Ya estuvo de todos esos pinches estereotipos de
México-como-país-de-la-muerte-paraíso-infernal, ¿Está bien?
José Agustín

Por Octaviano Lozano Tinoco

-SEGUNDA PARTE-

Felicidades a todos los que se han tropezado con estas líneas escritas al vuelto, que siempre han llevado a callejones sin salida y a ríos donde no hay puentes para cruzarlo, pero que si algo vale han sido redactadas con toda la buena fe para entender nuestro México que se nos está desmoronando entre las manos.

Por ello caros lectores deseo que la Navidad el próximo 2018 traiga a los mexicanos y a México esa capacidad de convertirnos en ciudadanos para ejercer nuestro derecho al voto de manera libre y nos de la entereza para después vigilar a nuestros gobernantes con el fin de que cumplan las demandas de los votantes. Tan fácil: mandar obedeciendo.

Mi deseo también es que en este 2018 se pare la guerra encubierta que vive el país, azotado por las bandas privatizadas que se dedican a comerciar con la droga, con el fin de trasladarla al gran mercado de Estados Unidos y sus 20 millones de consumidores.

En el sexenio van 20 mil 878 asesinatos dolosos y la tendencia va al alza, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Que la pobreza se reduzca y que todos tengamos derecho al trabajo, con un salario como marca la

constitución, que “deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.

De acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en México, una quinta parte de los hogares concentra 48 por ciento del ingreso nacional, mientras que otro 20 por ciento que se encuentra en la base de la pirámide apenas obtiene 6 por ciento del ingreso que se genera cada año en el país.

“El gran tema en México sigue siendo la desigualdad y ahí se tienen que buscar mejoras redistributivas. México sigue teniendo un problema de distribución del ingreso en los hogares”, afirma Alicia Bárcena, titular de la Cepal.

Educación para los más, con becas y apoyo a la ciencia y la cultura, para asegurar que los talentos sigan estudiando y alcancen sus metas.

De entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),

México tiene el peor desempeño en el aprendizaje de ciencias, lectura y matemáticas.

Los problemas son las malas condiciones en las escuelas, la capacitación de los maestros, control de la disidencia sindical en los instituciones educativas en cuatro estados y la exclusión que padecen miles de alumnos que no pueden concluir sus estudios.

Un sistema de salud que alcance para los más y que se tenga una muerte digna. En el documento “Estudios de la OCDE sobre los sistemas de salud: México 2016”, el organismo destaca que la fragmentación del sistema sanitario en diferentes esquemas de aseguramiento médico - como son el Seguro Popular, el IMSS, el ISSSTE, Pemex y el de las fuerzas armadas - impide una prestación de servicios médicos sólida, justa y sostenible, pues cada una de esas instituciones presta servicios distintos, con precios distintos y resultados distintos.

Fin de la corrupción y la impunidad en México, que es el engrudo y el lubricante que permite al sistema político-empresarial que nos rige seguir tan campante sin pagan ante la justicia por sus malos manejos.

En México, la corrupción llega a dimensiones incalculables. Desde sobornos para realizar algún trámite o acceder a servicios públicos básicos hasta el uso indiscriminado de recursos públicos por parte de funcionarios y la manipulación de programas sociales, son prácticas comunes.

Y es que 9 de cada 10 personas de 18 años y más en el país, consideró que la corrupción se observa de manera frecuente en las policías y los partidos políticos, conforme a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El 12.6 por ciento de las personas que realizaron un trámite, pago o solicitud de servicio ante algún servidor público, fueron víctimas de al menos un acto de corrupción en 2015. Esta cifra no presentó cambios significativos desde 2013.

El Inegi plantea que las experiencias de corrupción por cada víctima aumentaron de 2013 a 2015, al pasar de 2.0 a 2.4 eventos en promedio en el año.

México es el segundo país de 59 con mayor índice de impunidad, según el Índice Global de Impunidad (IGI),

elaborado por la de la Universidad de las Américas Puebla (UdlaP) y Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia de Puebla (CCSJ).

El sistema de justicia mexicano, según el estudio, enfrenta grandes deficiencias: 46% de la población detenida carece de una sentencia condenatoria.

El índice estimó una proporción promedio internacional de 17 jueces por cada 100,000 habitantes; México sólo cuenta con 4 por cada 100,000. La corrupción, la inseguridad y violencia al interior de los países son los efectos de la impunidad, no sus causas.

