel en adobo, y en la merienda engullía golosamente apetitosas tarántulas empanizadas.
Afirmaba, además que a los seis años pronunció un discurso blasfemo y comunizante en la catedral de Guanajuato, irreverencia por la que estuvo a punto de ir a la cárcel, y que a los ocho hubiera procreado su primer hijo, si su novia, de solo siete, no hubiera abortado accidentalmente.

La mitomanía autopublicitaria y consciente de Diego, sarampión que cundió en otros espíritus igualmente imaginarios como Manuel Rodríguez Lozano, ese otro grande de la pintura, que contaba maravillas de su vida, terminó por hacer erupción escandalosa en el enfant terrible  de la pintura efímera llamado José Luis Cuevas, un megalómano que hasta la hora de ir al W.C. acostumbraba hacer su publicidad, no obstante lo cual no logra aún convencer ni a su propia claque de la Zona Rosa.

En uno de sus desplantes auto promocionales, por cierto, Cuevas se declaró, hace algún tiempo, enemigo acérrimo del tabaco, del café, del alcohol, de la mariguana, de los hongos alucinantes y del LSD, lo que hizo clamar al epigramista Don Luis:

         Su declaración sucinta
         me ha dejado de una pieza:
          Si es verdad tanta belleza,
         ¿Por qué pinta lo que pinta?

Pero el león, afortunadamente, no es como lo pintan ni los intelectuales como se los imaginan sus legionarios admiradores.

Ellos son simples mortales, hombres a secas, buenos, malos, afables, ceñudos, virtuosos, intemperados, ensoberbecidos, humildes, apolíticos, politiqueros, muy machos, muy marimachos, geniales, mediocres, egoístas, temerosos, abstemios, borrachos, antigobiernistas, buscachambas oficiales, miembros del PCM, militantes del Opus Dei, achichinqules de la CIA y un millón de cosas más , pero ante todo intelectuales, es decir hormigas sociales que se ganan la vida con el sudor de los sesos, así como otros insectos pensantes se la ganan con el de la frente, de las manos, de los pies, y más frecuentemente de lo debido, con el sudor de salva sea la parte.

¿Por qué, entonces, los intelectuales no iban a distraer sus ocios, a echar relajo, reírse del prójimo, criticar al gobierno, a pintar leyendas en las puertas de los inodoros, a inventarle una calumnia malévola a la suegra, a dedicar unos versos impúdicos al amor o a pergeñar  cuentos colorados de curas, de pericos, de pitecos, de jumentos, de gendarmes (no se tome esto como una asociación de ideas), de burócratas y de políticos?

El relajo intelectual existe, rebulle en las mesas de los cafés y de las cantinas, en los gabinetes de los eruditos, en las cátedras de adustos profesores de filosofía, en los estudios de los pintores, en las salas de concierto donde ensayan extasiados músicos, en los cuartos de azotea de los poetas (buhardilla suena a folletín del siglo pasado), en los relatos de algún sobreviviente de épocas lejanas o  en las páginas amarillentas, quizá de tanto dormir, de un libro olvidado.

Y por si alguien dudara todavía de su existencia, aquí están las pruebas:

Tiempo después de la toma de Tenochtitlán, cuyo saqueo produjo buenos dividendos a Hernán Cortés y a sus paniagudos, algún descontento hizo llegar hasta las manos del codicioso conquistador este anónimo:

                            Cortés, quemaste los pies
                            a Cuauhtémoc por el oro,
                            y aqueste es el día que añoro
                             que a este súbdito le des
                             una brizna del tesoro
                            aunque lo escondas después. 

A Sor Juana Inés de la Cruz un galanteador suyo, a manera de halago, le envió unos versos en los que comparaba con el ave fénix, simil que la monja, entre otras sutiles consideraciones, agradeció así:

                            El lo dice; y de manera
                              eficaz le persuade
                            que casi estoy por creerlo,
                             y de afirmarlo por casi.
                            ¡Qué fuera, que fuera yo
                             y no lo supiera antes!
                            Pues ¿quién duda que es el fénix
                             el que menos de sí sabe?....
                             Yo no pensaba en tal cosa,
                            mas si él gusta de graduarme
                            de fénix, ¿he de echar yo
                            aqueste honor en la calle?


Pero ¡Aqueso no!
No os veréis
                            con este fénix, bergante;
                            que por eso está encerrado
                             
debajo de treinta llaves.

craveloygalindo@gmail.com

 

Del despiporre intelectual 11 (once)
25 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

En referencia al día de San Juan el Bautista y el agua debemos reconocer, que el clima a nuestro alrededor, cambia de un día a otro, de un minuto a otro.

Sin avisarnos por escrito.

Tal parece que nos bañan con piedad o sin ella, las Nubes que nos hacen inclemente nuestro día cuando estamos afuera, pero también nos influye cuando estamos adentro.

Es algo con lo que la humanidad siempre ha tenido que lidiar.

Prepárate. Paraguas, gabardina, zapatos. Y calma. Mucha calma.

Debemos considerar que las inundaciones, se deben a nuestro descuido con la basura.

Y no culpar, como de todo a las autoridades.

Estas Nubes, las nuestras, contribuyen a calmar los ánimos.

El humorismo de Ledezma, sin embargo, baja de tono en otras ocasiones, sin perder su inevitable matiz satírico

-Muchacho, lleva este apunte

a Don Blas el de “La Selva “,

y dile que lo devuelva

después de que lo trasunte.

-Ya entiendo: llevo a Don Blas

este papel y le digo

que lo devuelva conmigo

después de untárselo atrás.

Fue también un malabarista ortográfico, como lo demuestra la correspondencia que se suscitó entre él y Ramón del Valle, cuando este otro ingenioso humorista le envió la siguiente cuarteta laudatoria:

A Samuel (Luis G. Ledezma)

Samuel (coma) voto a tal

que tus versos todos juntos

son magníficos (dos puntos)

muy buenos (punto final)

A Ramón Valle

Leí con (admiración)

y al ver tu rima preciosa

(coma) me dije Ramón

(punto y como) pero son

buenos mis versos o es cosa

de sueño (interrogación)

La respuesta no me callé

El autor de aquella letra

(otro punto y como) Valle

(nueva coma) así lo impetra

Este vate de mal talle

Tonto (coma) rudo (etcétera)

De los disparates gusto

con mis versos repulsivos

y (entre paréntesis) justo

son duros como incisivos

(otra coma) causan susto

y charla (puntos suspensivos)

Con que así diga el autor

del ingenioso cartel

que encuentra de halagador

cuando emborrona papel

tan rústico trovador

como el estulto.

De Antonio Plaza.

Ningún poeta mexicano, incluidos Manuel Acuña, Amado Nervo y Ramón López Velarde (para citar sólo a los que más se han acercado a la veneración popular), logró adentrarse en la sensibilidad del pueblo, convirtiéndose en cantor de sus grandezas y miserias, de sus virtudes

y sus vicios, de sus altanerías y de sus frustraciones como Antonio Plaza.

Ninguna voz poética más viril que la suya para zaherir al poderoso, para maldecir al perverso y defender al humilde.

Su verdad, como acertadamente ha observado Rubén M Campos, quema como gota candente de plomo sobre carne viva.

Su poesía, corrosiva y caustica, solda o amputa, absuelve o condena, según el grado del mal en cada organismo y en cada espíritu, sin que el poeta se preocupe del efecto, lo que le ganó el amor al pueblo.

En muchas ocasiones hemos oído a un obrero, aun chofer de taxi, a un fígaro de barriada, a una mariposilla irredenta o a un militar inválido y desencantado de sus servicios a la patria, declamar de memoria Antonio Plaza, algunas veces sin conocer sin conocer siquiera la procedencia de los versos.

Y que el pueblo prohíje la voz de un poeta, que la haga la suya y que como tal la transmita a los demás, es un fenómeno que se ha producido en la historia de la literatura mexicana en honor de muy pocos: Sor Juana, El Negrito Poeta, Guillermo Prieto, Luis G. Ledezma, y en la actualidad Renato Leduc.

Pero no solamente la poesía de Antonio Plaza, sino también su vastísima producción festiva, son ya hijas del sentimiento popular.

La selección que de él presentamos, por lo consiguiente, de lo menos que puede dejarnos satisfechos es de su novedad:

Una autobiografía Heroica

El éxito no fue malo

tuvo siempre sus olores

y volví pisando flores

con una pata de palo.

Epigramas

Dijo la niña Isabel:

cuando con Juan se midió:

-No somos iguales: él

tiene un dedo más que yo.

Mariquita, ella tan viva,

una noche resbaló,

y aunque cayó boca arriba

el vientre se le inflamó.

Y ¿cómo es el diablo, madre?

Dime, para entretenernos.

-Es viejo, feo y con cuernos.

-No sigas: ese es mi padre.

Iban a matar a un chivo

y Cenobio lo evitó.

su mujer le preguntó:

¿Para qué lo quieres vivo

cuando es inútil así?

El dijo entonces: “Señora,

lo que hago por él ahora

mañana lo harán por mí.

Doña Manuelita Ocio

un pleito tiene enredado;

pero no encuentra abogado

que le mueva su negocio.

Lindos pies te han dado Dios

Bien mereces otros dos.

Hicieron guarda de aduana

marítima a Juan Castillo,

y a poco su bella hermana

resultó con un chiquillo.

Él, muy enojado, pronto

quiso matar al trofeo;

Pero ella le dijo: ¡Tonto!

¿Quieres perder el empleo?

Ya no ejerce el doctor Lario:

¡eso si es humanitario!

Algunos epitafios

Isabelita Meneses,

siendo tan pobre y tan bella,

al cielo se fue doncella

pues murió a los quince meses.

La hermosa doña Ventura

descansa aquí boca arriba,

porque cuando estaba viva

le gustaba esa postura.

El chapucero Canuto

Hace un año aquí llegó

Pagó a la tierra tributo….

-Fue lo único que pagó.

El Burócrata Dorantes

Aquí reposa, como antes.

craveloygalindo

 


Sobran intelectuales de derecha. Y de izquierda.
25de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

No podemos dejar para después el comentario de la escritora doña Teresa Gil, en donde habla, con conocimiento de causa de los Intelectuales de derecha.

Intelectuales que aprovecharon dinero del pueblo y lo traicionan, son el yerro del periodismo. Que sobran, añadiríamos nosotros.

No se olvida que hay dos proyectos en juego; uno es del pueblo.

Y pregunta si devuelven algunos intelectuales lo que el pueblo invirtió en ellos o quieren seguir sacando.

Porque dice que el conocimiento, si no transforma no sirve.

Acumular títulos, nombramientos y una curricula larga y tendida, sirve para el regodeo autobiográfico o para que los periodistas que quieren resaltar los méritos de su entrevistado, se den vuelo con sus haberes.

Falsa concepción cuando ese conocimiento no ha sido puesto a disposición de quien pagó estudios y sacrificó a otros sectores para pagar universidades, maestrías, doctorados o envíos al extranjero.

Y ese que pagó y dio becas, es el pueblo. Y éste, hay que reconocer, no lo hace gratuitamente. Lo hace para recibir la compensación que justamente merece.

El resultado expresado en esa alta preparación es con el fin de que sirva al resto de la población.

No es una selección al desgaire, aunque en algunos organismos que la hacen, privilegian a amigos o a familiares.

Es la búsqueda de invertir en privilegiados, en un conocimiento que será invertido más tarde.

Se insiste en que intelectuales que aprovecharon dinero del pueblo y lo traicionan, son el yerro del periodismo.

En la inversión pública hay un oportunismo valioso que intenta arropar talentos para que esa inversión fructifique.

Los resultados pueden ser de todo tipo y tiene mucho que ver con el estado que hizo la inversión.

Aquellos científicos que creó el nazismo sirvieron para mostrar la eficacia de los hornos crematorios y la utilización de las partes físicas, para los experimentos más inhumamos, entre otros horrores.

Países de tiempos más cercanos, Cuba por ejemplo, han utilizado esos conocimientos para desarrollar su ciencia, su educación

y la salud, y que ahora se enfrenta al daño por los avatares de un bloqueo que se extiende a las vacunas.

Lo inhumano de los que bloquean, es el mundo de los poderosos que quisieran desaparecer a partir de la negación, de la lucha en la que está inserto el conocimiento.

Eso se veía en los viejos regímenes, como el feudal, en el que se conservaba a los siervos analfabetas y en el caso de las haciendas en México, en donde los peones eran iletrados porque así le servían más al hacendado.

Y nos pregunta si Zaid, Krause, Camín., et al, intelectuales mexicanos, ¿sirven al país?

