
Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
* PRI no Impugnarà Resultados: Camacho
* PAN y PRD Condicionan Permanencia en el Pacto
* PRI Dejarà de Gobernar 5 millones de personas
* PAN Edomex lucharà por gubernatura mexiquense
CIUDAD DE MÉXICO, DISTRITO FEDERAL, 14 de julio de 2013.- Al finalizar el cómputo de voto por voto en la elección para gobernador en Baja California, celebrada el pasado domingo, se confirmó el triunfo del panista Francisco Kiko Vega, con 442 mil 868 votos contra 417 mil 909 del priista Fernando Castro Trenti, quien reconoció su derrota, y a través del líder nacional priìsta César Camacho Quiroz afirmó que no impugnará los resultados, pese a que habìa proclamado su triunfo sobre el virtual ganador.
Sin embargo, la victoria electoral de Kiko Vega, que es un aliento para los panistas, que recién perdieron la Presidencia de la República, ante el priìsta Enrique Peña Nieto, se empaña al confirmarse que el índice de abstencionismo en Baja California fue de 63.23 por ciento, el segundo más alto en las 14 entidades que tuvieron comicios el pasado 7 de julio, pesar a que fue el único estado con elecciones para gobernador.
Asimismo, se confirmó que el Revolucionario Institucional sufrió un revés al perder la simpatía de más de cinco millones de electores que votaron por otras opciones, debido al disgusto que provoco entre la gente el hecho de que las campañas para las elecciones del 7 de julio fueron unas de las más violentas de México, con una docena de candidatos asesinados o agredidos, y un cruce de graves acusaciones sobre actos de corrupción e intimidación en varios distritos entre los partidos.

Por ello, este domingo los líderes nacionales del PAN y del PRD, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, leyeron un pronunciamiento conjunto en el que hicieron "una valoración política de la calidad de los procesos electorales y su impacto en el acontecer nacional, específicamente en lo que se refiere al Pacto por México y condicionaron su permanencia en el Pacto por México a que el Gobierno realice una investigación "exhaustiva" de las irregularidades denunciadas en la elección.
En una conferencia de prensa, dijeron que El Pacto es una hoja de ruta sobre las reformas estructurales pendientes del país firmado en diciembre del año pasado por el entonces recién instalado presidente Enrique Peña Nieto y los dirigentes del PAN, PRD y Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que pertenece en mandatario.
En su pronunciamiento, los partidos opositores aseveraron que las recientes elecciones pusieron de manifiesto "los peores vicios del antiguo régimen", en alusión a las siete décadas de gobiernos exclusivos del PRI (1929-2000).
Señalaron "trapacerías" de gobernadores del PRI para favorecer a los candidatos de ese partido. "Ante la frenética carrera de los gobernadores para restaurar al régimen de partido de Estado no hubo más que indiferencia o complacencia del Gobierno federal, encabezado por Enrique Peña Nieto", acusaron y amenazaron retirarse del Pacto en respuesta a las irregularidades.
Los líderes opositores se sienten fortalecidos por los resultados de las elecciones del domingo pasado, en las que PRI perdió ante la oposición un total de 126 municipios, aunque recuperó otros 84, pero dejará de gobernar a cinco millones de personas en los 15 municipios más grandes de los que contendieron en los comicios.
Los municipios que perdió el PRI son Mexicali, Aguascalientes, Saltillo, Matamoros, Nuevo Laredo, Monclova, Córdoba, Ciudad Acuña, Papantla, Boca del Río, Rosarito, Tlaxcala, Las Choapas, Izúcar de Matamoros y Alvarado.
Los que recuperó son Benito Juárez (Cancún) y la ciudad de Oaxaca, cuyas poblaciones sumadas llegan casi al millón de habitantes, entre otras poblaciones de Quintana Roo, Chihuahua; Sinaloa, Durango y Zacatecas.

El descalabro sufrido por el PRI en los comicios del 7 de julio, lo debilitaron ante los partidos opositores al grado que el presidente encargado del PAN en el Estado de México, Sergio Álvarez Mata, dijo hoy que el triunfo de su partido en Bajá California abre la posibilidad de recuperar ayuntamientos, "incluso ganar la gubernatura del Estado de México".
Álvarez Mata está en lugar del panista Oscar Sànchez Juárez, a quien un grupo de correligionarios quiere quitar a como de lugar antes de que se realice la XVII Asamblea Nacional extraordinaria, pero mientras sigan las luchas intestinas al interior del blanquiazul en la entidad que gobernó el ahora presidente Peña Nieto, difícilmente podrán unificar el voto a su favor, principalmente en una tierra priìsta, que se prepara para lanzar un segundo As.

En el Estado de México lo que tiene en incertidumbre a la clase política no ese el PAN, sino las decisiones que tome el gobernador Eruviel Avila Villegas, de quien se asegura en círculos políticos dejará la gubernatura después de su Segundo Informe de gobierno, en septiembre próximo, para adherirse al proyecto de Nación de su antecesor y proyectarse como aspirante a las elecciones presidenciales del 2018.
Pero aquí hay una pieza que no encaja y huele a incongruencia, ya que Peña Nieto estuvo en el mismo lugar de Avila Villegas, y siempre que se le preguntaba si dejaría la gubernatura para buscar la Presidencia de la República, respondía:
“No, gobernaré hasta el último día del mandato, para el que la gente me eligió”, y lo cumplió.
Por eso, cabe la duda que le pida a Eruviel, lo que él no hizo, y menos en vísperas de un descalabró electoral como el del 7 de julio pasado, que ha envalentonado a sus opositores y sienten que podrían recuperar lo perdido.
La moneda esta en el aire y la rueda de la fortuna volvió a girar.
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