Esos son mis deseos, gracias caros lectores. Feliz Navidad y un Próspero 2018

No sé si la modernidad es una bendición, una maldición o las dos cosas.
Sé que es un destino: si México quiere ser tendrá que ser moderno.

Octavio Paz

Por Octaviano Lozano Tinoco

Los mexicanos tendremos en el próximo 2018 otra oportunidad histórica para enrumbar al país y empezar el camino para desterrar la impunidad y corrupción, que causan pobreza y violencia en todo el territorio nacional.

Será por medio del voto, el venidero primero de julio, como los mexicanos o nos hacemos verdaderos ciudadanos o quedaremos encerrados en el ostracismo histórico de no haber hecho nada, para

quitarnos la pesada losa de tener un gobierno corrupto, que daño a la sociedad y se reparte, con sangre y fuego, las riquezas nacionales con el sector empresarial, que no ha hecho nada en la lucha por cambiar a México.

Ese día se elegirá al presidente de país, pero no sólo ese cargo es importante, sino también a 128 senadores y los 500 diputados. En esa perspectiva, no sólo es importante ganar la presidencia sino también las cámaras para que por fin los legisladores manden obedeciendo a sus electores.

Los mexicanos no debemos dejarnos avasallar ni atemorizar de qué si gana uno u otro candidato el país se va al precipicio, porque como dicen y lo creo “México es más grandes que sus problemas” y pese a los sátrapas de presidentes que hemos tenido, el país cojo y con graves problemas, pero siempre sale adelante.

Así que ejercer el voto libre, con una visión de ciudadanía, que no desea más canonjías que en su entorno inmediato y así en todo el país se viva en liberad, derechos, justicia sin distingos, sin impunidad

ni corrupción. Que todos valgamos igual ante la ley, para que el peso del dinero no preste derechos que por justicia no les corresponde a los ciudadanos.

Con el sufragio se puede enterrar a esta clase político- empresarial que tiene a México apuntando con la pistola y con unas reformas que sólo son gasolina que harán que las llamas de la violencia sigan sin control y asesinando a miles de jóvenes mexicanos.

Votar en libertad debe ser nuestra fortaleza y desde nuestra conciencia marcar al partido que consideremos llena nuestras expectativas de conducir a México por el camino de las leyes e instituciones para los más y en beneficio de las mayorías.

Con el sufragio podemos a empezar a quitarnos estos empresarios pueblerinos mexicanos que realizan la economía del compadrazgo, donde se reparte el pastel y cierran la puerta a los demás para que no haya competencia y sigan llenando sus bolsillos con dinero.

Es claro que para los empresarios la democracia y el respeto a los derechos humanos les vale un soberano

cacahuate, porque en la amarga noche del priísmo que hemos vivido los mexicanos, ese sector beneficiado no ha dicho ni pío por los fraudes electorales cometidos ni por las violaciones a los derechos humanos. Para ellos, quien les siga dando no importa que sea Barrabás o Cristo con el fin de que los negocios continúen viento en popa.

Mi deseo para este 2018 es que los mexicanos salgamos masivamente a votar, para sacar del poder a los políticos y sus mecenas del sector empresarial, para buscar entre todos una nueva manera de ejercer el poder sin corrupción ni impunidad, que ya nos tiene ¡hasta la madre!

Por Octaviano Lozano Tinoco

Está a punto de que se apruebe en el Senado la mal llamada Ley de Seguridad Interior, el gran regalo navideño de Enrique Peña Nieto y la doctrina militarista de Estados Unidos, que no será otra cosas que la militarización del país, con el fin de asegurar que las reformas estructurales sigan adelante sin importar quién gane la elección presidencial en el 2018.

Para reforzar la medida este jueves se realizó en Washington, D.C., el Segundo Diálogo de Alto Nivel sobre Combate al Crimen Transnacional, entre Estados Unidos y México, en la que participaron los secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y del Departamento de Estado, Rex Tillerson.

También asistieron alrededor de 25 funcionarios de México y una veintena de Estados Unidos, que iniciaron las deliberaciones formales en el salón

Benjamín Franklin del Departamento de Estado. Donde estuvo también el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

En ese encuentro, EU se comprometió a implementar un plan para reducir la enorme demanda interna de narcóticos y, además, reconoció que los mexicanos sufren más que los estadounidenses el "peso de la violencia", pues el narcotráfico se ha cobrado desde 2006 unas 100 mil vidas en México.