Gabriel Zaid un importante escritor y poeta regiomontano (La poesía en la práctica 1985) salió del escondite en el que ha estado durante décadas no solo al negar su rostro y su palabra hablada, sino con la actitud defensiva a quien viole esa decisión.

El gran fotógrafo Pedro Valtierra artista de altos niveles, reconocido a nivel internacional, publicó una fotografía de Zaid en 1993 y ardió Troya.

El originario de Monterrey lo demandó e hizo un escándalo. Ahora salió para llamar a no votar por Morena, pero si hacerlo en las urnas para impedir “vía libre a Morena”.

Lo hizo en un artículo publicado en el diario de derecha Reforma.

El valor de algunos intelectuales que México ha tenido se han manifestado en muchos aspectos de la ciencia, la economía, la literatura el arte, entre otros.

Varios nombres luminosos nos deslumbran desde el pasado y actualmente, premios Nobel, escritores, poetas, científicos.

Pero hay sectores que se han acogido a grupos, a un intelecto porfiado de dar cátedra para enfrentar proyectos a los que no apoyan.

Lo vemos en el caso del grupo de Letras Libres y Nexos, ahítos de premios y menciones, pero alejados del pueblo mexicano.

Sectores desde donde se ha creado una embestida permanente contra el actual proyecto de la 4T, que ha llegado incluso a los insultos.

Y que ahora pretenden con la fuerza de sus nombres un tanto averiados, llamar a la insurrección del voto para confirmar sus intereses. No los del pueblo.

O la concepción de pueblo que ellos tienen, el que acunó generoso su vida lujosa y que quieren que todavía lo siga haciendo.

craveloygalindo@gmail.com

 


Sobran intelectuales de derecha. Y de izquierda.
24 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

No podemos dejar para después el comentario de la escritora doña Teresa Gil, en donde habla, con conocimiento de causa de los Intelectuales de derecha.

Intelectuales que aprovecharon dinero del pueblo y lo traicionan, son el yerro del periodismo. Que sobran, añadiríamos nosotros.

No se olvida que hay dos proyectos en juego; uno es del pueblo.

Y pregunta si devuelven algunos intelectuales lo que el pueblo invirtió en ellos o quieren seguir sacando.

Porque dice que el conocimiento, si no transforma no sirve.

Acumular títulos, nombramientos y una curricula larga y tendida, sirve para el regodeo autobiográfico o para que los periodistas que quieren resaltar los méritos de su entrevistado, se den vuelo con sus haberes.

Falsa concepción cuando ese conocimiento no ha sido puesto a disposición de quien pagó estudios y sacrificó a otros sectores para pagar universidades, maestrías, doctorados o envíos al extranjero.

Y ese que pagó y dio becas, es el pueblo. Y éste, hay que reconocer, no lo hace gratuitamente. Lo hace para recibir la compensación que justamente merece.

El resultado expresado en esa alta preparación es con el fin de que sirva al resto de la población.

No es una selección al desgaire, aunque en algunos organismos que la hacen, privilegian a amigos o a familiares.

Es la búsqueda de invertir en privilegiados, en un conocimiento que será invertido más tarde.

Se insiste en que intelectuales que aprovecharon dinero del pueblo y lo traicionan, son el yerro del periodismo.

En la inversión pública hay un oportunismo valioso que intenta arropar talentos para que esa inversión fructifique.

Los resultados pueden ser de todo tipo y tiene mucho que ver con el estado que hizo la inversión.

Aquellos científicos que creó el nazismo sirvieron para mostrar la eficacia de los hornos crematorios y la utilización de las partes físicas, para los experimentos más inhumamos, entre otros horrores.

Países de tiempos más cercanos, Cuba por ejemplo, han utilizado esos conocimientos para desarrollar su ciencia, su educación

y la salud, y que ahora se enfrenta al daño por los avatares de un bloqueo que se extiende a las vacunas.

Lo inhumano de los que bloquean, es el mundo de los poderosos que quisieran desaparecer a partir de la negación, de la lucha en la que está inserto el conocimiento.

Eso se veía en los viejos regímenes, como el feudal, en el que se conservaba a los siervos analfabetas y en el caso de las haciendas en México, en donde los peones eran iletrados porque así le servían más al hacendado.

Y nos pregunta si Zaid, Krause, Camín., et al, intelectuales mexicanos, ¿sirven al país?

Gabriel Zaid un importante escritor y poeta regiomontano (La poesía en la práctica 1985) salió del escondite en el que ha estado durante décadas no solo al negar su rostro y su palabra hablada, sino con la actitud defensiva a quien viole esa decisión.

El gran fotógrafo Pedro Valtierra artista de altos niveles, reconocido a nivel internacional, publicó una fotografía de Zaid en 1993 y ardió Troya.

El originario de Monterrey lo demandó e hizo un escándalo. Ahora salió para llamar a no votar por Morena, pero si hacerlo en las urnas para impedir “vía libre a Morena”.

Lo hizo en un artículo publicado en el diario de derecha Reforma.

El valor de algunos intelectuales que México ha tenido se han manifestado en muchos aspectos de la ciencia, la economía, la literatura el arte, entre otros.

Varios nombres luminosos nos deslumbran desde el pasado y actualmente, premios Nobel, escritores, poetas, científicos.

Pero hay sectores que se han acogido a grupos, a un intelecto porfiado de dar cátedra para enfrentar proyectos a los que no apoyan.

Lo vemos en el caso del grupo de Letras Libres y Nexos, ahítos de premios y menciones, pero alejados del pueblo mexicano.

Sectores desde donde se ha creado una embestida permanente contra el actual proyecto de la 4T, que ha llegado incluso a los insultos.

Y que ahora pretenden con la fuerza de sus nombres un tanto averiados, llamar a la insurrección del voto para confirmar sus intereses. No los del pueblo.

O la concepción de pueblo que ellos tienen, el que acunó generoso su vida lujosa y que quieren que todavía lo siga haciendo.

craveloygalindo@gmail.com

 


Del despiporre intelectual 10 (diez)
23 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Un preámbulo de don Domingo Beltrán desde Iguala, Guerrero, que agradecemos.

“Buen día gran señor.

Chulada de aciertos, la amistad teje la plataforma de nuestra juventud acumulada y la gentileza ilumina nuestros senderos diarios......un abrazo solidario”

Y a lo nuestro.

José Joaquín Fernández de Lizardi, el pensador mexicano, escritor satírico que proliferó en el primer tercio de la centuria pasada, es considerado unánimemente como el fundador de la novela (satírica) mexicana y el más popular de todos los que han practicado desde entonces el peculiar cuanto difícil género literario.

Su obra más divulgada. El Periquillo Sarniento, constituyó durante el siglo pasado y posiblemente hasta nuestros días (en los que Pito Pérez, el acierto más feliz de José Rubén Romero puede competir con ella) el prototipo mexicano de la novela picaresca.

Marcelino Menéndez y Pelayo lo calificó como periodista revolucionario, hombre de ideas radicales y heterodoxas, cuando éstas eran rarísimas en México y extraordinariamente tenaz en divulgarlas.

En el renglón estética, sin embargo, el polígrafo español lo sitúa como ingenioso, aunque chabacano escritor, cuya importancia es más bien histórica y social que propiamente literaria.

Más justo en sus apreciaciones fue Ignacio Manuel Altamirano al opinar que Lizardi, con el Periquillo Sarniento, se adelantó a Eugenio Sue en el estudio de los misterios sociales, y que, profundo y sagaz observador, aunque no dotado de una institución adelantada, penetró con su héroe a todas partes para examinar las virtudes y los vicios de la sociedad mexicana, y para pintarla como era ella a principios de éste siglo, en un cuadro palpitante, lleno de verdad y completo, al grado de tener pocos que lo igualen.

Del humorismo de Fernández de Lizardi son las dos muestras siguientes:

El que se mete a hacer lo que no entiende, acertará una vez, como el burro que tocó la flauta por casualidad; pero las más ocasiones echará a perder todo lo que haga, como le sucedía a mi

maestro en ése particular, que donde había que poner dos puntos, ponía coma; en donde éste tenía lugar, la omitía y donde debía poner dos puntos, solía poner punto final: razón clara para conocer desde luego que erraba cuanto escribía; y no hubiera sido lo peor que solo hubieran resultado disparates ridículos de su maldita puntuación; pero algunas veces salían unas blasfemias escandalosas.

Tenía una hermosa imagen de la Concepción, y le puso al pie una redondilla que desde luego debía decir así:

Pues del Padre Celestial

Fue María la Hija querida,

¿No había de ser concebida

sin pecado original?

Pero el infeliz hombre erró de medio a media la colocación de los caracteres ortográficos, según que lo tenía de costumbre, y escribió un desafío endemoniado y digno de una mordaza, si lo hubiere hecho con la más leve advertencia, porque puso:

¿Pues del Padre celestial

fue María la hija querida?

No, había de ser concebida

sin pecado original.

“Decir haz esto porque quiero, porque el otro conozca la injusticia de lo mandado, es una tiranía insufrible, pero muy antigua en el mundo. Juvenal nos refiere de aquella mujer que pedía a su marido que crucificara a un criado inocente, sin más razón que su voluntad.

Esto es intolerable, y menos entre cristianos.

Oiga usted una decimita que en cierta vez escribí al mismo asunto:

Un señor una ocasión

A un criado suyo reñía,

Y si éste le respondía,

Le decía el amo: chitón,

Chitón o de un mojicón

Te dejaré sin sentido.

Callaba el criado aturdido

Sobrándole que decir;

Porque éste modo de argüir

¿a quién no deja concluido?

Entre los grandes escritores políticos del siglo XIX, cuenta en primera fila Ignacio Ramírez, El Nigromante quien combatió por igual a la clericalla reaccionaria, a los oportunistas del liberalismo y a los detractores de la Reforma.

Polemista temible fulminó a los enemigos con elocuencia insuperable, a tal grado que el brillante tribuno español Emilio Castelar reconoció públicamente su derrota en la contienda ideológica que sostuvieron ambos.

Un buen número de escritores y periodistas mercenarios de aquella época, usaron contra él la diatriba y la calumnia armas deleznables que nunca llegaron a alcanzarlo.

El siguiente es un ejemplo de la estima en que El Nigromante tenía en sus adversarios:

Cuando un mastín forastero

cruza por una ciudad

gozques de la vecindad

le van a oler el trasero.

El mastín, grave y mohíno,

ve la turba que babea,

alza la pata, los mea

y prosigue su camino.

Nacido en 1838, el poeta zacatecano Luis G. Ledezma sembró el último tercio del siglo pasado y el primer cuarto del actual con centenares de epigramas, retruécanos y toda clase de ingeniosas alteraciones idiomáticas que el pueblo repetía regocijadamente.

Su conocimiento del idioma, adquirido mediante un reiterado ejercicio poético, lo llevó a convertirse en un formidable calamburista, en un desenfadado artífice del impudor literario. La malicia del mexicano en el aspecto erótico-sexual (caracterizado algunas veces por sublimidades freudianas), encontró así en Ledezma a su más fiel intérprete.

Rubén M Campos, espigador impar del folklore literario de México, dice él:

El arte de Ledezma consistía en vertebrar frases alternadas que aparentemente

eran de una inocencia infantil, pero que escuchada por oídos malos significaban

dicterios que hacían desternillar de risa o sublevaban como un fuetazo.

En 1923, año de la muerte de Luis G. Ledezma, su legado humorístico permanecía inédito (todavía hasta la fecha nadie se ha interesado en inventariarlo siquiera, que sepamos), y solamente algunos de sus amigos, como el mencionado Rubén M Campos, nos han obsequiado con ejemplos estupendos:

Un conocido yesero

dos Cupidillos vació

y a dos chicas los vendió

para adornar un ropero.

El papá negó el dinero

porque en el recibo dice:

“Pagan las niñas Eunice

y la Guadalupita Mata

un par de pesos de plata

por dos niños que les hice”.

---------------------

El ducho arpista Llorente

Muy joven sordo quedó,

Y el arpa después tocó

Tan solo intuitivamente.

Pero Luz, muchacha ardiente

Y arpista de gran talento,

viendo que el sordo irredento

ya el arpa no afinaría,

cuando el caso se ofrecía

le templaba el instrumento.

---------------------------------------

De pan apostó una torta

con Don Juan Pérez, María,

por ver quien más correría

en una distancia corta.

El taimado agarró el pan,

Y la chica, ya en carrera,

Le cogió la delantera

Y ¡claro! Perdió Don Juan.

-------------------------------

Aurora tiene un gorrión

y de él se preocupa tanto,

que casi derrama llanto

si lo sacan al balcón.

