Impugna orden del INE que le prohíbe hablar sobre elecciones
CIUDAD DE MEXICO, Estados Unidos Mexicanos, 09 de diciembre de 2020.- Tanto lo invocó hasta que se le concedió. ¡Para que se le quite!, afirman sus adversarios políticos que el domingo pasado signaron una alianza entre el PAN, PRI y PRD para postular candidatos comunes a la Cámara de Diputados Federales en las elecciones de 2021 y analizan ir juntos para las gubernaturas de algunos estados, a fin de frenar a MORENA que inevitablemente perderá escaños en el Congreso debilitando al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no entiende que no debe meterse en los comicios ni siquiera opinar, porque de hacerlo viola las leyes electorales.
Pero, el pequeño dictador las leyes le valen. Siempre las ha mandado al diablo, igual que su vecino del norte, Donald Trump, quien sólo recurre a ellas para diseñarse reglas a su medida, y en el colmo de la antidemocracia ha impugnado la disposición de la Comisión de Quejas del Instituto Nacional Electoral (INE”) que le ordenó abstenerse de realizar expresiones político-electorales que pudieran afectar el proceso electoral federal de 2021.
¡Lastima Margarito!, así debe ser. Tiene que guardar silencio. Todos los presidentes están obligados a hacerlo.
La ley se debe respetar, pero ya se sabe que el tabasqueño no lo hará y se aprovechará de su poder para obligar a las autoridades a hacer su capricho.
Ahora quiere que le diseñen una ley electoral a su medida, recurriendo al amparo y al inocente argumento de que sólo hablara en su mañanera y contestará las preguntas de la Prensa, de su Prensa “palera”, porque cree que, si él no defiende a sus morenos, perderán de todas, todas.
Y, así será.
El eternamente inconstitucional tabasqueño seguirá con su postura de ignorante bravucón, acumulando una serie de irregularidades y delitos por los que deberá responder tarde o temprano, entre ellos el de evasión de preso, al ordenar, y aceptar públicamente, la liberación del narcotraficante Ovidio Guzmán López, hijo del ex Capo Joaquín Guzmán Loera, preso a cadena perpetua en una cárcel de Estados Unidos y reemplazado en el liderazgo del Cartel por sus hijos, con la representación del pequeño Ovidio.
Tan sólo con este hecho López Obrador evidenció públicamente que él también pertenece a la mafia del poder que tanto critica, y lo peor, es que él es el actual presidente de México, un país violento, en el que indiscutiblemente manda el narcotráfico desde hace tiempo.
Sin embargo, pese a que tiene la viga sobre la cabeza, el presidente y su líder de Morena, Mario Delgado, no se cansan de declarar que la mafia del poder se ha unido para derrotarlos, pero ¿de qué se queja?... él les dio la idea.
E incluso les arrojo a los brazos al ex presidente panista Felipe Calderón y a su esposa Margarita Zavala, a quienes les ha hecho la vida de cuadritos y movió todos los hilos necesarios para frustrar el registro de su partido México Libre.
En cambio, López Obrador impulso el registro de Redes Sociales, cuyo apoderado legal es José Fernando González Sánchez, yerno de su incondicional la ex priista Elba Esther Gordillo, a quien también liberó y le regreso todos sus bienes confiscados, pese a que sobre ella recaían delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada, siendo una de las 10 personas más corruptas de México.
En tanto, a millones de mexicanos los dejo sin empleo, les bajo sueldos, prestaciones, desapareció programas sociales, fideicomisos y ahora “maicea” a la población de bajos recursos, lo que le han increpado, porque es una práctica con fines de “extorsión” electoral.
Curiosamente a Calderón le vino como anillo al dedo la alianza del PRIAN, y condicionó a 11 puntos ir en alianza con el PAN.
Muchos lo vieron como un chiste, algo así como limosnero y con garrote, porque en realidad está en la lona y no tiene tanta gente como para condicionar su apoyo.
Como dicen en México, que se dé de Santos que no lo detengan, en caso de que Estados Unidos le dé de regalo de Navidad a AMLO, la extradición de García Luna, ex secretario de Seguridad en la administración gubernamental de “El Oscuro Felipe”.
Sea como sea, 2021 será un año difícil para López Obrador y Morena.
Todos sus adversarios se han unido para quitarlos del poder y por supuesto que lo harán, porque el presidente les ha ayudado mucho con sus malas decesiones políticas y su inepto y servil gabinete, que no ha servido ni para asesorarlo adecuadamente.
“Sí señor, no señor”… es lo único que saben decir los secretarios de Estado. Dan vergüenza.
No tienen las agallas para contrariarlo, para informarle dónde se está equivocando. Lo dejan hacer tontería tras tontería, en perjuicio del bien común y de México.
Ese servilismo los llevará a todos al fracaso, que se levantará inevitable en 2021 y los aplastará en 2024, porque la gente no esta contenta con el gobierno de López Obrador, eso es un hecho, incluso muchos de los que votaron por él, salvo los viejitos que reciben su pensión, están arrepentidos de darle su confianza.
Los ha decepcionado. A todos los sectores les ha pegado en el bolsillo.
Su gobierno de austeridad ha caído en la mediocridad y la incongruencia.
La estrategia política del PRIAN-PRD es parecida a la de los Mosqueteros, en caso de que acepten al frustrado México Libre:
¡Todos para uno y uno para todos!
Sí ganan, el PAN encabezaría 61 de los 300 distritos electorales, 53 serían para el PRI y 44 para el PRD, logística que podría cambiar en caso de que acepten al ex presidente Calderón y a su esposa Margarita, con su gente, que lógicamente deberán recibir una tajada del pastel.
Además, analizan alianzas electorales para algunas elecciones para gobernador en los estados de Baja California, Baja California Sur, San Luis Potosí, Tlaxcala, Zacatecas, Colima, Nayarit, Sonora y Michoacán.
El ex presidente Vicente Foz (2000-2006) tiene razón en afirmar que el PAN ha sido el único partido de oposición, además de FRENAAA, que integran muchos panistas.
El PRI estaba agarrado de manos ante el temor de que López Obrador iniciara una cacería de políticos, que esta haciendo y ahora se enfila hacia el posible arresto del ex presidente priísta Enrique Peña Nieto, a quien el Congreso no le admitió la última cuenta pública de su administración, con lo que buscan acusarlo de fraude o malversación, para sumarlo al delito de Traición a la Patria y tener más elementos para desprestigiar a su partido político.
Sin embargo, los priístas saben que tienen que correr el riesgo de enfrentar al enano del tapanco y dar la pelea electoral, porque aún es el partido político con más afiliados en México, con una plantilla de 2,065,161, seguido del PRD con 1,242,411 agremiados.
El Partido Verde Ecologista tiene 660,874 afiliados; MORENA, el partido gobernante sólo tiene 660,874; y el PAN, 252,140, es el que menos agremiados tiene.
Así que, apoyados en las matemáticas, el partido más fuerte de México, por su número de afiliados es el PRI, y sus seguidores son como los del Chivas: ganen o pierdan siguen siendo colorados y en el 2021 sacarán la casta para defender sus estados gobernados en su mayoría por el PRI.