PATA DE PERRO
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¡Hasta siempre negro!
Abril 19, 2011

Por Ramiro Gómez Luengo

-- Ia, Parte ---

Hasta antes de esa entrevista, realizada hace seis años en vísperas de su más que bien merecido homenaje en Bellas Artes, el perro jamás había cruzado una palabra con Salvador el Negro Ojeda; pero una vez iniciada la plática con aquel hombre, moreno y delgado, quien destilaba pasión en cada una de sus palabras, supo de inmediato que aquello sería inolvidable.

Apenas cumplidos sus 80 años de edad, el Necio de Sotavento salió de este plano material el 9 de febrero de 2011, pero su voz, su música y, sobre todo, su congruencia, se quedarán por siempre entre nosotros recordándonos que las utopías son quimeras en camino a cumplirse.

Más que un adiós, la siguiente entrevista es un hasta siempre para una de las figuras icónicas del canto mexicano popular, el querido Negro Ojeda, quien desde allá arriba, con la jarana en mano, de seguro le dirá a todos aquellos que lloramos su partida: “Si no es pa’ tanto pues”.

Chilango de nacimiento, aunque rumbero, jarocho y trovador de veraz por herencia y vocación propias, Salvador el Negro Ojeda nos cantó literalmente su historia el pasado 5 de abril, cuando el Palacio de las Bellas Artes le abrió las puertas en reconocimiento a una trayectoria que durante 60 años ha sido ejemplo de congruencia y compromiso, pero sobre todo de amor por la música.

Aunque lejano ya aquel 27 de enero de 1931 cuando el Negro abrió sus ojitos, éste recuerda como la presencia de unos padres enamorados de la cultura jarocha lo inspiraron desde muy pequeño a tocar la jarana y el piano, instrumentos que aprendió de oído y que le sirvieron para componer sus primeras canciones cuando apenas contaba con 12 años.

"Sin embargo -explica- la experiencia que me marcaría para siempre ocurrió en 1946, cuando descubrí la música popular cubana, con la cual me entusiasmé a tal grado que fundé un grupo de rumba con el que debutamos en un restaurante del Paseo de la Reforma.

"Durante los siguientes 15 años, previo paso por el Orfeón Infantil Mexicano, donde extendí mis conocimientos en la música coral, formé y enseñé a diferentes grupos de aficionados a éste  y otros géneros musicales, ya fueran romántico, folklore mexicano y latinoamericano, así como canción vernácula".

Pero la piedra angular en la trayectoria del Necio de Sotavento rodó en 1962, cuando decide abrir en su natal colonia Del Valle el café cantante Chez Negro, precursor de lo que después serían conocidas como peñas y en donde el plato fuerte era que la variedad la hacía él solo o con el acompañamiento de los mismos parroquianos.

"Habían desde principiantes que poco después brillarían, en mayor o menor medida, como Gerardo Tamez, Nacho Méndez, Matilde, Jano Portillo, Margarita Bauche y Berta Cabal, hasta profesionales ya consagrados, entre ellos Lola Beltrán, Chamín Correa, Paco Michel y Milla Domínguez.

"Fue allí donde conocí a René Villanueva y los hermanos Ávila, con quienes fundamos en 1966 el grupo Los Folkloristas, del que fui director musical los siguientes dos años, periodo en el cual grabamos tres discos y realizamos innumerables giras, programas de radio y televisión, así como presentaciones".

El Negro revela que los movimientos estudiantiles que se dieron en esa época, tanto a nivel nacional como internacional, marcaron de manera definitiva su pensamiento y quehacer artístico, el cual define como "humanista por encima de todas las cosas".

"El Che Guevara decía que primero había que graduarse de hambre para después ser lo que tu quisieras: guerrillero, cantor o doctor; para mí lo principal es saberse graduar de ser humano, porque mi ideología es el humanismo, que está más cerca de la izquierda que la derecha".

Músico autodidacta que todo lo aprendió en la escuela de la vida, el Negro Ojeda admite tener muchas carencias, pero también muy buen gusto, lo que le ha valido poder comunicarse con la gente durante 60 años.
"Nos preocupaba mucho la música social, pero a mí me preocupaba la música, en general, algo en lo cual choqué muchas veces con René Villanueva, quien era mucho más militante en todas sus cosas, razón por la cual opté por separarme de los Folkloristas, si bien seguimos cooperando en muchos proyectos.

"Me dediqué a darle clases a grupos como Los Alberos, Tupac Amaru, Los Papuras y Amparo Ochoa, así como a Tehua; tras mi debut como solista en el auditorio Justo Sierra de la UNAM, logré establecerme como intérprete e investigador de nuestra cultura popular, realizando hasta la fecha giras nacionales e internacionales".

(rluengo4@hotmail.com)


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¡Hasta siempre negro!
Abril 26, 2011

Canto Nuevo

Por Ramiro Gómez Luengo
--- II parte ---

Eran los principios de los años 70 y en el continente iberoamericano se producen uno tras otro golpes de Estado que lanzan a miles de personas al exilio, entre ellas destacados músicos que hicieron de nuestra tierra su nueva residencia, uniéndose a sus colegas mexicanos para protagonizar lo que se consideró la época de oro del llamado canto nuevo.

