Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
La senadora demócrata por Nueva York, en campaña hacia la Presidencia de los Estados Unidos, inspiró a Marta Sahagùn de Fox a pretender ser la sucesora de su marido, como hace poco lo logró Cristina Kichner al asumir el poder de su esposo Nestor Kichner, en Argentina, pero lo que hundió a La Jefa fue su voracidad. Nunca aprendió la lección de Hillary, que se ha mostrado al mundo atrevidamente humana. Lo mismo perdona la infidelidad de W. Clinton, que se entristece y llora públicamente al reconocer una derrota. Esa es la diferencia.
Seguramente, Marta Sahagùn se pregunta: ¿Y, por qué yo no?...ah, púes porque ellas, son políticas de carrera, no mostraron un perfil oportunista en un mundo político machista. No se vieron ávidas de lujos y comodidades, ni tampoco fueron reconocidas como mujeres voraces, a las que el cocinero presidencial acusara de darle toloache a su marido en las comidas, y muchas otras cosas, que el pueblo mexicano rechazó.
Sin embargo, es justo reconocer que Marta Sahagùn es una mujer muy inteligente y astuta, que despertó entre las mexicanas el interés por buscar la presidencia en México. Mientras fue Primera Dama encabezó varias reuniones de políticas de todos los partidos políticos. Habían formado un frente, para reclamarle el poder a los hombres en la presidencia de la República.
Empero, su voracidad la hundió. El pueblo y los políticos mexicanos la rechazaron. Su pretensión era prematura. México no estaba listo para tener una mujer Presidente, pero si Hillary gana la candidatura demócrata y luego la Presidencia de Estados Unidos, lo más seguro es que al país azteca, no tardará en llegar una mujer a la silla presidencial.
En México hay muchas políticas valiosas, pero este país necesita una que sea atrevidamente humana, algo parecido a Hillary o a la asesinada líder paquistani Benazir Bhutto o a muchas otras, que han dado la vida por su patria, porque este país necesita que lo amen, que lo gobiernen con el corazón. Con el alma, porque hasta hoy sólo se han servido de él. Lo han saqueado y lo han entregado al poder del narcotráfico.
Eso es lo que han hecho los hombres en México.
Desde Santana hasta Vicente Fox Quesada la historia reporta saldo en su contra, algunos más otros menos, salvo algunas honrosas excepciones, pero casi todos han gobernado mal, y ¿por qué?...porque han sido inhumanos. No les importó la gente. Sólo su bienestar personal, por eso se recuerdan ex presidentes como Gustavo Díaz Ordaz que entrego bienes de la Nación a su amante Irma Serrano “La Tigresa”, quien las presume como si nada, sin que ninguna autoridad se las reclame legalmente, con el riesgo de que terminen en poder de un joven vividor y mantenido, que podría decir: ladrón que roba a ladrón, tiene 100 años de perdón.
Otro caso inhumano y de desamor a México fue el de José López Portillo, quien pago caro casarse con la vedette Sasha Montenegro, su viuda heredera, a quien acusara de golpearlo cuando estaba viejo, enfermo y en silla de ruedas, muy lejos de aquellos tiempos de su sexenio, caracterizado por el dispendio, excentricidad, despilfarro e influyentismo, que colmó en los excesos delictivos del Negro Durazo, vecino y antiguo amigo al que convirtió en director de Seguridad Pública y Tránsito del Distrito Federal, con los resultados conocidos por todos.
Dicen que en esta vida se paga todo lo que se hace y tal parece que en el caso de López Portillo ocurrió un poco de esto, ya que su esposa Carmen Romano, de quien se afirmaba gustaba mucho de los jóvenes, murió de Sida en Puerto Vallarta, mientras él sufría en carne propia el maltrato y desprecio de su bella esposa, así como el desprestigio público al conocerse su tragedia y la forma como defendía su sueldo como ex presidente de México, que algunos diputados y senadores quieren cancelar.
El que dice que no le importa que esto ocurra es el ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, quien entregó el país al panista Vicente Fox aún cuando no estaba terminado el conteo de los votos aquel 2 de julio del 2000. Los priìstas no han dejado de llamarlo traidor, y son muchos los que refieren que “su esposa era la alcohólica, pero el que se mareó más fue él y la regó”.
Sin embargo, los que estuvieron cerca de Zedillo cuentan que era muy humano, pero sólo con su esposa Patricia, a quien el poder intimidaba y orilló al alcoholismo, al grado que muchos eventos políticos y vuelos presidenciales se cancelaron porque el Presidente la atendía personalmente. La amaba.
La vida privada de los Presidentes de una nación siempre importa a su pueblo, por eso en Estados Unidos fue un escándalo la infidelidad de William Clinton, quien casi pierde la Presidencia por tener relaciones sexuales con una becaria de la Casa Blanca.
El hecho fue público y mundial. Hillary se mantuvo a su lado. Nunca lo abandono. Sigue con él y parecen felices.
En México, muchas mujeres hubieran dejado a su marido por algo así, ¡oh, no?..
También lloró al sentirse pérdida en Las Primarias frente a Barack Obama, su adversario negro. No se frena en mostrar sus sentimientos, y eso venido de un político del país más poderoso del mundo, es una gran lección de humanidad y humildad, que aplicado en cualquier gobierno debe ser una bendición para un pueblo. |