Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
Fotoreportaje
CIUDAD DE MEXICO, ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, 23 de octubre de 2016.- México ya huele a cempasúchil, a dulce de calabaza, a pan de muerto, a incienso para dar la bienvenida a sus Santos difuntos. Pero también se percibe el aroma a ponche, a Navidad y a Fin de Año.
Todo anuncia el fin de 2016 y el inicio de 2017.
Un año que se extingue y otro que se acerca.
En las calles y centros comerciales de México, muy especialmente en el Centro de la Ciudad y la frontera. ya están a la venta disfraces de todo tipo para festejar el importado Halloween, La Navidad y el Fin de Año.
Por todos lados, trabajadores de los gobiernos locales y estatales plantan flores de cempasúchil. “pero no muy profundo, porque en unas semanas tenemos que sustituirlas por nochebuenas”, comenta Joel Chávez, uno de los empleados del Departamento de Servicios Públicos del Gobierno de la Ciudad de México.
En todos los Centros comerciales y tiendas departamentales, desde septiembre pasado, están a la venta adornos navideños, luces de todos colores, incluso de tercera dimensión, y no podían faltar los juguetes para el Día de Reyes.
En Acolman, Estado de México, cuna de la piñata, ya tienen la colección de 2016, llena de colorido y de múltiples formas, sin olvidar la tradicional de siete picos, en alusión a los siete pecados capitales (Lujuria, Gula, Avaricia, Pereza, Ira y Envidia) que serán “rotos” en las posadas del 16 al 24 de diciembre, supuestamente para bien personal y del mundo.
En los abandonados panteones capitalinos y metropolitanos, desde hace 15 días, apuran las faenas para limpiarlos y prepararse para el Día de Muertos, en los que miles de mexicanos visitan a sus difuntos.
Le llevan las flores que todo el año no les dieron.
En las Iglesias ya están abiertas las listas para apuntar el nombre de los Santos Difuntos, a fin de pronunciarlos en las Misas Comunitarias que se celebrarán en todas las Iglesias católicas de México.
Las celebraciones a los Santos Difuntos pintarán de colores mexicanos, tradición y cultura todo el país, desde Mixquic, en la Ciudad de México; Luz y Sonido en Teotihuacán en el Estado de México; el Festival de la Almas en el bello Valle de Bravo; hasta el interior de la República mexicana y su frontera con Estados Unidos.
Los árboles de Navidad artificiales e importados también están a la venta en las tiendas departamentales en precios que van desde 1,200 pesos hasta nueve mil pesos, lo mismo que novedosas series navideñas y hasta el Pavo de Fin de Año. Para que no le agarre las prisas.
En el Estado de México, el Bosque de los Arboles de Navidad de Amecameca, se alista para recibir a sus miles de visitantes, que aprovechan el viaje para recorrer la casa en que nació Sor Juana Inés de la Cruz, así como ir al Mercado Municipal y comer y comprar para llevar cecina de Yecapixtla, Morelos, cuyo olor se impregna en la zona de volcanes, en la que se levantan majestuoso y amenazantes el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl.
En la Ciudad de México, los comerciantes de Xochimilco están listos para vender las flores de temporada: cempasúchil y Nochebuena, proveniente en su mayoría de Morelos y Guerrero, que se disputan el primer lugar en la producción de esta flor de buenaventura.
Pero antes de que llegue la Navidad y Año Nuevo, los empresarios anunciarán las ventas del Buen Fin, para aprovechar los aguinaldos, que muchos gobiernos y empresas pagarán diferidos entre el 12 al 16 de noviembre de próximo y la primera semana de diciembre.
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