Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopías
cómo voy a creer
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristeza
Mario Benedetti
Por Octaviano Lozano Tinoco
Nuevamente el inevitable choque de trenes de la izquierda institucional quedó para otra ocasión y esa incapacidad de los líderes para decirse sus verdades, sin duda envenena la opción electoral de esa corriente política de cara a los comicios presidenciales del 2012.
Cuauhtémoc Cárdenas, el llamado “líder moral” del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y Andrés Manuel López Obrador, el “presidente legítimo” y candidato en marcha, dicen respetarse hasta la ignominia, pero bajo el agua se dan sus golpes en esa lucha de migajón por acabarse uno al otro.
La oportunidad para dilucidar diferencias de país la planteó Cárdenas el sábado pasado en la Feria Internacional de Libro, en el Palacio de Minería, al presentar su libro “Sobre mis Pasos”, al afirmar lo siguiente:
“Creo que lo más saludable en este momento sería poner la dirección del partido (el PRD) a disposición de Andrés Manuel, y que incluso él la encabezara (…) y así se terminarían los conflictos y las confrontaciones dentro del partido. (…) Tiene capacidad, y esto haría que ya no hubiese una disputa por la dirección y, seguramente, sería el más obligado en una forma totalmente democrática e imparcial, decidir las candidaturas que están pendientes, tanto en el Estado de México, como la presidencial".
Una manzana envenenada, sin duda dejó Cárdenas a la vera de Andrés Manuel quien respondió: “Respeto mucho al ingeniero (Cárdenas), pero yo ya fijé una postura, estoy pidiendo licencia al PRD porque estoy dedicado de lleno a consolidar el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para transformar al país”.
Y así estos dos caballeros se respetan, mientras por abajo se dan; desconfían uno del otro y buscan cómo dinamitar sus pies de barro.
Pero México está para la verdad y es preciso que salga a flote, dejar las medias verdades a un lado y las mentiras en el basurero de la historia.
No se puede ser excesivamente cortés cuando la nación se está yendo al barranco y esperar el momento histórico, que quizá nunca llegue, para poner en claro quién es quién en la historia reciente del país.
Cárdenas desperdició su momento en la elección presidencia de 1988, cuando Carlos Salinas de Gortari le robó la primera magistratura y no supo conducir la revuelta social, como hoy la vemos en Egipto, Túnez o Libia.
Actuó a lo cómodo, negoció en “lo oscurito” con Salinas y se dedicó a formar el PRD a su imagen y semejanza, a la estatura de su “liderazgo moral”, por ello resulta un partido fracasado, que piensa sobrevivir aliándose con el PAN. ¡Vaya contradicción! La unión del agua y el aceite.
Andrés Manuel es perseverante, puedes estar de acuerdo o no con él, pero no suelta, como lo hizo Cárdenas en 1988, que si hubiera tenido algo del tabasqueño el país no hubiera sufrido los gobiernos de Salinas, Zedillo, el tonto de Fox y ni del ineficiente de Calderón.
Es el momento de Andrés Manuel si este país aún tiene una salida electoral para su crisis, si en su entorno la izquierda institucional confluye en busca de un sendero. Porque todo ya está tocando a nuestra puerta…
Ahora seremos felices,
cuando nada hay que esperar
José Hierro
Por Octaviano Lozano Tinoco
Un folder tricolor guarda el expediente del mandatario Felipe Calderón de sus cuatro años y meses de gobierno: 34 mil personas muertas, el desplazamiento forzado de 230 mil ciudadanos de sus lugares de origen por la violencia, cero crecimiento económico, un desempleo juvenil (de 14 a 29 años) de 20 por ciento, siete millones de jóvenes que no estudian ni trabajan y otros desbarajustes, como la injusticia y la inseguridad.
Con esos números y la consigna de “Yo o el caos”, Calderón se presentará en Washington a las órdenes del presidente Barack Obama el próximo 3 de marzo.
Las notas del Departamento de Estado difundidas Wikileaks sobre el papel jugado por el ahora exembajador estadounidense, Tony Garza, para fortalecer a Calderón en el 2006, tras el fraude electoral de ese año.
