No olvides nunca/que el primer beso
no se da con la boca,/sino con los ojos.
Octavio Paz
Octaviano Lozano Tinoco
En un brumoso y lejano país se tienen enclaustrados los besos, saludos de mano y abrazos. Todo gesto afectivo entre personas quedó reducido a los ojos. Se agrandan o son evasivos para aprobar o rechazar.
En ese país, la gente cubre su rostro con tapabocas y algunos sus manos con guantes, para dizque evitar el contagio del virus de la gripe porcina, que es ya una epidemia mundial.
El rumor y el caos son las fuentes de comunicación entre las personas, sobre los efectos de esa enfermedad, y la exigencia del tapabocas y enclaustrar los besos es la única forma del gobierno para darse cuenta del miedo de la gente.
En ese país, ese gobierno, dio prioridad a la violencia y abandono el sistema de salud; prefirió las balas a los analgésicos, y permitió que el virus se propalara.
Según informe Indicadores del desarrollo mundial 2008, del Banco Mundial, México aumentó significativamente su gasto militar en la última década, con crecimiento del 61 por ciento en gastos de armamento, lo que equivale a 60 mil millones de pesos, e incremento de un 50.5 por ciento de su personal, hasta llegar a los 283.000 efectivos.
En ese país, el gobierno le dice a la gente que esté en su casa, mirándose el miedo unos a los otros, hasta que pase el mal fario. En esa recomendación hay un espacio vacío que solo falta llenarlo con la sugerencia de que pongan a rezar el rosario.
La torpeza del gobierno está hundiendo
a ese país, sin abrazos ni besos, y ahora el mundo lo ve como apestado: salen negocios, turistas y sus productos no se compran en el extranjero.
En ese país lejano y brumoso se posponen elecciones y un señor que habita entre los árboles realiza un ensayo general para saltarse las leyes y ocultar el enorme tiradero que ha causado.
No hay besos ni abrazos y ese país se difumina entre su bruma…
Bueno, lo siento No tengo respuestas para tus preguntas. Existe la injusticia, el odio y la guerra Y la igualdad es solo un slogan.
Anne Ranasinghe
Octaviano Lozano Tinoco
Metidos en el ajo de las torpezas de un gobierno que no sabe cómo hacerlo y hasta ayer domingo afirma que la influenza porcina no “mata” a quienes se contagien, sus errores están llevando al desplome económico del país y crece entre la población el rumor y el caos.
Suspender todo acto masivo y infectar de temor a la población, está generando una paralización total del país.
La quiebra del sistema de salud en México, producto de la privatización de esos servicios, ha ocasionado la lentitud para hacer frente a esta pandemia, que ya ocasionó un gran caos a nivel mundial.
Tardará muchos años para que México elimine el estigma de ser una nación donde los ciudadanos y mercancías están infectados del virus de la influenza porcina. Eso significará miles de millones de dólares en perdidas. Por mientras disminuirán las entradas por concepto de turismo, la tercera fuente de recursos del país, después del petróleo y remesas.
Hoy los ojos están centrados en México y se levantará un cerco sanitario, que será difícil de superar y traerá graves consecuencias al país.
Haber enfrentado con prontitud a la influenza, con un sólido sistema de salud, no estuviéramos es este intríngulis de sinrazón y rumor.
Demos la vida por nuestro semejante Seamos como el Che como Jesús como el Demonio: Ángeles hartos de cualquier esperanza
Otoniel Guevara
Octaviano Lozano Tinoco
¿Qué todos saben dónde está? ¿Qué se hacen guajes? ¿Qué los 28 mil millones de dólares que anualmente aporta al país es su salvoconducto? ¿Qué la persecución en su contra sólo es para quitarle las garras, no terminar con el negocio? ¿Qué nada es personal?
Dicen también que para todos hay: limosnas, dinero para campañas y creación de empresas.
Algunos señalan que todo esto es un argüende del gobierno para ganar votos y perpetuar a los azules en el poder a costas del miedo de la gente, porque todos saben dónde está y nadie lo detiene.
También cuentan de manera ingenua, que para el éxito de esta marcha militar por el país primero se debe acabar con la corrupción y la impunidad, cosa nada fácil cuando hay tanto dinero de por medio y un mercado de las drogas en crecimiento.
Arzobispos, políticos y académicos dicen todo esto y México avanza así por un camino donde se administra el caos para lograr votos y conseguir que los azules sigan despachando en Los Pinos.
Dicen que antes del 5 de julio, días de las elecciones intermedias para renovar el Congreso, se espera una gran captura para que la gente vea que sí se hace algo, contra un negocio que beneficia directamente a los sectores poderosos del país, en detrimento de los de abajo que ponen la sangre en todo esto.