Si lo meten, su aflicción

es más desconsoladora.

y con su pájaro Aurora

Diariamente nos irrita,

pues si se lo meten, grita,

y si se lo sacan, llora.

craveloygalindo@gmail.co

 


Tiene toda la razón
22 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Coincidimos con el señor de las mañaneras, al nombrar funcionarios con personal joven, mujeres y hombres, de su primer círculo. Y transcribimos su razonamiento.

Congruente, pues.

“Hoy, las primeras columnas, y la noticia principal en El Universal es que jóvenes que están trabajando conmigo, que los estamos formando, están siendo promovidos y ocupan altos cargos. Son jóvenes preparados, honestos.

Pero no les gustan y lo ven mal.

Quieren que continúen los mismos funcionarios corruptos en el Gobierno.

No. Tenemos que renovar la administración pública. No podemos retroceder.

Miren, pasan de ayudantes de AMLO a estar en puestos de alto nivel.

Como si eso fuese un pecado, algo indebido. Son jóvenes universitarios que se están formando.

Saben cuántos ayudantes hay en la Presidencia. Quince mujeres y hombres, jóvenes profesionales. Van a las giras, conocen más de la realidad del país, se van formando, conocen los sentimientos de la gente.

Formamos cuadros nuevos, jóvenes para el relevo generacional, pero, les molesta. No quieren que hagamos ningún cambio”.

Nosotros aportamos, luego de dar lectura a la nueva columna de Rosa María Campos, escritora y poeta veracruzana, “Chicuelos”, una respuesta a quienes se oponen a los jóvenes en ascenso.

Van a colgarse una medalla.

En “Chicuelos” que así llama a su comentario, ella nos dice.

“Los abuelos conservadores pensamos que solo tenemos derecho a vivir el amor devocional religioso; el romántico, el platónico, o el familiar, pero un amor pasional que estremece, hace palpitar el corazón y que suden las manos: ¡jamás!

Podríamos ser arrastrados a un manicomio por sufrir peligrosa demencia senil.

Además: que dirían los hijos, nietos, amigos. Seguro que se mofarían de nosotros y nos convertirían en blanco, de burlas y acres comentarios.

Ante este negro panorama transcribo una información revolucionaria que ayudará a liberarnos de telarañas.

¿Qué es el amor según los científicos?

Ellos, no conformes con mostrarnos una luna fría, gris, de superficie rocosa, privada de todo componente romántico.

Ahora tratan de demostrarnos que la verdadera naturaleza íntima del amor es resultado de sustancias químicas como la Dopamina, Feniletilamina y Oxitocina.

Que van directamente al cerebro y originan sentimientos apasionados.

Caray, también cuantas noches de insomnio pudimos evitar, si nos hubieran recomendado leer “La Anatomía del Amor” de Helen Fisher.

Ella publica este libro, después de años de investigación de la actividad de diferentes zonas del cerebro en personas enamoradas, desde jóvenes adolescentes, hasta nonagenarios.

Las investigaciones registradas en los enamorados concede un aumento de la actividad del cerebro en el sistema de motivación y gratificación, mismas que funcionan en base al neurotransmisor Dopamina que al mismo tiempo rejuvenece.

Al elevarse los niveles de la Dopamina, en estas partes cerebrales, se incrementa la atención enfocada en estímulos novedosos y la motivación, para ganar una recompensa, en las primeras etapas del enamoramiento.

Ante estos efectos, el cerebro genera mecanismos de acostumbramiento, es decir, se requieren cada vez mayores cantidades de estimulante para producir el mismo efecto, por ello.

“Si el apasionamiento se mantuviera constante redundaría en un daño cerebral para los enamorados.” ¡Cuidado!

Donald Klein y Michael Leibowitz descubrieron otra sustancia neurotransmisora: la feniletilamina.

Tales hallazgos científicos echan por tierra que la atracción eufórica y pasional de los enamorados se prolongue indefinidamente; no es posible.

“Los seres humanos estamos programados para sentirnos apasionados solo entre 3 y 18 meses”

Nosotros aprovechamos la edad que nos da permiso, como bien dice Rosa María, y hablamos de un tema del filósofo de Güémez.

Al que le quede el saco. Es a su medida.

Disculpe, Maistro Torres, pero ¿cree usted que algún día se acaben los pendejos?

—Lo dudo, pues se muere uno y lo cargan cuatro.

En fin, recordar un artículo, publicado en 2010 en el diario Vanguardia, de Ramón Durón Ruiz, del filósofo de Güémez este hombre, intelectual como el que más, pero menos pendejo que casi todos, sintetizó la famosa clasificación de Hermenegildo El Maistro Torres.

La transcribimos para que como medalla le pongan un marco y la cuelgue frente al escritorio en el que se conecten por Zoom con sus amigos o seguidores.

Para que ya no le haga involuntariamente al pendejo, o no en público:

√ Pendejo optimista, quien cree que no es un pendejo.

√ Pendejo fosforescente, hasta de noche se nota que es pendejo.

√ Pendejo completo, tiene cara, facha y además es pendejo.

√ Pendejo campana, es tan, tan, pero tan pendejo, que todos lo reconocen.

√ Pendejo inútil, ni las pendejadas hace bien.

√ Pendejo hiperactivo, hace las pendejadas una tras otra.

√ Pendejo poliglota, dice pendejadas, pero en varios idiomas.

√ Pendejo esperanzado, cree que lo pendejo se le va a quitar.

√ Pendejo ignorante, todos saben que es pendejo menos él.

√ Pendejo añejo, con el tiempo se hace más pendejo.

√ Pendejo radioactivo, irradia lo pendejo por doquier.

√ Pendejo vigoroso, no se cansa de hacer pendejadas.

√ Pendejo ecológico, es pendejo por naturaleza.

√ Pendejo multifacético, es el que abarca dos o más clasificaciones.

√ Pendejo invisible, es tan pendejo que nadie lo puede ver.

√ Pendejo contador, lleva un registro de cada pendejada que hace.

√ Pendejo hipocondríaco, se enferma de sus propias pendejadas.

√ Pendejo despilfarrador, hace pendejadas de más.

√ Pendejo burócrata, sólo hace pendejadas de 9 a 6, de lunes a viernes.

√ Pendejo ególatra, no hace más que hablar de sus pendejadas.

√ Pendejo presumido, anda contando a todos su última pendejada.

√ Pendejo erudito, en cuestión de pendejadas, se las sabe de todas-todas.

√ Pendejo ermitaño, se retira a hacer sus pendejadas a donde nadie lo vea.

√ Pendejo equilátero, vista su pendejez desde tres lados, siempre tiene la misma magnitud.

√ Pendejo cibernético, hace un montón de pendejadas por la red.

craveloygalindo@gmail.com

 


Del despiporre intelectual 9 (nueve)
20 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

A todos los que se sientes papás. Al menos hoy.


El primero indiscutible del humorismo popular en México, aparece en el siglo XVIII en la persona de José Vasconcelos, El Negrito Poeta, improvisador inigualable y personaje cuyo pintoresquismo y cuya popularidad no han sido superados hasta la fecha.


El Negrito Poeta se desenvolvió en una época y en un medio social adversos a toda liberalidad del intelecto, ya que la Santa Inquisición era dueña absoluta de mentes y de cuerpos, y las audacias del pensamiento se frenaban con escarmientos las más de las ve-ces mortales.


José Vasconcelos, sin embargo, logró burlar con su ingenio las barreras que la censura eclesiástica ponía a su paso.


Debido a ello varios ensotanados, heridos en su autoridad por el desenfado del versificador y celosos de su ingenio y popularidad, trataban a toda costa de ponerlo en manos del terrible organismo encargado de la represión espiritual.


Este era el caso de un fraile dominico, enemigo gratuito del poeta que en cierta ocasión le espetó, frente a numerosos testigos, el siguiente pie:


“Jesucristo en una mierda……

Otro se hubiera santiguado ante la blasfemia.

El Negrito Poeta salió airoso del innoble ardid con este desplante:


A proposición tan lerda
sólo acierto a replicar:
Jesucristo en una mierda
la boca te ha de clavar.


Durante una procesión en honor de Santo Domingo, el mismo cuervo eclesiástico se le acercó a importunarlo con su malignidad.
Esta vez le sugirió al oído:

Santo Domingo es un perro….     
El improvisador completó el pie así:

                            En esta opinión no hay yerro
                            ha visto usted bien mirado,
                            pues lo tiene a su lado
                            Santo Domingo, es un perro.
                           
         En esta forma, largando pie tras pie al paso del ingenioso rebelde, los ensotanados no perdían la esperanza de hacerlo al fin tropezar:
                            Renegar de Dios es bueno.
Poeta:
                            Azotes, mordaza y freno
                            tiene nuestra santa fe
                            para quien dijere que
                            renegar de Dios es bueno.

Pie:
                            Dios en la punta de un cuerno……

Poeta:
                            Con su saber sin segundo
                             y su poder tan sempiterno
                            bien pudo formar el mundo
                            Dios, en la punta de un cuerno….

Pero en cierta ocasión, sin necesidad del acicate de los frailes, el incorregible versificador compuso ante una imagen de la Virgen y en presencia de testigos, la siguiente cuarteta:


                        A ésta lo que más le abona
                        es el haber concebido
                        sin saberlo su marido
                        y por tercera persona.

 

Para tomarlo en falso lo conminaron a repetir los versos blasfemos. El poeta, que ya los había olvidado improvisó otros:

                            Aunque a ese niño ha parido,
                             siempre Virgen ha quedado;
                             fue por milagro engendrado,
                             no por obra de marido.       

Más no solo con curas lidió el Negrito Poeta.


Gente de todas las clases sociales, atraída por su fama de improvisador genial, se atropellaba por importunarlo.
Así, a una vieja pordiosera que en son de burla le pedía un par de medias viejas, le contestó:

                            ¡Pobre de ti que te quejas
                             a mí, para tu remedio!
                            que te partan por en medio
                            y tendrás “dos medias viejas”

 

Francisco Sandoval, un ricachón que gustaba de escuchar al Negrito Poeta, lo reto cierta vez a encontrar una consonante a Cristóbal, ofreciéndole un puñado de monedas si lo conseguía.


Naturalmente, las monedas fueron a parar a los bolsillos del improvisador:

                            Pues usted, señor Sandoval
                            (Sandoval quise decir),
                            me da, sin más lejos ir,
                            un consonante a Cristóbal.

A un boticario que le tendía un peso a cambio de que completara este pie: Los cabellos penden de, le dijo.

                            Ese peso lo gané,
                            si mi saber no se esconde:
                            quítese usted, no sea que
                   una viga caiga, y donde los cabellos penden, dé. 

Una pispireta trató de burlarse de su raída chaqueta y le soltó:
                              Con tu raída chaqueta
                              ¡Adiós, negrito poeta
                              vestido de tafetán,
                              taralán, tan, tan!

         A lo que el aludido, furibundo, replicó

                              Cuando nuestro padre Adán
                              Se comió la primera fruta
                              Ya te tenía por puta
                              Y amante del capitán
                              Taralán, tan, tan       

Un pedante quiso humillarlo con este comentario.

                              De médico, poeta y loco

“El Negrito Poeta “, sonriente, le espetó:

                              Acaba el verso, animal;
                              di, para que sea cabal,
                              todos tenemos un poco.

craveloygalindo@gmail.com

 
Del Despiporre Intelectual 8 (ocho)
18 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Sobre la clase media nos habla con ironía nuestro maestro José Antonio Aspiros Villagómez. Y no se incluye, con modestia, en los “grandes intelectuales” de México

“Estimado amigo:

Yo pertenezco a la clase baja intelectual, sin pretensiones de compararme con los grandes académicos que tienen posgrados, maestrías y doctorados, así sean estos últimos honoris causa, muchas veces comprados en instituciones patito.

Comento lo anterior, porque no sé cómo ubicarme en la clasificación de tus Nubes, de ricos, pobres y clase media.

Eso sí, lamento las desafortunadas opiniones del presidente acerca del tema por los resultados electorales de su partido en la Ciudad de México. Salud. A”.

Hablemos ahora de otros clásicos, corroborados a plenitud.

Juana de Asbaje, más conocida como Sor Juana Inés de la Cruz o la Décima Musa, no necesita presentación alguna.

Su nombre, junto con el de Juan Ruiz de Alarcón, es indudablemente el más esclarecido de la literatura mexicana.

Nacida en San Miguel Nepantla en 1651 y fallecida en 1695 en la Ciudad de México, en sus 44 años de vida logró edificar un monumento literario que le ha ganado un sitio entre los inmortales de nuestro idioma.