Por ello, el intento de aprobar la Ley de Seguridad Interior también llega de Washington antes de la elección del 2018, donde la Casa Blanca quiere una frontera sur en paz y para ello desea que las fuerzas armadas sean las responsables de esa tarea.

Aunque la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), así como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hicieron un llamado urgente al Estado mexicano para que no apruebe dicha ley, pues a pesar de algunos cambios realizados al proyecto sigue presentando aspectos

que no garantizan el respeto a los derechos humanos, el Senado continúa en su tarea de aprobarla

Entre los artículos cuestionados está el 7, el cual señala que “los actos realizados por las autoridades con motivo de la aplicación de la Ley deberá someterse, en todo momento y sin excepción, a la preservación irrestricta de los derechos humanos y sus garantías, en conformidad con los protocolos emitidos por las autoridades correspondientes”.

Agrega que en los casos que se “perturbe la paz pública u otro que ponga en peligro o conflicto a la sociedad y sea necesaria la suspensión de derechos, se aplicará lo establecido en el artículo 29 de la Constitución mexicana y leyes respectivas”.

Artículo 8: señala que las movilizaciones sociales con “motivo político-electoral que se realicen de forma pacífica como los establece la Constitución, “bajo ninguna circunstancia serán consideradas como amenazas a la Seguridad Interior, ni podrán ser materia de declaración de protección a la seguridad interior”.

Artículo 11: decreta que el presidente “podrá ordenar por sí o a petición de la legislatura de las entidades federativas, la intervención de la Federación para la realización e implementación de acciones de Seguridad Interior”.

Este artículo ha sido denunciado por organizaciones de derechos humanos del foro "Seguridad sin guerra" debido que a su juicio significa una “intervención del Ejército y la Marina en zonas de conflicto”.

En caso de presentarse las condiciones de amenaza a la seguridad el mandatario mexicano podrá proceder en las próximas 72 horas siguientes a la declaración de la intervención, luego de tener la aprobación del Consejo de Seguridad Nacional.

Artículo 15: indica que el plazo de la intervención no podrá ser mayor a un año y luego de finalizar la vigencia “cesará la intervención y las Acciones de Seguridad Interior a su cargo”, vale destacar que a su vez la declaración puede modificarse y prorrogarse según lo ordene el presidente.

- Artículo 16: agrega que bajo la responsabilidad del mandatario nacional se podrá ordenar acciones inmediatas de la Fuerza Armada en caso que las amenazas causen un “grave peligro” a la integridad de los ciudadanos o a las instituciones fundamentales del Gobierno. Todo esto sin necesidad de “la emisión de la Declaratoria de Protección a la Seguridad Interior en el menor tiempo posible”.

- Artículo 20: detalla que en caso de presentarse las Acciones de Seguridad el mandatario nombrará a un comandante de las Fuerzas Armadas para coordinar el despliegue operativo como el orden para colaboración de los funcionarios locales.

- Artículo 30: establece que las Fuerzas Federales y la Armada podrá realizar actividades de inteligencia de Seguridad Interior bajo sus respectivas competencias para recolectar información. Mientras el artículo 31 decreta que “los órganos autónomos deberán proporcionar la información requerida por las autoridades”.

Una vez se declarare la Seguridad Interior la Secretaría de Gobernación debe notificar a la

Comisión Bicameral de Seguridad Nacional y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que luego sea publicado en el Diario Oficial de la Federación.

Lo que debe quedar claro es que la seguridad del país es un asunto de policías y civiles, por lo que las fuerzas armadas deben dedicarse a otras tareas propias para proteger la soberanía del país. Pero lo que se busca es controlar por todos los medios la revuelta social que se avecina, cuando las reformas estructurales den su verdadero rostro y veamos que sea vendido el país completito, con todo y ciudadanos.

La noche persiste en su fugaz intento de ser día.
Milenária arde la semilla dentro del miedo que borda con encajes el deseo.
Graciela Aráoz

Por Octaviano Lozano Tinoco

El show de las elecciones en México por la presidencia de México casi se encuentra listo y los caballos por llegar a Los Pinos están preparándose en el arrancadero, para que una vez que lleguen al poder no pase nada y las cosas en el país sigan como hasta ahora: esperando un futuro que nos llevará al primer mundo pero que en estos momentos nos está destrozando el presente.