Estados Unidos alimenta con fuego la sinrazón de violencia que vive México, al buscar convertir en “objetivo militar” a estos personajes, que no se entiende su fuerza sin sus ligas con el poder visible, tanto económico como político.
Proponer que la sierra de Durango, Sinaloa o Chihuahua se transformen en el valle de Swat, de México, donde la diplomacia del misil se imponga, al igual que lo hace en esa región de Pakistán contra milicianos del Talibán, para “matar” a los capos, como dice la secretaria Hillary Clinton, sería un grave error que incrementaría la violencia en el país.
Dicen que todo esto pasa en México y aún no se ve luz al final del túnel.
Democracia
No me interesan las elecciones;
los que no tienen plata
van de alpargatas;
todo sigue igual
Alfredo Zitarrosa
Octaviano Lozano Tinoco
En un “Estado Fallido” la gente no cree en nada y menos en las instituciones. Y como dice el refrán, en ese escenario, “no hay más pariente ni más hermano que un peso en la mano”.
La justicia y la ley de esta manera se compran para brindar a la gente pudiente el paraguas de protección que un Estado no puede hacer efectivo a todos los ciudadanos.
Los que carecen de dinero viven entre las patas de los caballos de la injusticia, de un país que se desmorona día con día.
Para evitar un estallido social se inventó la democracia y una serie de instituciones que le dieran sustentabilidad legal a los grupos sociales que buscaran llegar al poder.
En las elecciones del 2000 se abrió una ventana histórica única para consolidar la democracia y avanzar en la reforma del Estado. No era 1910 cuando Francisco I Madero no tenía las herramientas para reformar al país luego de la dictadura de Porfirio Díaz.
Sin embargo, la oportunidad de hace nueve años, con un país más integrado, más educado, con incipientes instituciones como el IFE y el TRIFE, avanzando en la división de poderes, fue criminalmente desaprovechada por el Partido Acción Nacional (PAN) y su presidente Vicente Fox Quesada.
Tras nueve años de esos comicios indiscutidos y legítimos, la oleada blanquiazul como resaca ha dejado un país sin credibilidad en las instituciones ni en la democracia.
Según datos de la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas 2008 (ENCUP), de la Secretaría de Gobernación, 66 por ciento de la población no considera que las elecciones en México sean limpias.
Sólo 4 por ciento confía en los partidos políticos, porcentaje muy por debajo al 42 por ciento alcanzado por la Iglesia, mientras nueve por ciento de los ciudadanos muestra alto interés en la política. Además, 31 por ciento de la población tiene mucha confianza en el IFE.
Para la ENCUP 2008 el INEGI entrevistó a 4 mil 383 personas mayores de 18 años, en las 31 entidades federativas y el Distrito Federal, la cual arrojó también que 52 por ciento de los ciudadanos están poco o nada satisfechos con la actual democracia en México, mientras 59 por ciento dijo no estar de acuerdo con sacrificar algunas libertades a cambio de vivir sin presiones económicas.
La encuesta da cuenta que mientras la Iglesia tiene 42 por ciento de confianza entre los ciudadanos, el Ejército alcanza 38, el IFE 31, la Cámara de Diputados 8 y el Senado apenas 7 por ciento.
Un fusil al hombro, vienes a darme la bienvenida desgreñado y con las ropas raídas.
Este no eres tú se suponía un hombre cabalgando sobre un corcel rojo….
Mahbobah Ebrahimi
Octaviano Lozano Tinoco
Hola, les escribe Barack Hussein Obama, nacido en Honolulu, Hawaii, el 4 de agosto de 1961. Soy el cuadragésimo cuarto Presidente de Estados Unidos de América y mi país es un Imperio y como saben, los imperios no tienen ejes democráticos reales ni tampoco se democratizan.
Los cimientos de mi país lo forman la guerra y el control económico y financiero mundial, por medio del cual Estados Unidos expolia al mundo entero en beneficio de sus más de 300 millones de habitantes. El éxito de un trabajador en mi país no se debe a que se levanta más temprano que otro en cualquier lugar del mundo, sino que goza de lo que mi ejército roba en otra parte.
Es decir, les quitamos a unos para dárselos a los nuestros, aunque es justo aclarar que aquí también tendemos clases y el éxito no se reparte igual. Los migrantes y afroamericanos tienen un escalafón más abajo, que los blancos.
El hecho de que yo llegara a despachar en la Oficina Oval, en mi calidad de mulato, es un hito en la historia de mi país, pero al fin es resultado del fracaso de la política militar y económica de mi antecesor George W. Bush, que al igual que Mijail Gorbachov en la desaparición de Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), fue el gestor del fin de Estados Unidos como potencia hegemónica y dio pie al inicio del desmoronamiento del capitalismo como única manera en que los entes económicos se entiendan.