Fue Sor Juana, por lo demás, un espíritu vasto y prolífico que lo mismo labró joyas imperecederas de la poesía erótica y mística, del teatro y de la prosa, que se detuvo, mexicana al fin, a ensayar en la artesanía literaria de insoslayable corte popular.

De cómo manejaba la Décima Musa el epigrama, gusanillo al que ni siquiera los espíritus más refinados se conservan inmunes, son los siguientes ejemplos:

A una fea presumida de hermosa:

Que te dan en la hermosura

La palma, dices, Leonor;

La de la virgen es mejor.

¡Que tu cara la asegura!

No te precies con descoco

Que a todos robas el alma,

Que si te han dado la palma,

Es, Leonor, porque eres coco.

A un capitán:

Capitán es ya don juan,

más quisiera mi cuidado

hallarle lo reformado

antes de lo capitán,

saber tocar la trompeta

en forma tan atrevida

ver que no sepa la brida

y se atreva a la jineta.

A un borrachín linajudo:

Porque tu sangre se sepa,

cuentas todos, Alfeo,

que eres De Reyes; yo creo

que eres de muy buenas cepas.

Y que, pues con cuantos topas

con esos Reyes enfadas,

tus Reyes, más que de Espadas,

debieron ser de Copas.

Y, por último, estos villancicos en los que la voz de Sor Juana se confunde con la del pueblo:

El alcalde de Belén,

en la Noche Buena, viendo

que se puso azul, raso

como un negro terciopelo,

hasta ver nacer el Sol,

de faroles llena el pueblo……

Una Voz

Con farol encendido, iba

un ciego

diciendo, con gracia:

¿Dónde está la Palabra nacida,

Que no veo palabra?

Otra voz:

Sin farol se venía una dueña,

guardando el semblante,

porque dicen que es muy

conocida por sus navidades.

Otra voz:

Un poeta salió sin linterna

por no tener blanca;

que aunque puede

salir a encenderla,

No sale a pagarla.

Una voz más:

Del doctor el farol apago se,

al ir visitando;

por más señas, que no es el

primero

que muere en sus manos.

craveloygalindo@gmail.com

 


Los pasos de Alejo Carpentier
17 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Una pequeña contribución sobre el escritor. Periodista y diplomático.

Sobre su biografía existen varias lagunas y contradicciones dada la desigual información de la que se dispone. Según el propio autor, nació en La Habana, fruto del matrimonio de un arquitecto francés y una pianista rusa, y se formó en escuelas de Francia, Austria, Bélgica y Rusia.

Tras su muerte, sin embargo, se empezó a documentar una muy distinta biografía que situó el nacimiento del autor en Suiza, procedente de una familia humilde que emigró a Cuba instalándose en el pueblo de Alquizar, donde el futuro escritor trabajó como repartidor de leche.

Lo que sí está fuera de dudas es que Carpentier inició su actividad literaria en simultáneo con la musicología, su otra vocación de toda la vida.

En 1944 se trasladó a Caracas, donde vivió varios años, dedicándose al periodismo radiofónico y ejerció también de profesor universitario y columnista en diarios y revistas, mientras realizaba una interesante difusión de la música contemporánea.

Luego de una temporada en Haití, regresó a Cuba tras la Revolución liderada por Fidel Castro y el Che Guevara (1959) y ocupó varios cargos oficiales hasta que en 1966 fue nombrado embajador en París, donde permaneció hasta sus últimos días.

Enseguida los pasos de Alejo.

Dos eminentes diplomáticos en retiro, don Leandro Arellano que los describe y don Antonio Pérez Manzano, que nos acerca la narrativa, en Obras Escritas y Artísticas.

Digamos, sin error, literatura y cultura pura.

I.-

Parece que cada miembro del Boom latinoamericano mantenía una opinión propia sobre el significado y alcances de aquel fenómeno literario. Los lectores no sabían con certeza quién pertenecía al grupo sagrado y quién no. Nadie se atrevería a negar que Alejo Carpentier

fuera miembro natural del conjunto, no obstante ser algo mayor que la pléyade de jóvenes escritores que constituían la columna vertebral de aquella generación.

Se trataba de un narrador latinoamericano cuyas principales novelas se publicaron en las décadas de los cincuenta y sesenta y cuya tendencia pertenecía por entero a la corriente literaria del Boom. Más aún, Carpentier si no el creador, fue gran promotor –y precursor de contado- del concepto del realismo mágico o real maravilloso, que rondaba al Boom.

En 1945 Alejo viajó a Venezuela con su esposa Lilia. Se debatió si lo hizo por necesidad laboral y no por “curiosidad intelectual”. Un amigo, Carlos Eduardo Frías, lo había invitado a trabajar en una compañía publicitaria. Mas lo que se preveía una estancia temporal breve, transitoria, se tornó allí un tramo no corto de su vida, pues se extendió por catorce fecundos años: de 1945 a 1959. El empleo –el que asegura el ingreso, nuestro pan de cada día- marchó bien. Alejo tenía olfato para los negocios, aseguran.

¿Cómo y por qué viajó a Venezuela? Lo relevante –es la información con que se cuenta- es que trabajó con un amigo en una agencia de publicidad y basta. La única receta para sobrevivir es el combate, aconsejaba Ortega y Gasset. La influencia que recibió y la visión que proyectó Carpentier de los fértiles catorce años que residió en Venezuela se agitan y aletean en su sólida obra literaria.

La casa Monte Ávila Editores Latinoamericana publicó en 2014 una edición especial, en un volumen de poco más de 500 páginas, en celebración del escritor cubano. Visión de Venezuela es el título del libro, compuesto de artículos, crónicas, estudios, ensayos cortos con la visión del autor cubano sobre el acontecer cultural y la vida cotidiana de Venezuela. Se trata de textos sobre teatro, literatura, música, artes plásticas, exposiciones, etcétera, que sirven de vehículo a Carpentier para exponer su opinión, su gusto y su rechazo.

La contra pasta anuncia que el libro recoge los artículos publicados en la columna “Letra y solfa” del diario El Nacional -de 1951 a 1959-, así como textos sobre viajes al Orinoco.

Si incursionamos en algunos textos podemos comenzar con lo que el escritor opina sobre Carlos Chávez, de quien dice: su música se caracteriza por un rigor poco común en los compositores de América Latina. Igual hace una brevísima crónica sobre la presentación en París de un deslumbrante cortometraje sobre Armando Reverón.

En otro va narrando sus impresiones sobre Maracaibo -y su noción de tropicalidad, es decir de indolencia- y el descubrimiento que significó hallar aquella inquieta ciudad, colmada de intensa actividad, de movimiento constante. La sensibilidad de Carpentier y su visión omnímoda le hacen decir: Ciertas casas viejas de Maracaibo me hacen pensar en las que suelen verse en las telas de Vermeer de Delft.

No pocos artículos los dedica a relatar los orígenes y el desarrollo del Festival de Música Latinoamericana. En vista del auge musical del país parece obvio que Venezuela supo desarrollar ese sector, convirtiéndose en la potencia musical que es actualmente, y así lo previó y documentó Alejo.

En una confesión reveladora –de uno de sus artículos- parece descubrirnos un desquite personal con la vida: “Hay emociones que recompensan a un hombre de años de lucha, de rutinas, de monotonías”.

II.-

Los hábitos suelen neutralizar ciertas emociones. Y no por reiterada deja de tener su magia la palabra. Descubrir envuelve, igualmente, un sentido íntimo, personal para quien visita por primera vez una ciudad. Caracas mantenía –más de un cuarto de siglo después de nuestra primera visita- el mismo resplandor y la afanosa vitalidad de entonces. Mas esta vez había, también, asombro y desconcierto en los semblantes.

La lectura de las grandes novelas de Carpentier, igual, fue hecha décadas atrás. Con la publicación de este novedoso volumen descubrimos –o recordamos- que Alejo había vivido una larga temporada en Caracas: trabajando, estudiando, investigando. Fue en Venezuela donde recogió la inspiración y el material que habría de utilizar en sus novelas y otros escritos.

Buena parte de su tiempo lo dedicó al periodismo cultural. En la columna que mantuvo en el diario El Nacional por varios años, publicó más de dos mil artículos. Desde luego, participó activamente en la vida intelectual de Venezuela, con Arturo Uslar Pietri y Miguel Otero Silva. Conferencista y catedrático también, Carpentier colaboró en la organización de Festivales musicales auspiciados por el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, una conducta que no le aprueban muchos lectores.

Un columnista –David Corcho Hernández de Prensa Latina- de El Telégrafo, de Ecuador, considera a Carpentier como el más

importante narrador cubano de todos los tiempos. Añade que críticos como Harold Bloom y Emma Speratti – Piñero entendieron la importancia, la influencia de su estancia en Caracas, la que transformó su manera de entender la historia y la cultura latinoamericanas.

Sea como fuere, viajar al interior del país le inspiró buena parte de su obra. Su incursión en la selva y sobre todo la visión del Orinoco –el Padre Río, como él lo llama- le sugirió varias novelas y le despertó devoción por la naturaleza. Sin el contacto frecuente de la naturaleza, el hombre se olvida de quién es, se esteriliza, pierde sus ritmos vitales, escribió.

A 15 años de Ecue Yamba O, publicó El reino de este mundo (1948); Los pasos perdidos en 1953, cuando ya había conocido el Amazonas y el Orinoco.

En Visión de Venezuela el escritor echa mano de una prosa ligera, suave, precisa, algo diferente de la narrativa barroca de su novelario. Ser el novelista mayor de su generación –en las Antillas- le reconoce E. Anderson Imbert en su Historia de la Literatura Hispanoamericana y a Los pasos perdidos, lo califica como uno de los libros excepcionales de esa generación.

Si cada uno habla según le va en la feria, ¿Cuál es el saldo, la visión de Alejo? Los años en Venezuela fueron de gran actividad creativa en primer lugar. Igual, ocupa un sitio privilegiado en su vida por acogerlo de modo incondicional e infundirle inspiración constante. Y directamente lo expresa en los juicios y opiniones vertidos en los textos periodísticos que contiene el libro que comentamos.

La verdad es que una estancia en el paraíso aguardaba -en aquella época- a quien arribara a Caracas.

A los dos diplomáticos, mil gracias.

craveloygalindo@gmail.com

 


Del despiporre intelectual 7 (siete)
16 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Una ligera reflexión:

Hay bastantes personas que se enorgullecen de lo que pasaron en la vida: lugares donde trabajaron, eventos a los que asistieron o su infancia.

A diferencia de ellos, en realidad prefieres guardar tu historia para ti, ya sea porque es algo negativo que no quieres que te recuerden o porque has tenido algún tipo de experiencia traumática.

A veces, sientes que has cambiado tanto que la persona que alguna vez fuiste se ha ido.

Tienes un poder y una capacidad increíbles para seguir adelante con tu vida, sin importar el obstáculo que encuentres o la derrota que sufras, esto te empuja a sacar conclusiones sobre tu vida y a emprender nuevos y mejores caminos.

Si evitas compartir con otros sobre tu pasado porque temes que hará que se alejen de ti, recuerda que quien realmente te ama, te aceptará no solo como eres, sino también como eras.

Ningún poeta mexicano, incluidos Manuel Acuña, Amado Nervo y Ramón López Velarde (para citar sólo a los que más se han acercado a la veneración popular), logró adentrarse en la sensibilidad del pueblo, convirtiéndose en cantor de sus grandezas y miserias, de sus virtudes y sus vicios, de sus altanerías y de sus frustraciones como Antonio Plaza.

Ninguna voz poética más viril que la suya para zaherir al poderoso, para maldecir al perverso y defender al humilde.

Su verdad, como acertadamente ha observado Rubén M Campos, quema como gota candente de plomo sobre carne viva.

Su poesía, corrosiva y caustica, solda o amputa, absuelve o condena, según el grado del mal en cada organismo y en cada espíritu, sin que el poeta se preocupe del efecto, lo que le ganó el amor al pueblo.

Pero no solamente la poesía de Antonio Plaza, sino también su vastísima producción festiva, son ya hijas del sentimiento popular. La selección que de él presentamos, por lo consiguiente, de lo menos que puede dejarnos satisfechos es de su novedad:

Autobiografía Heroica

El éxito no fue malo

tuvo siempre sus olores

y volví pisando flores

con una pata de palo.

Epigramas

Dijo la niña Isabel:

cuando con Juan se midió:

-No somos iguales: él

tiene un dedo más que yo.

Mariquita, ella tan viva,

una noche resbaló,

y aunque cayó boca arriba

el vientre se le inflamó.

