ELVIA ANDRADE BARAJAS estudió en la Escuela de Periodismo Carlos Septien García. Fue corresponsal del Estado de México, reportera de Asuntos Especiales y editora de la Sección Metropolitana en el Periódico Excelsior.
CUERNAVACA, DE RUSTICA Y REVOLUCIONARIA A TURISTICA
A sus 94 años, Don Ignacio Rodríguez, hijo de un General Brigadier
del Sur,
relata su vida y la transformación de la Ciudad de la Primavera
en las últimas nueve décadas.
Primera parte
Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
Exclusivo de
www.reportajesmetropolitanos.com.mx
CUERNAVACA, MORELOS, 04 enero de 2016.- Cuernavaca era de pura piedra antigua. Estaba desierta, llena de hojarasca, con unos ’arbolotes’, bellos paisajes, mucha vegetación y un extraordinario clima. En las calles había más animales que gente, en lugar de estacionamientos había predios con agujeros de cemento para amarrar a los caballos, relata Ignacio Rodríguez Saucedo, fiel testigo de la transformación de esta ciudad, de la vida rústica y revolucionaria a la turística, de transportarse en caballo a hacerlo en automóvil hasta avión y de comunicarse con carta a celular, skipe, Facebook y Twitter.
Rodríguez Saucedo tiene 93 años y es uno de los primeros pobladores y testigos de la historia y transformación de la Ciudad de la Primavera, bautizada así por el barón Alexander von Humboldt, por su agradable clima templado la mayor parte del año.
De niño, agrega, veníamos a caballo, a puro galope, a la feria de Jiutepec y hacíamos un mes para ir a ver al Señor de la Columna en Mazatepec y Tepalcingo.
Don Ignacio es hijo del finado General Brigadier del Sur Dolores Cesar Rodríguez, quien junto con el también General Genovevo de la O, lucharon junto a Emiliano Zapata en el Ejército Liberador del Sur (ELS) bajo las ordenes del General Emiliano Zapata en el Estado de Morelos, al sur de México, por la Reforma Agraria, con el lema “Tierra es para todos” .
General Brigadier del Sur Dolores Cesar Rodríguez
El ELS se oponía al régimen del presidente Porfirio Díaz, al que derrocaron en 1911, en la batalla y sitio de Cuautla con más de 5.000 zapatistas venciendo al llamado 5º Regimiento de Oro, el mejor batallón del ejército porfirista.
Al demostrarse que el régimen de Madero no estaba comprometido con la causa de la Reforma Agraria, el ELS se volvió contra él, comenta Don Ignacio al asegurar que creció sufriendo el maltrato de su madrastra Petra Gómez y su hermano.
“Sólo falto que partieran la tortilla y me la echaran como si fuera un perro. Andaba por los cerros escondiéndome por las tundas que me daban”.
¡Y, eso por qué?
“Por sus ideas antiguas. Tenían un genio horrible. Y por su edad”, comenta Don Ignacio, quien fuera amigo de Nicolás Zapata, hijo de Emiliano Zapata y compañero de escuela, en Calpulac del que años después llego a ser presidente municipal de Toluca, gobernador del Estado de México, regente de la Ciudad de México y titular de las secretarías de Turismo y de Agricultura durante el salinismo. Así como líder del mítico grupo Atlacomulco, Carlos Hank González.
Relata que cuando llegó a Cuernavaca, conocida hoy como La Ciudad de la Eterna Primavera, “era muy diferente. De caminos maltrechos, pero de bellos paisajes, verdes y floridos.
“Pero su clima y vegetación atrajo a mucha gente de Tres María y Huitzilac cuando entraron los primeros camiones y empezaron a construir escuelas, iglesias, mercados, el Palacio Municipal. Cada día había más servicios públicos y más gente.
“Era lo nuevo. Lo moderno, lo que transformó a Cuernavaca en la ciudad turística que ahora es. Cuernavaca empezaba de Tlaltenango de la virgen de Guadalupe para allá.
