
ZONAS AFECTADAS POR
LLUVIAS
SIGUEN BAJO EL LODO
*Han muerto 76 personas, decenas están desaparecidas
* Exigen renuncia de gobernadora de Veracruz
POZA RICA, VERACRUZ, México, 20 de octubre de 2025.- Las lluvias torrenciales que azotaron México entre el 6 y el 12 de octubre han dejado una estela de destrucción en al menos cinco estados: Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí, con un saldo oficial de 76 personas fallecidas, más de 100 mil viviendas afectadas y 191 comunidades aún incomunicadas.
La tormenta tropical Raymond, junto con remanentes de otros fenómenos meteorológicos, provocó deslaves, desbordamientos de ríos y daños severos en infraestructura básica. La emergencia ha sido calificada como una de las más graves en décadas.
La respuesta gubernamental ha sido objeto de fuertes críticas.
En Veracruz, la indignación ciudadana ha escalado al punto de exigir la renuncia de la gobernadora Rocío Nahle, a quien acusan de minimizar la tragedia y de haber dejado al estado sin seguro catastrófico.
Bajo la consigna “El pueblo pone y el pueblo quita”, se ha convocado una megamarcha para el 24 de octubre en distintas ciudades del estado.
+Mientras miles de veracruzanos siguen atrapados entre el lodo, el presidente municipal electo de Xico, Eduardo Pozos Pérez, alimentó aún más el enojo social al celebrar públicamente su boda con su pareja del mismo sexo.
Aunque el acto representa un avance en derechos civiles, muchos lo interpretaron como una falta de sensibilidad ante el dolor colectivo.
La imagen de un Veracruz hundido contrasta con la celebración privada de sus autoridades.
En Poza Rica, Veracruz, la presidenta Claudia Sheinbaum enfrentó reclamos directos de ciudadanos que exigían ayuda urgente y denunciaban la tardía reacción oficial.
El descontento se ha extendido a redes sociales y protestas locales, donde se exige transparencia, celeridad y justicia.
El Gobierno federal ha desplegado más de 52 mil servidores públicos, activado los planes DN-III y Marina, y anunciado apoyos económicos que van de 20 mil a 70 mil pesos por familia, además de vales de enseres y alimentos.
Sin embargo, la ciudadanía exige más que recursos: exige verdad, empatía y justicia.
Porque cuando el agua se lleva todo, lo único que queda es la dignidad. Y esa, hoy, está en juego.
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