Las precampañas inician este jueves y los candidatos, más allá del formalismo, serán José Antonio Meade, del PRI; Ricardo Anaya, de la coalición Por México al Frente, y el sempiterno Andrés Manuel López Obrador, por Morena. También seguro habrá independientes como Jaime Rodríguez Calderón, alias “El Bronco”, y la impresentable Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, causante

de grandes calamidades nacional durante su sexenio.

Pese a todo las serpentinas y confetis de las campañas, los problemas de México son tratados en grandes trazos y promesas, pero no dice cómo lo harán y los ahora precandidatos no se comprometen “a mandar obedeciendo” a las mayorías y sólo responde a los grupos de poder, político-empresarial, que lleva hasta la cúspide de la presidencia.

Corrupción e impunidad forman el nudo gordiano que impiden a México dar el salto para que sea un país de leyes y ciudadano. Pero parece que ningún político, menos un empresarios, está dispuesto a romper, porque de ahí todo beben como los peces en el río.

Ese dúo dinámico crear carretadas de dinero que alimenta un sistema político corrupto, que corrompe a la sociedad y le pone un precio al ciudadano.

Urge que se rompa para avanzar hacía un país posible y darle un giro a México de cara a un siglo 21, que con la llegada del presidente Donald Trump al poder en Estados Unidos, todo se complica y no falta que por aquí aparezca un imitador y busque girar el país hacia el fascismo.

De acuerdo al Índice de Competitividad Internacional (ICI) –que mide la capacidad de las economías más importantes del mundo para generar, atraer y retener talento e inversión- colocó a México en el lugar 36, de 43 países evaluados, con lo que avanzó un lugar en comparación con el año pasado.

Antes que México aparecen países como Costa Rica, Perú, Brasil, Colombia y Turquía.

El informe señala que “preocupan los niveles de violencia y corrupción” e identificó “cinco desafíos que amenazan la competitividad de México“.

Entre ellos remarcó que “la continuidad de las reformas educativa y energética depende de la implementación de elementos clave en los próximos años.”.

Otro punto es que “existe una falta de Estado de derecho en dos de sus versiones más perniciosas: la corrupción y la impunidad. De no enfrentarse, México será un país más pobre, violento y con menores oportunidades de prosperidad”.

“Para que funcione el Sistema Nacional Anticorrupción deben funcionar los pilares básicos de la democracia: autonomía del ministerio público, un sistema de procuración de justicia y la división de poderes”, estableció.

En ese marco iniciarán las precampañas.

Yo soy priísta porque es un gran orgullo militar en el PRI,
y es un honor y un privilegio dar, cada día, nuestro mayor esfuerzo por México, por la patria.
Enrique Peña Nieto

Por Octaviano Lozano Tinoco

Sin duda una de las grandes calamidades que ha sufrido México en su historia, es la creación del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ha sorteado todo tipo de cambios históricos internacionales, pero como buen camaleón ha mutado de color en el momento propicio para perdurar en el poder.

Se enquisto en los tinglados psíquicos de la población de un país conquistado como México, y en la filosofía de la derrota hizo su gran negocio, donde sabe manejar el sentir de la población que “no espera que les den, sino que los pongan donde”.

El PRI ha durado como partido más tiempo que las organizaciones políticas, como los partidos comunistas del “socialismo real” del desaparecido bloque de la Unión Soviética, que se fueron al eclosionar ese país y todos sus satélites.

Sin embargo, el PRI sigue ahí como el gran dinosaurio, que de nacionalistas revolucionarios pasó a neoliberal y ahora intenta saltar a un partido de ciudadanos; con supuestos no “militantes” como abanderados de esa organización perversa y dedicada a no “ser unos pobres políticos”,

parafraseando al insigne priísta Carlos Hank González.

Con la llegada de José Antonio Meade como precandidato del PRI a la presidencial para las elecciones del 2018, dentro de “la paz priísta”, donde el dedazo del presidente Enrique Peña a todos puso contentos y nadie se salió del huacal.

Y en esa calma priísta, que como todo silencio, presagia tormenta, los columnistas de la prensa nacional afirman que la nueva dirigencia del PRI se busca ciudadanizar y alejarse de las entrañas del viejo partido; con el fin de lavarle la cara al tricolor y no ven

que forma parte de su viaja visión camaleónica, que al fin busca no cambiar nada.