Y ¿cómo es el diablo, madre?

Dime, para entretenernos.

-Es viejo, feo y con cuernos.

-No sigas: ese es mi padre.

Iban a matar a un chivo

y Cenobio lo evitó.

su mujer le preguntó:

¿Para qué lo quieres vivo

cuando es inútil así?

El dijo entonces: “Señora,

lo que hago por él ahora

mañana lo harán por mí.

Doña Manuelita Ocio

un pleito tiene enredado;

pero no encuentra abogado

que le mueva su negocio.

Lindos pies te ha dado Dios

Bien mereces otros dos.

Hicieron guarda de aduana

marítima a Juan Castillo,

y a poco su bella hermana

resultó con un chiquillo.

Él, muy enojado, pronto

quiso matar al trofeo;

Pero ella le dijo: ¡Tonto!

¿Quieres perder el empleo?

Ya no ejerce el doctor Lario:

¡eso si es humanitario!

Epitafios

Isabelita Meneses,

siendo tan pobre y tan bella,

al cielo se fue doncella

pues murió a los quince meses.

La hermosa doña Ventura

descansa aquí boca arriba,

porque cuando estaba viva

le gustaba esa postura.

El chapucero Canuto

Hace un año aquí llegó

Pagó a la tierra tributo ….

-Fue lo único que pagó.

El Burócrata Dorantes

Aquí reposa, como antes.

craveloygalindo@gmail.com

 


No te fallamos
15 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Respondemos entusiasmados:

Somos de la clase media. A mucha honra.

Que quede claro, nosotros, la clase media, no te falló.

Y tú, te lo exigimos, no nos puedes fallar. Grábatelo.

Su respuesta, grata:

“No es por presumir, pero México es ejemplo a seguir en el mundo en esta forma, esta manera de gobernar con el pueblo, con honestidad, austeridad, eficiencia y democracia, así como garantías al derecho a disentir y a la pluralidad”.

Tan tan.

Nos han calificado siempre en tres géneros:

Los ricos. Los de clase media. Los pobres.

A la clase media nos tomaban en cuenta porque, y ahora es igual, pagamos impuestos.

Ayudamos a los de arriba, a ser más ricos y a los de abajo, ser menos pobres.

Porque nosotros, la clase media, trabajamos. En la industria, la empresa, el comercio. Llámese fábricas, periódicos, hoteles, tiendas, restoranes. Etcétera. En fin, para los dueños del dinero.

Ilustremos mejor lo dicho, con estos versos ilustrativos de antaño.

El rico en palacios vive,

el indio en los campos crece

y en medio de las ciudades

siempre el pobre desmerece.

Si el rico toma su copa

de aguardiente o malvasía,

si se embriaga es alegría,

lo hizo por tomar la sopa.

Pero si es de poca ropa

aquel que tomó licor;

lo llevan con deshonor

a la cárcel si se ofrece,

porque la verdad señor;

siempre el pobre desmerece.

En fin, los pobres mortales

aunque uno y otro sucumba,

quieren en la misma tumba

distinguir sus funerales

porque hasta cruz y ciriales

lleva el que dejó riqueza

pero el que murió en pobreza

a oscuras la vida ofrece,

y concluye como empieza.

Siempre el pobre desmerece.

Ya lo dice este refrán.

Nosotros al medio día

Esperemos dé la una

Y para no ser un patán

Si tenemos la osadía

Beberemos nomás una

cravelogalindo@gmail.com

 


Del Despiporre intelectual   6 (seis)
14 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:


Antes queremos admitir, como nos dicen en Cinco Minutos, y nosotros compartimos. Es cierto que vivimos ahogados por las malas noticias.


Qué puede hacer uno con tanto sufrimiento. Cada vez estamos mejor informados del mal que nos asola.


Y cada vez nos sentimos más impotentes ante ello.


 Emisoras de radio y televisión. Noticieros y reportajes. Prensa, casi en general, descargan sobre nosotros una avalancha de noticias de odio. Guerras. Hambres y violencia, Escándalos grandes y chicos.


Los “vendedores de sensacionalismo” no parecen encontrar otra cosa más importante en nuestro planeta.


La increíble velocidad con que se extienden las noticias y los problemas nos deja desconcertados.


Cambiemos tanta falacia por la risa, que es mejor. Y tiene gracia.


Otro despiporre y su ingenio.


Nacido en 1838, el poeta zacatecano Luis G. Ledezma sembró el último tercio del siglo pasado y el primer cuarto del actual con centenares de epigramas, retruécanos y toda clase de ingeniosas alteraciones idiomáticas que el pueblo repetía regocijadamente.


Su conocimiento del idioma, adquirido mediante un reiterado ejercicio poético, lo llevó a convertirse en un formidable calamburista, en un desenfadado artífice del impudor literario.


 La malicia del mexicano en el aspecto erótico-sexual (caracterizado algunas veces por sublimidades freudianas), encontró así en Ledezma a su más fiel intérprete.


Rubén M. Campos, espigador impar del folklore literario de México, dice él:

               El arte de Ledezma consistía en vertebrar frases alternadas que aparentemente eran de una inocencia infantil, pero que escuchada por oídos malos significaban dicterios que hacían desternillar de risa o sublevaban como un fuetazo.
En 1923, año de la muerte de Luis G. Ledezma, su legado humorístico permanecía inédito (todavía hasta la fecha nadie se ha interesado en inventariarlo siquiera, que sepamos), y solamente algunos de sus amigos, como el mencionado Rubén M Campos, nos han obsequiado con ejemplos estupendos:

          Un conocido yesero dos Cupidillos vació
y a dos chicas los vendió para adornar un ropero.

El papá negó el dinero porque en el recibo dice:
“Pagan las niñas Eunice y la Guadalupita Mata
un par de pesos de plata por dos niños que les hice”.

El ducho arpista Llorente


                            Muy joven sordo quedó,
                            Y el arpa después tocó
                            Tan solo intuitivamente.


Pero Luz, muchacha ardiente.


Y arpista de gran talento,
                             viendo que el sordo irredento
                               ya el arpa no afinaría,
                              cuando el caso se ofrecía
                              le templaba el instrumento.

De pan apostó una torta con Don Juan Pérez, María,
                             por ver quien más correría
                              en una distancia corta.
El taimado agarró el pan,
                            Y la chica, ya en carrera,
                            Le cogió la delantera
                            Y ¡claro! Perdió Don Juan.

                            Aurora tiene un gorrión
                            y de él se preocupa tanto,
                            que casi derrama llanto
                            si lo sacan al balcón.
                            Si lo meten, su aflicción
                            es más desconsoladora.
                            y con su pájaro Aurora
                            diariamente nos irrita,
                            pues si se lo meten, grita,
                             y si se lo sacan, llora.

El humorismo de Ledezma, sin embargo, baja de tono en otras ocasiones, sin perder su inevitable matiz satírico
                            -Muchacho, lleva este apunte


                             a Don Blas el de “La Selva “,
                               y dile que lo devuelva
                              después de que lo trasunte.

                            -Ya entiendo: llevo a Don Blas
                               este papel y le digo
                            que lo devuelva conmigo
                            después de untárselo atrás.


Y una muestra de cómo Ledezma jugaba con el alfabeto:

                            B  b  y  x  a  c
                            mi señor don Blas,
                            Y  e  t  a  i  s  5  p
                            que le quiere dar
                            Q  k,  c  k  i    j
                            de tan buen papá
                            V  y  a  q  d  i  a  c
                            que se acueste el tal.

En muchas ocasiones hemos oído a un obrero, aun chofer de taxi, a un fígaro de barriada, a una mariposilla irredenta o a un militar inválido y desencantado de sus servicios a la patria, declamar de memoria Antonio Plaza, algunas veces sin conocer sin conocer siquiera la procedencia de los versos.


Y que el pueblo prohíje la voz de un poeta, que la haga la suya y que como tal la transmita a los demás, es un fenómeno que se ha producido en la historia de la literatura mexicana en honor de muy pocos: Sor Juana, El Negrito Poeta, Guillermo Prieto, Luis G. Ledezma, y en la actualidad Renato Leduc.


Ledezma fue también un malabarista ortográfico, como lo demuestra la correspondencia que se suscitó entre él y Ramón del Valle, cuando este otro ingenioso humorista le envió la siguiente cuarteta laudatoria:


A Samuel (Luis G. Ledezma)


Samuel (coma) voto a tal que tus versos todos juntos
son magníficos (dos puntos) muy buenos (punto final)

Y a Ramón Valle


Leí con (admiración) y al ver tu rima preciosa (coma) me dije Ramón (punto y coma) pero son buenos mis versos o es cosa
de sueño (interrogación)


La respuesta no me callé.
El autor de aquella letra (otro punto y coma) Valle (nueva coma) así lo impetra Este vate de mal talle Tonto (coma) rudo (etcétera)
                            De los disparates gusto
                            con mis versos repulsivos
                            y (entre paréntesis) justo
                            son duros como incisivos
                            (otra coma) causan susto
                            y (puntos suspensivos)

Con que así diga el autor


                            del ingenioso cartel
                            que encuentra de halagador
                            cuando emborrona papel
                            tan rústico trovador
                             como el estulto.

                          craveloygalindo@gmail.com

 
Con enorme gratitud.
11 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Nuestra admirable amiga, colega, gran escritora doña Rosa María Campos nos dedica –gran distinción- un comentario en su nueva columna “Hola Chicuelos”, que titula, sin más, hablemos de los amigos. Para Carlos Ravelo Galindo.

Queremos presumir lo que nos dice:

Mi apreciado y muy admirado amigo te envío saludos con gran cariño y te agradezco como siempre tengas la generosidad de enviarme a las nubes con tus Nubes, ya te pondré al tanto de lo que hacemos.

La columna que concluyó por la pandemia, del periódico de Jalapa, Veracruz, se llamaba "Vencedores del Tiempo", ahora la llamaré “Hola Chicuelos” y manejaré los temas con sentido del humor. ¿Qué te parece?

Querido amigo tus palabras de aliento fueron medicina para mi alma adolorida. Gracias.

Enseguida su texto.

“Para Carlos Ravelo Galindo

“Una noche, hace muchos, años, yo joven, recién casada, me balanceaba en típica mecedora jarocha frente a mi hermosa y sabia abuela, quién lo mismo hacía, mientras sudorosa observaba las travesuras del oleaje del rio Papaloapan.

Como de costumbre: intenso calor y mosquitos inmisericordes, pero ahí seguíamos en la terraza reanimabas por la suave brisa nocturna, hable y que hable, sobre los pros y contra del matrimonio.

De repente, la abuela cortó la plática sobre el matrimonio, para girar a otro tema, lo cual me dejó perpleja.

Mira hija, más sabe el diablo por viejo que por diablo, por eso no eches en saco roto lo que te voy a decir: ¡Nunca olvides a tus amigos!

Verás que ellos, a medida que envejezcas, ¡cobraran más y más importancia para ti!

¿Porque me dices eso abuela?

Mira muchacha, amaras a tu familia; marido, hijos pero siempre necesitarás de tus amigos.

Por ello te pido que no los olvides, los sigas cultivando, como si fueran las más bellas rosas de tu jardín.

¡Qué extraño consejo de la abuela!

Mi esposo y la familia que iniciábamos eran todo lo que necesitaba para dar sentido a mi vida.

Sin embargo; medio que obedecí a la abuela, y mantuve contacto con los amigos.

Formamos el club de los Chaneques, y el Mandinga Poder en CDM. Algunas veces organizaba cenas o comidas, pero nos dejábamos de ver por años.

Con el pasar del tiempo entendí, comprobé y lo sigo comprobando, que mi abuela tenía razón

Y así al llegar a los sesenta años, un día me toco a mi trasmitir su mensaje a un hijo a punto casarse.

Mira hijo:

“El tiempo pasa, la vida continúa, las distancias separan, los niños crecen.

El amor se debilita.

Las personas mueren o no hacen lo que deberían hacer.

El corazón se rompe.

Los padres también nos dejan.

Los empleos van y vienen. pero, los verdaderos amigos, siempre están ahí, no importa a cuánto tiempo o a cuantos kilómetros se encuentren.

Un amigo nunca está más distante que el alcance de una necesidad, interviniendo a tu favor, esperándote de brazos abiertos o bendiciendo tu vida.

Cuando iniciamos esta aventura llamada VIDA, no sabemos nada sobre las increíbles alegrías o tristezas que nos tocara vivir, tampoco sobre cuanto se necesitaremos de los buenos amigos.

Gracias Carlos”.

En verdad es una grata satisfacción leer a las damas.

