* Estafadores profesionales “enganchan” con palabras bonitas
* Utilizan fotos y perfiles falsos de extranjeros y de la ARMY USA
* Ofrecen amor eterno, fidelidad y matrimonio para toda la vida
* El amor es adictivo, dura poco, pero no envejece: UNAM

Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
Exclusivo para RM

CIUDAD DE MEXICO, ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, 14 de febrero de 2017.- La ciencia afirma que el amor nace en el cerebro, en el circuito de la recompensa, donde se activan todas las emociones buenas, malas y la adicción a las drogas. Los profesionales de la estafa del amor virtual saben que este sentimiento es adictivo y lo aprovechan junto con las ventajas que da Internet, para enamorar cibernéticamente a hombres y mujeres que esperan su “media naranja”, contactándolos en  alguna de las redes sociales, preferentemente Facebook.

Ellos se presentan como extranjeros, principalmente estadounidenses, se dicen Generales, Capitanes y médicos militares del Ejército de los Estados Unidos, destacados en Afganistán, Siria o Irak, donde aseguran estar en guerra y por lo mismo tienen prohibido chatear en webcam, hablar por teléfono o enviar fotos del lugar en que se encuentran, por lo que es difícil confirmar su identidad.

En sus perfiles de Facebook  utilizan fotografías vestidos con uniformes del Ejército de la Army USA y raras veces dan Like a alguna de las publicaciones de las personas que enamoran.

Otros se dicen viudos millonarios, padres de un hijo (nunca tienen más), exhiben fotografías de lugares muy elegantes.  Son unos dandis. Se presentan como arquitectos, ingenieros Senior, coleccionistas de arte, bibliotecarios retirados o empresarios en diversas ramas.

Los de esta categoría hablan por teléfono, WhatsApp y algunos sí se dejan ver en video llamadas.

Supuestamente radican en Alemania, Bélgica, Polonia, Estados Unidos, Inglaterra o Canadá, de donde suelen dar números telefónicos, que contestan siempre en inglés.

Muchos otros se dicen petroleros, supuestamente viven en una plataforma en medio de algún océano, y al igual que los que están en zonas de guerra no pueden hablar por webcam, ni Skype o alguna otra aplicación para hablar en vivo y conocerse personalmente, aunque sea virtualmente.

El común dominador de todos ellos es que andan en buscan del amor, de una relación serie, que termine en matrimonio.

Ofrecen compañerismo, fidelidad, lealtad y “amor para toda la vida”.

Nunca hablan de sexo.  Son muy caballerosos.

Se dicen cristianos o buenos católicos.   Van a misa todos los domingos.

Su modus operandi es muy similar.

Al parecer utilizan plantillas prestablecidas para enamorar, porque son las mismas palabras que han enviado Alex Kimberly, Damián Luckasz, Rob Young, Somokovick Jadranka, Garry Clark, Dilla, Francis, Edwin Dullens y Patrick Yenti a varias mujeres a las que intentan enamorar, para luego estafar.

Somokovick Jadranka

Les dicen que son la persona ideal, la mujer que habían buscado toda su vida, les dicen mi amor, miel, bella, hermosa.

Les hablan o mensajean todo el día o por las mañanas les envían una extensa carta de amor, cada vez más intensa, hasta el grado de decirles que están profundamente enamorados de ellas, dispuestos a viajar a sus países para casarse, y luego viajar juntos por el mundo y gastarse los ahorros de toda su vida, que no pudieron invertir en su esposa muerta en un accidente.

“Damián Luckasz era el hombre ideal. Maduro, apuesto, romántico, elegante y muy propio. Se decía proveedor y protector de mis hijos y su hija. No tenía problemas económicos, era viudo, millonario y se decía muy enamorado de mí.

 “Al poco tiempo de conocernos me pidió matrimonio e inmediatamente me dio instrucciones para que buscara una residencia muy bonita en una buena zona de mi país, a donde vendría a radicar y según decía invertiría una gran fortuna en el negocio que yo quisiera
“Yo estaba feliz. Cuando encontré una casa a mi gusto, una regular, de unos 18 millones de pesos, le envié un mensaje a whatsapp con fotos del inmueble.  Me dijo que estaba bien, pero que él prefería una con alberca, yacusi, sauna y un poco más de lujo, a lo que le conteste que prefería esperar a que él llegara para que juntos la buscáramos.

“Me anunció que llegaría en 15 días a México. Me envió una foto de un avión de Luftansa y su boleto de Alemana con escala a Paris y de ahí a México, con su supuesto nombre, fecha y hora del día que arribaría, pero a los cinco días me dijo que había sufrido un asalto en un país de Asia, a donde había viajado por trabajo, y que no tenía para regresar a Alemania, así que me pedía dinero para salir del problema. 

