Por Alfonso Fernández de Córdova M.
A unos días del quinto informe de gobierno del Presidente de la República, licenciado Felipe Calderón Hinojosa, crece la expectación por conocer los avances, estancos, logros y proyecciones de la nación mexicana.
Las gestiones de toda la administración pública, principalmente en política, economía y seguridad son temas predilectos de la población, porque inciden directamente en el modo de vida y bienestar general en el corto, mediano y largo plazos.
Es decir, del balance de resultados, realizaciones, pendientes y rezagos en el quinquenio dependerá en gran medida el optimismo, las estrategias y alternativas que adoptarán los sectores productivos y las fuerzas sociales y políticas del país.
¿Cómo llega el Presidente Calderón al quinquenio? Es la primera pregunta que salta a la mente y la respuesta de la opinión pública resume lo siguiente:
Llega fortalecido en cuanto a estabilidad política, económica y social en el país. Saldos blancos o ausencia de violencia en los procesos electorales efectuados el 3 de julio en cuatro entidades: Coahuila, Estado de México, Hidalgo y Nayarit, y con su apego a Derecho y prudencia política en los actos del Gobierno Federal en los asuntos nacionales e internacionales.
Debilitado en la economía por no lograr todas las reformas propuestas por el Ejecutivo Federal al Poder Legislativo; no alcanzar los índices económicos en inversión, producción y empleo; decrecimiento del producto interno bruto; alza de la inflación; baja recaudación fiscal a lo programado por las dependencias específicas y por los vaivenes de los mercados internacionales, en perjuicio de las exportaciones mexicanas.
Fortalecido en política exterior al restablecer un clima de relaciones respetuosas, francas, amistosas y dignas con la comunidad internacional. Destacan los discursos claros, fundamentados y valientes para decir las verdades ante las responsabilidades no cumplidas en tráfico de armamentos y consumo de estupefacientes que fluyen en Estados Unidos y afectan los esfuerzos de México, en el combate en esas materias.
Debilitado por la actitud de los políticos y los partidos políticos que no aportaron propuestas ni soluciones a la problemática nacional y, en cambio, se excedieron en descalificaciones y críticas al mandatario federal cada vez que hizo llamados a todos los sectores de la población, así como gobernadores, legisladores, mandos policíacos y jueces, para afrontar las adversidades que afectan al país.
Otra de las fortalezas del licenciado Calderón Hinojosa es el apoyo moral, cívico y social dado por su esposa Margarita Zavala, quien con toda sencillez, discreción y oportunidad lo acompaña en los quehaceres públicos dentro y fuera del territorio nacional. Esta eficiencia y aciertos la distinguen como una de las primeras damas de más simpatías captadas en los cinco años de gobierno de su cónyuge y en la escala presidencial en las últimas cuatro décadas.
Es muy laborioso y extenso el seguir con las fortalezas y debilidades con las que llega el Primer Mandatario al quinquenio por lo que optamos por citar los testimonios periodísticos más recientes: una entrevista con Joaquín López Dóriga, para Televisa, en ocasión de la beatificación de Juan Pablo II, en Roma, y otra con Pascal Beltrán del Río, en Excélsior. Una buena entrevista no debe perderse en el olvido, en la indiferencia o en la inacción. Es conveniente analizarla y proyectarla de acuerdo a su trascendencia, importancia y testimonios vertidos por los interlocutores y entrevistado. Por ello sintetizamos las afirmaciones siguientes:
“NO TENGO PROBLEMA CON PEÑA NIETO NI CON LOPEZ OBRADOR”: FCH
“No tengo problema con Peña Nieto ni con López Obrador. No me preocupa que haya alternancia de partidos, siempre y cuando lo decidan los ciudadanos. Esa es la clave de la democracia, que gane el que decida el ciudadano”, afirmó el Presidente Calderón a Joaquín, plática publicada íntegramente en la edición anterior de Macroeconomía.
“Ojalá que en las reformas propuestas (política, laboral y de seguridad pública) prevalezca más que el interés de partido o grupo o de personas, sea el interés nacional, lo que más convenga a México. El tema electoral es recurrente. Ojalá sepamos distinguir lo que es de las elecciones y de la competencia electoral, de las diferencias, de lo que es el interés nacional”.
