INMARCESIBLE
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Octaviano Lozano Tinoco

Periodista desde 1986.

Es egresado de FES Aragón (antes ENEP) de la carrera de Periodismo y Comunicación Colectiva.Trabajó en Excélsior por más de 20 años y ahora presta sus servicios en el Financiero. Está agradecido con Reportajes Metropolitanos por abrirle un espacio a sus opiniones. Andará en el periodismo por unos años más. Mucho gusto  y agradecido.























 
LA VERDAD, HEMOS TOPADO CON ELLA
Febrero 28, 2017

La única verdad es la realidad
Aristóteles

Por Octaviano Lozano Tinoco

El presidente Donald Trump se ha topado con la prensa estadounidense que critica su gobierno y le intenta plantar cara, ante sus posturas fascistas. Desde la Casa Blanca se decretó la censura a diarios como  The New York Times o la cadena CNN y el medio Político, entre otros.

Estos medios que han apoyado al imperio en su ataques contra distintos países y no dijo nada contra la gran mentira de que el gobierno de Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva, lo que desencadenó la invasión de Irak y la posterior caída de su régimen, ahora lanza una perorata sobre la verdad, que sin duda es buena, pero debió ser tarea fundadora de los medios, entre ellos el New York Times, artífice de ese texto.


De acuerdo con el diario:
“La verdad es dura.
La verdad está escondida.
La verdad debe ser perseguida.
La verdad es difícil de oír.
La verdad es rara vez sencilla.
La verdad no es siempre tan obvia.
La verdad es necesaria.
La verdad no puede ser pasada por alto.
La verdad no tiene agenda.
La verdad no se puede fabricar.
La verdad no toma partido.
La verdad no es roja ni azul.
La verdad es difícil de aceptar.
La verdad no esconde nada.
La verdad es poderosa.
La verdad está bajo ataque.
La verdad debe ser defendida.
La verdad requiere posicionarse.
La verdad es ahora más importante que nunca”.

La gran prensa estadounidense está muy lejos de buscar la verdad, la democracia y los derechos humanos, porque en la mayoría de las ocasiones ha apoyado las decisiones imperialistas que se adoptar en la Casa Blanca o han mirado hacia otro lado.

Lo más reciente ocurrió tras el ataque terroristas del 11 de septiembre de 2001, en las Torres Gemelas, cuando varios periodistas de Estados Unidos hicieron suyos los pensamientos más radicales hacia Al-Qaeda y todos aquellos que constituían una amenaza latente como Hussein y su "arsenal" de destrucción masiva, que supuestamente tenía en Irak.

Bill Keller es una de las tantas personas que sintió ese "aturdimiento, vulnerabilidad e impotencia", tras los atentados y se arrepiente de haber sido uno de los "halcones convertidos" -tal como eran llamados los republicanos más extremos que sostenían la ideología George W. Bush-. El exdirector ejecutivo del diario The New York Times trabajaba como jefe de la sección Opinión.

"En varias columnas desplegué justificaciones para derrocar a Saddam Hussein. Había advertencias. La más significativa era que no había razón para apresurarse, que deberíamos esperar para ver si el comportamiento de Irak podía ser contenido suficientemente por sanciones e inspecciones. Como muchos halcones liberales, era ambivalente. Pero cuando las tropas entraron, lo hicieron con mi bendición", afirmó en entrevista al diario la Nación de Argentina, el  7 de septiembre de  2011,

El fin de la Guerra Fría envalentonó a los Estados Unidos  para atacar a Irak en 1991 por lo que los ataques del 11 de septiembre 2001 sentó las bases para iniciar la actual guerra contra Irak.

Mientras que en algunas otras guerras que hemos aprendido mucho más tarde acerca de las mentiras que se utilizaron para engañarnos, algunos de los engaños que se utilizaron para meternos en estos conflictos que se conoció casi tan pronto como fueron pronunciadas. No había armas de destrucción masiva en Irak, no estábamos tratando de promover la democracia y no estábamos tratando de salvar al pueblo de un dictador.