“Aquí había muchos generales. Genoveno de la O, era el mero mero de la Secretaría de la Guerra y Marina, lo que ahora es la Secretaría de la Defensa Nacional; Encarnación Vega Gil, mi papá y muchos otros, pero el general de generales aquí era Emiliano Zapata Salazar, que nació en Anenecuilco, Morelos.
“Zapata fue uno de los líderes militares y campesinos más importantes de la Revolución mexicana y símbolo de la resistencia campesina en México. Lo llamaban el Caudillo del Sur que luchaba por demandas agraristas, justicia social, libertad, igualdad, democracia social, propiedad comunal de las tierras y el respeto a las comunidades indígenas, campesinas y obreras de México, víctimas de la oligarquía y el latifundismo de los hacendados del Porfiriato”, asegura y aclara:
“A Emiliano Zapata no lo conocí. Conocí a su hijo Nicolás Zapata, él vivía en la calle Costeña en Cuautla.
¿El gobernador Graco Ramírez también es hijo de un general?
¡Sí? …. No me consta!”, aseguró en tono de incredulidad y agrega:
“Desde que tengo uso de razón sólo he visto rateros en el poder y Graco no es la excepción.
“A lo mejor Cuauhtémoc nos da una sorpresa, al referirse al nuevo presidente municipal de Cuernavaca que entró en funciones el primer minuto de enero de 2016”.
Pensionado desde 1988 por Caminos y Puentes con 3 mil pesos mensuales, lamenta que el gobierno les niegue el derecho a acceder al programa de la Tercera Edad, tales como despensas alimentarias y ayuda médica, “que a esta edad hace mucha falta. Hay un abuso y maltrato muy grande a los pensionados”, dice en tono de reclamo.
continuará...
CUERNAVACA, DE RUSTICA Y REVOLUCIONARIA A TURISTICA
Palacio de Cortes
Ha competido mundialmente por el mejor clima
Es el Séptimo en Indice de Desarrollo Humano en México
Muchos famosos tienen residencias de descanso aquí
“Nunca había estado tan feo e inseguro como ahora”: Don Ignacio
Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
--Segunda parte--
Exclusivo de
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Galeria
CUERNAVACA, MORELOS, 17 de enero de 2016.- Un camino curveado, de densa vegetación, frío y nublado anuncia que a pocos kilómetros se llegará a Cuernavaca, con precedencia de la Ciudad de México, pero mientras se atraviesa la puerta de entrada a Morelos, Huitzilac, que significa Lugar de los Colibrís, se duda que se va por buen camino hacia la Ciudad de la Eterna Primavera.
De pronto, como si fuera magia, se ven las primeras buganvilias, el sol aparece y el clima se torna cálido, aunque un frío recorre el cuerpo al leer el letrero que separa los caminos: “Cuernavaca. Acapulco. Iguala”. La mente se divide entre la diversión y la duda: ¿qué paso con los 43?...
Cuernavaca, que significa Junto a los Arboles, es la capital del estado de Morelos, ubicada a 85 kilómetros al sur de la Ciudad de México y a 290 kilómetros al norte de Acapulco
Se distingue por su clima cálido, vegetación abundante y las numerosas casas de descanso que tiene, así como de residencias de famosos, ya que es el lugar de recreación favorito de la Zona Metropolitana, por sus bondades naturales y belleza de los sitios turísticos.
Rufino Tamayo, Diego Rivera, Luis Spota, Iván Ilich, Erick Fromm, Robert Brady, Bárbara Hutton, Luis Buñuel, Mario Moreno “Cantinflas, Alfonso Reyes, Malcolm Lowry, Howard Fas, María Felix “La Doña” y Joan Sebastián, entre otros famosos vivieron enamorados de Cuernavaca.
La comparaban con lugares como Marbella, Casablanca, Viña del mar, Barcelona, y otras ciudades con las que competía por el mejor clima del mundo.