“Soy el Presidente de la República. He gobernado y seguiré gobernando para todos…de ninguna manera sacrificaría una sola de mis responsabilidades o tareas, sin menoscabo de mis ideas, principios y convicciones afines al partido en que milito”.
“Todavía no tengo un candidato. Creo, como todo mexicano, que de las opciones que se presenten habré de optar por alguno. Lo que sí puedo garantizar a los mexicanos es que tengo bien claro mis responsabilidades como Presidente de la República, entre ellas: el apego a la legalidad y jamás he hecho ninguna cosa que la ley no permita a favor o en contra de una persona o un partido político”.
“He corrido muchos riesgos en mi tarea como Presidente de la República, para defender a los mexicanos. Cuando el país está asolado por la delincuencia organizada, combatirla, actuar con apego a la legalidad y no dejarme vencer por las amenazas ni por los miedos de nadie, ni de los criminales que quieren que detenga mi acción, ni de los intereses políticos que hoy o mañana buscarán sacar raja de los problemas de México, a costa mía. Si he sido electo Presidente de la República, no es para acobardarme ni detenerme ante mis propios temores o mis cálculos personales futuros, sino para actuar con rectitud al límite de mi conciencia. Es mi deber y buen nombre, y es el marco legal el que va a delimitar mis acciones”.
“Creo que quienes tienen que pedir perdón a los mexicanos son los que dejaron crecer en sus estados una criminalidad tan aviesa, que ha puesto en verdadero predicamento a muchas familias mexicanas. Quienes causan la violencia son los violentos, quienes están llenando de luto, tristeza y dolor a nuestro México son los criminales, contra ellos todos debemos actuar. No es el Gobierno quien ha causado esas muertes -35 mil- de las que se habla. Es de muy mala fe señalar al Gobierno como el causante de esa mortandad, muchos de ellos inocentes, cuando es el único que ataca y combate a los criminales. Me parece una hipocresía que por mero interés político se ataca políticamente al Gobierno y no se ataque a los criminales, cuando que es el único que los combate y tiene la presión política. La seguridad es una corresponsabilidad de todos los órdenes de gobierno. Creo que todos somos responsables”.
TAMAULIPAS, LOS ZETAS Y MICHOACÁN DIERON LA PAUTA…
En la entrevista con Pascal Beltrán del Río, director de Excélsior, en Los Pinos, el Presidente Calderón dijo, primeramente, acerca del “gran solitario de Palacio”. “En buena medida sí, porque la conexión que uno quisiera siempre tener con la gente es muy difícil de sostener. Van cambiando las relaciones humanas, se focalizan los problemas. La posibilidad de hablar con la gente se minimiza, es decir, el tiempo no alcanza para muchas cosas y, finalmente, se produce cierto efecto de aislamiento que hay que romper a cualquier costo”.
“El cargo es personal y eso lo hace mucho más pesado. No sé si el tener una imagen tan fuerte del Presidente de la República, construida a través de tantas décadas o siglos quizá, de poder unipersonal, hace que todos los problemas se imputen al Presidente y todas las soluciones se esperen de él también. Concretamente, el caso de seguridad es una buena descripción de ello. La seguridad es una responsabilidad constitucional que compete a los tres órdenes de gobierno. Yo diría en la lógica del gobierno y la administración pública, la autoridad más cercana es la municipal y es la que debiera hacer las tareas propias de la seguridad pública, así ocurre en buena parte del mundo. Aquí el problema se imputa centralmente y todas las soluciones se esperan también desde el centro, es decir, del Presidente”.
Acerca de la percepción pública de que trató de legitimarse con el apoyo del Ejército, la respuesta fue: “Es totalmente falso. La legitimidad proviene del apego a la ley y a la justicia y ese tema había quedado resuelto en la resolución del Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial, y en la misma toma de posesión. El hecho de haber decidido ir a la sede del Congreso de la Unión, a pesar de los pesares y frente a todos los consejos que recibí de tirios y troyanos, eso consolidó el arranque de la Presidencia, muy, muy sólido. Nunca respondimos a la violencia, mantuvimos una disposición al diálogo y la apertura”.