Hoy trabajo por restablecer el Imperio y ajustar la política militarista a los nuevos tiempos, lo que llaman los expertos los conflictos irregulares que se puedan desarrollar en los “Estados fallidos”, que son cuando los gobiernos pierden “el monopolio de la violencia” y esta se privatiza.
México, país que visito en estos días, pasa por esas catacumbas y he venido a rescatarlo de las garras del narcotráfico que carcome los cimientos sus de por si endebles instituciones.
Reconozco que el gran mercado de drogas en Estados Unidos, cerca de 30 millones de adictos a los estupefacientes, es un delicioso manjar para delinquir, pero no puedo hacer nada.
Sólo imagínense ¿qué pasaría en mi país si esas personas, dejaran de recibir su dosis únicamente por 24 horas? Seguro que no estaría laborando en Washington, porque habría una gran rebelión en distintos puntos de la nación.
Así que los escenarios de guerra serán trasladados a los países vecinos y como primer punto esta México, que será el escenario de experimentos para las nuevas estrategias de militares de conflictos irregulares, contra las carteles de las drogas. La sangre será de ustedes, amigos.
Este diseño se puede realizan en otros puntos del planeta como en Somalia, contra los piratas que roban en los mares de esa región de África, o bien en Pakistán o Afganistán contra las células de la red El Kaida (La Base), que comanda el mítico Osama Ben Lade.
Soy Obama y quiero ser su amigo. Reconstruyo el Imperio y no pido disculpas al mundo por los no sé cuantas millones de personas que hemos asesinado, los países que hemos invadido o apropiado su territorio -como el caso de México-, por los golpes de estado que hemos patrocinado, por el apoyo a países como Israel que realizan actos genocidas.
Por más que quieran sacarnos de nuestro lugar y pienses que sólo somos un puñado de idiotas no no podrás quitarnos lo que hicimos ya ahora somos más hermanos que antes.
Los Fabulosos Cadillacs
Octaviano Lozano Tinoco
“Mandar obedeciendo” frase que el zapatismo renovó como activo de la política y de los políticos es un paradigma que debería ajustarse como engranaje y engrudo de la democracia, para que en México deje de ser un juego de palabras y sinrazón que incrementa el grado de robo e impunidad de los poderosos. Deberse a los votantes, a los que no tienen nada que llevarse a la boca, a los que perdieron el empleo, a los millones que ganan el mínimo, a los que necesitan todo; al pueblo pues, es el horizonte de los que lleguen a un cargos de elección popular. Mandar obedeciendo, trabajar por una mejor distribución de la riqueza nacional y la igualdad de todos ante la ley resulta una ecuación fundamental para que exista en el país la armonía social, que hoy está perdida. Sacar a la clase política de las instituciones con nuevos liderazgos resulta vital para enrumbar los destinos de nuestro alicaído país, con las tres herramientas antes señaladas. De acuerdo con Joan Prats I Catalá, académico del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, en entrevista por EL FINANCIERO (Eduardo Ortega, sección Política, 8 de abril de 2009, pag.27) “la mexicana es una democracia de élites no lo suficientemente abiertas y renovadas, por lo que en nuestro país es necesaria una renovación generacional en la política”. Agrega que el estado Mexicano “es obeso y anémico, porque existe la grasa de empresarios privados que no buscaban enriquecerse de una competencia, sino del privilegio político, y sindicatos de trabajadores que buscaban privilegios corporativos y no universalizar los derechos sociales”. De acuerdo con Prats I Catalá “las reformas constitucionales para fortalecer el Estado, la sociedad, la democracia y los mercados, muchas veces atentan contra los intereses de la propia clase política. Por ello, si no hay un gran sentido de urgencia, los políticos no se van a decidir a impulsarlas, porque para hacer reformas, en parte, tienen que hacerse el haraquiri”. "Por ejemplo, en México parece necesaria una renovación generacional en la política. México es un país joven. En España, los políticos a los 40 lo son todo, y cuando cumplimos 60 nos dedicamos a asesorar y a acompañar, ya pasamos a otra generación. En México hay como una contradicción entre la pirámide poblacional y la política, es un tema que mueve a la reflexión. Creo que México tiene hoy una juventud más y mejor preparada que nunca; sin embargo, tiene como bastantes cerraditas las puertas en la economía, en la empresa, en la política, en la administración", explica.
Te reconstruiré, Patria, Aunque sea con el adobe de mi alma Levantaré columnas para sostener tu techo, aunque sea con mis huesos.