“Cuando este en tu país, te pago mi bella esposa, mi amor.  Ya sabes que mi fortuna y mi amor son tuyos, pero ahora debes salvarme de este problema”, comentó Casandra, una empresaria mexicana que confiesa:

 “Nunca me enamore de ese hombre.  Era imposible. Me gustaba mucho en fotos. Su voz y su romanticismo, pero me aterraba que no tuviera una buena estatura, que no fuera tan guapo como lo veía en fotos y que no tuviera dinero, así que cuando lo vi con esa debilidad económica se me esfumo el gusto, por arte de magia.  No le envié un solo centavo y di por terminada la relación, pero después supe que lo mismo quería hacer lo mismo con otras mujeres y al parecer sí le mandaban dinero”.

El caso de Casandra es uno entre mil, porque la Policía Cibernética investiga miles de denuncias de mujeres y hombres que son “enganchados” por Internet y acceden a enviar dinero a sus “prometidos” al verlos en problemas.

Quieren salvarlos de una situación caótica y que el ambiente de amor, en el que los hacen sentir tan amados y bien aceptados vuelva a ser como al principio.

Sin embargo, una vez que envían dinero o que se niegan a dárselos,  “sus amores” desaparecen de las redes sociales, al menos con los nombres con que se presentaron ante sus víctimas.

Uno de esos casos es de Dila, quien se decía un Capitán Mayor del Ejército de Estados Unidos destacado en Siria, quien enamoró a Azucena con las mismas palabras que Luckasz a Casandra. 

Decía llamarse Dila, pero resulto ser Florent Ahmed Groberg

Después de pedirle matrimonio, le pidió que buscara una residencia lujosa, pero Azucena de plano le dijo que no haría nada hasta que él llegará a su país, pues así se lo había sugerido su confesor.

El ya no la busco y luego la bloqueo..

Tiempo después una amiga, le ayudo a investigarlo y al buscar en Google su fotografía, descubrió que en realidad se llama Florent Ahmed Groberg, ex médico estadounidense francés militar y empleado civil del Departamento de Defensa de Estados Unidos, a cuyo Ejército sirvió durante la guerra en Afganistán, lesionándose gravemente en agosto de 2012, al frustrar un atacante suicida. El 12 de noviembre de 2015, el entonces presidente Barack Obama le dio la medalla de honor por su acción heroica en Afganistán.

Florent nunca vino a México, ni siquiera sabe que exisrte Azucena y que estaba comprometido en matrimonio con ella, quien, al conocer la verdadera identidad del hombre de la foto, comprendió por qué sentía tanta admiración y respeto por él, tanto que a ojos cerrados había aceptado casarse con él cuando terminará su misión en Afganistán.

Su amiga, Bella, le informó que ya había conocido de otros casos similares, en las que otras mujeres fueron enamoradas de la misma forma, para, en nombre del amor, estafarlas.

La versión de Bella, coincide con la que ofrece oficialmente la Policía Cibernética, en el sentido de que es una red de estafadores profesionales radicados en Nigeria, que operan desde varios teléfonos celulares, con perfiles falsos de fotos tomadas de Internet.

El robo de identidad es un delito en aumento en México, que ocupa el octavo lugar en este crimen en el mundo, por lo que ya fue elevado a pena federal, al tratarse de documentación oficiales y tarjetas de crédito.

En el caso de redes sociales, Facebook implementó desde 2015 un programa que detecta la usurpación de identidad, al detectar la duplicidad de una foto en un perfil, notifica al primer usuario registrado, para que verifique la autenticidad y si no la autorizo elimina esa cuenta.

Los nombres citados en esta investigación, ya fueron eliminados, e incluso el de Dila ya no aparece ni su nombre, sólo la conversación de la Azucena.

Pero ella conserva la foto del hombre de quien por error se enamoró.

La estafa de amor virtual se realiza constantemente por todo el mundo y a diario suma miles de víctimas, que incluso los ha llevado a la cárcel, como ocurrió con un español, de unos 60 años, que fue detenido en el aeropuerto Jorge Chávez, de Lima, Perú, cuando los agentes aduanales descubrieron que llevaba droga oculta en un paquete.

Al ser interrogado dijo que era un encargo que el hermano de su novia, una chica de 25 años, le había dado en España, para que se lo entregará a ella al llegar a Perú, donde supuestamente se casarían.

Cuando le pidieron el nombre del hermano no sabía cómo se llamaba y la novia ya no le contestaba el teléfono. 

La policía le preguntó dónde la había conocido y cuánto tiempo tenía de relación con ella.

Fue hasta entonces cuando reacciono.

Llevándose las manos a la cabeza exclamó: “Oh Dios, me engaño.  No la conozco.  Me contactó por Facebook y ella empezó a enamorarme. Era tan joven, tan bella y me amaba. ..Caí en la trama”.

El hombre lloró desconsolado, pero aún así fue esposado y puesto a disposición de las autoridades peruanas y su caso fue documentado en el programa Alerta Aeropuerto de National Geographic.