"De golpe y porrazo fuimos casi el único país en donde no había una dictadura militar y, gracias a una política de asilo digna y necesaria, logramos dar albergue a gente como Angel e Isabel Parra, Daniel Viglietti, Alfredo Zitarrosa, Carlos Díaz Caito e Inti Ilimani, sólo por nombrar a los que me vienen ahorita a la mente".

El Negro admite que pese a su dilatada trayectoria su presencia siempre ha estado un poco al margen de los medios, "pero es que yo nunca he buscado la notoriedad, ya que todo lo que he hecho ha sido porque me ha caído o me han venido a buscar. Y es que mi regla de oro es jamás ir a pedirle chiche a nadie, es decir, voy a donde me invitan, haya o no dinero, y agradezco que me den simplemente la oportunidad de expresarme.

"Tal vez si me hubiera entrado la locura me habría movido a un nivel mucho más comercial, con canciones suavecitas y arreglos chidos, pero jamás me llamó la atención saber cuántos discos iba a vender, cuánta lana me iba a embuchacar o cuántos autógrafos firmaría, porque siempre sentí la necesidad de sentirme libre."

Según el Negro, firmar con una casa disquera establecida es estar consciente de que te van a hacer imposiciones que van desde el repertorio hasta la pinta, así como entrevistas y giras promocionales maratónicas, "que además es en lo único en lo que te pueden ayudar, porque si no tienes realmente talento, lueguito te van a mandar a la chingada".

"Yo no critico a esta gente, porque hay que comer, pero este dilema lo resolví dedicándome a la enseñanza y, modestia aparte, llegó un momento en que ya no me daba abasto con tanto alumno, ya que la lista de espera era enorme".

El Negro insiste: "Contra la música comercial no tengo queja, pero sí tengo querella contra la mala música intencionada, la que es producida con dolo por muchas disqueras que encumbran gente que no tiene nada, ni talento ni habilidad, ni personalidad, y a la cual usan como simples objetos para hacer dinero y luego los tiran al tacho de la basura".

Interrogado acerca de si no consideraba que el canto nuevo también llegó a volverse repetitivo, pretencioso y discursivo, el Necio explica que "en su momento tuvo su razón de ser, porque mal que mal cumplió una función, aunque un panfleto nunca va a pasar de ser eso: un panfleto".

Extremadamente delgado, el Negro Ojeda niega cualquier asomo de enfermedad, "puesto que siempre he sido flaco y temblorino", pero admite que los preparativos para el homenaje lo traen asoleado, ya que está dedicando un promedio de cinco horas diarias a los ensayos, sin dejar de lado que se ha involucrado a fondo con los detalles administrativos.

"En estos momentos mi talón de Aquiles son los músicos, puesto que dependo por entero de ellos para presentarme dignamente en Bellas Artes. Tengo que buscar a los mejores, a los más idóneos para sentirme bien cobijado, gente que ya haya tocado conmigo y con los cuales casi casi nos podamos leer el pensamiento.
"En México, que es un país subdesarrollado, los músicos van por el hueso, porque es su manera de vivir. Entonces, si no les doy chamba, me dejan, pero aún así, hay gente que aunque les pagues bien padecen de este problema: que se aburran o se vayan con otro porque le ofreció más  varo. Y es que la mayoría de ellos tienen otras prioridades, tienen su proyecto personal, que les importa mucho más".

"Quizá por tratarse de mí y por ser un homenaje -asevera- muchos de ellos estarán dispuestos incluso a no cobrar, pero aun pagándoles, basta con que uno se retire del proyecto para que se desquicie todo. Y es que traer a otra persona equivale a ensayar todo de nuevo y por partida doble, y cuando eso ocurre ya ni siquiera me encabrono, sino que nomás me lleva la chingada".

El Negro Ojeda no niega que llegó al oído del gran público apenas en 1998, cuando salió a la luz su quinta grabación solista: El Necio, en donde dio nuevo aire a composiciones clásicas de su repertorio y elevó de paso a alturas insospechadas la canción que da título al disco, algo que el mismísimo Silvio Rodríguez le reconoce.
Con voz afónica, pero una mirada que refleja toda la intensidad de sus convicciones, el Negro Ojeda no niega que cuenta con el inmenso cariño de la gente y que por lo mismo tal vez le perdonen que desafine o que una nota no cuadre, "pero uno tiene que dar siempre lo mejor de sí mismo, ya sea en Bellas Artes o en una carpa, ya sea ante dos o cinco mil personas".

"El concepto de homenaje en Bellas artes no paga al artista, por ende, la venta de entradas servirá para cubrir los gastos de apertura del inmueble y el pago de los músicos, por lo que en estos momentos los organizadores me han solicitado que busque patrocinadores, a fin de lograr un margen de ganancia propia, aunque doy por descontado que vamos a tener un lleno".

