Reportajes Metropolitanos

Por ELVIA ANDRADE BARAJAS

CIUDAD DE MEXICO, Estados Unidos Mexicanos, 02 de octubre de 2019.- De nada sirvió que los amenazaran con acusarlos con sus mamás, sus papás y sus abuelos, y que pusieran el Cinturón de la paz, ya que los muchachos malcriados volvieron a “reventar” en violencia la marcha del 2 de octubre que concluyo con un saldo de 16 heridos y ningún detenido, mostrando al mundo que México es un Estado sin Derecho, donde la ley no se aplica y se confecciona al gusto del presidente Andrés Manuel López Obrador, que gobierna el país como si fuera un pueblo rascuache sin orden ni leyes.

Las opiniones y México están divididos, para unos como la excandidata Margarita Zavala, quien renunció a la candidatura a la presidencia de México, para no seguirse enfrentando al autoritario tabasqueño, “usar a los empleados públicos como escudo humano, sin duda, atenta contra la dignidad de la persona. Esta medida es irresponsable y cruel”.

Para otros, para los seguidores de López, todo va de maravilla, y según ellos fueron los Prianistas los que violentaron la 51 conmemoración del Aniversario de la masacre en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, por el que decenas de sobrevivientes y grupos de anarquistas exigieron justicia y gritaron “ni perdón ni olvido”

El dichoso #CordonDePaz valió madre, los malcriados muchachos destruyeron todo a su paso y al ver a la turba, los empleados, que obligaron a cuidar el Centro Histórico, se quitaron las playeras que les dio el gobierno de la Ciudad de México y se echaron a correr.

Los grupos de choque aparecieron como a la 17 horas vestidos de negro, con latas de pintura en la mano, petardos y bombas molotov caseras que aventaron a los policías capitalinos que les impidieron el paso hacia el Zócalo, donde además de los sobrevivientes y testigos de la masacre del 68, llegaron los de Atenco con maíz y sus machetes, así como padres y familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, a los que ni los pasados gobierno ni este les han resuelto sus demandas.

Las pintas en edificios públicos y comercios, así como los incendios con llantas y lanzafuegos volvieron a estremecer a la ciudad, donde los policías estuvieron de adorno, sólo para que los golpearan a su antojo, sin que se aplicara la ley, lo que indigno a miles de mexicanos, que a través de las redes sociales manifestaron su enojo por la pasividad de las autoridades que permiten estos excesos.

En opinión del secretario de Seguridad Social, Jesús Horta Martínez, no se hacen arrestos en estos disturbios sociales, a fin de no provocar a las masas y evitar peores consecuencias.

Sin embargo, la Cámara de la Industria del Comercio exige que se aplique la ley, para que los responsables paguen los daños que causan.

Empero, el presidente López Obrador al ser interrogado sobre la debilidad de las autoridades frente a estos actos vandálicos, dijo en una de sus mañaneras:

“Que les diría a los que se tapan la cara y se encapuchan: que tengan cuidado porque en una de esas los voy a acusar con sus mamás, con sus papás, con su abuelos, porque estoy seguro que los abuelos, las mamás y los papás no están de acuerdo, me dejo de llamar Andrés Manuel.

“Estoy seguro que lo ven, o los verían como malcriados, que no deben andar haciendo eso, les darían hasta sus jalones de oreja, sus zapes, eso también; entonces vamos a procurar que se manifiesten todos los que recuerdan y no olvidan la represión del 68, en paz”.

Las palabras del presidente fueron burla para muchos, pero muy preocupantes para otro sector de la población, incluso gente que voto por él y esperan que aplique la ley, algo que hace a conveniencia y por lo que tarde o temprano deberá ser juzgado, ya que el cargo que ostenta lo obliga a hacer cumplir la Constitución y el esperar que la mamá del que delinque le jale las orejas, es una burla para el pueblo mexicano.

El 26 de septiembre pasado ocurrió lo mismo en la marcha por el quinto aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, que termino con un saldo de varios heridos y pérdidas millonarias a los comerciantes del Centro Histórico de la Ciudad de México y a la Nación por los destrozos a edificios públicos.

Días después, en la marcha de feministas contra el aborto, también hubo grave disturbios e incluso incendiaron la puerta de la Catedral Metropolitana.

En ambos motines sociales no hubo respuesta del Estado. No hubo detenidos.

Esto, además de incurrir en impunidad y complicidad con la delincuencia, confirma que México es un Estado sin Derecho, donde las leyes ni se leen ni se aplican, ya que los empleados civiles no deben hacer trabajo de seguridad para contener una turba, ni aunque les digan héroes.

El Estado tiene la obligación de garantizar la paz con la fuerza pública, que para eso está. En esto no se vale la austeridad, México no merece ser un Estado sin Derecho.

Debe aplicarse la ley.

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ELVIA ANDRADE BARAJAS *

Egresada de la Escuela de Periodismo Carlos Septien García.

Corresponsal del Estado de México y reportera de Asuntos Especiales del periodico El Universal

Reportera de Asuntos Especiales y editora de la Sección Metropolitana del Periódico Excelsior.

Escribió las columnas Pecera Política del Edomex y Distrito Federal en Excelsior

Escribe la columna Por mis Plumas y es reportera de Asuntos Especiales en Reportajes Metropolitanos

Miembro activo del Club Primera Plana, de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos A. C. (FAPERMEX) y de la Federación de Periodistas Latinoamericanos (FELAP)

Primer lugar en REPORTAJE EDOMEX en 1991

Premio México 2007 en la categoría ENTREVISTA
Premio México 2014 en ARTICULO DE FONDO

Fundadora y Directora General del sitio web

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