*De cobrador de camiones a Gobernador de Edomex
* Podría ser el candidato de unidad del PRI para el 2018
Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
Había tres niños. Uno pobre y dos ricos. Los tres son del Estado de México. Uno ahora es gobernador, podría ser Presidente, como hoy lo es el segundo, primo del tercero, que quiere suceder al primero, quien nació el 1 de mayo de 1969 en Ecatepec de Morelos. Este domingo cumplió 47 años y está muy lejos de la vida difícil, pero feliz, que tuvo en su infancia, en la que fue cobrador de uno de los camiones San Pedro Santa Clara que manejaba su padre.
A finales de los años ochenta se inició en la política municipal de su natal Ecatepec. Paralelamente, la que escribe iniciaba su carrera periodística en Excélsior, como corresponsal en el Estado de México.
En un evento en Chiconautla, hoy Ciudad Cuauhtémoc, al verlo por primera vez, llamó la atención.
Destacaba de entre la multitud. Era más alto que el promedio de la gente presente, media entre 1.80 a 1.85 metros de estatura, buena estampa, muy blanco, muy limpio, de pelo rizado, barba cerrada muy negra. De buen cuerpo.
Usaba una tejana, jeans, camisa a cuadros abierta en los primeros botones que dejaban ver su virilidad: hombre de vello en pecho.
La pregunta fue inevitable: ¿Quién es?
“Eruviel Avila Villegas, es de San Pedro Xalostoc. No le quites el ojo a ese joven. Es un hombre muy trabajador, institucional, sabe lo que quiere y quiere mucho. El va a dar muchas sorpresas”, dijo aquella voz de la que el tiempo se llevó su nombre, pero no sus palabras. Fueron proféticas.
Esa voz tenía razón, Eruviel era un hombre de grandes aspiraciones y con la advertencia de que no le quitara el ojo, observaba más los detalles. Por ejemplo, esa disciplina de levantarse muy temprano.
Desde el inicio de su carrera política, los días los ha convertido en un ritual: a las siete de la mañana ya está listo para trabajar. Bañado, bien vestido y desayunado.
Siempre siguiendo un protocolo. Respetuoso y caballeroso en exceso, al grado que le llaman el “Gentleman” o “Chevalier” de la política mexicana (Caballero en inglés o francés)
En 1994 fue nombrado secretario del Ayuntamiento de Ecatepec de Morelos (1994-1996).
En esos tiempos aceptó sus aspiraciones: “quiero ser presidente municipal”, pero sabía que tenía que prepararse como ninguno, para romper el estigma de “por Ecatepec no pasó Dios” al de un Ecatepec próspero y moderno.
Termino la licenciatura en Derecho en la Universidad Tecnológica de México (Unitec) y luego se tituló como Doctor en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Fue un estudiante “matado”. Un nerd, tanto que a uno de sus compañeros le caía muy mal.
“La verdad no lo soportaba. No podía ni verlo. Contestaba todas las preguntas, era puntal, muy propio. Todo lo sabía. ¡No lo soportaba!”, comentó en una ocasión quien fuera su compañero de aula, Noé Gomora al relatar cómo se conoció con el ahora gobernador del Estado de México, en una charla informal cuando ocupaba el cargo de Contralor Municipal de Ecatepec durante la primera administración como alcalde de Eruviel Avila.
El ahora Magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, Noé Gomora Colín, añadió que en aquella ocasión fue Eruviel quien se le acercó.
“Me dijo ¿por qué te disgustas?. Seamos amigos, te invito un café”
“El Doctor Eruviel es un político nato. Es enemigo de pelear. Es conciliador, respetuoso de la opinión de los demás. Sus discursos no son violentos. Te dice todo, pero dentro de su estilo “gentlemanezco”. Difícilmente pierde la compostura. Es un político natural”, describió Noé Gomora.
Con un “Dios los bendiga” concluía siempre sus discursos políticos o su plática con la gente, que lo convirtió dos veces presidente municipal de Ecatepec, su tierra natal en los periodos 2003-2006 y 2009-2011, luego diputado en el Congreso del Estado de México, diputado federal (2006-2009), donde fungió como coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional y como presidente de la Junta de Coordinación Política.
Mientras fue alcalde de Ecatepec la primera vez (2003-006) tuvo problemas de salud, primero había aumentado de peso y luego bajo mucho, porque le cortaron varios centímetros de intestino a causa de un mal digestivo. Parecía mayor e incluso el mismo decía:
“Sé que me veo mayor, pero estoy chavo, lo que pasa es que me corrieron sin aceite”….
Y al igual que con sus estudios, se esforzó por superar la adversidad. Sorprendió a todos con su transformación física y su divorcio de quien fuera su novia desde la preparatoria, Grimmy Muñoz, una mujer muy bonita que no desmerecía junto a la francesa Maude Versini, la entonces esposa del otrora gobernador Arturo Montiel Rojas, el jamelgo enamorado, que modificó en 2002 las leyes en el Estado de México para divorciarse de su primera esposa e instituyó el divorcio exprés anulando la obligatoriedad de esperar un año para casarse después del divorcio.
