*Hombre controvertido, fue torero, banquero, tuvo novias y quiso ser diputado
Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
ECATEPEC DE MORELOS, Estado de México, 31 de enero de 2022.- Era un día soleado de 1995, recién lo habían nombrado obispo de la Diócesis del polvoso y sufrido Ecatepec. La sotana negra resaltaba su grueso crucifijo de oro, su tez blanca, su estatura y sus ojos intensamente azules, al igual que ese color rosado en el rostro.
Un día, después de una conferencia de Prensa, fue inevitable decirle:
Señor Obispo ¡que guapo es usted!...
” Sí yo sé. Gracias”, respondió alegre, pero advirtió:
“Nunca más digas eso a un hombre, porque nosotros tenemos nuestro propio diccionario y ante esas vivas exclamaciones entendemos ¡Quiero contigo!, así que no lo vuelvas a hacer”, instruyó Monseñor Onésimo Cepeda Silva, quien hoy murió a sus 84 años víctima de Covid-19, que hasta hoy a matado a 306,091 personas en México.
En esa ocasión Cepeda Silva, agregó:
“Mira, yo sé que ese comentario es sano y lo agradezco, pero otro hombre que no use sotana puede aprovecharse de eso. Muchos lo han hecho y ve cuanta madre soltera hay”
¿Cómo sabe de ese “diccionario”, de ese doble lenguaje de los hombres si es un sacerdote?
“Ah, sencillo, porque nací hombre y abrace el sacerdocio hasta los 35 años; antes tuve novias, fume, tome, tuve una vida mundana, incluso fui torero, banquero, amigo de millonarios y artistas famosos, así que conozco el cielo y el infierno, pero prefiero el cielo”, comentó el prelado, quien en alguna otra ocasión confesó que la política “me encanta porque te da la oportunidad de acercarte a la gente y ayudarla en todo lo que sea posible. Desde el pulpitro aconsejas, orientas, pero no es lo mismo que ejecutar las órdenes.”
¿Cómo debe ser una mujer, cómo debe comportarse, para que no la mal entiendan?
“Las mujeres deben ser discretas en el hablar, caminar, vestir e incluso al reír. Sus ojos son los que deben hablar; con una mirada conquistas, repudias, confirmas y hasta castigas. Es un arte, como lo hacían nuestras madres. No importa que se modernicen e independicen, no deben perder esta esencia”.
Onésimo Cepeda era un hombre muy preparado. Todas las mañanas veía los noticieros de televisión, leía libros, los periódicos, las columnas políticas y estaba muy al tanto de todo lo que ocurría en el municipio, en el Estado de México, en el país y en el mundo.
Le gustaba que lo entrevistaran, pero se irritaba cuando alguna de sus controversiales declaraciones provocaba pólvora.
Entonces le salía la furia de los arianos, nació un 25 de marzo, e incluso llegaba a lanzar una que otra grosería.
En algunas ocasiones se enfrentó a periodistas en juicios para defender su imagen que se veía perjudicada con alguna publicación, pero aun así le gustaban los periodistas “los inteligentes y preparados, no los pendejos”, decía.
Estudió Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México desde 1956 hasta 1960, Filosofía en el seminario de los Misioneros de Guadalupe desde 1961 hasta 1964 y Teología en la Universidad de Friburgo de 1966 a 1970.
Fue banquero, agente de bolsa, director general de la Banca privada en México.
En 1964 conoció al empresario Carlos Slim Helú, con quien co-fundó la Casa de Bolsa Inversora Bursátil SA de CV, que más tarde se constituyó en Grupo Financiero Inbursa.
Trabajo con Roberto Hernández Ramírez, presidente de Grupo Financiero Banamex, y más tarde director ejecutivo de Banamex Citigroup; Ingenieros Civiles Asociados (ICA) y en Televisa, así como otras empresas.
El 28 de octubre de 1970 en Cuernavaca fue ordenado sacerdote. Se desempeñó en varios cargos en la mayoría de las oficinas de la Iglesia Católica. Desde 1989 es el fundador y rector del Seminario Conciliar de San José en Cuernavaca y profesor de teología.
El Papa Juan Pablo II lo nombró obispo en 1995 del entonces recién formada primera diócesis de Ecatepec.
Recibió la ordenación episcopal el 12 de agosto de 1995 del arzobispo Girolamo Prigione, Nuncio Apostólico en México; los testigos fueron Manuel Pérez-Gil y González, Arzobispo de Tlalnepantla, y Luis Reynoso Cervantes, obispo de Cuernavaca.
