Ni los chinos lo han hecho
Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
CIUDAD DE MEXICO, Estados Unidos Mexicanos, 24 de marzo de 2022.- A un mes del inicio del bombardeo de Rusia a Ucrania, el mundo le da la razón al presidente Joe Biden al acusar de crímenes de Guerra a su homólogo ruso Vladimir Putin, calificado como el Adolfo Hitler del siglo XXI o el temido Anticristo de la era cibernética, por amenazar a la humanidad con armas nucleares y biológicas, que colapsarían el deteriorado medio ambiente, provocaría escasez de alimentos, hambruna, epidemias, muertes y una crisis económica global, que el primero en repudiar es el Mandatario chino, Xi Jinping, cuyo país es de régimen político comunista, pero de sistema económico capitalista con miras a impulsar y liderear el progreso y bienestar en la tierra.
China no necesita una Tercera Guerra Mundial para invadir países. Ya invadió todo el mundo con comercios diversos y tecnología. Lo que necesita es consolidarse económicamente como el número uno en el globo terráqueo y para eso necesita la paz, porque, aunque los chinos son muy tradicionales y esotéricos, persiguen obsesivamente la perfección, la armonía.
Saben que el dinero y el progreso son muy sensibles a la incertidumbre y la violencia y una guerra no va bien con sus planes de negocios que promete expander e inundar al mundo con productos chinos, que saldrán de su nuevo aeropuerto de carga que inauguró el 20 de marzo pasado, un día antes de la apertura del controvertido Aeropuerto Internacional Felipe Angeles en México.
Por eso, no apoya a Putin en sus amenazas de escalar a una tercera guerra mundial.
Ha dicho, insistentemente, que sólo lo apoyara a restaurar la paz, mientras que a Ucrania le envía ayuda humanitaria, lo mismo que a Africa e incluso a Venezuela o México.
Pero nada de armas ni soldados. Ni uno solo.
De tal forma, Vladimir Putin, está solo. Este cercado. De nada le servirá el débil respaldo del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusado de narcotráfico por Estados Unidos, cuyo presidente Joe Biden, se reúne hoy con líderes mundiales de la OTAN, para definir estrategias que frenen al ex agente de la KGB que llegó a presidente de Rusia con la etiqueta de hombre brillante, estratega y caballeroso, distinguiéndose por vestir apropiadamente y regalando siempre flores a las Mandatarias nacionales o esposas de los presidentes.
Pero, siempre fue intimidante.
Un día a Angela Merker, cuando era presidenta de Alemania, la visitó con un ramo de flores, seguido de un gran perro que dejo acercársele, pese a que sabía que ella le tenía pavor a esos animales.
Putin llama a su invasión a Ucrania, operación militar, y esta furioso con los presidentes de los países que no lo han apoyado en su desigual guerra, que lo ha desesperado porque no ha podido someter a los ucranianos, lo que quizá pensó haría en un chasquido de dedos.
Lamentablemente en esta guerra, ha quedado muy claro el impacto y la importancia de la globalización mundial y aunque Rusia y Ucrania están geográficamente muy lejos de México, sí está afectando, no obstante que el presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha pronunciado no injerencista en asuntos internacionales y pacifista.
Sin embargo, apoya que los diputados federales del partido que él creó (MORENA) instalaran en la Cámara de Diputados el Grupo Amistad México-Rusia, lo que fue calificado de imprudente e incensario por sus oponentes precisamente cuando Rusia bombardea Ucrania, y mientras el presidente Zelensky implora la ayuda de México y todos los países que se dicen sus amigos.
Lo cierto es que López Obrador, no los mexicanos, está del lado de los comunistas socialistas. Sigue al pie de la letra su forma de gobernar. Copia todo lo que lo hizo Hugo Chávez, igual que Nicolas Maduro en Venezuela.
Se ha prounciado amigo y socio de los países comunista-socialista, como China, Cuba, Rusia, Venezuela y, Bolivia, cuyos presidentes enfrentan constantemente a Estados Unidos y este a ellos.
López Obrador hace lo mismo que Xi Jinping, Vladimir Putin, Nicolás Maduro, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez y Evo Morales, pero la diferencia entre ellos y el Mandatario mexicano es que él es vecino del país más poderoso del mundo y el más intervencionista.
Donald Trump, el ex presidente republicano de EEUU, insiste en bombardear México, como Rusia lo ha hecho con Ucrania, para acabar con los narcotraficantes y la narcoviolencia que afecta su frontera sur.
Hasta hoy no le han hecho caso, porque Estados Unidos sabe que de hacer eso es como darse un balazo en el pie, ya que muchos negocios y empresas en México son de capital gringo.
Sin embargo, el tabasqueño ya colmó la paciencia de los vecinos del Norte y muchos líderes de opinión, congresistas y hasta el ex Fiscal William Barr, lo señalan de haber perdido el control del país en materia de seguridad o haberlo entregado al crimen organizado para que lo maneje a su antojo en perjuicio de los mexicanos.
La suerte de Vladimir Putin y del mundo pende de un hilo, pero si la OTAN logra detener al presidente ruso, que ya no quieren ni sus connacionales, habrá un reacomodo político muy interesante en el planeta y por supuesto en México y su gobierno.
Por lo pronto, López Obrador se siente muy envalentonado por su amistad con los rebeldes socialistas y comunistas.
Constantemente viola la Constitución Mexicana como lo hace ahora con su innecesaria Revocación de Mandato, que inventó Hugo Chávez para luego imponer una ampliación de mandato, hasta que se murió.
La verdad oculta de esa Revocación de Mandato podría ser la ampliación del mismo; por eso su insistencia en convencer a la gente de votar por algo que no tiene sentido.
Sospechosamente viola la veda electoral, se pelea con la Prensa, con Estados Unidos y con el que se le oponga, sin aceptar que México no es comunista ni socialista y que no quiere un dictador.
México es un país soberano, republicano, revolucionario.
75 años fue priistas, 12 panista, regreso otro periodo al PRI y ahora prueba a MORENA.
México no quiere reelección presidencial ni revocación de mandato.
La mayoría de los mexicanos son capitalistas y no les gustan los socialistas ni los comunistas que llegarán por miles de Venezuela, a través del AIFA, y no precisamente a comer tlayudas ni a apreciar los espectaculares de AMLO pidiendo el voto por todo el país.