ES CUANDO ASUMÍ LA DECISIÓN DE SACAR AL EJÉRCITO A LAS CALLES
“Como aspirante presidencial, cuando aún era secretario de Energía, fui a Ciudad Miguel Alemán, la gente estaba terriblemente asustada. Me empezó a hablar de Los Zetas, término que no había escuchado, y luego a Ciudad Victoria, donde dije que si no había una acción decidida a través de una autoridad comprometida con la libertad, los ciudadanos y con la ley, el próximo gobierno de Tamaulipas no sería del PRI, sino de los Zetas”. Y en Sinaloa, dijo algo similar, “…el Procurador sería El Mayo Zambada”.
“Ahí empecé a ver la dimensión del problema. En 2006, ya como Presidente, lo que determina la acción fueron mis conversaciones con Lázaro Cárdenas, entonces gobernador de Michoacán. Él es la primera persona que me describe la dimensión del problema en nuestro estado.
“Ya habían pasado los primeros operativos que envió Vicente Fox, uno a Tijuana, otro a Nuevo Laredo; los decapitados en la presidencia municipal de Acapulco; las cabezas tiradas en un table dance de Uruapan…y Lázaro me describe la forma en que la ahora Familia Michoacana, asociada a Los Zetas, se había apoderado de amplias regiones del estado. Él había pedido ayuda insistentemente al presidente Fox y por una u otra razón se la había negado. Durante la plática se da un motín en un penal de Michoacán. Los criminales de La Familia tenían de rehenes a sus propios abogados defensores, eran pasantes de derecho, jóvenes estudiantes, y los matan. Ahí asumo el compromiso con Lázaro de apoyarlo y preparar un operativo con las Fuerzas Armadas y la entonces Policía Federal Preventiva, para respaldar a las autoridades”.
“Así empieza la historia, en enero de 2007, y en la medida en que avanzamos se devela el descomunal deterioro de las instituciones públicas. Rápidamente se requiere reconstruir las policías locales. Así surgieron los operativos en Tamaulipas, en Baja California, creo el mejor que ha salido; en Sinaloa, en Chihuahua y otros estados donde los gobernadores han tenido problemas y solicitan el apoyo federal. Era muy difícil imaginar eso y pensar cuántos muertos habría de no haber actuado. Las muertes surgieron por el choque de las organizaciones por disputarse territorios. Después se agregaron los inocentes y los secuestrados”.
¿QUÉ FALTA POR LOGRAR Y CUÁL ES SU CANDIDATO PARA 2012?
“Primero, quiero lograr la cobertura universal de salud, que es una de las metas sociales más importantes para México. (Ya hay 45 millones con seguro popular). Quiero completar la infraestructura más grande que se haya hecho en cobertura hospitalaria, en puertos, aeropuertos, carreteras, etcétera. Quiero superar la enorme presión sobre los más pobres por la subida de precios de los alimentos. Quiero que todas las casas tengan piso de concreto. Quiero llevar los servicios básicos a más de 90 por ciento de la población. Quiero ver que disminuya la violencia en México, como ocurrió en Colombia y otros países que pasaron por olas similares. Quiero capturar a los líderes más importantes de las organizaciones criminales. Y quiero también que al término de mi mandato haya 32 cuerpos policíacos renovados y confiables, uno por cada entidad federativa”.
“He hablado con todos ellos -los aspirantes- y creo que lo más importante es ordenar el proceso. En eso, mas que el Presidente tiene que ver el propio partido. Pero de mis colaboradores tengo que asumir una responsabilidad y conducir esto sin que descuiden su función y porque su carácter de secretarios los va a ser muy vulnerables ante quienes los critican o atacan. Aprecio a los secretarios que en lugar de ver los toros desde la barrera y ver cómo golpean al gobierno, tienen el valor de salir y dar argumentos en la discusión. No hay cosa peor que no paren los tiros a su portería y luego yo tenga que parar todos en muchas ocasiones”. ¿Y quién ha parado más tiros a las porterías o se ha lanzado al ruedo en las dependencias donde ha estado? Es Ernesto Cordero, secretario de Hacienda, dijo el Presidente Calderón en el curso de la entrevista. |