Su ordenación fue en la antigua catedral de Ecatepec, desde la que se ve el Palacio Municipal, la explanada municipal y el jardín, que desde entonces se cimbraba con marchas y manifestaciones de los pobladores pidiendo todo tipo de servicios públicos.
En ese entonces el gran problema de Ecatepec era la explosión demográfica que avanzaba y devoraba los cerros de la reserva ecológica de la Sierra de Guadalupe.
Entonces los grandes delitos eran fraccionar ilícitamente los ejidos y zonas comunales que dieron lugar a la mayoría de las colonias que ahora integran el anárquico Ecatepec.
El obispo era pieza clave en la vida social y política de Ecatepec, su opinión tenía gran influencia en los políticos locales, principalmente del PRI, que en su mayoría eran católicos.
De 1997 a 2000 fue presidente de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales y Asesor Legal de la CEM.
Ahí creció su pasión por las entrevistas y la política, pero también sus problemas de imagen, a causa de sus fuertes declaraciones y juicios que sostuvo para defenderse de acusaciones periodística, como aquella de que era uno de los principales socios del consorcio Ara que compró y fraccionó Sosa Texcoco, para luego convertirla en lo que ahora es Las Américas.
Onésimo Cepeda siempre negó ser socio de algún fraccionador e insistía que su único interés era servir a Dios, ayudando a la gente a vivir mejor, pero tenía un grupo de abogados que lo defendía en caso de ser necesario y siempre reclamaban el pago de los daños morales causados en dólares al tipo de cambio en el momento de ganar la demanda.
Al cumplir la edad de jubilación obligatoria, 75 años, el 8 de mayo de 2012 el papa Benedicto XVI aceptó formalmente la renuncia de Onésimo Cepeda Silva al puesto de obispo de Ecatepec en el Estado de México.
Durante su jerarquía, Monseñor Cepeda dirigió la construcción de la nueva Catedral de Ecatepec que esta justo atrás de la antigua.
Es más grande, austera, fría, pero con un gran Cristo que eligió Onésimo Cepeda, al igual que la posición de las ventanas, porque cuido que los rayos del sol iluminaran el altar.
Cuando él fue obispo de Ecatepec era común que a la nueva Catedral llegaran periodistas de renombre, políticos encumbrados, e incluso artistas que lo seguían mucho y que en el 2021 lo alentaron para que fuera precandidato a diputado plurinominal del partido Fuerza Por México (FXM), posición a la que renunció ante el revuelo que levantó su decisión en la Iglesia católica.
Un día después de que fue aclamado por la gente de Ecatepec como posible futuro diputado, renuncio a sus aspiraciones políticas, no sin antes aclarar que no iba a cobrar un centavo, pero “sí iba a aprovechar la oportunidad de ayudar a la gente”.
El 9 de enero pasado fue intubado tras dar positivo a Covid-19.
--Señor obispo, ¿cómo dice esa oración de en verdes prados reposaré o algo así, podría decirme, porque me gusta mucho?
“El señor es mi pastor nada me falta. En verdes praderas me hace reposar, me conduce a aguas tranquilas… ¿esa?, preguntó.
-Sí esa, por favor, podría rezarla toda.
“No. Esa oración es para un moribundo. No la debe rezar una persona sana”.
-Ups, entonces cuál deben rezar los sanos.
“La máxima oración, la que El Señor nos enseñó: el Padre Nuestro. Es la oración más poderosa. Única. Escucha la otra:
“Aunque camine por lúgubres cañadas, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu bastón me defienden.
“Preparas ante mí una mesa en presencia de mis enemigos; Me unges con perfume la cabeza, y mi copa rebosa.
“ ¡La bondad y el amor me escoltan todos los días de mi vida! Y habitaré en la casa del Señor a lo largo de mis días. O sea, la eternidad; es para cuando vas a morir o has muerto. ¿Entiendes?”
¿Y, del amor, que dice la Iglesia del amor?
“Ah, el amor es el pilar de la Iglesia y de todo. En cada boda se recita, pero con los nervios los novios no le poenen atención y los invitados menos, pero escucha que belleza:
“El Amor todo lo puede, es paciente, no es orgulloso, no es egoísta, no guarda rencor, cree y confía; el amor no termina. Es eterno”.
Descanse en paz.
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