CONCEPCION, CHILE, 02 de marzo de 2010 (AFP) – Los chilenos inspeccionan los daños causados por el terremoto de magnitud 8,8 y el posterior tsunami a lo largo de la costa cerca de Concepción, el 28 de febrero de 2010. El sismo mató al menos 795 personas y los rescatistas siguen buscando sobrevivientes. En las áreas costeras olas gigantescas arrastraron casas.
El gobierno pidió perdón por errar al haber descartado inicialmente un tsunami en las costas del sur de Chile. Las alarmas por tsunamis nunca sonaron.l martes fuertemente militarizada, con tanquetas en las calles, un toque de queda ampliado a 18 horas y sus habitantes organizados en grupos de autodefensa para enfrentar violentos saqueos.
El Gobierno movilizó a unos 14.000 militares a esta ciudad, 500 km al sur de Santiago, y a la vecina región del Maule, las zonas más afectadas por el sismo de 8,8 grados que sacudió Chile el sábado, con dos millones de damnificados y al menos 795 muertos, según un último balance.
Escenas de guerra podían verse en Concepción, con tanquetas custodiando lugares estratégicos, mientras patrullas con soldados con armas en ristre recorrían las calles.
Mientras el país intenta levantarse de una de las mayores catástrofes de su historia, la ayuda internacional comenzó a llegar, con el arribo de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.
"La reconstrucción costará mucho dinero", admitió la presidenta Michelle Bachelet, tras reunirse con Clinton.
Clinton trajo equipos satelitales de comunicaciones, entre otros insumos, un auxilio que fue agradecido por Bachelet en el encuentro en el aeropuerto, restringido por los severos daños provocados por el sismo. La ayuda estadounidense se sumará a la de países como Argentina, Brasil, Perú y España.
El toque de queda en Concepción para evitar saqueos y atentados como dos incendios intencionales el lunes, fue ampliado a 18 horas entre las 6 de la tarde y el mediodía siguiente, ante la magnitud del vandalismo que se apoderó de las ciudad.
La rígida norma de excepción colapsó este martes el tránsito con kilométricas filas de vehículos que no podían entrar a la ciudad.
Los habitantes de varias comunidades montaron barricadas para defenderse de la amenaza de los saqueadores, que burlan el toque de queda para ingresar a las casas.
"Decidimos organizarnos para defendernos", dice un hombre que fuma al pie de una fogata en la comunidad de San Pedro de La Paz. "Aquí las armas son palos y piedras", agrega.
En los barrios más acomodados, un periodista de la AFP constató a una persona con arma larga en su puerta. Los vecinos resolvieron atarse un listón blanco en el brazo para distinguirse de los que no residen en la zona.
Un paramédico comenta que en las villas donde viven militares retirados se ha sugerido a los jefes de familia "dormir con las armas al alcance".
Localidades cercanas a Concepción, como el puerto de Talcahuano, afectado por un tsunami, viven en penumbras y quedaron expuestos al pillaje.
"Por la noche vienen vándalos a meterse en nuestras casas que están expuestas. Así que juntamos todo lo que pudimos y prendimos fuego para calentarnos y así cuidar las cosas en la puerta de nuestras casas", dice Antonio González en ese puerto.
"Estamos durmiendo con un fierro o un palo en la mano para defendernos. Muchos que lo han perdido todo vienen como zombies buscando qué llevarse y tenemos que responder", añade Juan.
La destrucción afecta gran parte del litoral en poblaciones como Dichato, Cobquecura, Constitución o Pelluhue.
En Talca, 300 Km al sur de la capital, muchos residentes deambulan entre las ruinas, entre ellas una parte de la iglesia, mientras jaurías de perros sin dueño recorren las calles en busca de comida. La gente se refugia bajo pequeñas tiendas montadas en estacionamientos o en senderos polvorientos.
El antiguo centro de Talca se derrumbó en minutos y las pintorescas casas de adobe, algunas de hasta un siglo de antigüedad, colapsaron.
Tras días de demora, efectivos militares comenzaron con el reparto de ayuda, víveres y agua.
La directora de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Carmen Fernández, explicó que el organismo trabaja para agilizar el proceso para socorrer a unos dos millones de damnificados.
"La red de distribución está operando", dijo, agregando que para este martes está prevista también la entrega de las primeras viviendas de emergencia.