Sin embargo, Cuernavaca presenta problemas de fluidez urbana, congestionamientos de tránsito automovilístico propios de muchas de las ciudades del país que, como ella, tienen tanta riqueza en su historia colonial como pobreza en niveles diversos de su desarrollo actual.
¿Se imaginaba que Cuernavaca iba a ser una ciudad turística?, se le pregunta a Don Ignacio Rodríguez, el hijo del general Brigadier del Sur Dolores Cesar Rodríguez.
“No, y menos que estuviera tan descuidada e insegura como luce ahora. Esta sucia. Ahora te espantas más de los policías que de los rateros” dice en tono molesto, al referirse a los secuestros, robos y asaltos que imperan en la ciudad, “porque aquí viene y vive mucha gente adinerada y atrae al hampa”.
Entrevistado en exclusiva para REPORTAJES METROPOLITANOS en una casa que renta desde hace tres años, aclara que “mi casa está en Lienzo del Charro, pero al morir mi esposa me vine a vivir con una de mis hijas.
Explica: “Mi esposa Natalia Mondragón Camacho murió de cáncer en el Hígado”.
Relata que al ver como creía Cuernavaca y toda la tecnología que invadía al mundo, “un día le dije a una de mis hijas que quería subirme a un avión, ¡conocer esa maravilla inventada por el hombre!”.
“Me dijo que me pagaría un viaje a Acapulco, pero yo le dije que ese sería muy corto. Entonces me pagó un vuelo redondo a Tijuana, y por ser de la tercera edad me hicieron un descuento.
“Ya he hecho cuatro viajes a Los Ángeles, California, y no más de ver que lleva más de 400 almas me da escalofríos pensar cuántos morirían en un instante si se desploma el aparato.
“Cuando me decían que estaban inventando un aparato que volaría y llevaría a la gente a otras ciudades, yo les decía que estaban locos.
“El teléfono y la televisión son grandes inventos que causaron gran emoción a la gente, y cuando el hombre llegó a la luna por primera vez, muchos creíamos que era una gran mentira. Una película. Un tío nos decía “tarugos como creen que el hombre va a llegar a la luna, es una película”
“Ahora quieren llegar a Marte, quizá lo veo o no”, asegura Don Ignacio que este año cumplirá 95 años el 11 de junio y de continuar como hasta ahora podría llegar a cumplir el siglo de vida.
Don Ignacio Rodríguez también vio crecer la vida industrial en Cuernavaca.
“Antes no había nada, ya le digo, sólo unos arboletes y mucha vegetación. Ahora hay de todo mucho comercio, industrias, escuelas y centros turísticos. No me imaginaba, de verdad. Ha crecido mucho Cuernavaca, pero ahora está más feo, inseguro y sucio que nunca en su historia”, afirma.
Cifras del Censo de Población y Vivienda 2010 del INEGI revelan que hasta el 12 de junio de ese año, Cuernavaca tenía 365.168 habitantes.
Sin embargo, el área urbana se extiende a los municipios cercanos: Huitzilac, Jiutepec, Temixco, Xochitepec y Emiliano Zapata, que juntos forman la zona metropolitana de Morelos, con 857,386 habitantes en el mismo año, que la coloca en el Decimoquinto lugar de Zonas Metropolitanas de México.
Su buen clima, vegetación, alto nivel de centros educativos, comerciales, artesanales y turísticos, así como su buena infraestructura urbana lo ha ubicado en el séptimo lugar entre las ciudades con mayor IDH a nivel nacional.
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es un indicador del desarrollo humano por país, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Se basa en un indicador social estadístico compuesto por tres parámetros: vida larga y saludable, educación y nivel de vida digno.
La economía de Cuernavaca se sustenta principalmente en las industrias de cemento, papel, tabaco y refrescos, además de contar con ingenios azucareros, el cultivo del maíz, la actividad comercial y turística de la ciudad es otra de las grandes contribuyentes a la economía de la ciudad.
