Por el cinco de enero,
.cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.
Y encontraba los días
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas
Miguel Hernández
Por Octaviano Lozano Tinoco
Si los Reyes Magos de Oriente fueran una certeza indiscutible y se les pudiera pedir un deseo para que las cosas cambiaran en nuestro país, sin duda habría millones de cartas de mexicanos agraviados por el desaseo político, económico y de seguridad que hemos vivido en los últimos diez años.
A Melchor, Gaspar y Baltazar al menos se le pudieran pedir diez deseos.
1.- Que la justicia y la ley no tengan precio, que cada persona valga por su derecho de ser un ciudadano y no en razón de cuánto dinero tiene o amigos poderosos granjea.
3.- Que paguen con cárcel los autores intelectuales y materiales de está limpieza social que estamos viviendo, camuflado de guerra contra el narcotráfico
4.- Que los políticos manden obedeciendo y los empresarios sean sólo gestores, no “dueños” de los centros productivos, que tendrán como objetivo labrar una vida digna para todos.
5.- Salud, escuela y servicios básicos para la sociedad
6.- Fin a los monopolios y la nacionalización de Televisa, Azteca y Telmex, así como otras empresas que sólo les importa la rentabilidad y no el progreso de la sociedad.
7.- Acabar con el presidencialismo y hacer justicia para que los políticos y empresarios ladrones sean detenidos y juzgados. Es vital conocer que ha pasado en los últimos 50 años en México, para empezar a enderezar la nación.
8.- Expulsar del país a Vicente Fox y a toda su prole; quitarles su rancho y hacer un corte de caja de su sexenio que fue patético. Y seguir con los demás exmandatarios, por ahí están todavía De la Madrid, Salinas y Zedillo,
9.- Que la actual Constitución se cumpla al pie de la letra, con pan para todos y trabajo digno
10- En política exterior que el país mire hacia el sur y no al norte, porque es claro que Estados Unidos es nuestro principal agresor y peor enemigo. Hoy nos da armas para que nos matemos.
Esos son mis deseos para los Reyes Magos de Oriente, pero como todo es sueño, nada de eso sucederá y tendremos un 2011 de calamidad.
¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con Dios
tanto si existe como si no existe
Mario Benedetti
Por Octaviano Lozano Tinoco
Las matanzas que padece México nos las quieren enjaretar como una cosa nuestra, como si fuera un tema de todo, como si el asunto estuviera en manos del pueblo.
Pero no es así, la vorágine de crímenes y atropellos a los derechos humanos que iniciaron como un huracán en 2006, tras el arribo en la presidencia de Felipe Calderón, es un pleito entre las élites político-empresariales mexicanas que, utilizando las fuerzas represivas del Estado, busca mantener el poder y seguir esquilmando a la nación.
Como las llamadas reformas estructurales –venta de Pemex, Comisión Federal de Electricidad, la UNAM y el IPN, entre otras- no avanzaron con la prisa que deseaban las élites, éstas se lanzaron en un conflicto donde la violencia y la muerte son las monedas de cambio para lograr esos objetivos.
Así las élites intentan imponen el terror para adormilar a la gente y hacerle creer que la muerte y la violencia es el único camino para imponer la ley. Pero el fin es lograr las reformas estructurales por otros medios.
El pueblo en todo esto sólo sobrevive, pero no maneja los negocios de la muerte y el desenfreno. La mayoría de las veces sólo es la carne de cañón de la estupidez del poder.
Ante los 30 mil muertos en lo que va de su sexenio, es risible que el presidente Calderón, un su mensaje en cadena nacional con motivo del Año Nuevo, dijera: “Estamos avanzando en la ruta correcta para construir un México de paz y de seguridad, donde nadie esté al margen de la ley ni viva con temor”
Y agregó: "Todos sabemos que es necesario limpiar a México de la delincuencia, la impunidad y la corrupción que se habían enraizado en nuestra sociedad y nuestras instituciones".
Por ello, indicó que se seguirá combatiendo a los grupos delincuenciales para lograr un país lleno de paz y pidió a la sociedad seguir luchando para alcanzar sus metas.
En el mismo tono, el 17 de diciembre, el secretario de Gobernación Francisco Blake dijo a los grupos criminales "que les quede muy claro que el gobierno federal y el Estado mexicano los va a perseguir y combatir hasta el último rincón del país: en municipios, colonias, barios, cuadras y en domicilios hasta por un robo; que la sociedad se sacuda el miedo y denuncie los delitos para evitar que los criminales la intimiden".
Sin embargo, en entrevista con diario EL UNIVERSAL, (3 de enero de 2011) el general Barry McCaffrey, exzar antidrogas de Estados Unidos, afirmó que se siente “horrorizado por el nivel de violencia” en México y aun cuando sostiene que es inapropiado comparar al país con Afganistán, parece que “los niveles de violencia en México, en lugares como en Ciudad Juárez, en ocasiones son tan grandes como los niveles en Kabul, en Bagdad o Bogotá”.
El general, en retiro, dice que él como otros especialistas están analizando el narcoterrorismo que se registra actualmente en México. “Entendemos las diferencias entre Afganistán y México, pero es difícil imaginar una situación peor en lugares como Juárez”.
Y agregó: “el reto para México es crear una policía nacional y que finalmente podría ser la salvación del Estado de derecho, pero lo cual tomará 15 años más”.
Ante este panorama, queda claro que el gobierno de México en 2011 pondrá más balas a la muerte, único destino a la sinrazón.