¿Y dónde estaba la prensa de Estados Unidos en todo ello?  Si de verdad buscará la verdad, sería opositores reales y sostenidos contra todos los presidentes de su país, porque las acciones que adopta Washington alrededor del mundo han causado más dolor que  beneficios a la humanidad.


LOS HALCONES EN MEXICO
Febrero 24, 2017

A los imperios no los derriba nadie "dice". Se pudren por dentro, se caen solos.
Rodolfo Walsh

Por Octaviano Lozano Tinoco

Están aquí para ordenar Rex Tillerson y John Kelly, secretarios de Estado y de Seguridad Interna de Estados Unidos, respectivamente, que se cumpla la agenta fascista del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra México, para construir un muro en la frontera, que pagaríamos, y deportar a los 11 millones de ilegales que viven del otro lado del río Bravo.

Además de otros encargos como es renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), taponar la frontera sur para evitar el paso de migrantes de otras nacionalidades y combatir al narco.

Sin duda este momento es uno de los más conflictivos en la historia reciente entre México y Estados Unidos, porque el fascismo en la Casa Blanca ha encontrado a una clase política-empresarial mexicana sin discurso para hacer frente a la desfachatez y el odio contra lo nacional.

La llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos ha vuelto a subir la tensión entre los vecinos que comparten una de las fronteras más largas del mundo.

En el pasado México ha tenido otros grandes choques con el imperio, el primero de ellos fue hace 170 años y a México aún le duele la anexión por parte de Estados Unidos de más de la mitad de su territorio original.

Los dos países entraron en guerra en 1845 cuando Estados Unidos se anexo la "República de Texas" ante los reclamos de ciudadanos estadounidenses que vivían en ese territorio del peligro que corrían por los enfrentamientos entre liberales y conservadores.

Cuando México se negó a reconocer su derrota, Estados Unidos envió una expedición militar a la capital con más de 13 mil hombres y después de un prolongado cañoneo, los aztecas cedieron.

Tres años después se firmó el Tratado de Guadalupe Hidalgo, que representó para México la pérdida de más del 55 por ciento de su territorio, en tanto que Estados Unidos se apropió de tierras con riquezas agrícolas, mineras, petroleras y puertos en estados como California y Nuevo México.

El siguiente caso fue el asesinato del Enrique Camarena Salazar, un agente de la agencia de drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) infiltrado en el Cártel de Guadalajara entre 1981 y 1985, descubierto luego su cuerpo por soldados mexicanos en una plantación de marihuana de 100 hectáreas, propiedad del narcotraficante Rafael Caro Quintero, integrante de la agrupación criminal.

Camarena fue asesinado junto con su piloto  Alfredo Zavala Avelar, en 1985, lo que despertó fuertes reclamos del gobierno estadounidense que puso en marcha la llamada "Operación Leyenda", hasta entonces su mayor investigación. La agencia estadounidense envió a México una unidad especial que coordinara la investigación y que rápidamente identificó a los líderes del cártel de Guadalajara Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero, como los principales sospechosos.

El operativo despertó protestas del lado mexicano por considerarse una violación a la soberanía nacional, pero los ánimos se calmaron con la captura de Caro Quintero y Ernesto Fonseca.

Otro punto conflictivo fue la llamada "Operación Casablanca"  en 1998, cuando funcionarios norteamericanos reconocieron que durante años, agentes encubiertos habían trabajado en el Operativo Casablanca, gracias al cual se logró establecer nexos entre directivos de 12 bancos mexicanos con cárteles de la droga en México y Colombia.

La oposición acusó el intervencionismo y los pocos resultados del operativo, ya que sólo se actuó en contra de empleados bancarios y no de los dueños o los grandes capos.

