MUJER Y SALUD
Inicio / Las Ultimas / Internacionales | Economìa | Policìa | Ciencia y Tecnología | Personajes y Entrevista | Invitadas/ Denuncia Ciudadana | Foro /



 

 



 

CUERPO IDEAL

Manejando el Estrés

“Los beneficios de Sonreír”

El Perdón nos convierte
en seres libres

DIVERSIDAD BIOLOGICA
DEL EDOMEX

El amor engorda

MUCHOS INDIGENAS ESTAN PRESOS INJUSTAMENTE: SALAMANCA

CIENTIFICAS Y BRUJAS,
SIMILARES: UNAM

“Terapia de Vidas Pasadas” (TVP)

 Luchan contra la calle

‘LAS GUERRERAS’, HEROINAS MOTORIZADAS DE JUAREZ

EN LA UNAM CULTIVAN PIEL Y HUESO HUMANO

DIABETES, AMENAZA SER UN PROBLEMA DE SEGURIDAD NACIONAL

A TRAVES DE GENES PODRA DIAGNOSTICARSE CANCER DE MAMA Y OVARIOS  

SALARIO Y UNIVERSIDAD ROSA

* Del Mazo propone sueldo para amas de casa
* Lo ven como bendición, demagogia y populismo
* 60’% de los mexiquenses son mujeres
* Cerca de 850 mil son jefas de familia


Por ELVIA ANDRADE BARAJAS

ECATEPEC DE MORELOS, Estado de México, 06 de abril de 2017.- Adriana enciende un cigarrillo y echa una larga bocanada. Pensativa sigue con la mirada el humo y sin dejar de observarlo pregunta: ¿qué es salario y universidad rosa?...

Tras explicarle que es una propuesta de campaña del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) , Alfredo del Mazo Maza, a gobernador por el Estado de México, dice:

“Para mí sería una bendición, porque nadie me ayuda. Trabajo mucho y nadie lo reconoce: soy sirvienta, psicóloga, doctora, economista, jardinera, niñera, investigadora, payaso y por la noche mujer sexy, paño de lágrimas o una más en el olvido, tragándome una infidelidad más.

“Mire, este cigarro, mi única distracción, cuesta cinco pesos y por él tengo que ser muy atenta con mi esposo para que me lo compre una vez a la semana y de lo demás ni le cuento. ¡Me da vergüenza!”.

“Así que sí el gobierno, que no me conoce, considera esta tragedia y reconoce el trabajo doméstico de todas las amas de casa, ¡bienvenido!, para mí es una bendición.  Me daría un poco de independencia económica ante mi cruel e infiel esposo, al que no puedo dejar porque tengo tres hijos de 1, 2 y 4 años.

“No tengo a dónde ir, no tengo ni para el camión, ni para darle de comer a mis hijos. Tengo que cuidarlos, atender la casa, hacer la comida, lavar y planchar la ropa y tener todo listo para cuando mi esposo llega o se va.

“El nunca reconoce nada, dice que el dinero no le alcanza, pero anda de cabrón con una vecina y yo no puedo decir nada, porque me pega o no me da dinero. Dependo totalmente de él. No puedo buscar trabajo porque no hay quien cuide a mis hijos, tengo que aguantarme.  ¡No soy floja!  ¡Estoy atrapada!

“Así que si Del Mazo ofrece darnos un salario a las amas de casa ¡yo voto por él!”, dice Adriana en tono eufórico, pero de repente su rostro se endurece y de un golpe deja caer la cabeza girándola de un lado a otro en forma negativa y exclama:
“¡No, no, no voy a poder votar por él!

“Dice el delegado de mi colonia que mi credencial de elector esta vencida.  Ni siquiera me di cuenta cuándo se venció.  Estos últimos años me la he pasado dentro de la casa, lavando, planchando, cociendo, como una Cenicienta.

“¿Y, ahora, que va a pasar?”, se pregunta y responde:

“¡Que pena, no puedo apoyar ese programa que tanto bien me haría!, lamenta Adriana, una de las 16 millones 870 mil 388 habitantes del Estado de México, donde más del 60%  de sus pobladores son mujeres y de ellas 847 mil 910 son jefes de familia, madres solteras, divorciadas o viudas que sostienen igual número de hogares.

De los cerca de 17 millones de habitantes del Estado de México, unos tres millones de personas no nacieron en la entidad, provienen de otras ciudades.

María es de Puebla, sus padres se la trajeron siendo aún una bebé.  Ahora tiene 26 años y es madre de cuatro hijos.

Al igual que Adriana depende económicamente de su marido.

Ella recién regreso con él, después de que la dejara con sus bebés para irse tras otra mujer, con la que tuvo otro hijo.