Así como las duras declaraciones del actual diplomático Carlos Pascual respecto a la descoordinación del gobierno mexicano en su “guerra” contra el narcotráfico y el ataque armado de un grupo supuestamente ligado con los Zetas –ya detenido- que le costó la vida a Jaime Zapata y heridas a Víctor Ávila, agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en la carretera que comunica a San Luis Potosí con la ciudad de México, constituyeron el primer peldaño que hará posible el encuentro.
El segundo escalón fue obra de Calderón, quien al ser entrevistado por el diario El Universal, el martes 22 de febrero, afirmó que los embajadores de Estados Unidos “han hecho mucho daño (a México) por las historias que cuentan y que, la verdad, distorsionan”.
Y fue más allá, al decir que “donde sí hay descoordinación (en la guerra contra el narco) es entre agencias en materia de seguridad en Estados Unidos. Nosotros vemos que la DEA, la CIA y el ICE siempre tienen una política de "Borondongo le dio a Bernabé"... La verdad es que no se coordinan y sí rivalizan”.
De bote pronto, la secretaria de Seguridad de la Patria (DHS), Janet Napolitano, se declaró “decepcionada” por las declaraciones de Calderón y las consideró “imprecisas”.
En este enjambre de culpas y sujeto a la visión militarista de Estados Unidos, el presidente mexicano irá a Washington si nada que proponer, sólo buscará más apoyo para seguir con la violencia, con su lema “Yo o el caos”.
Hoy en Arizona se debate en el Congreso local la nueva ley SB1611 que no sólo criminaliza la migración, sino que pretende negar derechos básicos como la salud, educación, vivienda y trabajo desde un perfil racial.
¿Cuál es la posición de México sobre esa ley? ¿Sólo estar en contra y desear que no pase por la buena voluntad de los legisladores estatales?
En la cita en Washington entre Calderón y Obama no hay nada que esperar, porque la única política que México tiene hacia Estados Unidos es buscar que nos entreguen más armas y permitir, en un futuro, el ingreso de soldados estadounidenses para acabar con la guerra contra quién sabe qué, pero que deja mucho dinero para el perseguidor y el perseguido. Los muertos, son daños colaterales.
Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, da lo mismo
que si es cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón.
Enrique Santos Discépolo
Por Octaviano Lozano Tinoco
A mitad del foro, sin máscaras ni poniendo a otra persona para hablar por ellos, los monopolistas y responsables de la tragedia nacional (pobreza, fraude, corrupción, ignorancia y despiporre), Emilio Azcárraga y Carlos Slim han roto sus lanzas sin que el asunto sea a la larga algo personas, sino “sólo negocios”, para disputarse el poder económico y político en México de cara a las elecciones presidenciales de 2012.
El Grupo Carso, del señor Slim, representa un valor de mercado de 130 mil millones de dólares, muy superior al de Televisa de Azcárraga que es de 12 mil millones de dólares, pero los mexicano no pueden escapar un día sin comprarles algo a una de sus empresas, desde sólo una revista hasta un café.
El pretexto para la reputa es por el incremento de las tarifas publicitarias por parte de Televisa al Grupo Carso, con lo que Slim anunció que dejará de transmitir su publicidad en los canales de la empresa.
La salida de Telmex, Telcel y otras empresas del Grupo Carso (Sanborns y Sears entre ellas) podría significar para el emporio televisivo la disminución de poco más de mil 800 millones de pesos anuales en publicidad para las señales abierta y restringida de televisión.
Pero el transfondo de esta ¿guerra?, que se suma a la otra que deja miles de muerto en los baldíos nacionales, donde cualquiera puede morir sin ser visto por nadie, es por obtener la mayor parte de una bolsa estimada en 20 mil millones de dólares anuales, que representa el llamado “triple play” o la convergencia de voz, datos y video cantidad, algo así como el 2.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
La obstrucción que pone Televisa a Slim para que pueda tener un canal abierto de televisión, es el juego perverso de estos dos monopolios para salir a la plaza y combatir.
Pero al fin cuando la borrasca termine, los poderos empresarios se ubicaran nuevamente en sus campos restringidos, para seguir exprimiendo al país.
Nadie quiere destruir a nadie, solo “son negocios” y el camino es presentar proyectos y ver qué candidato presidencial en el 2012 puede apoyar su plan para ayudarlo. Después los dos supuestos rivales se acomodarán nuevamente en la escenografía de la explotación nacional.