En la localidad costera de Constitución dos helicópteros del Ejército aterrizaron con cerca de 2,5 toneladas de alimentos, mientras que militares y buzos tácticos iniciaron el rescate de las personas desaparecidas en el mar.
En varias poblaciones se repetían las Escenas de exasperación por la demora de ayuda. Muchas personas han expresado que el gobierno chileno se apresuró a enviar ayuda a Haití durante el terremoto que azotó ese país en enero pero que no ha tenido los mismos reflejos para su propia tragedia.
TERREMOTO ACORTO VIDA DE LA TIERRA: CIENTIFICOS
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS, 02 de marzo de 2009 (AP) - Los días en la Tierra podrían haberse acortado desde el poderoso terremoto del sábado en Chile, pero por una diferencia de apenas una millonésima de segundo, según un grupo de científicos.
Richard Gross, científico del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, y sus colegas calcularon que el sismo del sábado acortó el día en 1,26 microsegundos. Un microsegundo equivale a una millonésima de segundo.
La duración de un día es el tiempo en que el planeta completa una vuelta sobre su propio eje, o sea, 86.400 segundos o 24 horas.
Un terremoto puede hacer que la Tierra gire más rápidamente al acercar parte de la masa del planeta a su eje, al igual que los patinadores sobre hielo pueden acelerar sus giros al acercar los brazos al cuerpo.
Un sismo también puede causar una desaceleración y alargar el día si aleja la masa respecto del eje, dijo Gross el martes.
El científico dijo que el cambio estimado de la longitud del día es permanente. Por lo tanto, varios terremotos poderosos podrían sumarse para acortar el día, agregó, "pero estos cambios son muy, muy pequeños".
Son tan pequeños, de hecho, que los científicos no los pueden registrar directamente. Gross explicó que las medidas de la duración de un día sólo llegan hasta las cinco millonésimas de segundo, cuatro veces más que el cambio que calcula que ocurrió.
"Seguramente voy a leer las mediciones cuando lleguen", dijo Gross. "Dudo que vaya a ver algo".
AMERICA LATINA, REGION MUY EXPUESTA A LOS TERREMOTOS
SANTIAGO, CHILE, 28 de febrero de 2010 (AFP) - Los sismos sufridos por Chile este sábado y por Haití son un recordatorio de que América Latina y el Caribe se cuentan entre las regiones más expuestas a terremotos en el mundo y también las más vulnerables por sus miles de tugurios construidos alrededor de cerros y ríos.
El mapa sísmico no deja lugar a duda: una línea roja recorre el continente de sur a norte, bordeando sus costas pacíficas para llegar hasta el Caribe. En su devastador camino se encuentran Santiago, La Paz, Lima, Quito, Bogotá, Caracas y todos los países centroamericanos.
El temblor que mató a cerca de 70.000 personas en el norte de Perú, el 31 de mayo de 1970, el del 4 de febrero de 1976 en Guatemala, causante de 25.000 muertos y 3,5 millones de damnificados. El de 1985 en Ciudad de México, que mató a 10.000 personas, o el de Haití en enero de 2010, que podría haber dejado 300.000 muertos, son ejemplos.
El continente ostenta el récord mundial del más intenso terremoto jamás registrado, de 9,5 grados en la escala de Richter, que se produjo el 22 de mayo de 1960 en la ciudad de Valdivia (840 km al sur de Santiago de Chile) y causó 3.000 muertos.
El terremoto sufrido este sábado en Chile, de magnitud 8,8 en la escala Momento, fue el segundo más potente de los últimos 20 años, tras el de 9,1 grados en la escala de Richter registrado en diciembre de 2004 en las costas de Indonesia y que desencadenó el tsunami que mató a 220.000 personas.
Según el último saldo de víctimas, el de Chile dejó 708 muertos.
Nada extraño desde un punto de vista geológico: en la región varias placas tectónicas oceánicas se introducen debajo de la corteza continental, que a su vez es atravesada por diversas fallas.
Por ejemplo, en el Pacífico, "la placa (oceánica) de Nasca, se introduce hasta 700 km por debajo de la placa continental", explica Estella Minaya, directora del Centro Regional de sismología para America del Sur. "En algún momento aumenta su velocidad, y eso genera ruptura y desplazamiento", agrega.
