PELADITO Y EN LA BOCA

ELVIA ANDRADE BARAJAS

* MUY LEJOS DEL PUEBLO, MUY CERCA DEL VERDE OLIVO

Peladito y en la boca, así es como el presidente Felipe Calderón Hinojosa entregará el país al PRI en 2012.  Sólo un milagro o que de marcha atrás a sus errores, podrían revertir esto, pero el poder lo ha cegado.  No quiere ver que a 200 años de la Revolución Mexicana, México padece los mismos males de entonces: autoritarismo presidencial, hambre, pobreza extrema, crisis económica, levantamientos sindicales, huelgas de hambre, desigualdad social, represión a la libertad de expresión, alza en cascada a los precios. Y aunado a todo esto, una guerra imparable y sospechosa contra el narcotráfico.

El panorama para el michoacano y su partido (PAN), al que pertenece desde muy joven, no es bueno para este 2010, ya que se prevén más descalabros electorales para el partido en el poder en la mayoría de los 13 estados donde habrá elecciones, en los que el PRI se perfila como favorito, gracias a los errores del presidente, especialmente el de ‘pegarle’ a la narco economía, que guste o no, sostenía de pie al país, al grado que un famoso narcotraficante ofreció pagar la deuda externa de México a cambio de su libertad, que perdió junto con su multimillonaria fortuna. 

El golpeteo político empezará en las campañas para las elecciones locales de Yucatán, el 16 de mayo, para elegir diputados y 106 ayuntamientos.

El 4 de julio, arreciará en los comicios de Veracruz, Oaxaca, Durango, Aguascalientes, Zacatecas, Chihuahua, Tlaxcala, Baja California, Chiapas y Puebla, donde se elegirá gobernadores, diputados y ayuntamientos.

El año electoral cerrará con elecciones en  Sinaloa, la cuna del narcotráfico, el 10 de octubre, y Tamaulipas, 14 de noviembre,  donde también se renovarán las gubernaturas, los Congresos locales y las presidencias municipales.

En todas estas campañas políticas, los partidos aprovecharán la inconformidad de la gente contra las acciones del presidente Calderón.

MUY LEJOS DEL PUEBLO, MUY CERCA DEL VERDE OLIVO

Felipe de Jesús, el adolescente regordete, serio y formal, al que no le gustaba tener novias ni andar de fiestas y prefería pegar propaganda de Acción Nacional en tiempos electorales o escuchar largos sermones en las misas dominicales, logró sus aspiraciones infantiles de ser Presidente de la República, pero está muy lejos del pueblo y muy cerca del Ejército, dirigiendo una sangrienta guerra contra el narcotráfico, que hasta el 8 de enero de 2010 había cobrado la vida de 17,114 personas.

La guerra contra los Cárteles de Sinaloa, Ciudad Juárez, La Familia, del Golfo, Los Zetas, de los Beltrán-Leyva, Tijuana, Tepito, Neza y otros, comandados por Joaquín Guzmán Loera, Ismael Zambada García, Osiel Cárdenas,  Heriberto Lazcano, Los Beltrán Leyva, los Carrillo Fuentes y los  Arellano Félix ha ocupado la atención del presidente, al que sólo le importa presumir que se han detenido 45 mil personas implicadas en el narco, entre ellas 1,000 agentes policíacos, militares, jueces, abogados y gobernantes (entre ellos 30 alcaldes y funcionarios michoacanos que este fin de semana fueron trasladados a cárceles de ese estado) y 137 policías federales, de Baja California, Guerrero, Chihuahua, Michoacán, Tamaulipas, Nuevo León, Sinaloa, Durango, Coahuila y Jalisco, entre otros.

El panista, al que le cayo del cielo la candidatura del PAN  a la Presidencia de la República, tras el escándalo amoroso de Santiago Creel, quien dejo de ser ‘el bueno’,  tras una publicación en la que se aseguró que estaba en trámites de divorcio para casarse con la actriz Edith González, con quien tuvo una hija, que luego reconoció públicamente, poco a dicho de los 35 periodistas asesinados durante su gobierno.

Tampoco explica a dónde van a parar las fortunas que le incautan a los presuntos narcotraficantes, que haciendo sumas son cantidades multimillonarias que de llegar a la población, en México no habría pobres, mucho menos en pobreza extrema, pero el destino de ese dinero esta en el misterio, mientras la gente tiene problemas para sobrevivir,  frente a una crisis económica que se agudiza, aunque el presidente diga lo contrario y sólo se dedique a soñar con los suntuosos festejos del Bicentenario de la Revolución Mexicana y de la Independencia de México.

¡QUE SE VA A CELEBAR?..

Pero, México, o mejor dicho, los mexicanos, los de la clase media y baja no están para festejos.  ¡Qué se va a celebrar?...¡Sólo el paso del tiempo!, porque aunque hay más gente y progreso, hay  más pobres, más corrupción, más Flores Magón, y la amenaza de la reelección. 

No se han cumplido los ideales de Hidalgo, aún hay esclavitud.  Moderna, pero existe.

Los sentimientos de la Nación del general José María Morelos y Pavón, son muy cacareados, pero también muy pisoteados.  No se respetan, especialmente en el punto 10, que defiende que los empleos se otorguen sólo a los mexicanos, y estamos copados de extranjeros, e incluso son dueños de las empresas más importantes en el país.

Tampoco el punto 11, que defiende un mejor sueldo para el trabajador, y exige moderación de la opulencia a los gobernante, lo cual sigue siendo el talón de Aquiles de México.

También se ha violado el punto 17, en el que Morelos decretó que la casa de cada quien es sagrada, y no debe confiscarse a presuntos delincuentes como se hace ahora.

Morelos propuso: penas a los infractores.

Y, qué decir de la Constitución de 1917 de Venustiano Carranza, con la que culmina la Revolución Mexicana iniciada en 1910 contra las desigualdades sociales, económicas y políticas generadas por la permanencia del presidente Porfirio Díaz en el poder por más de 30 años. También ha sido burlada.  Y, a manera de broma muchos dicen que nació para ser violada.

Lo cierto es que se aplica a contentillo, y lo peor, ahora a 200 años del levantamiento contra la tiraría de esos tiempos, existe el riesgo de una revolución social provocada por la debacle económica, que agudiza el desempleo y todo lo que ello significa: deudas, hipotecas, Monte de Piedad, deserción escolar de los hijos, falta de comida, adiós a la diversión, la tranquilidad, una vida prospera y digna.

Por todo esto, Calderón esta reprobado.  Es insensible a la pobreza e insulta a los mexicanos con sus programas de apoyo a microempresarios, ya que para ser beneficiado por Pymes se requiere de una cuenta bancaria con un saldo mínimo de dos 200 mil pesos, para obtener un crédito de dos millones de pesos, para poner un ‘changarrito’.

¡Eso es absurdo, ofensivo y discriminatorio!, porque si un pobre tuviera esa cantidad, para que buscaría el apoyo del gobierno federal, que evidentemente sólo apoya a los ricos, tal como lo hacía hace 200 años Porfirio Díaz.