La investigadora emérita del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Autónoma de México (UNAM) Herminia Pasantes, explica que el amor está en el cerebro donde surgen emociones placenteras que dan felicidad y euforia e incluso la adicción a las drogas, por eso se dice que el amor es adictivo, y es correcto, asegura.  

Se hacia llamar General Francis, en realidad es General Becker leaving Fort Jackson

Primero te hacen sentir muy bien.  Sientes una sensación de alegría y felicidad ilimitada.  Te sientes fuerte, único, pero cuando la pareja no alimenta esa sensación, aparece el lado oscuro del amor: los celos, sufrimiento, dependencia, desesperación, comenta la investigadora de la UNAM.

En la misma área donde nace el amor, el cerebro, se activa la adicción por las drogas que producen placer, felicidad o cualquier otro sentimiento de euforia, donde se involucran neurotransmisores relacionados con las emociones, como son dopamina, serotonina, entre algunos otros.

A este proceso químico se le ha nombrado enamoramiento, y durante este proceso, no es raro que el afectado realice locuras o tome decisiones sin pensar, no le importa nada, explica la investigadora emérita.

No obstante, esto tiene explicación, y se debe a que el circuito de recompensa (donde se producen todas las sustancias placenteras del amor) está conectado con la corteza cerebral, la cual nos permite razonar. Por tal motivo, se nubla todo tipo de raciocinio.

Es por eso que los estafadores de amor, seducen a diario a sus víctimas con palabras bonitas, cartas románticas, bellas canciones y por supuesto una buena foto, de una persona consolidada, que envié el mensaje de prosperidad, para crear un ambiente de confianza.
Pero lo más importante es que haga sentir a su víctima muy amada y muy hermosa. Y luego hacerle sentir el dolor de perdida, para que “se ablande” y le de todo lo que le pide en menos de uno o dos meses, después entra el raciocinio y será más difícil concretar la operación.

La investigadora asegura que este proceso neuronal (enamoramiento) no dura para siempre, y de acuerdo con diversos estudios realizados, puede persistir de dos a seis meses, dependiendo de cada caso, resalta.

Sin embargo, revela que el amor no envejece, debido a que el circuito de la recompensa, donde se activan todas las emociones buenas, malas y el amor, así como la adicción a las drogas no cambia con los años.

“Es decir, mientras otras funciones cerebrales declinan con la edad, éste conserva su frescura, de ahí que, pasado un tiempo de una decepción amorosa o de estar solo, es natural que regrese el enamoramiento.

“Es así que para bien o para mal es un sentimiento muy inquietante. Uno pensaría que las personas de mayor edad ya no se enamoran, pero diversos casos en nuestra sociedad nos han mostrado lo contrario, y de ahí surge el dicho “para el amor no hay edad”.

Por lo tanto, aconseja que para no caer en trampas de amor ni ser víctima de estafas virtuales, es recomendable amarse y respetarse primero a uno mismo.

Establecer un código de ética personal, en el que se fijen límites a uno mismo y al otro.

En las relaciones virtuales, la primera regla debe ser conocer personalmente a la persona, para saber si le atrae químicamente, porque el olor y el efecto visual también juegan un papel muy importante en el amor, que indiscutiblemente es dictado por el cerebro, no por el corazón, como quieren hacer los poetas.

Cuando uno se enamora y no es correspondido, regularmente siente un dolor en el corazón, pero no se trata de una afección en dicho órgano, sino más bien de una situación psicológica causada por un malestar general del cuerpo, donde podría incluirse una depresión, explica Tamara Rosenbaum, investigadora del Instituto de Fisiología Celular.

En cambio, resalta la académica universitaria, morir de un corazón roto puede ocurrir en un contexto fisiológico, en donde existe una afección cardíaca y fisiológica real.

Por ejemplo, Benito Juárez sufría angina de pecho, un dolor donde las arterias se tapan, se da una isquemia, disminuye el PH, se producen prostaglandinas y otro tipo de moléculas dirigidas a la terminal nerviosa cerca del corazón y activan receptores en el sistema nervioso central para después avisar al cerebro que algo está mal.

En los males de amor, dice, se siente dolor físico por el malestar general que le provoca el desamor, lo que envía señalizaciones cerca del corazón para avisar que algo está mal,, pero de eso no se va a morir, aunque sienta que sí, comenta la catedrática.

José Luis Velarde, consultor de relaciones de pareja, recomienda que en casos de engaño, estafa, en los que esta presente el desamor, se recomienda hablar de lo que se ha vivido. Llorar la pérdida y enfocar toda la atención que se le daba a la otra persona, en uno mismo.

Perdnar al otro, amarse a uno mismo y continuar la vida. En caso de estafa es muy recomendable denunciar los hechos y ganar experiencia, para no volver a tropezar con la misma piedra o una similar.

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