Ese asunto fue muy lastimoso para el pueblo mexiquense. Ofensivo para las mexicanas y para la familia.
Y, por supuesto “golpeó” políticamente a Eruviel Avila, porque fue él quien en Ecatepec “destapó” a Montiel Rojas como aspirante a la gubernatura del Estado México, sin imaginar que el tío de Enrique Peña Nieto sería acusado de enriquecimiento ilícito, del que finalmente fue exonerado al entrar a Los Pinos su pariente y paisano de Atlacomulco, además de que “abrazo” al Cuarto Poder al casarse con una auténtica periodista, Norma Meraz.
Ante tanto revuelo político en el país, el divorcio de Eruviel Avila paso desapercibido. Sus cambios fueron tantos que casi a diario era motivo de platica.
El mismo publicaba fotos de sus cambios, empezando por presentarse como hombre solo, padre de cuatro hijos, muy parecidos a él, la alimentación: incluyo cereal, trigo, frutas secas y frescas, carnes magras, verduras al vapor, mucha agua y por supuesto ejercicio.
Su trasformación física, política y personal fue radical. Sorprendió a todos, ya no era el alcalde regordete de bigote pueblerino.
Lucía como un modelo, incluso muchos apostaban que había recurrido al bisturí o al Botox, lo cierto es que su nueva imagen, su preparación académica y política le abrieron las puertas de par en par a la gubernatura del Estado de México, que ganó con 3,018,588 votos en las elecciones del 3 de julio de 2011 a sus más cercanos contendientes Alejandro Encinas (1,020,857 votos) y Felipe Bravo Mena ( 598,045)
Actualmente está en la recta final de su administración como gobernador, que concluirá en 2017, durante la cual la inseguridad ha sido uno de los principales temas que más le preocupan y ocupan.
Es el reto a vencer, especialmente en Ecatepec, su tierra natal, donde aún no logran controlar los índices delictivos, que aunque han decrecido siguen latentes en ejecuciones, robo de autos, a casa habitación, a transeúntes, en el transporte público, pese a que se han puesto en marcha diversos programas de Seguridad en los que participan el Ejército, la Policía Federal y la Gendarmería en apoyo de las policías estatales y municipales.
Sus logros como gobernador, hasta el momento, se contabilizan muy bien, lo mismo que el número de visitas que ha hecho su antecesor Enrique Peña Nieto al Estado de México, en un evidente esfuerzo por posicionarlo como el “ungido” del PRI para el 2018.
Ante este panorama es claro que aquel niño, cobrador de camiones de la línea San Pedro Santa Clara podría llegar a ser el candidato de unidad del PRI a la Presidencia de México en las elecciones de 2018.
Los mexiquenses, que representan el padrón electoral más numeroso del país, están dispuestos a apoyarlo en sus aspiraciones presidenciales, especialmente porque es un político divorciado, ya no quieren otra “Gaviota”, ¿para qué?...
Es tiempo de ser congruentes. La ciudadanía vota por el candidato no por su esposa ni sus hijos, a ellos que él los mantenga.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no obliga al presidente de México a estar casado.
De acuerdo al artículo 82 los requisitos para ser Presidente son:
I. Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno goce de sus derechos, hijo de padre o madre
mexicanos y haber residido en el país al menos durante veinte años.
II. Tener 35 años cumplidos al tiempo de la elección;
III. Haber residido en el país durante todo el año anterior al día de la elección. La ausencia del país hasta por treinta días, no interrumpe la residencia.
IV. No pertenecer al estado eclesiástico ni ser ministro de algún culto.
V. No estar en servicio activo, en caso de pertenecer al Ejército, seis meses antes del día de la elección.
VI. No ser Secretario o subsecretario de Estado, Fiscal General de la República, ni titular del poder
ejecutivo de alguna entidad federativa, a menos de que se separe de su puesto seis meses antes del día de la elección; y
VII. No estar comprendido en alguna de las causas de incapacidad establecidas en el artículo 83
Está documentado que cuando tienen el poder o en vísperas de este, lo han hecho con una mujer muy interesada que los divorcia del pueblo y los pone en capilla, como ha ocurrido con muchos políticos, entre ellos el ex presidente José López Portillo que termino declarando que era cacheteado por su esposa la ex actriz y ex vedete Sasha Montenegro o el caso de Montiel con Maude.
Eruviel Avila está muy consciente de que la lucha por el 2018 será feroz, y que sus detractores, “pegarán” con todo y tomarán su vida personal y Ecatepec como la muestra de lo que se puede replicar en el país, por eso ese populoso municipio también está transformándose a paso agigantados y dejando poco a poco su etiqueta de ranchote marginado.
Miles de hombres trabajan en su transformación urbana, pero hay graves pendientes a someter: inseguridad pública y contaminación, principalmente.
Quizá por ello, y ajustándose a su sentido práctico y mesurado, cada que le preguntan a Eruviel Avila si quiere ser Presidente de México, responde:
“Por supuesto que quiero, pero como dijo Winston Churchil para pensar en el futuro hay que resolver el presente”.
eab_elya@yahoo.com.mx
reportajesmetropolitanos@gmail.com |
|