Otro punto caliente fue la “Operación Rápido y Furioso”. En medio de la guerra contra las drogas, sale a la luz un operativo fallido de la inteligencia de Estados Unidos en México, llamado "Rápido y Furioso", que consistió en introducir ilegalmente armas al país con la intención de detectar a intermediarios que vendían armamento a los cárteles del narcotráfico y a través de rastredores dar con los grandes capos.

Sin embargo, EU perdió el rastro de más de 2.000 armas introducidas ilegalmente a México que sirvieron para armar a los cárteles y que se han utilizado en balaceras en las que han muerto civiles inocentes, sicarios y oficiales tanto mexicanos como estadounidenses.

El procurador norteamericano Eric Holder tuvo que renunciar a su cargo en 2012, pero siempre negó que fuera por causa del operativo.

Otro punto es la filtración de cables de WikiLeaks en 2011 en los que el entonces embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual reportaba a sus superiores que altos mandos en el país no actuaban en contra de criminales a pesar de que la inteligencia norteamericana les entregaba información para su detención.

Los cables también incluían críticas del Departamento de Estado sobre la guerra contra las drogas que enfurecieron al presidente Felipe Calderón quien afirmó que había perdido la confianza en el diplomático. Condicionó la colaboración bilateral en materia de combate al crimen organizado, a cambio de la remoción del diplomático.

Carlos Pascual presentó su renuncia en la que se explicó que era una decisión personal para asegurar las "fuertes relaciones" entre ambos países.


LA FUERZA DEL IMPERIO SOBRE MEXICO
Febrero 20, 2017

Me gusta la gente simple,
que se levanta temprano,
porque hay que limpiar la calle,
pintar el frente al mercado
Facundo Cabral

Por Octaviano Lozano Tinoco

La migración es algo natural en los seres humanos y ha existido desde tiempos inmemoriales, como también el odio que grupos de poder han cebado contra esta gente que sale de sus casas para buscar vivir mejor.

Porque está claro que nadie se queda en su país para  morir de hambre o de un tiro en la cabeza. El mundo es de todos y no puede alguien poner muros para impedir el paso de la gente, que tan solo busca un futuro mejor.

México es un país de migrantes, es una nación binacional y tiene algo así como 30 millones de personas de origen mexicano trabajando en Estados Unidos.

Ese grupo de connacionales siempre han sufrido el hostigamiento de los gobiernos de Estados Unidos, que cuando aprieta la crisis económica señala a los migrantes como los causantes de todos sus problemas. Cuando exista la burbuja económica tampoco ven que hacen el trabajo de abajo (jardineros, sirvientas, meseros, albañiles, campesinos, etc), sin los cuales el imperio no podría estar de pie.

Quizá esa gente ya no le interesa regresar a México y está creando otra nacionalidad en Estados Unidos, pero con México tiene algo muy fuerte que es la cultura, por lo que comen, lloran, canta, se casan y festejan como lo hacemos aquí.

Con el gobierno en Estados Unidos del presiente fascista Donald Trump se prepara otra oleada de represión contra los migrantes, con el fin de cumplir su promesa de campaña de deportar a 11 millones de ellos, algo así como 5 millones de ellos mexicanos.

Desde el viernes 10 de febrero iniciaron las redadas en todo el país. Sin embargo, Estados Unidos en su historia reciente realizó ya dos grandes operaciones antiinmigración.

En el contexto de la grave crisis económica, por la recesión de los 30, el presidente republicano, Herbert Hoover, ordenó la  Repatriación de mexicanos y mexicano-estadounidenses para favorecer el empleo a los estadounidenses.

George Clements, el representante de la Cámara de Comercio de Los Ángeles, California, pedía en esa época que no se diera trabajo a un mexicano mientras existiera un hombre blanco desempleado.

Cerca de dos millones de mexicanos o mexicanos-estadounidenses fueron perseguidos y aprehendidos. En las calles, en sus casas, donde trabajaban, en las salas de baile o teatros. Aunque el  70 por ciento eran residentes legales.