La zona más expuesta actualmente, añade la especialista, "va del sur de Perú al norte de Chile", donde "se va acumulando energía hasta que eso va a estallar".
En Guatemala, las autoridades también advierten sobre los riesgos crecientes, especialmente el director del Instituto de Sismología, Eddy Sánchez, quien ha dicho que regularmente después de 30 años existen grandes descargas de energía, cuyo tiempo ya venció.
¿Qué hacer? En la mayoría de los países, especialistas y funcionarios entrevistados por la AFP indican que se organizan con frecuencia simulacros de terremotos, se dispone de estaciones de monitoreo y de normas de edificación antisísmica, pero no sin insuficiencias para proteger a los 586 millones de habitantes de la región, más del 75% de ellos urbanos.
"En Chile, Colombia o Perú, hay reglamentación para que las viviendas soporten ese tipo de terremotos, pero por ejemplo en Bolivia no hay control (sobre su aplicación, ndlr) y la mayor parte de la población está en zonas de vulnerabilidad", afirma la ingeniera Minaya.
También en Bogotá, ciudad con riesgo sísmico intermedio donde viven millones de desplazados en edificaciones artesanales construidas en la veredas, más del 80% de las viviendas no cumple con normas sísmicas, según especialistas.
En Ecuador "existen construcciones irregulares en todo el país y eso es fuente de peligro", asegura Mario Ruiz, jefe de sismología del Instituto geofísico de Quito.
Lo mismo ocurre en Venezuela donde "más de la mitad de la población vive en viviendas humildes sin capacidad para resistir un terremoto y más del 60% habita, a su vez, en zonas de riesgo sísmico", según Carlos Genatios, experto en ingeniería estructural y sismorresistente.
Los especialistas insisten en la necesidad de recordar reglas básicas de prevención y en la llamada "microzonificación".
Esta técnica, que consiste en documentar muy localmente el riesgo sísmico y el tipo de suelo, permite definir con mucha más eficacia la construcción adecuada, casi a nivel de barrios, y así limitar los daños, precisa Estella Minaya.
Pero según los expertos, falta aún mucho camino para el "riesgo cero".
"Ningún país en el mundo está realmente preparado para los peligros que representa un sismo", admite el director de sismología del Instituto geofísico de Perú, Hernando Tavera.
"En definitiva nadie está moderadamente preparado ante un fenómeno como estos", dice también la subdirectora del Instituto colombiano de geología y minería, María Calvache.
EL DE CHILE MAS FUERTE QUE EL DE HAITI; PERO CON MENOS DAÑOS
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS, 28 de febrero de 2010 (AFP) - Naturaleza de las fallas y del epicentro, respeto de las normas antisísmicas, preparación de la población: por numerosas razones las pérdidas de vidas humanas en los sismos de Chile y Haití no son comparables, a pesar de que el temblor fue mucho más fuerte en Chile, cuya tragedia ensombrece la gira por Latinoamérica de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que inicia este el lunes.
El epicentro del sismo que sacudió Chile en la madrugada del lunes, en el que murieron al menos 708 personas, se situó a 115 km de Concepción, la segunda aglomeración del país y a 325 km de la capital, Santiago.
Con una magnitud de 8,8, este terremoto, uno de los más potentes del siglo, tuvo una fuerza varios cientos de veces superior al que asoló Haití el 12 de enero, de magnitud 7,7.
Sin embargo en Haití, el país más pobre de América, donde el epicentro se situó a tan solo 25 km de la capital, Puerto Príncipe, el terremoto dejó más de 220.000 muertos y un millón de sin techo.
Geológicamente, las dos sacudidas, así como la que se produjo el sábado en el sur de Japón sin causar daños, no tienen relación ya que las rupturas se produjeron en fallas distintas, afirman los expertos.
En Haití, la poca profundidad del temblor, a unos 10 km en la corteza terrestre, multiplicó la violencia de las vibraciones y amplificó los daños en la superficie del suelo. En Chile, sin embargo, el sismo ocurrió a 35 km bajo el océano, lo que amortiza el choque pero hace temer un importante tsunami.