Meade como candidato no será un priísta de cepa, pero es un neoliberal, que resulta peor, y además realizó todo el ritual de los ungidos en el tricolor para alcanzar la cúspide y ser el candidato del dedo supremo.

O sea si Meade habla como priísta, camina como priísta y opera como priísta, pues no hay duda de que de ciudadano no tiene nada y es un tricolor de conciencia y de obra.

El PRI como partido ha hecho mucho daño al país y parece que no tiene en su futuro la idea de jubilarse de la vida política nacional y opera como siempre, por medio de las dádivas, desde abajo con tamal y atole en las marchas; hasta con dinero y canonjía para los de arriba.

Todo tiene un precio, plata o plomo para evitar la disidencia, porque para ellos la democracia, es un “trampolín para saltar al cuerno de la abundancia, o sirve para una chingada”. (parafraseando Gonzalo N. Santos, dios de la jerga política de los

tricolores, que de horca y cuchillo sabía mucho).

El PRI ha dañado mucho a México y ojala que desaparezca por el bien del país y los mexicanos, que han caído en sus brazos de corrupción y muerte.

¡Nada fuera de la ley!, que si el pueblo dice a medianoche
que es de día “hay que prender la farolas”

Fernando Gutiérrez Barrios

Por Octaviano Lozano Tinoco

México va el despeñadero y lo que vemos en Honduras con la movilización social para evitar un fraude presidencial, parecer que será nuestro futuro próximo ante las elecciones presidenciales del 2018.

Las posiciones radicales, las mentiras, crear el miedo del rival político y la posición fascista del grupo político-empresarial en el poder de que su camino es el único y no hay otro, están cerrado las vías de que todo el proceso termine dentro de la civilidad.

En México, como en Honduras, el grupo político-empresarial no está dispuesto a que se mueva un ápice el viraje neoliberal iniciado en el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado, que no es otra cosa, que privatizar todo lo que se pueda privatizar, y dejar que el “mercado” regule precios de los productos.

Este grupo del 1 por ciento de la población, que gozan del 40 por ciento de la riqueza que se crea en la nación, quiere conservar sus privilegios y no repartir hacia abajo de las mieles de la que gozan, pese a la violencia, impunidad y corrupción que estremece a México.

Por ello, la democracia y el voto libre los tienes sin importancia, si pueden mantener la situación como está y que los prolija de poder económico y político.

Por ello la situación que ocurre en Honduras se levanta como un gran espejo donde México se debe ver y por ello todo mundo debe impulsar la credibilidad de que se puede ejercer el voto en total libertad y sin visos de manipulación cuando venga el recuento de sufragios.

La tensión en Honduras fue aumentando conforme avanzaba el conteo de votos de las elecciones del domingo 26 de noviembre. En un resultado preliminar, el opositor Salvador Nasralla iba 5 por ciento arriba del presidente Juan Orlando Hernández, quien busca la reelección pese a que esta está explícitamente prohibida por la Constitución hondureña. Ahora, con el 91 por ciento de los votos contados, el escrutinio muestra arriba a Hernández, 42,74 por ciento frente a 41,55 por ciento para Nasralla, quien había mantenido la delantera hasta antes de que se les cayera el sistema de conteo de votos.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha declarado reiteradamente que las cifras pueden seguir cambiando conforme avance el conteo, pero muchos hondureños acusan que le quieren “robar” la elección a Nasralla y destacan situaciones como que el TSE suspendió el lunes por varias horas el

proceso en lo que supuestamente esperaba la llegada de más boletas. Nasralla, quien originalmente había firmado un acuerdo con la Organización de Estados Americanos (OEA) para respetar los resultados, dijo que este ya no tiene validez pues dijo que es “una trampa”.

Y ante el silencio de América Latina ante el proceso electoral en Honduras, el gobierno estableció un toque de queda para detener una ola de violentas protestas. Hasta ahora, son tres los muertos, uno en el norte del país y dos en Tegucigalpa. Todos eran simpatizantes de la oposición. Estos dos últimos casos fueron presuntamente a manos de policías, que según testigos abrieron fuego contra un grupo de 30 manifestantes.

Los incidentes derivaron además en saqueos. Más de 300 personas fueron detenidas cuando huían con electrodomésticos y artículos del hogar robados en centros comerciales en las dos ciudades más importantes del país, Tegucigalpa y San Pedro Sula.

¿Honduras espejo de México?