En las redadas los policías arrestaban a todos aquellos que no tenían sus papeles en regla, no los llevaba al momento de ser detenidos o  simplemente tenían apariencia de mexicanos.

La deportación que afectó sobre todo el suroeste y el centro-norte de Estados Unidos

En 2005 el estado de California fue el primero en disculparse al aprobar el "Decreto de disculpa por el programa de repatriación de mexicanos de la década de los 30"

Otro evento de deportación masiva es el que tuvo lugar en 1954, cuando el presidente Dwight D. Eisenhower deportó ese año más de 1.3 millones de mexicanos durante lo que se denominó Operación "Espalda Mojada" (Operation Wetback). Eran arrestados dos mil indocumentados al día

El encargado de la implementación fue el general retirado Joseph "Jumpin' Joe" Swing, veterano de la II Guerra Mundial, jefe del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS por sus siglas inglesas).

Los indocumentados eran detenidos en redadas en áreas rurales de California y Texas así como centros urbanos como Los Ángeles, San Francisco o Chicago para ser luego enviados en trenes y barcos a zonas remotas del interior de México.

La historiadora Mai Ngai ha detallado cómo los inmigrantes eran transportados "como vacas" en autobuses y soltados en medios del desierto mexicano. La idea era que cuanto más lejos de la frontera fueran llevados, habría menos posibilidades de que regresaran.

Operación “Espalda Mojada” destrozó familias inmigrantes y aterrorizando y diezmando comunidades enteras, sobre todo en California, Arizona y Texas. Agravó las divisiones raciales y avivó el fuego del odio contra los mexicanos y los inmigrantes durante los siguientes años.

De acuerdo con una persona que vivió la experiencia, “en el centro de la ciudad de Los Ángeles, nadie iba de compras para nada, debido a las redadas. Ellos (la Migra) levantaban a las personas para poder deportarlas.


NUESTRO TRUMP YA AVANZA EN MEXICO
Febrero 17, 2017

La cuerda cortada puede volver a anudarse,
vuelve a aguantar, pero
está cortada.
Bertolt  Brecht

Por Octaviano Lozano Tinoco

Como un camaleón el gobierno de Enrique Peña Nieto  va cambiado de piel y asume poco a poco su verdadero rostro autoritario sin argumentos políticos ni diplomáticos, para imponer sus decisiones.

El fascismo se acomoda en Estados Unidos y bueno el jefe de los Pinos gira en ese sentido, la primera muestra de ello es la masacre realizada por la marina en una colonia de Tepic para acabar con una presunta célula de criminal y para ello se utilizó toda la capacidad de fuego necesaria.

Un “espectáculo militar” a ojos vistos por todo el mundo, fue exactamente después de que el presidente Donald Trump, en conversación con Peña Nieto, se mostraba dispuesta a enviar tropas estadounidenses a México para acabar con los “Bad hombres”, porque dejaba entrever que el ejército mexicano les tenía miedo.

Y se empieza a cerrar el círculo, porque uno puede escuchar  y leer en la prensa que se trata de justificar la masacre, en primer lugar no llamarla como tal, sino como una gran operación de la marina donde 13 hombres fueron muertos y de la otra parte nadie resultó lesionado, pese a ser una escaramuza de tiros que duró varias horas.

Mientras tanto, en la Cámara de Diputados  se trabaja para aprobar la Ley de Seguridad Interior que otorga a las fuerzas armadas la posibilidad de suplir labores policiacas en territorio nacional y por el tiempo determinado por el presidente de la República.

O sea se impone un golpe de estado con todas las de la ley, para así continuar con las privatizaciones a las que los pueblos entrarían en resistencia, pero ahora se tiene la estrategia legal para decretar estados de excepción donde estalles conflictos sociales, enmascarándolas  de actos contra criminales.

De acuerdo con especialista la citada ley, que está en espera de ser aprobada en la cámara de diputados, permite “el uso legítimo de la fuerza  para repeler o neutralizar actos de resistencia no agresiva, agresiva o agresiva grave”.