Pero, la diferencia entre ambos seísmos "no se debe solamente a que el epicentro del sismo en Haití estaba más cerca de Puerto Príncipe sino también a que Chile se encuentra mucho mejor preparado que Haití frente a una sacudida telúrica de esta magnitud y de esta intensidad", afirmó a la AFP Roger Bilham, profesor de geología de la Universidad de Colorado.
Chile se encuentra en una de las zonas de mayor actividad sísmica del mundo, con la convergencia de dos grandes placas tectónicas que provoca sismos de magnitud 8 cada diez años aproximadamente. Haití sin embargo no había conocido un terremoto tan catastrófico en la región de Puerto Príncipe desde hacía 240 años.
Es precisamente en Chile donde tuvo lugar el 22 de mayo de 1960 el mayor terremoto jamás registrado, el sismo de Valdivia, de magnitud 9,5 y en el que murieron 2.000 personas.
Según la empresa estadounidense EQECAT, especializada en la estimación de riesgos, el hecho de que Chile hubiese establecido a gran escala normas de construcción antisísmicas "disminuyó el potencial de destrucción".
Parece que los daños causados por el terremoto en Chile "son mucho menores que en Haití", indicó el sábado en un comunicado la organización Architecture for Humanity. "Esto se debe sin duda al estado de preparación del país, a mejores normas de construcción y a la localización y profundidad del epicentro", explicó.
"Si un edificio se derrumba durante un terremoto es porque fue fuertemente sacudido o porque fue mal construido", resume el profesor Roger Bilham. "En Haití, los edificios eran muy frágiles. Los que los construyeron hace 20 o 30 años construyeron tumbas para sus ocupantes".
En la capital haitiana, donde se apiñan dos millones de habitantes, solo se conocían dos edificios construidos según normas antisísmicas, y ambos resistieron bien a la tragedia del 12 de enero.
SUSPENDEN ALERTAS DE TSUNAMI EN JAPON
TOKIO, JAPON, 28 de febrero de 2010 (AP) - Japón suspend
ió el lunes sus avisos de tsunami, un día después de que olas menores de lo esperado generadas por un terremoto en Chile llegaran al país.
Un maremoto provocado por un terremoto de magnitud 8,8 azotó las islas principales de Japón y la costa de Rusia el domingo, pero las olas provocaron pocos daños y el estado de alerta a lo largo del Pacífico fue suspendido.
Hawai y otras islas del Pacífico tampoco sufrieron daños.
Científicos de varias partes del mundo admitieron que consideraron la amenaza mucho más peligrosa de lo que realmente fue, pero defendieron sus acciones diciendo que tomaron los pasos adecuados y aprendieron las lecciones del tsunami en el Océano Indico en diciembre de 2004, el cual mató a miles de personas sin tener sufiente aviso.
"Es un punto clave recordar que no podemos no emitir suficientes alertas. El no alertar no es una opción para nosotros", dijo Dai Lin Wang, una oceanógrafa del Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico en Hawai. "No podemos tener una situación que creíamos que no era un problema y de repente es devastador. Eso simplemente no puede ocurrir".
Cientos de miles de personas huyeron de la costa hacia zonas más elevados después de que el Centro de Alertas en Hawai avisara a 53 países y territorios de que el terremoto del sábado provocó un tsunami.
Después de que el centro suspendiera su aviso, algunos países mantuvieron sus propios sistemas de control como medida de precaución. Muy pronto el lunes por la mañana, la agencia meteorológica japonesa avisó sobre un posible tsunami de 0,5 metros (1,5 pies) en su costa del Pacífico y pidió a los ciudadanos que se mantuvieran fuera de las orillas. Más tarde, redujo la zona afectada por el aviso y finalmente lo suspendió.
El domingo, en Japón, la ola más grande causada por el sismo, de 1,2 metros (cuatro pies), llegó a la isla norteña de Hokkaido.
A su paso por el Pacífico, el tsunami sólo impactó ligeramente las zonas más pobladas, incluido Hawai.
"Esperábamos que las olas fueran más grandes en Hawai, quizás un 50% más grandes de lo que fueron en realidad", dijo Gerard Fryer, un geofísico del Centro de Alertas. "Vamos a estudiar eso".
En Japón se temió que el tsunami pudiera ganar fuerza a medida que se aproximara. Las autoridades pusieron bajo alerta de maremoto a la costa este y ordenaron que cientos de miles de residentes buscaran refugio en zonas de mayor altura, mientras las olas avanzaban a cientos de kilómetros por hora.