(rluengo4@hotmail.com)


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¡Hasta siempre negro!
Abril 30, 2011

El fin de las utopías
--- III ---

Por Ramiro Gómez Luengo

Fue a mediados de los 80 cuando llegó la Perestroika, cayó el Muro de Berlín y volvieron las democracias a Iberoamérica, aunque no hayan servido para resolver ninguna necesidad real de la gente, y por ahí un genio del Departamento de Estado proclamó el fin de la historia y el triunfo per secula secularum de la economía de libre mercado.
El Negro Ojeda escuchó aquello como quien oye llover y no se moja y, necio como es, cita a Eduardo Galeano, el escritor uruguayo, para interrogar: "quién demonios tiene el derecho de proclamar el fin de las utopías".
 "Qué es la utopía. Das un paso adelante y parece que estás más cerca de la luz, y piensas: ya viene. Pero de repente te encuentras con que no, que eran puras montañas, puros cerros y después la nada, todo sigue igual. Qué es la utopía, para que sirvió tanta chingadera si parece que estás condenado a caminar siempre sin llegar a ningún lado.
"Pero esa es la utopía, el perseguirla, el movimiento del alma, del sentimiento de todo tu ser que te acompaña en pos de ella. Imposible que se pare, imposible que se detenga el mundo, porque eso no tiene remedio... esa es la utopía para mí.
"La caída del llamado socialismo real no fue un derrumbe de mi forma de pensar y actuar, sino que simplemente nos alejó un poco más la meta, y aunque estés cansado, aunque digas: chingue su madre, ya no doy un paso más, lo caminado ya nadie te lo quita y tendrás que hacer un esfuerzo extra. Porque aunque no te des cuenta, a cuántos más no convocaste en tu larga marcha en busca de la utopía, ya que siempre habrá creyentes, muchos de los cuales en estos momentos están naciendo".
Precisa:
"Algo se mueve, no con la velocidad que quisiéramos, pero algo se mueve y es la voluntad de vivir, de querer, de ser, y eso no tiene remedio, así sean las experiencias más amargas y que nos digan no vale la pena nada porque ya todo se lo llevó la chingada; esta renovación constante de la humanidad nunca va a permitir el fin de la historia. Las contradicciones salvajes de este capitalismo brutal van a ser las que finalmente lo corrompan, a pesar de que sus peleles creen que con una guerrita rápida, inodora e incolora lograrán adueñarse por completo del planeta y todas sus formas de producción".
A pesar de que los controles del poder se generan a partir del miedo, de combatir el terrorismo con el terror de Estado, el Negro precisa que la cosa está tan mal, "que ya nadie podrá negarse la oportunidad de vivir a fondo y sin pánico, porque ya peor no nos puede ir".
"Quién podrá quitarme mi derecho a dar mi concierto y hacer llegar mi mensaje a todos aquellos que lo quieran oír. Es en las orillas de la muerte donde se refuerza la vida, y todos los hombres de buena voluntad sólo queremos vivir en paz".
Si bien este homenaje, como casi todo lo que ha hecho en la vida, le cayó del cielo, el Negro Ojeda destaca que hubo un intento fallido durante el sexenio de Ernesto Zedillo por parte del entonces secretario de Educación Pública, Miguel Limón Rojas, "quien es gran admirador de mi trabajo y estaba aferrado en que debía hacerme justicia mediante un reconocimiento".
"Elaboré un programa muy chingón, en el cual iba a presentarme haciendo duetos con un exponente de cada uno de los muchos géneros que domino, incluidos Tehua, Oscar Chávez, Eugenia León y Tania Libertad, entre otros, pero se vino abajo porque me ofrecían todos los teatros de la república, menos el que yo quería: Bellas Artes.
"Ahora, cuando ya pensaba en retirarme a mi casa a descansar, puesto que no tengo mucha chamba, !toma¡, un día recibo una llamada de Marcial Alejandro y David Haro para decirme que Bellas Artes me espera el próximo sábado 5 de abril a las 20 horas.
"Y para que vean que las desgracias nunca vienen solas, el 30 de marzo habrá una presentación en el Museo de las Culturas Populares de los amigos de este pinche negro, entre ellos Rafael Mendoza, David Haro, Oscar Chávez, Tehua y Eugenia León".
Pese a su evidente alegría, un dejo de melancolía invade el semblante del Negro, quien revela:
"Este homenaje es para la gente, porque yo me siento en deuda con todos aquellos que aunque sea una sola vez en su vida han escuchado mis canciones".
"Recuerdo que le dije a un grupo de amigos que estaba punto de renunciar al reconocimiento debido a tantos problemas y me dijo uno de ellos: ojalá y no sea por la lana, porque de ser así, todo lo que vas a dejar de ganar yo te lo pago.
"Es por ese chingo de amigos, con muchos de los cuales empecé a tocar rumbas, además de que me patrocinaron mis proyectos y quienes ahora me dicen que chingón que te vayas a tomar Bellas Artes, que este pinche negro dice... !va¡"rluengo4@hotmail


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