Como ahora, cuando otra gran escritora doña Gaby Vargas, nos hace reflexionar, en su más reciente comentario.

“México necesita retomar la bondad, la unión y la tolerancia.

Pocas personas relacionan la gentileza con la felicidad. Actos simples como detener la puerta para que pase otra persona, ceder el paso, escuchar a alguien con atención, hace y nos hace el día más amable. Hay quienes dicen que ser gentil es una forma de autoconservación.

De alguna manera fortalece las relaciones, agrupa, asegura la sobrevivencia propia y la de la sociedad.

Cuando la vida nos sacude con un reto, ya sea de salud, económico o en las relaciones interpersonales, pareciera que se acompaña de una lupa. Esa lupa nos hace ver o amplifica detalles que antes no percibíamos o no considerábamos importantes. Los mensajes de apoyo, el envío de un regalo con algo que le puede gustar a alguien que te importa, un termo con café para las horas en el hospital, flores que alegren la casa, en fin, cualquier muestra de bondad se amplifica y el alma la tatúa y agradece.

Cuando actuamos con bondad una sensación se apodera de nosotros. Además de saber que es lo correcto, se siente bien, nos conecta, alimenta el deseo de ver la sonrisa en el rostro de otra persona, el alivio en el alma de alguien o hasta la alegría de un perro, todo lo cual nos llena de satisfacción.

Lo curioso es que mientras no estamos en el escenario del reto, desconocemos la importancia o el efecto que tienen los detalles con el otro, vaya, ni se nos ocurren. Necesitamos vivirlo para entenderlo. Ése es, pienso, uno de los regalos escondidos que la adversidad conlleva: humanizarnos.

El predicamento en nuestra vida, dice Daniel Goleman. Lo que sucede es que estar absortos, con prisas y con la atención puesta en varias cosas a la vez no da lugar a la empatía con el sufrimiento del otro.

Al poner la mirada en nosotros y nuestros asuntos, las primeras que salen por la ventana son la bondad y la compasión.

Investigaciones sugieren que ser bondadoso cambia la química del cerebro, eleva los niveles de dopamina y serotonina, que son los mensajeros químicos involucrados en las emociones positivas; disminuye la depresión, fortalece la autoestima y reduce la ansiedad.

Asimismo, produce oxitocina “la hormona del amor” y endorfinas, la versión natural de la morfina y la heroína; neutraliza los efectos de un evento estresante. Ser amable, por consecuencia, nos hace sentir bien.

“Cuando endurecemos nuestro carácter y nuestras actitudes hacia las personas, también nos endurecemos por dentro; conforme nos suavizamos en el exterior con nuestras actitudes hacia las personas, también nos suavizamos por dentro:

'Como es afuera es adentro'”, afirma el doctor David Hamilton en su libro The Five Side-effects of Kindness. ¿Qué se endurece? Las arterias, gracias a la placa que se forma en su interior como consecuencia de dos cosas: oxidación e inflamación.

La bondad contrarresta ambas; es un antioxidante y un antiinflamatorio natural.

¿Por qué hablar de la bondad en tiempos electorales?

Los mexicanos nos distinguimos de otras culturas –y lo dicen también los extranjeros– por nuestra bondad y amabilidad.

Sin embargo, cuando el ajetreo político domina nuestra vida, como es el caso de nuestro país en estos días, los egos crecen, ciegan y nos separan, lo cual ocasiona muchos problemas en la sociedad.

Hoy más que nunca México necesita retomar la bondad, la unión y la tolerancia. La pandemia y sus consecuencias nos han quitado la piel y nos han dejado vulnerables. La bondad es lo que sostiene el tejido de la humanidad y, además, nos beneficia a todos.

¿Por qué no ser amables con el otro, a pesar de nuestras distintas maneras de pensar o preferencias electorales? Lo único que nos traería sería beneficios, ¿no crees?

Ambas damas iluminaron éste sábado.

craveloygalindo@gmail.com

 


Del despiporre intelectual 4 (cuatro)
10 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

La risa del mexicano, por más que quisiéramos descubrir en ella la flor de la alegría, es una mueca amarga, una máscara tragicómica, un antifaz inservible que transparenta el terrible drama.

Tratamos de fugarnos de él con el instinto de conservación de un refrán, con el valor cívico de un dicharacho o con la audacia intelectual de su epigrama.

Duele afirmarlo, pero nuestro humorismo equivale a la cabeza del avestruz que huyó de la realidad o que la enfrenta con el trasero.

El trauma histórico que padecemos nos ha vuelto escépticos.

Del axioma de que la historia la escriben los vencedores se desprende para nosotros un corolario y un comportamiento político humorístico.

El calendario patrio, ese que con tanto ahínco imponen quienes escriben la historia, no es un santoral de nuestra devoción.

La simpatía por los vencidos es, en cierta manera, la expresión de un sentimiento derrotista muy de nosotros.

Cuauhtémoc, Zapata, Villa (todos ellos vencidos, todos ellos traicionados) son los héroes auténticos de un pueblo vencido y traicionado desde siempre.

Estamos con ellos porque en el almanaque oficial no se ha instituido el Día de Cuauhtémoc, ni el Día de Zapata, ni el de Villa.

El Árbol de la Noche Triste, por lo demás, es un monumento vivo y comprobatorio de lo que decimos.

¿Por qué el Árbol de la Noche Triste?

Porque una noche lloraron abajo sus ramas los mismos que después escribieron la historia de la Conquista.

Por eso somos escépticos. Por eso somos iconoclastas.

Y por eso mismo aprendemos, desde temprana edad, a interpretar con ligereza los acontecimientos históricos y a tomar a pitorreo a muchos prohombres que en ellos participaron.

Tuvimos en nuestra juventud un maestro que nos explicaba en los siguientes términos uno de los episodios más conocidos de la Conquista:

El famoso salto de Pedro de Alvarado no respondió a otra motivación que a la de su miedo pánico a los combativos “chicanos” de aquel entonces, que por un pelo le pellizcan las asentaderas.

En cuanto a la epopeya de Chapultepec, nuestro mentor opinaba:

Los historiadores nos cuentan que el cadete Juan Escutia, a fin de evitar que la bandera mexicana fuese capturada por los invasores gringos, con un gesto de supremo heroísmo se envolvió en ella y

se arrojó al vacío.

Nada nos impide sospechar, sin embargo, que el inexperto aguilucho haya tropezado con un pliegue el lábaro patrio, precipitándose así al abismo.

Más tarde, en nuestra adultez, multiplicamos el conocimiento y la práctica de tales irreverencias.

¡Quién ignora, por ejemplo, lo que el aire le hizo al Benemérito de las Américas?

¿Quién no ha repetido alguna vez aquello de que “Juárez no debió de morir”, porque “si Juárez no hubiera muerto, todavía viviría”?

Es el pitorreo político el condimento imprescindible de nuestra comidilla humorística de todos los días.

El mexicano que no sonríe, que no hace un chiste a costa del gobierno o que no lanza una trompetilla en honor a cualquier político en el candelero, es un espécimen que seguramente vive en una era zoológica muy distinta a la nuestra.

Ya en los primeros años del al Conquista, en los que el pasquín representaba prácticamente la única tribuna popular, las divergencias entre españoles y criollos se resolvían de esta guisa:

En la lengua portuguesa

Al ojo le llaman Cri,

Y aquel que pronuncia así

Apuesta lengua profesa.

En la nación holandesa

Ollo le llaman al C…,

Y así con gran disimulo,

Juntando el Cri con el ollo

Lo mismo es decir criollo

Que decir ojo de c….

A lo que los criollos replicaron en otro pasquín que fue fijado en las esquinas de “El Parián”, cuartel general de la gachupinada de entonces, tal como La Lagunilla y la Merced lo son de los judíos y de los árabes de ahora.:

Gachu en arábigo hablar

es en castellano mula

pin en Guinea se articula

y en su lengua dice dar.

De donde vengo a sacar

que este nombre gachupín

es un muladar sin fin

donde el criollo, siendo c…

bien puede ser sin disimulo

cargarse en cosa tan ruin.

Al virrey Félix Berenguer de Marquina, que a semejanza de algunos munícipes actuales se distinguió por su increíble ineptitud, ya que entre sus obras sólo se recuerda la construcción de una fuente, si el pueblo le dedicó este pasquín.

Para perpetuar memoria…

nos dejó el Virrey Marquina

una pila en que se orina

y ahí se acaba la historia.

Cuando el general Antonio López de Santa Anna quedó cojo, la pierna que le faltaba recibió cristiana sepultura en el Panteón de Dolores con un epitafio a ella de su Alteza serenísima.

Por su parte el pueblo, regocijado con esta nueva extravagancia del pintoresco dictador, no tardó en repetir los versos colocados por Santa Anna, pero a su sabio parecer:

Es santa sin ser mujer.

Es rey sin el cetro real,

Es hombre, mas no cabal,

Y sultán al parecer.

Parte en el sepulcro está

Y parte dándonos guerra;

¿si será esto de la tierra

O que demonios será

Los fragmentos de la siguiente glosa en verso acerca de las diferencias existentes desde siempre entre el pobre y el rico, nos revelan toda la hondura de la filosofía popular:

El rico en palacios vive,

el indio en los campos crece

y en medio de las ciudades

siempre el pobre desmerece.

Si el rico toma su copa

de aguardiente o malvasía,

si se embriaga es alegría,

lo hizo por tomar la sopa.

Pero si es de poca ropa

aquel que tomó licor;

lo llevan con deshonor

a la cárcel si se ofrece,

porque la verdad señor;

siempre el pobre desmerece.

En fin, los pobres mortales

aunque uno y otro sucumba,

quieren en la misma tumba

distinguir sus funerales

porque hasta cruz y ciriales

lleva el que dejó riqueza

pero el que murió en pobreza

a oscuras la vida ofrece,

y concluye como empieza.

Siempre el pobre desmerece.

La militancia humorística por el malestar que provoca en algunos y la simpatía y solidaridad que recibe de los más, cumple las funciones de una verdadera guerrilla intelectual, manifestación de rebeldía con la que el pueblo pica y huye, repica

craveloygalindo@gmail.com

 


Del Poder Judicial Federal.
09 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

No debemos olvidar que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que aplaudió la fiesta cívica del domingo, concluye su mandato hasta septiembre de 2024.

Ni un día antes. Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos.

Así el jefe del Poder Ejecutivo Federal ordenó la publicación de la nueva Ley orgánica del Poder Judicial de la Federación., en nuestra Carta Magna.

Es, concretamente, el artículo transitorio que da nueva temporalidad en el cargo al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Un día después de las democráticas elecciones en el país el Diario Oficial de la Federación, que maneja la secretaría de Gobernación, lo transcribe.

Tras agradecer al abogado Jorge Alberto Ravelo Reyes, nos hiciera llegar el documento, lo compartimos integro:

“Décimo Tercero.

Con el fin de implementar la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación publicada en el Diario Oficial de la Federación de 11 de marzo de 2021 y las leyes reglamentarias a las que se refiere el presente Decreto:

La persona que a su entrada en vigor ocupe la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal durará en ese encargo hasta el 30 de noviembre de 2024.

Asimismo, el consejero de la Judicatura Federal nombrado por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el 1 de diciembre de 2016 concluirá su encargo el 30 de noviembre de 2023.

El consejero de la Judicatura Federal nombrado por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el 24 de febrero de 2019 concluirá sus funciones el 23 de febrero de 2026.

El consejero de la Judicatura Federal nombrado por el Ejecutivo Federal el 18 de noviembre de 2019 concluirá el 17 de noviembre de 2026.

Las consejeras de la Judicatura Federal designadas por el Senado de la República el 20 de noviembre de 2019 concluirán su encargo el 19 de noviembre de 2026.

Y el consejero de la Judicatura Federal designado por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el 1 de diciembre de 2019 durará en funciones hasta el 30 de noviembre de 2026.

Ciudad de México, a 22 de abril de 2021.

Senador Oscar Eduardo Ramírez Aguilar, presidente. Diputado. Dulce María Sauri, presidente”.

craveloygalindo@gmail.com

 


Después del voto el llanto
08 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Y si no les tocó hueso no lloren como mujer lo que no pudieron hacer como hombre. Consejo sabio, a todos.

Pero uno mejor, y ahora es cuando, hic, porque llorar mejora el estado de ánimo:

Por ejemplo, sufragar sin saber por quién.

Ver una película conmovedora, pasar por eventos estresantes en el hogar o el trabajo e incluso hasta recibir buenas noticias pueden desencadenar la misma reacción:

Estallar en lágrimas.