También se distingue por que alberga escuelas de nivel superior, que atrae a miles de jóvenes a los campus del Tecnológico de Monterrey y de la Universidad del Valle de México (UVM) de carácter privado, así como el Campus Morelos de la UNAM, así como importantes planteles dedicados a la investigación y a estudios de posgrado, entre ellas la licenciatura en ciencias genómicas.
Otros institutos de educación e investigación ubicados en Cuernavaca son:
Instituciones públicas
Academia Nacional de Investigación y Desarrollo, AC. (ANIDE)
Instituto de Investigaciones Eléctricas (Secretaría de Energía)
Centro Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico (DGEST)
Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (Semarnat)
Instituto de Biotecnología (UNAM)
Instituto de Matemáticas. División Cuernavaca (UNAM)
Instituto Interescolar del Estado de Morelos, AC. (INEM)
Instituto de Ciencias Físicas (UNAM)
Instituto de Energías Renovables (UNAM)
Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (UNAM)
Centro de Investigación en Biotecnología (UAEM)]
Centro de Investigaciones y Servicios psicológicos (UAEM)
Facultad de Medicina (UAEM)
Facultad de Farmacia (UAEM)
Instituto Nacional de Salud Pública
Centro Morelense de las Artes del Estado de Morelos
Centro de Educación Continua Unidad Morelos del Instituto Politécnico Nacional.
Sin embargo, a primera vista pareciera que la Ciudad de la Eterna Primavera vive al 100 por ciento del turismo y de la venta de artesanías al mismo, tales como producto de las abejas, macetas y objetos de barro de San Antón, corteza de árbol machacada y convertida en papel con pinturas multicolores, bolsas y canastas de palma preciosamente tejidas y de colores llamativos, collares de cuentas y piedras, máscaras y figuras de madera laqueadas.
La plata es traída desde Taxco, Guerrero y es trabajada por casas joyeras de excelente calidad. Dando la oportunidad de escoger piezas únicas de diseñadores de origen Morelense.
Para Don Ignacio es increíble ver que ahora haya 14 centrales de autobuses y un aeropuerto.
“Antes sólo había un camión que iba y venía dos o tres veces por día, pero con tanta escuela y lugares turísticos, todo se ha modernizado y yo creo que mucho ha influido el hecho de que se haya hermanado con 28 ciudades alrededor del mundo y que ahora tenga dos consulados.
“Yo creo que ni Emiliano Zapata ni el general Genovevo de la O , ni mi papá pensaban que esta ciudad iba a cambiar tanto, empezando porque ahora es más insegura que cuando la Revolución".
CUERNAVACA, DE RUSTICA Y REVOLUCIONARIA A TURISTICA
Catedral de Cuernavaca vista desde un antiguo quinque de petróleo
Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
--Tercera parte--
Exclusivo de
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“¡Así sí baila mija!, decían las mamás cuando sabían que era hijo de un general”
“Antes la gente era más decente, pero interesada. Por eso, a muchas las lleve la cama”
“La que enseñaba la pantorrilla era una loca, y yo un abusivo”: Ignacio Rodríguez
A su padre el general Rodríguez lo mato por la espalda el amante de su madrastra
Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
Tercera parte
CUERNAVACA, MORELOS, 23 de febrero de 29016.- “Nosotros fuimos gente de mucho dinero. Teníamos peones, arrieros, molenderas. Cuando trabajamos en la pizca mi padre se montaba en su caballo moro y no quería que los ‘tilicheros’ recogieran el maíz que íbamos dejando”, relata Don Ignacio Rodríguez Saucedo al confesar: "de lo que más me arrepiento es de haberme aprovechado de tantas mujeres, aunque ellas tuvieron la culpa porque eran muy interesadas. No les importaba la mentada virginidad, sólo salir de pobres”.
“Yo era muy mion, por eso me pegaban con reata. Siempre me quedaba con hambre y me robaba las tortillas. Fue un sufrimiento duro, porque siendo hijo de un general, hacendado y adinerado mi madrastra me maltrataba mucho”, recuerda con indignación Don Ignacio Rodríguez, testigo de la transformación de “la Ciudad de la Primavera”.
