México está preparado para la democracia”
Porfirio Díaz
Por Octaviano Lozano Tinoco
Al estar en funcionamiento las reformas de segunda generación en México, que no es otra cosa que la venta de Pemex y girar hacia la privatización en la educación y los recursos naturales (agua y la tierra), es claro que los dueños del dinero en México están listos para que Andrés Manuel López Obrador pueda llegar al poder por medio a las elecciones, que le negaron en 2006 y 2012.
Ahora están abiertos a esa posibilidad y la apertura es total, una vez que el tabasqueño dijera en una reunión con la Asociación Nacional de Desarrolladores Inmobiliarios, en el The Real State Show 2018, que no está en sus planes “reelegir”.
Los que si aceptaba sin inmutarse que el presidente Carlos Salinas de Gortari, sin importarles que haya llegado al poder por el fraude electoral de 1988, explorara esa posibilidad, con López Obrador era importante que cancelara esa vía y lo expresara como lo hizo.
“No soy partidario de la reelección. Hay presidentes en otros países que llegan, encuentran una situación muy complicada,
empiezan a gobernar, lo hacen bien y luego modifican las leyes para quedarse más tiempo. Yo no voy a reelegirme, es un asunto de principios, no creo en la reelección”, señaló.
El candidato presidencial se ha declarado admirador de Francisco I. Madero y la no reelección.
Desde su primera campaña presidencial de 2006, donde se le colocó el rótulo de ser “un peligro para México” se le vinculaba al extinto presidente venezolano Hugo Chávez.
Sin embargo, López Obrador reconoció, en su encuentro con empresarios, que los problemas del país no podrán resolverse en seis años, por lo que aseguró trabajará 16 horas diarias a fin de que el sexenio sirva para “sacar a México del atolladero en el que lo han metido y se establezcan las bases para un futuro con justicia y con bienestar”.
De ahí que afirmó: “vamos a hacer 12 años en seis, porque vamos a trabajar 16 horas diarias”.
López Obrador señaló que no hay vínculos programáticos con los gobiernos sudamericanos ni con sus políticas de eternizarse en el poder. “Ni verdes ni maduros. Este es un movimiento mexicano, hecho en México”, señaló.
El intelectual de la derecha y con ligas con los gobiernos en turno, Enrique Krauze, también ya le abre la puerta al poder a López Obrador, en un artículo que escribió en el diario New York Times, donde afirma que el PRI debe perder las elecciones presidenciales por haber reincidido en actos de corrupción.
Esos historiadores que no reconocen que la corrupción y la impunidad son la savia y engrudo que le ha dado cohesión a ese partido, que por cierto nunca ha sido un partido. Es un cartel que se maneja por intereses y sabe que el presidente es el tlatoani que debe decidirlo todo.
Se da el chiste que una vez un presidente preguntó "¿qué hora es? y su edecán en posición de firmes le respondió: La que usted ordene, señor Presidente".
En su artículo Krazue escribe: “México es una democracia, pero hay un descontento profundo con sus resultados. La mayoría resiente, con razón, el magro crecimiento de las últimas décadas, la persistencia de la pobreza y la desigualdad. A esos males se aúnan cuatro problemas abismales: la violencia, la inseguridad, la impunidad y la corrupción. Ante este balance desolador, la reacción natural en cualquier democracia es castigar al gobierno en turno”.
Es increíble este párrafo, donde se dice México es una democracia pero no puede brindar seguridad a sus ciudadanos, se consume en la corrupción y la impunidad. ¿Entonces cómo puede afirmar que es una democracia? Lo que es una democracia disfrazada de genocida y que es
cómplice o mira hacia otro lado cuando se asesina a las personas.
Y bueno el intelectual sigue echando paladas a lo mismo que ha pensado en AMLO, de que no confía en las instituciones, su desdén por la democracia; de su mesianismo tropical, su intolerancia a los medios y su rechazo a los que no piensa como él.
Critica su plan de amnistía a los narcos, su intención de hacer entender al presidente Donald Trump de una buena relación con México y lo trata de populista
Hecho al que se suma que se ha rodeado de antiguos políticos y líderes sindicales del viejo PRI que son “la quintaesencia” de la corrupción.
Pero hoy como nunca la puesta está abierta para AMLO y si no pasa nada, como una decena trágica en el siglo XXI, despachará en Palacio Nacional por seis años.
Ojalá que así sea para cambiar el discurso político y por fin la democracia sea en esencia, un asunto aritmético, suma de votos para los candidatos y después quien logro más. Y punto. |