Algunas personas lloran más fácilmente que otras. Te habrás dado cuenta con los políticos. Ellas. Ellos. Y el resto.

No obstante, el llanto es parte de la vida de todas las personas.

¿Por qué pasa eso? No está claro.

Los humanos somos casi todos, la única especie que llora por la emoción y los científicos aún no saben exactamente cómo el acto físico de llorar está conectado con nuestros sentimientos.

Sin embargo, el estudio del llanto reveló algunos efectos interesantes que tiene en nuestro cuerpo y mente.

Analicemos siete, bonito número, formas en las que llorar nos beneficia física y mentalmente.

1. El llanto puede mejorar tu estado de ánimo

Uno de los beneficios conocidos del llanto es que alivia la tensión física y el estrés.

Comenzamos a llorar justo después de que nuestro cuerpo alcanza un pico de excitación psicológica, y la actividad simpática en el sistema nervioso disminuye mientras que la actividad parasimpática aumenta.

En otras palabras, para que se entienda mejor ,el llanto ocurre cuando nuestro cuerpo regresa de un "estado de lucha o huida" a un "estado de reposo y digestión" tranquilo.

Junto con la liberación del estrés, llorar (y sollozar específicamente) puede ayudar a regular e incluso reducir la temperatura de su cerebro.

Cuando se solloza, tomas muchas respiraciones rápidas de aire fresco. Como resultado, tu estado de ánimo puede mejorar.

Es importante tener en cuenta que puede tomar algún tiempo para que esas consecuencias positivas del llanto "surtan efecto".

De hecho, los estudios muestran que los efectos inmediatos del llanto pueden hacernos sentir peor.

2. El llanto es una forma de comunicarnos y forjar vínculos.

Llorar es la primera herramienta de comunicación que tienen las personas cuando son bebés.

Los recién nacidos humanos no tienen la capacidad de aferrarse al pelaje como otros primates o seguir el olor de su madre.

Por lo tanto, es probable que el llanto haya evolucionado en los seres humanos como una forma de que los bebés llamen la atención de sus madres.

Las lágrimas agregan un componente visual a este grito de ayuda, que el bebé las necesita.

Como adultos, convertimos esta función biológica en emocional.

Las lágrimas de los adultos a menudo transmiten el mismo mensaje que las de los bebés: "Necesito apoyo".

Es, en particular, una reacción a un estado de impotencia

Llorar frente a otros revela nuestra vulnerabilidad.

Por lo tanto, es una forma de señalar que nos sentimos cercanos a alguien, que confiamos en él.

Cuando las personas reaccionan ante el llanto de una persona de una manera solidaria y empática, se crea un mayor sentimiento de unión y conexión.

3. El llanto puede eliminar las toxinas.

Las lágrimas ayudan al cuerpo a deshacerse de toxinas no deseadas.

Al comparar las lágrimas emocionales con las lágrimas irritantes, como las que se desencadenan al picar cebollas, por ejemplo, se descubrió que los dos tipos tienen algunas diferencias químicas.

4. El llanto tiene propiedades desinfectantes naturales.

Otro beneficio es que el llanto puede ayudar a matar las bacterias.

Es cierto que las lágrimas contienen lisozima, una proteína que tiene la capacidad de destruir bacterias poderosas.

Sin embargo, se necesita más investigación para determinar si el llanto tiene propiedades reales para protegernos de las bacterias dañinas.

5. El llanto promueve la salud ocular.

Las mujeres que lloran con más frecuencia que los hombres no es solo el resultado de un condicionamiento cultural.

A lo largo de la historia, el acto de llorar se ha considerado "débil", lo que a menudo llevó a los hombres a contener las lágrimas por temor al juicio social.

Pero aparentemente, también hay una razón física por la que las mujeres lloran con más frecuencia que los hombres.

Según varios estudios, la testosterona parece tener un efecto inhibidor sobre el llanto.

Es evidente en hombres con cáncer de próstata que reciben hormonas para reducir sus niveles de testosterona, y también en estudios con animales.

Para las mujeres, un cambio en los niveles de estrógeno durante el síndrome premenstrual o el posparto puede aumentar la tendencia a llorar.

También hay alguna evidencia de que el llanto puede ser facilitado por la hormona prolactina tanto en hombres como en mujeres.

La prolactina es una hormona que tiene más de 300 funciones en el cuerpo, incluida la regulación del sistema inmunológico, el metabolismo y la reproducción.

6. ¿Por qué el llanto tiene tantos efectos físicos?

Si bien el llanto es un acto emocional, su manifestación es muy física. Dolores de cabeza, manchas en la piel, secreción nasal y sollozos de todo el cuerpo son solo algunos de los efectos que el llanto tiene en nuestro cuerpo.

El llanto es una especie de puente entre el estado de alta excitación de la respuesta de lucha o huida a un estado más tranquilo.

El acto de llorar en sí mismo todavía se experimenta como algo muy excitante para nuestros cuerpos, como una especie de ejercicio.

Las personas que lloramos experimentamos una frecuencia cardíaca elevada y un aumento de la sudoración, que es lo que conduce a la liberación de endorfinas y provoca una serie de otras reacciones físicas.

Sobre todo, en estos días aciagos en donde diez partidos políticos accionaron para llevar agua a su molino. Y desde anoche, día 6 de junio, se enteraron de la voluntad del que vota, sí del pueblo.

Y como ya se cumplió nuestro deseo, a todos, sin lágrimas en los ojos, decimos Salud. Con una a la una.

craveloygalindo@gmail.com

 

 

Del despiporre intelectual 2
04 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Decíamos.

Ahora ya sin gritos, al menos por tres días, que los refranes y proverbios, por lo demás le parecen al mexicano modelos más apropiados para la incursión filosófica y moralista, que, para la excursión espontánea de la risa, del desahogo y el desenfado, y lo inducen a burlarlos con una poca de rima, y más aún, con un poco de música.

Veamos:

Al diablo, con la rienda,

y a la mujer, con la espuela.

Un tanto ruborizado de esta rudimentaria expresión de machismo, le añade la dosis necesaria de ingenio:

Mi mujer y mi caballo,

los dos murieron a un tiempo;

Mi mujer, Dios la perdone,

mi caballo es lo que siento.

La explosión agresiva se vuelve alegre canto. El refranero da paso al trovador y éste será en adelante el intérprete genuino del pensamiento popular.

Para chismes y campanas,

Zacatlán de las manzanas.

Dos líneas que rezuman el veneno que el mexicano destila para los habitantes de cualquier región que no sea la suya, se transforman en:

Por una manzana, Adán

pervirtió a la especie humana;

¿Qué harán los de Zacatlán

que tienen tanta manzana?

Hay ocasiones, sin embargo, en que el proceso se invierte o se desvía hacia la procacidad, sobre todo cuando se trata de poner en su sitio al majadero que rechaza con insolencia lo que se le ofrece de buena gana:

Al que no le guste el fuste

y el caballo no le cuadre,

que tire caballo y fuste

y vuelva de nuevo tarde.

El refrán es discreto, la versificación, intemperada:

Al que no le guste el fuste

y el caballo no le cuadre,

que tire caballo y fuste

y que le monte a su madre.

Aunque, al final de cuentas, la brusquedad del lenguaje quede atenuada así:

Al que no le guste el fuste

y el caballo no le cuadre,

que tire caballo y fuste

y vaya y venga a la tarde.

El refranero filosofa de la siguiente manera acerca del demonio de los celos:

El que es celoso no duerme,

y si duerme no lo siente.

El versificador aconseja:

No te metas a celoso

duérmete sin sentir

olvídate del coloso

para no dar que decir.

Cuando la pobreza lo atosiga, fenómeno de lo más frecuente –sobre todo en los días que corren-, el mexicano se vuelve estoico:

Echarse platos de hambre

con rebanadas de necesidad.

Y masoquista:

Cuando la pobreza aprieta,

es una felicidad

echarse dos platos de hambre

y tres de necesidad.

Y más tarde, otro día, ofrecemos nosotros, un capítulo más del libro.

craveloygalindo@gmail.com

 


Por qué el Día de la marina.
03 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

A nuestros heroicos marinos. Es rendir homenaje a los hombres y mujeres que cuidan los mares que rodean a México.

Sí, insistimos, es honrar a nuestra patria.

Recordamos con mucho orgullo que el presidente Manuel Ávila Camacho promulgó, el 11 de abril de 1942, el decreto por el cual se estableció el 1 de junio como Día de la Marina.

Día de fiesta y solemne para la Nación. La Bandera Nacional deberá izarse a toda asta. Lo precisa el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México

Y gracias al abogado Jorge Alberto Ravelo Reyes, quien nos proporciona el Diario Oficial del gobierno federal que la secretaría de Gobernación, nos lo explica.

Y lo compartimos como clase de historia y cultura.

“En el contexto de la Segunda Guerra Mundial y como un reconocimiento a la heroica labor realizada por la Marina-Armada de México, el presidente Manuel Ávila Camacho promulgó, el 11 de abril de 1942, el decreto por el cual se estableció el 1 de junio como Día de la Marina.

Los antecedentes de esta institución se remontan a la consumación de la Independencia Nacional.

Uno de los primeros ministerios que formó el emperador Agustín de Iturbide fue el de Guerra y Marina, el 4 de octubre de 1821, para defender al país de un probable intento de reconquista por parte de España, organizado desde Cuba.

El objetivo del ministerio era proteger el inmenso territorio que ocupaba nuestro país, cuya superficie territorial era entonces de casi cinco millones de kilómetros cuadrados, desde la Alta California y Texas, en el norte, hasta Costa Rica, en Centroamérica.

En la Memoria de Guerra y Marina de 1822, el ministro Antonio Medina apremió al gobierno para contar con una armada mejor equipada.

Con este propósito se destinó una parte del préstamo adquirido en el extranjero para adquirir goletas, balandras, cañoneras y parque, pues la amenaza al territorio nacional era latente, por lo que resultaba

primordial preparar a un sector que se dedicara exclusivamente a la seguridad de los litorales.

Diversos episodios y conflictos militares y navales tuvieron como escenario el Golfo de México.

Entre los más relevantes, en abril de 1838, Francia ocupó el puerto de Veracruz durante la llamada Guerra de los pasteles, para exigir al gobierno mexicano el pago de indemnizaciones exorbitantes a ciudadanos franceses, así como de los gastos derivados de la propia intervención armada.

A su vez, durante la guerra de conquista territorial de Estados Unidos contra México, entre 1846 y 1847 tuvieron lugar diversas acciones en el puerto de Veracruz y también en los litorales del Pacífico, sin que nuestro país pudiera contenerlas.

En 1853, el general Antonio López de Santa Anna aprobó el Reglamento para el Buen Orden y Policía de los Puertos de Mar, y un año después suscribió el Acta de Navegación para el Comercio de la República Mexicana y la fundación de la Escuela Náutica para la Enseñanza de la Juventud al Servicio de la Marina Nacional.

Debido a la declaratoria de suspensión de pagos de la deuda externa por parte del presidente Benito Juárez, promulgada en julio de 1861, el puerto de Veracruz fue ocupado por la alianza tripartita de fuerzas navales y militares de España, Inglaterra y Francia.

Tras la firma de los tratados preliminares de la Soledad, en febrero de 1862, que formalizaron la retirada de ingleses y españoles, las fuerzas francesas se aprestaron a invadir el país, como preludio para la instauración de un imperio presidido por Maximiliano de Habsburgo y Carlota de Bélgica, quienes desembarcaron en Veracruz, en mayo de 1864, con lo cual dio inicio el Segundo Imperio Mexicano, combatido y resistido hasta 1867 por las fuerzas republicanas abanderadas por Juárez.

Durante el gobierno de Porfirio Díaz se establecieron las Escuelas Náuticas de Campeche y Mazatlán, en 1880, y el Zaragoza fue el primer buque de guerra mexicano que realizó un viaje de circunnavegación en 1894.

En 1897 se construyó un local especial, en la Ciudad de México, para el alojamiento de la Escuela Naval Militar.

Durante la invasión de Estados Unidos a Veracruz, en abril de 1914, los cadetes de la Escuela Naval Militar realizaron una defensa heroica del puerto, comandados por el comodoro Manuel Azueta.

Destacó la valiente acción del cadete naval Virgilio Uribe y la del teniente de artillería José Azueta, quienes junto con la población civil de la ciudad enfrentaron en desventaja, pero con valor, a los invasores estadounidenses.

Ante la superioridad militar, la resistencia de los cadetes y de la población fue derrotada; la ciudad fue ocupada y administrada por oficiales estadounidenses hasta el 22 de noviembre de 1914, cuando se formalizó su retirada.