Esta ley va en el sentido de fortalecer el poder militar en el país, en detrimento de los ciudadanos y las instituciones del país. Los cuerpos militares podrán tomar el mando de zonas del país sólo con el guiño del presidente y a veces sin que éste lo apruebe del todo.
Los militares deben regresar a sus cuarteles y estar al pendiente del territorio nacional y la soberanía del país ante  cualquier peligro externo, ese es su real tarea.

La violencia en México se debe atacar con leyes, democracia, libertad, desarrollo económico y una distribución justa de la riqueza del país. ¿Utopía? No lo creo cuando los pueblo se organización y buscan un cambio incluyente.

La droga debe verse como un problema de salud pública. Los narcóticos siempre han existido en la historia de la humanidad, blandas y fuertes, y seguirá su cercanía con lo humano. Por lo que debe tratarse por medio de la educación y la salud, no con tiros y asesinatos.

¿DIVIDIDOS?
Febrero 14, 2017

Donald Trump tiene en México un lechón con su manzana en el hocico, listo para comerse. Raymundo Rivalapacio

Por Octaviano Lozano Tinoco

Que México sea un país dividido no es una noticia de ocho columnas, lo ha sido desde tiempos inmemoriales, quizá desde que llegó Hernán Cortés a playas de lo que es ahora Veracruz y se dispuso a conquistar el imperio Azteca que gobernaba desde la gran Tenochtitlán, que sería después México.

Por ello extraña que se sorprenda por las desangeladas marchas contra Trump que se realizaron el domingo pasado en las calles de la ciudad de México y en distintos estados del país.

Una embozada en apoyo del gobierno (VibraMéxico) y la otra opositora y contra el entreguismos del presidente Enrique Peña Nieto ante las bravuconerías imperialistas del presidente Donald Trump.

México es un país dividido y eso lo supo Cortes que alió con los tlaxcaltecas  y otras grupos recelosos de los aztecas para derrotar al imperio.

Tras su victoria, la corrupción, impunidad y segregación se forjó en la colonia, hasta que la aparición de la Virgen morena, en el cerro del Tepeyac, unificó al país y los indígenas fueron atados a las creencias de Occidente por medio de la religión y así se forjó una nación.

Después la guerra de la independencia, que inició en 1810, se logró por fin el objetivo 20 años después, debió a  que las divisiones y traiciones fueron golpeando a los distintos cabecillas, hasta que Agustín de Iturbide, un criollo, vió que era el momento de separar a la Nueva España de la metrópoli, y pacta con Vicente Guerrero la independencia.

Todo el siglo 19 fue una división eterna entre conservadores y liberales, que permitió la perdida de la mitad del país, la llegada de un emperador y la invasión de dos potencias, Francia y Estados Unidos, y la ruina del país.

Llegó la dictadura de Porfirio Díaz y se cometieron todo tipo de genocidios y se entregó el país a los intereses extranjeros, dentro de la paz porfiriana de “mátalos en caliente”.

Tras 30 años de mano dura, estalló la revolución y sus corrientes buscaron el poder ganando los generales sonorenses, en detrimento de los sectores más sociales (Zapata y Villa), dando paso a la creación del partido único (PRI), que gobernó, entre la corrupción, la antidemocracia y el asesinato el país, por más de 80 años.

¿En ese marco, alguien puede pedir que ante la amenaza de Trump los mexicanos estemos unidos?

Si los sistemas políticos, usando las políticas de Maquiavelo, han impulsado la división entre los mexicanos para gobernar a sus anchas. Si han propagado que estar fuera del presupuesto es vivir en el error y la honestidad es una calamidad que no es recompensad, porque “lo que tú no tomes otro se lo llevará”.

Sin duda, la presidencia de Trump represente hoy un peligro real para México y los mexicanos deben unirse, pero sobre bases claras y en un nuevo gobierno y no el que encabeza Peña Nieto, que busca negociar con la Casa Blanca lo que es innegociable.