Las poblaciones en la costa norte emitieron órdenes de evacuación para 400.000 residentes, informó la red de radio y televisión japonesa NHK. Esta cambió a un estado de emergencia, en el que transmitía mapas con las zonas que corrían mayor peligro y efectuaba constantes pedidos de precaución.
Mientras el tsunami continuaba su avance, la Agencia Meteorológica de Japón dijo que podrían llegar olas de hasta tres metros en las prefecturas (estados) de Aomori, Iwate y Miyagi, aunque fueron mucho menores.
En Kesennuma, al norte de Japón, el mar inundó las calles costeras por unas cuatro horas antes de retirarse, pero los habitantes no sufrieron mayores consecuencias.
El fenómeno llegó a Hawai 16 horas después del temblor en Chile, cuando las autoridades había pasado toda la mañana haciendo sonar sirenas de emergencia y ordenando a los residentes que dejaran las zonas bajas desde aviones con altavoces.
La marina estadounidense sacó a media docena de barcos de Pearl Harbor y un crucero de la base naval de San Diego para evitar el posible aumento de las olas.
Las playas se vaciaron, los pobladores evacuaron sus mansiones, las tiendas de Waikiki cerraron y los habitantes salieron a comprar provisiones y combustible, pero por la tarde las islas volvieron a ser un paraíso.
Las olas llegaron a California, pero casi no hicieron diferencia en medio de una tormenta. En San Diego, se realizó un torneo de surf como estaba previsto.
En Tonga, donde 50.000 personas se trasladaron a zonas altas ante la llegada del tsunami, la Oficina de Desastres Nacionales reportó que una ola de dos metros llegó a una pequeña isla norteña, dijo el subdirector Mali'u Takai. No había reportes de daños.
Nueve personas murieron en septiembre en Tonga por un tsunami proveniente de Samoa que barrió con gran parte de una población.
En Samoa murieron 183 personas en ese maremoto y miles de personas se mantenían en las colinas el domingo por la mañana en la isla de Upolu, pero la policía dijo que no había reportes de olas o aumento en el nivel del mar.
Al menos 20.000 personas abandonaron sus hogares en el sureste de Filipinas y se refugiaron en edificios del gobierno o escaparon a las montañas, pero el alerta fue retirado la tarde del domingo.
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Los periodistas de The Associated Press Mark Niesse y Audrey McAvoy en Honolulu, Mari Yamaguchi y Malcolm Foster en Tokio, Ray Lilley en Wellington, Jim Gómez en Manila, Debby Wu en Taipei, Taiwán y Kristen Gelineau en Sidney contribuyeron a este despacho.
NELSON MANDELA
CIUDAD DEL CABO, SUDAFRICA, 12 de febrero de 2010 (AFP) - Sudáfrica celebró el jueves pasado el 20º aniversario de la liberación del héroe de la lucha antiapartheid Nelson Mandela tras 27 años de reclusión y en su presencia, ante el parlamento, el presidente Jacob Zuma expresó su deseo de que la "Copa Mundial de fútbol 2010 sea un enorme éxito en su honor". primer presidente negro de Sudáfrica "desempeñó un papel central para ayudar al país a obtener los derechos para hacer este importante acontecimiento" en junio, declaró Zuma en un discurso a la Nación, en presencia de su ilustre predecesor.
"Para esto, debemos hacer que la Copa Mundial sea un enorme éxito en su honor", añadió.
Nelson Mandela, de 91 años, escuchó el discurso desde la tribuna del Parlamento, al que honró con una de sus escasas apariciones públicas.
La Asamblea explotó en cánticos a la llegada de "Tata", el "Abuelo" de la Nación, y cantó "Mandela, no hay nadie como tú".
El primer presidente de Sudáfrica, de 91 años, estaba acompañado por su tercera esposa Graça Machel.
Ingresó por una puerta oculta, protegida como siempre de las miradas a causa de la salud declinante. La televisión lo mostró cuando ya estaba sentado en las tribunas de la sala plenaria.Mandela, liberado el 11 de febrero de 1990, se convirtió en 1994 en el primer presidente negro de Sudáfrica, cargo en el que permanecería hasta el fin de su mandato en 1999.