Simin Behbahaní
Octaviano Lozano Tinoco
En víspera de la llegada del presidente Barack Obama a México, el 16 al 17 de abril próximos, no se pueden esperar grandes cosas, a no ser más armas y presencia de tropas estadounidenses para la llamada guerra contra el narcotráfico que se libra en nuestro país. Quizá el gobierno mexicano esté preparando alguna captura importe de un mafioso, para entregarlo como prenda de su eficacia al visitante de la Casa Blanca. Esta estrategia se hizo anteriormente durante la estancia aquí de Hillary Clinton, secretaria del Departamento de Estado, y el grupo de seguridad y represión, integrado por Janet Napolitano, jefe de la seguridad de la Patria (DHS) y Dennis Blair, director nacional de inteligencia. Obama y su esposa Michelle buscarán repetir en México la euforia popular que causó la visita de los Kennedy en 1962. Durante tres días, del 29 de junio al 1 de julio de ese año, el presidente John Fitzgerald Kennedy y su esposa Jacqueline fueron huéspedes del presidente Adolfo López Mateos y su esposa Eva Sámano. El joven y carismático mandatario norteamericano -entonces de 45 años- se reunió con López Mateos en Los Pinos. Seguidos ampliamente por la prensa, la pareja visitó el Museo de Antropología e Historia, comió en Palacio Nacional, acudió a depositar una ofrenda floral en los monumentos a la Independencia y de la Revolución, encabezó un festival artístico en la Unidad Independencia del IMSS, disfrutó del ballet folclórico de Amalia Hernández en el Palacio de Bellas Artes y el domingo 1 de julio, antes de emprender el regreso a Estados Unidos, en un acto fuera de programa, asistió a misa a la Basílica de Guadalupe, siendo recibidos por el arzobispo Miguel Darío Miranda y por el delegado apostólico Luigi Raimondi. Los mexicanos se volcaron a las calles capitalinas para conocerlos, aplaudirles y vitorearlos, mientras el vehículo Lincoln descubierto recorría Paseo de la Reforma y Juárez, en medio de una lluvia de millones de papelillos multicolores que eran arrojados desde los balcones en señal de bienvenida. ¿Se repetirán esas escenas con los Obama cuando estén en México? Hay que esperar, pero los baños de pueblos no se verán, porque EU ha violentado tanto al mundo que donde quiera puede ser blanco. En el Calvario en que han convertido el planeta, los estadounidenses no están seguros y no hay que olvidar que Obama planea la masacre en Afganistán. Ese país se apresta a resistir otra agresión, diseñada por Obama y sus halcones desde la Casa Blanca, que están próximos a visitar México.
Llegué por el dolor a la alegría.
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
un misterioso sol amanecía.
José Hierro
Octaviano Lozano Tinoco
La señal que envía el poder al pueblo es clara y evidente: la solución de los problemas nacionales no pasan, en estos momentos, por la vía electoral, que es una escalera para llegar al poder los de siempre, los que callan y otorgan al dinero su ignominia.
Si vemos las listas de candidatos a puestos de elección popular, para los comicios del próximo 5 de julio, queda demostrado que es un reajuste de los partidos, donde mueven sus piezas para estar mejor posicionados en la balanza del poder.
La pregunta es: ¿Votar, para qué? Si México no puede esperar a que la “democracia” madure y de resultados en 50 años, como anuncian los panistas si continuamos por la vereda que ya incendiaron para que no haya retorno.
¿Estas con ellos en su visión militarista o eres narco y mafioso? El Partido Acción Nacional (PAN), que en estos momentos tiene la manivela del poder presidencial, busca afanosamente tomar el control del Congreso para así darle legalidad a la militarización del país.
Es decir, repetir en México el “éxito” político de Álvaro Uribe en Colombia, que entre más actos ilegales comete, se incrementan sus puntos en las encuestas y aceptación popular.
El paraguas estadounidense para ello será la Iniciativa Mérida –como fue el Plan Colombia, para Uribe- en la lucha contra las mafias de las drogas.
Los Pinos buscan sellar y mantener un solo camino para México, aunque esto provoque incendiar a la nación.
El más reciente movimiento de piezas de Los Pinos para este objetivo -de controlar el Congreso con los “fieles”- fue la salida de Josefina Vázquez Mota de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que ingresa a la lista blanquiazul para las elecciones del próximo 5 de julio.
Sin cuidar las formas y dejando de manifiesto lo poco que les importa la educación de los mexicanos, Vázquez Mota abandonó la SEP en busca de un curul, que sin duda ganará porque está en las listas plurinominales; esos puestos que se ganan por dedazo de quien los elige.
El desprecio por una secretaría tan importante como es la SEP, con el movimiento de la funcionaria, - que si bien logró poco en su gestión-, se remarcó con la nominación Alonso Lujambio como nuevo secretario, alguien supuestamente especialista en temas electorales y de transparencia.
Su último cargo fue como comisionado Presidente del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI).
El mérito es que han sido maestro por más de 28 años del ITAM y la Universidad Iberoamericana, y también mantener su amistad con Calderón que ahora le da un gran premio.