“Yo lo amaba tanto.  Era mi todo, mi aire, mi vida.  Todo. Aún lo amo, aunque me lastimo como nadie.  No entiendo como, a algunas como a mí, la persona que más queremos es quien peor nos trata y no reconoce todo el trabajo que hacemos por ella, por el amor que le tenemos.

“¡Es injusto! Por cargar a mis bebes y atender la casa y a él, deje de arreglarme, ya no me maquillo, no puedo usar vestidos bonitos, ni zapatillas, deje de pintarme las uñas.  Todo el día ando corriendo de un lado a otro, por la mamila, el pañal, los frijoles que se queman, el gas que se acabó, su traje de la tintorería…todo me hace correr.

“Pero un día que estaba en el mercado me detuve de repente al ver una imagen que no me gustó: una mujer desaliñada, flaca, ojerosa, con un niño en brazos y tres más jalándole la falda y pidiéndole un dulce, que ella no podía comprar.

“! Esa mujer era yo. Sentí tanta pena por mí misma ¡”

“Por eso, se me enchino la piel y fingí un estornudo para poder ocultar las lágrimas que salieron desde el fondo de mi alma, desde lo más profundo de mi ser, cuando escuche a Del Mazo, en un evento en Las Américas, decir que las mujeres seríamos su prioridad, ¡que iba a ayudarnos!

“¡Dijo que reconocía el trabajo de las amas de casa y que nos daría un salario rosa, que podríamos ir a la universidad, a estudiar lo que quisiéramos, que habría guarderías y trabajo para las que tengan más de 50 años, que sería el gobernador de las mujeres, como si fuera nuestro padre o esposo!

“La verdad yo sí quiero que gane y que se haga realidad el salario rosa.  Quiero estudiar algo.  Cuando iba a la escuela fui muy tonta, me iba de bar o de hotel hasta que salí embarazada y tuve un hijo tras otro y ahora estoy atrapada en mis propias acciones. ¡Necesito ayuda!”.

Adriana y María son nombres ficticios, pero ellas sí existen y sus historias son reales.

Entre la población femenil mexiquense, más de 197 mil son indígenas, hablan dialectos y la mayoría pertenecen al grupo de personas analfabetas, un total de 466 mil 067 habitantes del Estado de México, que tiene más de cuatro millones de hogares, en los que a diario se viven diferentes dramas.

Entre las mujeres indígenas todo se agrava.

Ellas, la mayoría, sufren los efectos del alcoholismo y drogadicción que los asecha en las grandes ciudades a las que emigran en busca de una mejor vida.

Son mujeres muy calladas, trabajadoras y sufridas, difícilmente comunican lo que viven al interior de sus hogares.

El salario (tentativamente de 600 pesos mensuales)  y la universidad rosa es propuesta por el priista Alfredo del Mazo Maza, y ha sido cuestionada por sus oponentes Delfina Gomez Alvarez, de Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y por Josefina Vázquez Mota.

La arremetida más fuerte contra el salario rosa la ha hecho Vázquez Mota, una empoderada economista y política mexicana, ex candidata a la Presidencia de la República y actual candidata del Partido Acción Nacional (PAN) a la gubernatura del Estado de México.

Asegura que es inútil el salario rosa en un estado donde el feminicidio es una de las principales causas de muerte de las mujeres.

Al respecto Adriana y María coinciden en afirmar que es precisamente la dependencia económica al hombre, lo que las orilla a aguantar sus maltratos, al grado de ser asesinadas por ellos, “como ocurrió con una amiga mía”, dice María al relatar:

“Rosa se atrevió a buscar trabajo como masajista y en poco tiempo ganó el triple de lo que ganaba su esposo. Un día no contestaba su celular ni había llegado a su trabajo, por lo que sus compañeras fueron a buscarla a su casa y la encontraron colgada en el tendedero.
Tenía seis meses de embarazo.  Fue su esposo el que la mató, porque no le gusto que ella ganará más que él”

“El caso de Rosa fue muy doloroso para todos y en lo personal me hace pensar que con el tiempo nuestro amor de la vida es nuestro verdugo, pero a veces no tenemos ni un quinto para irnos lejos de él o poder vivir con dignidad sin denigrarnos por un cigarro”, afirmó Adriana al agregar:

“Es lamentable que una mujer política se oponga a este beneficio que podría ayudarnos a tener un punto de apoyo para poder respingar, tomar un camión e irnos lejos para salvar la vida”, dice Adriana al tiempo que arroja al suelo la colilla de cigarro y de un solo golpe lo aplasta con la suela del zapato.

eab_elya@yahoo.com.mx
reportajesmetropolitanos@gmail.com

El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva de los autores. Todos los derechos están reservados.
Queda prohibida la reproducción parcial o total del material publicado.
 Reportajes Metropolitanos - Derechos Reservados © 2006  www.reportajesmetroplitanos.com.mx