El ex presidente Mandela fue liberado hace 20 años de las cárceles del apartheid, en lo que fue considerado primer signo tangible del fin de un agonizante régimen de segregación racial.
También fueron invitados al parlamento el último presidente del apartheid, Frederik W. De Klerk, con el que Mandela negoció la transición pacífica hacia la democracia, el primer presidente de Zambia independiente, Kenneth Kaunda y veteranos de la lucha contra el apartheid.
Dieciocho meses antes de su liberación, cuando ya se habían establecido contactos secretos entre el preso político más famoso del mundo y un gobierno que perdía el control de la situación, Mandela fue trasladado al centro correccional Victor Verster, donde se le asignó una confortable residencia.
El dirigente, nacido el 18 de julio de 1918, acababa de pasar 18 de sus 27 años de detención en la prisión de alta seguridad de Robben Island, una isla barrida por los vientos frente a Ciudad del Cabo.
"Muchas personas, en su caso, habrían buscado la venganza y (se habrían implicado) en un racismo al revés", comentó el jueves en Ginebra la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay. "En cambio, eligió la vía del perdón y de la democracia", añadió.
Ante las puertas del centro Victor Verster, que este jueves adquirió el estatuto de monumento histórico, políticos y veteranos de la lucha antiapartheid se congregaron cerca de una estatua que representa a Mandela dando sus primeros pasos de hombre libre, con el puño en alto en señal de victoria.
Sin embargo, 16 años después de las primeras elecciones multirraciales que llevaron a Mandela al poder, 43% de los 48 millones de sudafricanos viven aún con menos de dos dólares por día.
Pero el cambio político es radical. Las leyes segregacionistas fueron abolidas, la democracia se afianzó y el país adoptó una de las constituciones más liberales del mundo.
El partido de Mandela, el Congreso Nacional Africano (ANC), ganó fácilmente todas las elecciones desde 1994. El antiguo movimiento rebelde aboga ahora por la reconciliación, y pese a estar históricamente anclado en la izquierda, trató siempre de tranquilizar a los medios económicos y de negocios.
Esta estrategia permitió asegurar hasta el año pasado un fuerte crecimiento que convirtió a Sudáfrica en el gigante económico del continente y le permitió financiar ayudas sociales para más de 13 millones de personas.
Aunque el gobierno mejoró el acceso al agua y la electricidad, queda aún mucho por hacer en los enormes barrios marginales donde 1,1 millones de familias siguen viviendo en precarias viviendas de fortuna.
En suma, los excluidos por el antiguo régimen no han visto mejorar mucho su situación, debido especialmente al desempleo, que afecta a la mitad de la población activa del país, consecuencia directa de un insuficiente sistema educativo.
Resultado: el ingreso mensual promedio
CONFUSION POR NUMERO DE MUERTOS EN HAITI
¿Van 230 mil o 270 mil?...
TITANYEN, HAITI, 10 de febrero de 2010 (AP) - Haití emitió el miércoles números bastante contradictorios sobre los muertos en el terremoto del 12 de enero, lo que agravó la confusión acerca de la cifra real de víctimas y llevó a sospechas de que nadie la conoce.
Un día después de que la ministra de Comunicaciones, Marie-Laurence Jocelyn Lassegue, elevó el número oficial a 230.000 muertos, su oficina publicó un comunicado, según el cual, el presidente Rene Preval había señalado que 270.000 cadáveres fueron sepultados en fosas comunes por el gobierno después del movimiento telúrico.
Luego, un funcionario de prensa retiró el comunicado, al señalar que contenía un error, pero volvió a transmitirlo unos minutos después. Más tarde, el ministerio señaló que había ocurrido un error tipográfico, y la cifra era de 170.000 muertos.
Pero tampoco eso aclaró las cosas. Poco antes de caer la noche, Preval y Lassegue aparecieron juntos en las oficinas temporales del gobierno.
Preval dijo en inglés a la prensa que el número era de 170.000, refiriéndose aparentemente a la cantidad de cadáveres sepultados en fosas masivas.
Lassegue lo interrumpió en francés, dando un número más bajo que el dado por la misma funcionaria un día antes.
"No, no, el número oficial es de 210.000", dijo la ministra.
Preval la desacreditó.
"Ella no sabe de lo que habla", dijo, otra vez en inglés.