A Peña Nieto la historia le abrió “de suerte” una puerta enorme para pasar por ella como un verdadero patriota y quedar inscrito en sus libros de oro, pero todo lo está depilando con medidas temerosas y torpes.

La entrega del Chapo cuando llegó Trump a la Casa Blanca, la designación de Luis Videgaray en la Secretaría de Relaciones Exteriores y la designación de Gerónimo Gutiérrez como embajador del país en Estados Unidos, desdibujaron una respuesta clara contra el fascismo de Trump.

Hoy México está en peligro y para salir de este atolladero debe quietar al gobierno e impulsar una nueva forma de hacer política.


Peña Trump
Febrero 09, 2017

Toda forma de desprecio, si interviene en política, prepara o instaura al fascismo.
Albert Camus

Por Octaviano Lozano Tinoco

Ante la incapacidad del presidente Enrique Peña  Nieto y de su gobierno de enfrentar al fascismo que se instaló en Estados Unidos y tiene como objetivo primario atacar a México y los mexicanos de manera directa y sin diplomacia ni política, donde solo “ordenes” se escuchan desde la Casa Blanca, intenta ahora un viraje nacionalista propio de un Trump criollo para enfrentar el temporal que viene del norte.

Agobiado por corrupción, el narcotráfico, la crisis económica, el rechazo del 86 por ciento de la población a su gobierno --de acuerdo con encuestas--, y las reformas estructurales que no fueron a ninguna parte, Peña se intenta vestir de nacionalista.

Y busca parecerse al jefe de la Casa Blanca, con su llamada campaña “Hecho en México”, para consumir productos nacionales, algo similar  al “América primero" de Trump.

Al dar a conocer ese proyecto, junto con la iniciativa privada, Peña Nieto pidió a los mexicanos llevar la camiseta del país a través del consumo por su calidad y precio, de los productos elaborados aquí.

Y se prepara para este domingo una marcha conocida como “Vibra México” a las 12 horas del  Auditorio Nacional rumbo al Ángel de la Independencia para ahí entonar el himno nacional, contra Trump y sus medidas.

No habrá reclamos al gobierno mexicano que no ha entendido que Trump no es un interlocutor, porque de eso no sabe nada. Él solo da órdenes y México debe acatarlas.

Aquí el asunto es que Peña Nieto no ha estado a la altura de las circunstancias y como buen Moctezuma al momento de saber que había llegado Hernán Cortés a las costas de Veracruz lo llenó de obsequios, del mismo modo el jefe del ejecutivo al llegar al poder Trump le entregó al capo Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, con todo su dinero en la espalda y sus contactos.

Sin embargo, la ambición del magnate no tiene llenadera y no quito su dedo de renglón para seguir hostigando al país, con la construcción del Muro en la frontera, que debe ser pagada por los mexicanos.

En ese viraje está Peña en ser un Trump y aceptar junto con sus halcones en el Pentágono y Seguridad de la Patria, que México ponga también su muro en la frontera con Guatemala e impedir el paso de los migrantes que buscan ya no el sueño americano, sino la “pesadilla americana” inaugurada por el actual presidente de Estados Unidos.

Hoy más que nunca necesitamos un presidente con claridad de miras y no tímido ni dubitativo como Peña Nieto. Está claro que no sabe qué hacer y ante eso se viste con la bandera para intentar un nacionalismo ramplón, que busca acercarse a Trump.

México necesita más democracia, respeto a los derechos humanos, más libertad, más progreso para todos, justicia y libertad. De esa manera se puede enfrentar al fascismo.

CIEN AÑOS DE LA CONSTITUCION
Febrero 06, 2017

Los hijos del pueblo, las clases desheredadas, deben tomar participación en la cosa pública.