“¡Si antes no estoy loco”, dice en tono de reclamo!
Agrega que por las mañanas lo levantaban a golpes:
“¡Levántate webon”, me decían!
“Mi hermana no soportó el maltrato y a los seis años huyo de la casa. En la calle se la robaron y fue hasta que era grande cuando ella me buscó y me llevo los papeles de mi papá donde tenía su nombramiento de General de División a General Brigadier.
“Mi papá se llamaba Dolores Cesar Rodríguez, trabajó en Huamantla, Tlaxcala y Puebla, donde el gobernador de entonces le regaló un caballo andaluz que se llamaba El Moro, con espuelas de plata y oro. La montura era de rosas con hilos de plata y oro.
“Al morir el Moro lo enterraron en el patio trasero de la casa, no quisieron que se lo comieran los animales.
“Teníamos mucho ganado, vacas, yunta de bueyes, yunta de caballo. En la Hacienda hacían queso y requesón. Mi padre casi no estaba con nosotros por su trabajo, pero siempre le escribía su esposa Petra Gómez, nos envíaba dinero y todo lo que se necesitaba"
Carta del General Rodríguez a su esposa Petra
“Así sí baila mija”….
“De joven me empecé a salir de la casa y abusaba de las mujeres, pero ellas tenían la culpa porque eran muy interesadas.
“En los bailes la luz era muy baja, porque nos aluzábamos con lámparas de capuchón.
“Yo invitaba a bailar a las chicas, pero ellas volteaban a ver a su mamá pidiendo autorización con la mirada. Entonces las madres me preguntaban ¡de qué familia eres?
“Cuando sabían que era hijo del General, decían ‘así si baila mi hija’ y dirigiéndose a ellas ordenaban: ‘Anda mija baila con el señor es hijo del General’ y con ese dicho ¡directo a la cama!”
¿En aquellos tiempos se iban directo a la cama?
“Sí. No titubeaban, porque como éramos muy ricos, no titubeaban. Tenían la ilusión de mejorar su condición económica.
¡Con cuántas mujeres tuvo relaciones?
“Hay señorita, suspira y agrega, casi con todo el pueblo, pero sólo embarace a dos, una de Coatepec, pero ya se murió mi hijo, y otra de Santiago Tianguistenco, pero no lo conozco.
Relata que cuando se acabó la Guerra Mundial vivía en Ciudad Juárez.
“En 1945 el hijo del mayordomo me grita a las 12 de la noche: “ese machín venga para acá. ¡Se acabó la guerra!
“¿Y tú como sabes que se acabó la guerra?, le pregunte”
“Lo están anunciado en la radio, me dijo. Había mucha algarabía, y como Dwight D. Eisenhower hizo la V de la Victoria, empezaron a vender cigarros y muchos productos con la V de la Victoria.
“En aquellos tiempos, agrega, empezaron a surgir los braceros. En México había mucha pobreza. Yo también me fui, pero por el maltrato de mi madrasta; en Estados Unidos una mujer me alimento mientras estuve sin trabajo, pese a que sabía trabajar muy bien el campo.
“Pero, así como me fui, regresé. Casi sin zapatos. Anduve de prángana por varios estados del norte, así que cuando llegué a México, tenía verdaderas ganas de trabajar, pero era muy enamorado y abusaba del interés de las mujeres, por eso tuve problemas en Guerrero.
“Ahí la gente es mala con el que se porta mal, y yo era un abusivo con las mujeres, así que en Guerrero me fue mal.
Si traías ”un ojo de gringa (mil pesos) eras la sensación de las mujeres
“Cuando yo traía billete de mil pesos (un ojo de gringa) era la sensación con las mujeres. Le digo, eran muy interesadas.
¿Cómo vestían las mujeres?
“Con chincuete, se envolvían en una gran falda y la sujetaban con un ceñidor a la cintura. El vestido iba al tobillo. La que enseñaba la pantorrilla, era una loca”.
En aquéllos tiempos Don Ignacio era chofer de la zafra en la Hacienda de Santa Inés, que ya no existe.