En el México contemporáneo, la Marina-Armada de México fortaleció su institucionalización.

Por iniciativa de los diputados constituyentes Hilario Medina, Heriberto Jara, Francisco J. Múgica y Cándido Aguilar quedó asentado por el artículo 32 de la Constitución de 1917, que los ciudadanos mexicanos tenían preferencia para ocupar empleos, cargos o comisiones del gobierno, que incluían a la Marina Nacional de Guerra y a la Fuerza Área.

Otro cambio ocurrió durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas, quien en 1939 fusionó el Departamento de Marina con los servicios de Marina Mercante, Obras Marítimas, Pesca, Alumbrado Marítimo y Zonas Marítimas, en una dependencia única.

El 31 de diciembre de 1940, durante el gobierno del presidente Ávila Camacho, la Marina-Armada se convirtió en secretaría de Estado; el general Heriberto Jara fue su primer titular.

Las tareas esenciales de la Secretaría de Marina se cifraron en la defensa del país y de sus instituciones, resguardando la soberanía nacional en aguas territoriales y la vigilancia de las costas; la educación pública naval y la asesoría técnica de toda clase de comunicaciones por agua; la policía marítima y la marina mercante; la exploración y recolección científica, así como la formación de estaciones experimentales con laboratorios de pesca marítima, fluvial y lacustre.

En la actualidad, las labores de la Secretaría de Marina-Armada de México se han extendido a tareas como el rescate y salvamento de embarcaciones y de población en el mar, la atención en zonas de desastre en el territorio nacional, el control de la contaminación marítima y la salvaguarda de especies en peligro de extinción, así como el combate contra la violencia generada por el narcotráfico, la delincuencia organizada y la protección de los migrantes que transitan por los litorales del Pacífico, el Golfo de México y el Caribe.

Salud también por el extinto escritor, reportero y cadete de la Escuela Naval de Antón Lizardo, en Veracruz, oficial emérito Octavio Raziel García Abrego.

craveloygalindo@gmail.com

 

 

El Despiporre Intelectual 1
02 de Junio de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Este pequeño pero gran compendio literario se publicó en los albores de 1960. Su tiro limitado se agotó de inmediato. Y nadie se preocupó por una segunda edición.

Su título original fue Introducción a la gramática periodística. El despiporre Intelectual. Y se publicó en febrero de 2008, por el Club Primera Plana.

Nosotros como homenaje al poeta Rodolfo Coronado y al amigo José Carlos Robles, quien sugirió que lo escribiera, recopilamos todo, sin faltarle una coma o un punto, a efecto de que pueda disfrutarse plenamente.

A partir de este día comenzaremos a darlo a conocer tal y como hicimos con Mis bendiciones. En etapas.

“La sicología de los mexicanos está saturada de elementos humorísticos.

A nosotros la felicidad, el infortunio, la religión, la política, el matrimonio, la amistad, la carestía de la vida y el propio sexo nos mueven a risa.

El fenómeno culminante de la muerte se reviste, a nuestro placer, con una máscara alegre.

Las calaveras, en una palabra, nos pelan los dientes.

Somos muy dados los mexicanos a sortear burlonamente el toro de lidia de los aconteceres vitales.

En la oficina, en el café, en la pulquería, en el taller, en el bar, en las antesalas públicas y en el encuentro callejero tenemos siempre a la mano o mejor dicho a la boca, el botón de muestra de

nuestro particular buen humor.

Rasgamos la solemnidad de los velorios, por último, con la

irreverencia cimera de los cuentos colorados.

Bromistas irredentos, decidores incansables albureros de inagotables recursos y expertos en el manejo de vocablos de grueso calibre, nos reímos del prójimo con facilidad asombrosa y poco nos

importa servir, a nuestra vez, de víctimas propiciatorias del regocijo ajeno.

El que se lleva se aguanta y el que se enoja, pierde constituyen dos preceptos inviolables para todo mexicano que se precie y que no desee convertirse en isla arrancada de un continente humano en

donde todo se resuelve con la panacea infalible de la risa.

Perfeccionistas en este oficio regocijarnos de las debilidades de los demás, contamos para ello con una serie de instrumentos eficientes:

Refranes, proverbios, dichos, dicharachos, calambures,

adivinanzas, albures, trabalenguas, y al frente de esta variedad instrumental, con el más acabado recurso del ingenio burlesco: el epigrama.

Y en este oficio ingrato de aligerar con la risa el sin fin de su pesadumbre, el mexicano halló en el refrán, ya utilizado por él en su mundo antiguo, el mejor instrumento de trabajo.

Los ejemplos abundan:

El dinero Dios lo da

con el trabajo del indio.

Al mestizo el diablo hizo

al indito, el Dios bendito.

Indio que quiere ser criollo

al hoyo.

Con mayordomo español,

trabajo de sol a sol.

De español a gachupín,

hay un abismo sin fin.

Al español, puerta franca;

al gachupín, pon la tranca.

No te fíes de indio barbón,

ni de gachupín lampiño,

de hombre que habla como niño.

ni de mujer como varón.

Piojos que en España mueren,

en México resucitan.

Con los curas y los gatos,

pocos tratos.

El que entra a la Inquisición

ha de salir chamuscado.

Y ya que hemos nombrado a la Inquisición, Carlos Francisco, Marqués de Croix, Virrey, Gobernador y Capitán General de la Nueva España, fue protagonista de una anécdota más que ilustrativa al

respecto:

El miércoles de ceniza del año de 1767, una comisión eclesiástica se presentó al palacio virreinal con el encargo de imponer ceniza en la frente del máximo dignatario civil.

Pero Don Carlos Francisco. Todavía con los humos del aguardiente catalán ingerido en la noche. Crudo y mal humorado, contestó así a la caravana de ensotanados:

A mí no me tiznan curas

ni en miércoles de ceniza.

Tal desacato, como era natural, caló muy hondo en el Alto Cuerpo Inquisitorial, que emplazó al irreverente a que se presentara perentoriamente al Tribunal del Santo Oficio para ser declarado en causa gravísima de fe.

El Marqués de Croix, humildemente se presentó al Santo Tribunal, salvo el pequeño detalle de haberlo hecho abroquelado por la Compañía de Alabarderos, el Batallón Urbano y una batería de

ocho cañones.

Después de saludar afablemente a los que iban a juzgarle, advirtió al fiscal de la causa que sólo disponía de diez minutos para dejar finiquitado aquel desagradable asunto, transcurridos los

cuales la tropa que esperaba afuera tenía instrucciones de disparar contra el edificio de la Santa Inquisición hasta dejarlo reducido a ruinas.

De más está decir que al escuchar semejante amenaza, el fiscal dio por concluida la vista contra el Marqués de Croix y que éste salió a la calle orondo, sonriente y limpio de toda culpa.

Pero el pueblo, al enterarse de lo sucedido, no sólo trinó en contra de la actitud virreinal sino también, y con mayor razón, en contra de la cobardía y sumisión de los señores inquisidores.

Y no faltó alguien que opinara que la frase Con el Rey y la Inquisición, chitón, debería sustituirse con esta otra Con el Rey y la Inquisición, cañón.

Más allá del desahogo ideológico o político, el refrán fue utilizado por el pueblo como ficha de registro de su anecdotario cotidiano salpicado de vicisitudes sin cuento, de apuros económicos, de tropiezos en el amor y en la amistad, de complejidades místicas, de inquietudes estéticas, de inhibiciones absurdas y desplantes de machismo inveterado.

Como ahora, añadiríamos con respeto, pero sin sumisión, sucede, para bien o para mal.

Y en recuerdo a nuestro, amigo, colega y discípulo don Raúl Velasco, “Aún hay más”

craveloygalindo@gmail.com

 


La ausencia de corrupción
31 de mayo de 2021

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Si nos lo preguntaran a nosotros cómo quieres morir, tendríamos una sola respuesta: de viejo.

La muerte sin fin es otra forma de matar al ser humano sin juzgarlo

Los condenados a muerte, no son otros sino los que la sociedad expulsó de sus dones, seres que se vengaron conscientes o inconscientes de un sector que los orilló.

Los humanistas siempre han sostenido que la mejor forma de eliminar el delito son la justicia y la igualdad.

Y, por supuesto la ausencia de corrupción.

Los millones de seres que en el mundo no han encontrado esos factores, son también condenados, por la pobreza, las enfermedades, el desprecio.

En México, los miles de muertes que produce el crimen son parte de esa iniquidad y corrupción.

Con 70 millones de pobres que dejaron los anteriores gobiernos, muchos de los cuales han caído en las garras del virus, otros fueron condenados a muerte sin ser juzgados, por su propia condición empobrecida.

La justicia no entra, pues, a través de la ejecución sea por silla eléctrica, paredón o inyección fatal cuando se puede. Sino con acciones que hagan equitativa la vida del ser humano.

Doña Teresa Gil, escritora genial, hace la siguiente crítica a la

terrorífica decisión que tienen los condenados a muerte en Estados Unidos de escoger la forma de morir.

Brutal violación a los derechos, imponer la forma de decidir el método para morir.

Es de lesa humanidad.

Junto con la pena de muerte que un estado al no ser dueño de la vida de sus integrantes no puede aplicar, el decidir la forma de morir es una burla brutal a todos los derechos humanos.

Esos seres están ante la vieja frase del poeta, si saltas pierdes y si no, perdiste.

No hay salida para ellos, solo escoger lo que les acomode.

En un mundo en el que 56 países aplican la pena de muerte y 28 la han pospuesto, las doctrinas humanistas no han logrado penetrar aún en el afán de venganza de gobiernos y sociedades, mientras paradójicamente la muerte externa dolosa se agudiza cada día.

Es cierto que muchos países en el mundo han cancelado o pospuesto la pena capital y que en Estados Unidos ya son 21 estados los que se han reprimido.

Había en el mundo hace año y medio, con datos de CNN, 26 mil 600 condenados a muerte que esperaban su aplicación.

En el Caribe llama la atención que Cuba mantenga esa sanción y que en las mismas condiciones estén todos los países de ese entorno.

En América del sur, hay un bamboleo macabro entre los tipos de delitos, por lo general graves, que ameritan su aplicación, según leyes y juzgadores. México, que dejó de aplicarla desde 1961, la eliminó constitucionalmente hasta 2005.

La opción que acaban de poner a los condenados el estado de Carolina del sur para decidir la forma de morir, en la silla eléctrica o pelotón, ha exhibido el bajo grado de humanismo que existe en los países que se dicen democráticos como el del norte o que profesan religiones muy acendradas como Irán.

Aparte de Carolina del sur, en Estados Unidos hay otros estados que están presentando la opción de escoger como morir a sus reos. Al contrario de Nueva Hampshire que abolió la pena de muerte por cuestiones morales.

En un encuentro sobre el tema en 2010, la penalista Olga Islas de González Mariscal, académica de la UNAM, hizo un recorrido sobre esa pena en México dice que la de muerte, injusta, no ejemplar, irreparable e innecesaria

Tratada en diferentes códigos penales de los estados, sobre todo, el primero de ellos, en Veracruz en 1835 y puso énfasis en el llamado código Juárez, federal, de 1871, en el que legisladores consideraron la pena de muerte ilegítima injusta, no ejemplar, irreparable e innecesaria.

Pese ello, por las condiciones que vivía el país, se introdujo en la legislación. Lo mismo ocurrió con la Constitución de 1857.

Lo que llama la atención es la sensibilidad de algunos legisladores al rechazar desde entonces ese mecanismo fatal, y considerar lo poco que significa a la hora de desterrar el delito. Lo mismo que ocurre con las penas muy altas.

Se consideraban en todo caso delitos muy graves como traición a la patria en tiempos de guerra.

Los protocolos posteriores a los que se adscribió la ONU y que también menciona la jurista, son tajantes respecto al uso de esa sentencia y en muchos casos, incluyendo algunos que se crearon en convenciones americanas y que tiene en su poder la OEA, son determinantes al prohibir a “sus estados parte…” aplicar la pena de muerte.

Al referirse a la muerte, sus muchos avatares y destino del ser humano, irremediable, José Gorostiza, el poeta y diplomático tabasqueño (1901-1973) lanzó su gran poema, Muerte sin fin en 1939 (Fondo de Cultura Económica, Edición Tezontle 2001).

Aquí, una de sus partes:

Lleno de mí, sitiado en mi epidermis

por un dios inasible que me ahoga

mentido caso,

por su radiante atmósfera de luces,

que oculta mi conciencia derramada,

mis alas rotas en esquirlas de aire;

mi torpe andar a tientas por el lodo.

craveloygalindo@gmail.com