 Gral. Francisco J. Múgica

Por Octaviano Lozano Tinoco

Este 5 de febrero se cumplieron 100 años de la promulgación de la Constitución de 1917, que terminó con la revolución y dio paso a las instituciones en el país, aunque ese salto ha estado lleno de antidemocracia, impunidad, corrupción y violencia.

A la Constitución le ha faltado calle, es decir que en las situaciones que demanda dar justicia sin importar el poder la otorgue  la razón a quien la tengan.

Ya decía Justo Sierra “México es un pueblo con hambre y sed. El hambre y la sed que tiene, no es de pan; México tiene hambre y sed de justicia”.

El intelectual porfirista lo digo en su discurso “Sobre inamovilidad judicial”, pronunciado en la Cámara de Diputados, el 12 de diciembre de 1893.

Dijo que “para reformar la Constitución, se nos ha dicho, es preciso resolver antes los grandes problemas sociales, económicos y políticos que están en pie. Mas los problemas políticos pueden reducirse al problema económico en último término, el problema económico queda implicado en el problema social, y el problema social está perfectamente formulado por el órgano que con más inteligencia y más ira ha sido nuestro adversario, con estas verídicas palabras: "Hay cuatro quintas partes de mexicanos que son parias en su propio suelo".

Agregó: “soy yo, señores diputados, quien hace algunos meses dijo que el pueblo mexicano tenía hambre y sed de justicia; todo aquel que tenga el honor de disponer de una pluma, de una tribuna o de una cátedra, tiene la obligación de consultar la salud de la sociedad en que vive; y yo, cumpliendo con este deber, en esta sociedad, que tiene en su base una masa pasiva, que tiene en su cima un grupo de ambiciosos y de inquietos, en el bueno y en el mal sentido de la palabra, he creído que podría resumirse su mal íntimo en estas palabras tomadas del predicador de la montaña: "hambre y sed de justicia".

Muchos años después, el 13 de diciembre de 1916, durante las discusiones para la elaboración de la actual constitución mexicana, el general Francisco J. Múgica, uno de los revolucionarios más respetados y presidente de la Comisión que discutía la redacción del artículo 3o. constitucional, y en su exposición ante los presentes señaló que era vital crear un verdadero sistema educativo laico, gratuito y obligatorio, donde la Iglesia Católica no pudiera intervenir.

Y agregó lo siguiente:

“No, señores; haríamos una mala obra, una mala obra, de inconscientes, si no pusiéramos remedio desde hoy para evitar en lo futuro que nuestros asuntos ya no se resuelvan por medio de las armas, sino que nuestras disensiones intestinas se resuelvan en la tribuna, en los parlamentos, por medio del libro, por medio de la palabra, por medio del derecho, y de ninguna manera otra vez por medio de las armas, porque aunque gloriosas las revoluciones que se hacen por principios, no dejan de ser dolorosísimas, porque cuestan mucha sangre y cuestan muchos intereses patrios”.

En su discurso de la Promulgación de la Constitución Política de 1917 pronunciado por José Francisco Palomera Murillo en el Parque Central Benito Juárez García, señaló, lo siguiente:

“El origen de nuestra Constitución se remonta a las ideas liberales de José María Morelos Y Pavón con la promulgación de la Constitución de Apatzingán en 1814 buscando la igualdad, soberanía popular y división de poderes, al término de la guerra de independencia en 1824 se promulga la primera ley suprema del país la "Constitución de los Estados Unidos Mexicanos" con un fondo conservador y que duró vigente por más de 30 años”.

Afirmó que “para garantizar la seguridad de los bienes y las personas, el presidente constitucionalista Venustiano Carranza promulga la "Constitución de los Estados Unidos Mexicanos" del 5 de febrero de 1917 cuyo espíritu se encuentra enmarcado en las tres principales demandas sociales de los mexicanos: La Educación en el Artículo 3ero Constitucional; el reparto de la Tierra consagrado en el artículo 27 y la Protección del trabajo en el artículo 123 Constitucional; para garantizar el control público de los recursos naturales, la educación gratuita y compulsoria; y la formación de uniones laborales que defiendan al trabajador asalariado. En teoría, la Constitución de Weimar en Alemania de 1919, primordialmente porque tomó en cuenta los postulados de la justicia social”.