No hay duda de que el número de muertos, cualquiera que sea, es uno de los más altos por un desastre en la historia moderna.
¿Cómo puede saberse un número exacto o al menos aproximado? El gobierno prácticamente no funciona y los grupos humanitarios están demasiado ocupados con las labores de rescate como para calcular una cifra precisa.
La fuerza conjunta de tareas a cargo de la respuesta mundial al desastre _gobiernos y militares de otros países, agencias de las Naciones Unidas y funcionarios del gobierno haitiano_ sólo repiten la cifra de muertos que da el gobierno de Haití. Y ese gobierno, cuya infraestructura resultó devastada por el sismo, no ha sido capaz de explicar su metodología.
Ningún gobierno ni agencia independiente ha dado su propia cifra de muertos. Muchas dependencias que suelen ayudar a calcular cifras de bajas dicen estar demasiado ocupadas ayudando a los sobrevivientes como para llevar la cuenta de los muertos.
Las autoridades haitianas no dan una explicación convincente acerca de cómo llegaron a esa conclusión. Paulatinamente fueron dando cifras mayores: 111.481 el 23 de enero, 150.000 el 24 de enero, 212.000 el sábado, 230.000 el martes y tanto 270.000 como 170.000 en un mismo día. E incluso algunos funcionarios del gobierno manifiestan escepticismo sobre esta última cifra.
"Personalmente creo que muchas de las informaciones que da el gobierno al público son estimaciones", dijo el principal epidemiólogo haitiano, el Dr. Roc Magloire.
Muchos ciudadanos acusan incluso al gobierno de inflar los números para atraer ayuda extranjera y para restar peso a su propia respuesta vacilante.
"Nadie sabe cómo compaginaron ese recuento de muertos. No hay lista de nombres. No hay lista de quienes todavía podrían estar atrapados. No hay fotos de las personas que enterraron", dijo Jacques Desal, propietario de un comercio. "Nadie nos dice nada. Sólo quieren la ayuda".
En los desastres de grandes proporciones es común ver grandes discrepancias en la cifra de muertos: los gobiernos pueden usar cifras menores para salvar las apariencias, o mayores para atraer ayuda exterior. Pero en el caso de Haití, donde las mismas instituciones responsables de compaginar la información fueron devastadas, es particularmente difícil calcular la cifra.
Un tercio de los nueve millones de haitianos estaban en la caótica capital cuando se produjo el terremoto minutos antes de las 5 de la tarde. Muchos se preparaban para salir de las oficinas o las escuelas. Se derrumbaron unas 250.000 casas y 30.000 edificios comerciales, según cálculos del gobierno, muchos de ellos sepultando gente en su interior.
Durante días, la gente apiló cadáveres a los costados de los caminos o los dejó semienterrados bajo los escombros. Muchos más permanecen debajo de los restos de los edificios, según el hedor revelador.
Unos pocos días después del temblor, el departamento de obras públicas, conocido como CNE, empezó a recoger cadáveres de las calles para depositarlos en tumbas abiertas por excavadoras en Titanyen, al norte de la capital, en medio de colinas de tiza y piedra caliza que miran al Mar Caribe. Las trincheras tienen 6 metros (20 pies) de profundidad y se elevan hasta 6 metros (20 pies) de altura.
El gobierno dice haber contado 230.000 cadáveres durante esas tareas y dice que la cifra no incluye a las personas enterradas en ceremonias privadas. Pero en Titanyen, un trabajador, Estelhomme Saint Val, dijo el miércoles que nadie había contado los cuerpos.
"Los camiones los depositaban donde fuera, y después nosotros los cubríamos", dijo. "Enterramos gente a lo largo de los caminos. Era imposible hacer un recuento".
Y aunque la cifra del gobierno aumentó en miles del sábado al martes, Saint Val dijo que sólo llegó un camión esta semana con dos cadáveres. Agregó que los trabajadores recibían 15 camiones cargados de cadáveres por día después del sismo, pero que la cifra bajó hace unos diez días.
La ministra de comunicaciones Marie-Laurence Jocelyn Lassegue, que anunció el martes la nueva cifra, se negó a precisar cómo se hizo el cálculo.
"Por el momento hemos contado 230.000 muertes, pero estas cifras no son definitivas", agregó. "Es una cifra parcial".