“Me amarraba con un trapo la cabeza y andaba con mi machete cortando caña”, recuerda al afirmar con añoranza:
“Actualmente han desaparecido los ingenios de Cocoyoc, Emiliano Zapata y Zacatepec”.
¿Cuál es la diferencia entre la gente de antes y la de ahora?
“Antes la gente era más decente. No había tanto abuso, aunque en política la deshonestidad ha sido de siempre. Ahí no hay cambio”.
¡Cuál de los gobernadores de Morelos es el que mejor ha trabajado?
“Ninguno. Todos han sido unos abusivos endemoniados. Se han servido del poder para enriquecerse”.
¿Y, con Cuauhtémoc Blanco como alcalde, como cree que le irá a Cuernavaca?
“Ese sabe lo que yo de política. Pero ya empezó a pedir dinero. Quiere 200 millones de pesos para meter la luz, agua y pavimentar la calle. A lo mejor nos da una sorpresa o nos roba más.
“A Graco lo cuidan muchos policías, ¡que le cuidan?”, pregunta indignado.
“En Cuernavaca hay muchos secuestros, pero el que más gana es el juez, porque negocia con los ladrones”.
Salvoconducto extendido al General Brigadier de División del Sur, Dolores Cesar Rodríguez
¡Me arrepiento de todo!...
¿Qué es de lo que más se arrepiente?
“De todo ¡¡¡
“Nunca les he dicho a mis hijos que fui una maravilla, quiero que mis hijos se porten bien, que no hagan lo que yo hice.
“En Coatepec tengo un terreno y un solar, que ocupan mi hermana y mi cuñado, al que pensaba matar, pero no lo hice, aunque por causa de él me volví más canijo. Mi madre le dio preferencia y me corrieron de la casa.
“Yo cargaba mi 30 30 para matarlo, pero en una campaña de despistolización el gobierno entró a la casa y nos quitó todas las armas de mi papa, su caballo. Todo.
“A él lo mataron a balazos un domingo en Coatepec. Como a las 8 o 10 de mañana.
“Todo ocurrió luego que los gobernadores de Morelos y Estado de México acordaron que se hiciera la carretera de Cuernavaca a Zempola y no faltó quien le dijera a mi padre que mi madrastra andaba con otro hombre, Cornelio.
“Un día se lo encontró de frente en Camino Real. Se bajó de su caballo y con su sable le dio una sabliza.
“Su asistente le recomendó matarlo en ese momento, recordándole que era un hombre traicionero, pero mi papá, soberbio, dijo ¿qué me va a hacer?
“Tiempo después mi padre estaba dando instrucciones de como quitar la milpa para liberar el espacio para la carretera, entonces no había tractores, todo se hacía con las manos.
“Otro domingo, Cornelio, se acercó a mi padre y le dijo “mi general buenos días, le pido de favor que no arranque el maicito”
“No yo no lo hago por mi gusto es una orden del gobernador, porque no vas con él y quizá hasta te lo pagan, le dijo mi papá.
“Cornelio le respondió “tiene razón mi general”, se dio la vuelta como simulando irse. Se llevó la mano al cinto y en instantes se giró hacia mi padre y por la espalda le descargo las balas de la pistola.
“! Ese domingo yo jugaba en el patio con un trencito de cuerda. Cuando entro mi padre al patio con la pistola en la mano. Mi madrastra empezó a quitarle el reloj, y todo lo de valor. Mi padre le decía ‘¡Petra, déjame no me muevas, llévame al doctor’!, pero murió.
“Al enterrarlo lo hicieron en dos cajas. En una iba su ropa y todas sus pertenencias y en otra su cuerpo.
“Así se acostumbraba antes”, relata Don Ignacio Rodríguez Saucedo, sentado a espaldas de un barranco cubierto de vegetación y con una cobija sobre las piernas, pese al calor que hacía en la Ciudad de la Primavera, a la que ha visto transformarse de rústica a turística.