Hoy a cien años de nuestra constitución seguimos en la misma, los principios sociales se han desmoronado y en la calle la carta magna no existe, por lo que México sigue siendo “es un pueblo con hambre y sed. El hambre y la sed que tiene, no es de pan; México tiene hambre y sed de justicia”, como lo decía Justo Sierra antes de la Constitución de 1917".


2017, AÑO DE PELIGRO
Febrero 02, 2017

En México no hay tragedia: todo se vuelve afrenta. Afrenta, esta sangre que me punza como filo de maguey. Afrenta, mi parálisis desenfrenada que todas las auroras tiñen de coágulos.
Carlos Fuentes

Por Octaviano Lozano Tinoco

A más de 15 días que llegó a la Oficina Oval de la Casa Blanca, para todos ya quedó claro que el presidente Donald Trump cumplirá sus propuestas de campaña, aunque violen cualquier acuerdo internacional.

“Estados Unidos, Primero” su eslogan de campaña, será sin duda intentando pisar al mundo y rompiendo cualquier  regla.

México y el presidente Enrique Peña Nieto son el primer punto de su agresión, acusando a los mexicanos de haberse “aprovechado de Estados Unidos” (¿?), por lo que no hace más que insultar a nuestro pueblo, que están indefensos ante un jefe del Ejecutivo a lo más “dubitativo” ante los esténtores violentos que llegan desde Washington, por lo que no puede defendernos.

Otros países como Alemania, China, Francia, Australia, Irán y la Unión Europea, en su conjunto, también han sido “abofeteados” en público por la  verborrea de Trump.

El presidente Trump intentó explican su violencia, señalando: “créanme, no se preocupen cuando escuchen sobre las duras llamadas telefónicas que estoy teniendo. Simplemente no se preocupen", afirmó sin referirse a ninguna en concreto.

“Virtualmente todas las naciones del mundo se están aprovechando de nosotros. Eso no va a pasar más", agregó.

Hay que tenerlo claro, el nuevo inquilino de la Casa Blanca no “está loco”  y tiene preciso, junto con la mitad de los estadounidenses, el Congreso (senadores y diputados), el aparato militar y ciertos grupo de empresarios, hacia dónde quiere ir: restablecer el imperio de Estado Unidos tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Así como la maquinaria de Alemania se alió a Adolfo Hitler en 1933 con la idea de crear el  Tercer Reich que gobernaría por mil años, en Estados Unidos Trump también tiene la idea de restablecer el imperio estadounidense como estaba a mediados del siglo pasado.

Y con México se ha topado para poner su primer ladrillo de mentiras y medias verdades, para iniciar su gobierno fascista.

Y tras tantos agravios, en el último episodio, después del revuelo levantado tras filtrarse la conversación entre Trump y Peña Nieto en la que supuestamente el mandatario estadounidense dijo que podía enviar militares a México para luchar contra los "bad hombres", ahora se afirma que Trump le dijo eso a Peña pero de manera jocosa.

Fue un comentario "coloquial" y se realizó en referencia a la cooperación que tienen los dos países para hacer frente a la lucha de los cárteles mexicanos.

O sea que fue chiste de Trump decir que enviaría militares estadounidenses para enfrenta a los “hombres malos” de México.

Lo que nos queda como mexicanos es que el gobierno recurra a los organismos internacionales para hacer que Estados Unidos cumpla con los acuerdos que rigen en el  mundo, en cuando a migración, ecología, refugio y economía.

Otra es que el gran pueblo estadounidense  siga con sus movilizaciones para que ellos encuentren una salida a la pesadilla Donald Trump, antes que otros Trump aparezcan por todo el mundo como Gremlis infernales y ahora sí sálvese quien pueda.
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